-No quise decir eso, lo siento! Estoy enojada conmigo misma.
-Explícame qué pasó.
-Primero dime ¿Cómo llegaste hasta acá? Y si no es mucha molestia… No me mientas por favor!
-Es una larga historia así que recomiendo que te sientes, sin embargo también la puedo resumir en pocas palabras… Le dije a Keyla que me invitaste con tus padres así que ella me ayudó a llegar hasta aquí.
-¿Keyla sabe que estás aquí?
-Sí, le llamé hace una hora aproximadamente. Estaba esperando que subieras y darte una hermosa sorpresa y quizá tener algo de acción… Pero ya vez… La linda sorpresa me la llevé yo.
-Siempre estás pensando en eso…
-¿A qué te refieres?
-Al sexo.
-Pero es que somos novios y somos jóvenes. No es que piense sólo en eso, es que es un instinto que a veces no puedo controlar.
-Pues para mí el amor va más allá del sexo y las ganas que no se pueden controlar. Somos seres pensantes y razonables, ¿Cómo nos puede controlar el deseo erótico?
-Es acaso que… ¿Ya no tienes ganas conmigo?
Gabriel bajó la voz y la puso suave, grave y provocadora. Me imaginaba que se había acercado a ella.
-Basta Gabriel, eso es lo que tenemos que aclarar. Ceder contigo así tan fácil no es algo común de mi forma de ser. Yo sólo quería un chico correcto, estudioso, responsable y que me respete.
-Pues eso no lo mencionaste mientras estábamos… Tan… Tan… Pero Tan juntos la otra noche. ¿No recuerdas el sentir de mi piel, mmm? Lo tibio que estaba. ¿No recuerdas tu respiración?
-Basta, es lo que no quiero recordar.
-¿Qué tratas de decir?
-Hasta aquí llegamos, Gabriel. He cometido un error grave al pensar que podía enamorarme de ti.
-¿Qué, por qué me haces esto? ¡Si yo sí te quiero! Me dijiste que lo habías decidido y que me ibas a cuidar.
-Lo siento, yo no te quiero en mi vida si vas a seguir corrigiendo errores del pasado, no te puedo acompañar en esa transición. Tú sabes y te lo confirmo que soy heterosexual.
-Pero me corté el cabello, y voy a sacar cita mañana mismo para operarme y ser hombre. ¡Si eso es lo que quieres yo te juro que lo haré! ¡Pero por favor, yo sí te quiero!
-Yo… También te quiero y estaba invirtiendo sentimientos reales, quizá me estaba enamorando de ti, y planeaba cosas juntos… Pero hoy me freno… Me freno para que te des cuenta que si tienes que cambiar o volver a ser completamente un hombre… No deberías hacerlo por mí sino por ti.
-No te entiendo Nicole, realmente me gustas, y ahora me dices todo esto, me estás confundiendo.
-Si seguimos con esto seguro que nos irá bien. Pero yo no quiero seguir con esto. Búscame después, cuando estés seguro de tu forma de ser, cuando no te de miedo elegir o escapar de una vida anterior. “Cuando puedas controlar ese instinto antes que él te controle a ti.” Y mientras tanto puedes seguir con tu vida tal y como estaba.
-No, yo no prometí salir de eso sólo por ti, también lo hice por mí. Y así como me vez de “Inestable” Soy un hombre de decisiones radicales.
-Me parece bien que pienses así. Y te pido por favor que te vayas de aquí y no vuelvas a llamarme.
-Si me voy de aquí no será por la ventana. ¡Te lo advierto!
-Me da igual por dónde quieras salir. Eres libre de decidir.
-¿No te importa que me vean tus padres?
-Me da igual lo que digan mis padres.
-¿Estás segura? Porque si me ven y me preguntan quién soy, yo les diré que soy tu ex.
-Has lo que quieras y espero que hayas entendido lo que quise decir el día de hoy.
-Nicole, realmente no sabes lo que has hecho. Me has hecho daño.
-Perdóname yo iba enserio pero tú quieres jugar. Soy Joven pero para jugar prefiero jugar sola.
-Claro que no, no estoy jugando. Y hay una última cosa que voy a decirte y no me da vergüenza decirlo con lágrimas en mi rostro… ¡Espero que no te arrepientas, Nicole!
-Quizá sí me arrepienta pero no seré yo la que iré a buscarte.
-Já!… Adios!
Se escuchó que azotaron la puerta y luego pasos como bajando por una escalera.
Al escuchar el audio se me partió el corazón por Gabriel. Él estaba tan emocionado y quería a Nicole. Me sentí mal por los dos.
-Disculpe Muchacho, ¿Cuál es su nombre, por dónde entró?
-Soy Gabriel, el ex novio de su hija. Entré por la ventana pero ya me voy. Ella terminó conmigo y no quiere verme nunca más.
-Estoy confundido… ¿Usted es el novio de mi hija?
-No me ha escuchado… “Era” el novio. Hasta luego. ¡Que la fuerza lo acompañe!
En ese instante me imaginé a una persona hablar y llorar de coraje… ¿Quién entiende a las personas? Porque cuando quieren hacer daño hacen heridas profundas… Las personas se equivocan a cada momento y para Nicole y Gabriel las heridas dejarán cicatrices profundas si no saben cómo curarlas más rápido.
-¿Que qué?…
Dijo el padre de Nicole… Escuché…
Más pasos y después otro azote de puerta.
En el camino mientras aún estaba prendida la grabación. Me llamó por teléfono.
-¿Qué pasó Gabriel, pensé que ibas a estar divirtiéndote con tu “Novia”?
-Keylaaa! Nicole me terminó, dijo que no quería volver a verme. Me dijo que yo soy alguien indeciso que vivo los errores del pasado y que arregle mi vida para poder volver a buscarla. Me ha lastimado, Keyla! Me siento mal…
-Ohh Gabriel… No llores…
-No tengo idea de cómo voy a regresar a casa…
El pobre Gabriel tenía la voz quebrada, casi podía apostar que lloraba pero se aguantaba de no mostrar el verdadero sentir de su llanto.
-Tranquilo, espérame en la avenida, voy a llevar tu auto.
-No pensé que Nicole iba a hacerme esto. Yo pensé que sí estaba a gusto conmigo.
-No… Mira, cuando llegue por ti me explicas todo lo que pasó. Yo no soy una experta pero conozco a Nicole y puede que le haya molestado algo. Déjame chance y te llamo cuando esté llegando.
-Vale, aquí te espero.
En la grabación de él se escucha que puso música…
Bajé por el ascensor del edificio, luego hasta el estacionamiento donde Gabriel me había encargado guardar su auto. Tomé las llaves, abrí el auto y después de subir lo puse en marcha.
En el camino no podía dejar de pensar en Nicole, tampoco dejar de pensar en Grabriel, el pobre me había llamado diciendo que Nicole le terminó.
Mientras iba por el camino hacia la casa de los padres de Nicole, habían pasado casi dos horas y Gabriel me llamó.
-Hola Keyla, gracias por responder… Si no es mucha molestia… ¿Ya estás cerca verdad?
-Sí, si, estoy a unas diez cuadras, casi entro por la avenida. Te estaré esperando en la gasolinera.
-Ya voy en camino…
-Oye… No te preocupes, ya llego.
-Vale.
Me hablaba tan desanimado, parecía que arrastraba su alma junto con sus pasos.
Cuando iba a voltear a la avenida lo vi ahí caminando, con pasos lentos y las manos en los bolsillos.
-¡Hey, ¡Sí tú! El atractivo muchacho de la carretera!
-Ah… Eres tú… No tengo ganas de seguir con la broma. Se me hizo eterno que llegaras.
-Pasa y sube, yo te llevaré. ¿Dónde irás?
-Pues a la habitación en el edificio de prostitutas no puedo regresar, creo que iré al departamento que compré aunque queda a tres horas de aquí. Mejor déjame ir contigo ¡Por favor!
-No creo que sea buena idea porque Nicole regresará temprano.
Justo entró una llamada de Nicole que nos interrumpió.
***
-Keyla, perdón que te llame a esta hora es que quería avisarte que no regresaré hasta el lunes. Me quedaré con mis padres unos días.
-Vale, está bien.
***
-Heyyy dile que me estás llevando a casa…
-Nooo, estás loco, si se entera nos juzgará mal.
-Ahhhh… sí es cierto… Déjame quedarme contigo, Nicole ya te avisó que estará hasta el lunes en casa de sus padres.
-Oyeeee, cuéntame eso, ¿Sí te vieron sus padres?
-Su papá me vio pero mejor dejemos esto para más tarde.
-Oye me incomoda un poco que te quedes en casa conmigo.
-¿Y eso por qué?
-No lo sé, me das un poco de miedito.
-Oyeee… Y ahora ¿Tú por qué me tienes miedo?
-No lo sé…
-Sí si siii, entiendo, es por mi exterior.
-No, mejor olvida lo que te dije. Vamos a casa, podrás quedarte en la habitación de Nicole.
-¿En la habitación donde estuvimos juntos mientras que tú nos observabas?
Casi me paso la goma de mascar… No me esperaba que dijera eso.
-Ehhhhhh… pues no sé de qué estás hablando.
-Crees que no te vi. Como si estuviera sordo… Apuesto que casi te quedas dormida afuera de la puerta. Además yo no quiero volver a entrar a esa habitación.
-Vale, lo acepto, sí los vi… Y está bien, entonces te quedas en la sala.
-Sí, no hay problema… Prefiero la sala que la habitación de Nicole. Oye… Ahora que lo admites… Tengo que confesarte que no te vi, sólo lo había imaginado, imaginé que me viste desnudo.
-Pues no vi bien ya que estaba oscuro.
Comencé a reír de los nervios y mi franqueza Jajajajaj
-Jajajaja… Eres una bandida.
Me dijo con esa voz característica entre femenina y varonil.
-Jajajaj, nunca había visto un hombre desnudo con pechos y cabello largo tan de cerca.
-Jajajaja… ¿Es impresionante verdad? La gente suele sorprenderse la primera vez, pero luego les gusta.
Me guiñó un ojo y luego esperó que le respondiera.
-Pues… ¿Qué puedo decir? sólo eras una persona desnuda.
-No me refería a eso…
Me guiñó de nuevo y luego tomó mi pierna para llamar mi atención aún más…
-Heyyy No entiendo.
-¡Olvídalo!
Después de llegar, bajamos en el estacionamiento, caminamos entre todos los autos, seguimos derecho, subimos por el ascensor y llegamos hasta el apartamento.
-¿Por qué no vas al departamento que compraste?
-La verdad es que no quiero estar solo…
-Casi estoy segura que es mentira lo del departamento. Pero en esta situación en la que estás me convencerá cualquier cosa que me digas con esos ánimos deprimentes.
-Nicole me dejó… Dijo que se arrepintió de estar conmigo porque era una inestable sexual. Que si quiero cambiar de sexo a varón que sea por mí y por nadie más. Me dijo que lo nuestro no puede ser.
-Pensé que te iba a cuidar… Ella… Pensé que te amaba.
Casi meto la pata porque el día que puse la grabación en la habitación de Nicole cuando ella le dijo que había tomado la decisión de amar a Gabriel… Ese día ninguna de las dos lo sabía o me habían mencionado algo.
-No lo sé, no sé qué voy a hacer.
-Pues conoce a otra chica y trata de olvidar todo esto. Además fueron solo unos días, todo lo de ustedes pasó muy rápido y tú al parecer no le pareciste serio a Nicole.
-No entiendo eso de la seriedad. ¿Qué es ser serio? ¿Dejar de tener sexo? ¿Dejar de hablar de sexo?
-No Gabriel, estás tomando las cosas a la ligera. No es nada de lo que dices. Ser serio es ser una persona centrada, no quiere decir que dejarás de ser tú o menos cambiarás a alguien. Supongo que Nicole te terminó porque se dio cuenta que no quiere dejar de ser ella para poder estar contigo y además te dijo que tú podías seguir siendo quien eres… Bueno no sé qué te dijo en realidad, lo único que sé es que no debes de cambiar por nadie. Cada persona es única y es difícil encontrar a alguien que te acepte como eres, dímelo a mí… Tengo muchas malas experiencia en eso. Pero olvídate de mí porque estábamos hablando de ti. ¿Qué más puedo decir, Gabriel? No comprendo las cosas que has vivido y aunque en muchas de las cosas que nos contaste me he sentido un poco mal por ti… La razón es que somos diferentes, tanto Nicole, tú y yo somos cada uno lo que hemos visto, lo que hemos aprendido, nuestro entorno, nuestros gustos son diferentes.
-Ya mejor no sigas que me siento extraña… Quizá he tomado malas decisiones desde el principio, te confieso que nunca me dejaron de gustar las mujeres pero sí soy adicto al sexo, lo soy y también soy adicto al dinero. Muchassss veces me he quedado viendo a la nada y me he puesto a pensar ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿La prostitución me va a durar para siempre?…
-¿Tanto querías a Nicole?
-La quiero, ahora mismo la quiero pero también tengo que admitir algo bueno de esto horrible que estoy sintiendo. “Nicole es lo único que faltaba para tomar decisiones correctas”, me ha golpeado muy duro en la cara pero no me quedaré así.
-Lo siento… Pues no te quedes sola, yo seré tu amiga.
-Gracias, yo sé que somos amigas. Otra persona me hubiera rechazado después de saber todo lo que hago y soy.
-Oye ya deja de decir algo, ya deja de señalarte, yo no te juzgo, es más no me importa nada de nada. Mírame, soy una idiota obsesionada con el cine y los cortometrajes, a veces me siento una detective y me meto en la vida de los demás, soy un desastre, no he tenido novio a pesar de presumir ser una chica fácil. Soy huérfana por papá según mi mamá y mi madre está en USA. Pero yo estoy segura que mi papá tiene otra familia desde hace tiempo. Todos tenemos problemas, Gabriel. No te preocupes, las cosas van a mejorar.
-Gracias.
Bajó la cabeza y la sostuvo con ambas manos, luego me acerqué y la abracé.
-Gracias Keyla.
Esas dos palabras estaban quebradas, se puso a llorar quizá recordando todo. Se tapó la cara para que no la viera llorar. Puse mi mano sobre su espalda e intentaba ser amable. Corrí a la habitación por unas toallitas de papel, lo acerqué a sus manos para que lo tomara y secara sus lágrimas. Y le decía que todo estaba bien. Pero empezó a desahogarse.
-Ella me preguntó si alguien antes me había dicho “Te amo” y que iba a “cuidarme”, dijo que había tomado esa decisión, cocinó para mí, y además me hizo helado. ¿Por qué siempre me pasan cosas malas?
-No, Gabriel… Lo siento, no lo veas de esa manera. Quizá tengas que aprender de esto y algo bueno pase ahora que estás mal. Mejor ve a descansar y mañana te sentirás mucho mejor. Si quieres vamos al starbucks al despertar y vamos a ver una película, no sé, para que te distraigas.
-No soy un niño, no me hables así.
Me apartó con ligera brusquedad y me quedé fría, se paró de su asiento y fue a la cocina. Me quedé congelada en el mueble porque su tristeza se había convertido en amargura y si eso avanzaba era capaz de hacer algo malo.
-¿A dónde vas?
-No lo sé, a tomar agua.
-Pues yo… Creo que ya me voy a dormir, si necesitas algo, no sé… Mañana no iré a clase y estaré disponible para lo que te dije.
-Sí Keyla, mejor ve a dormir.
Fue un poco brusco, pero entendía su enojo y su rabia. Así que la dejé sola.
Cuando entré a mi habitación vi la fotografía en la mesa de noche, era mamá y yo saliendo del parque de diversiones hace más de cuatro años atrás, justo los años que yo llevaba sola en esta ciudad. Bueno… aún tenía a Nicole, ella es prácticamente como mi hermana.
Y cuando estaba en mis pensamientos, Gabriela tocó la puerta y yo abrí.
Sólo me quedé viendo a sus ojos celestes enrojecidos de tanto llorar, incluso aún con lágrimas… Los vi fijamente por casi dos minutos en silencio. No entendía lo que pasaba pero sentí miedo.
-¿Te pasa algo?
Pregunté con temor.
-Lo siento Keyla, no debí de reaccionar así.
Bajó la cabeza.
-No te preocupes, yo, yo… te entiendo…
Fui retrocediendo un poco porque de pronto sentí que algo estaba mal en Gabriela. Quise cerrar la puerta con sutileza pero Gabriel la detuvo.
-Solo vine a disculparme.
-Está todo bien, no te preocupes, mañana, salgamos, si quieres salimos…
Casi cuando terminé de pronunciar la última palabra, Gabriel se me abalanzó empujando la puerta y terminando de abrirla tan fuerte que azotó la pared. Y comenzó a besarme. Tomó mi cintura pero con fuerza, me acorraló contra la pared… Mi corazón se salía de mi pecho por la impresión y el temor.
Con suavidad fue soltando la fuerza y yo sólo podía permanecer con los ojos abiertos mientras me besaba. Pero llegó un momento donde ese beso empezó a gustarme y cerré los ojos, pasaron unos segundos y volví a abrirlos y me asusté de lo que estaba haciendo.
-¿Qué haces? ¡Suéltame!
-Lo siento, lo siento lo siento… No quería…
-¿Por qué hiciste eso?
Estaba asustada, apoyada en la pared, aún inmóbil.
-No lo sé… Pensé que…
-¡¡¡Oyeee!!! ¿Qué te pasa, estás loca? Osea yo te dije que las cosas iban a estar mejor y te dije que sería tu amiga pero no entiendo qué fue lo que te hizo pensar que quería algo contigo. ¡Estás loco! acabas de estar con mi mejor amiga. Además de otras razones…
Respiraba agitada saliendo del trauma y miraba a Gabriela con una cara de ¿Qué pasó? ¿En qué momento esto se desvió?
-Lo siento, tienes razón, es mejor que me vaya a casa.
-No, espera… no te estoy echando de aquí, tampoco seas exagerado. Nada más ve a dormir y yo echaré llave a la puerta de la habitación por si te endemonias de nuevo.
-Sí… Está bien, ¡Lo siento!
Tenía la cabeza abajo.
Se fue y luego cerré la puerta de inmediato, no le eché llave porque sabía que había reaccionado impulsiva-mente, quizá pensando en hacerle daño a Nicole estando conmigo pero yo ni quería con ella, ni quería hacerle daño a Nicole. Después de pensar en ese beso, me temblaban las piernas de “Cada traumado con su trastorno”
Y de nuevo tocó la puerta..
Yo rogaba que no se atreva a hacer algo, alguna locura calenturienta o lo que sea. Quizá Nicole lo había dejado acalorado o no sé que demonios le pasó.
-¿Qué necesitas? Porque no voy a abrir la puerta.
-No, te prometo que no volveré a empujarte ni arrinconarte, sólo quería decirte eso.
-¡Ok, eso me parece bien! Ve… Trata de descansar.
-Gracias Keyla.
¿Te gustó el capítulo?
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