Hola queridos lectores y blogueros, han pasado casi cinco años después de todo lo sucedido con Nicole y Gabriela.
Nicole se casó a los tres años de estar con su novio, cinco años mayor que ella. Se mudó a Los Ángeles, según lo que me han dicho alguno de mis compañeros de mi clase con los que trabajo ahora en mi Mini agencia publicitaria.
Gabriela me escribió después del tercer año contándome que había logrado todo lo planificado aunque se cambió de carrera pero no me contó a qué. Desde el principio permaneció con la misma foto del perfil en Skype. Y sí me habló muchas veces. De hecho hasta ahora no hemos perdido el contacto. Ya tiene la carrera, incluso se ha titulado pero no me quiso contar de qué.
Yo estoy avanzando, ya me titulé, estuve trabajando para una agencia publicitaria que veían marcas de Pepsi, Starbucks, Movistar, casi dos años tomando experiencia. Y luego con lo que junté me asocié con unos compañeros egresados para la misma carrera y formamos una Mini-agencia publicitaria “Wonder four”. Aún no somos tan conocidos poro ya hemos tenido ganancias regulares.
Justo hoy me invitaron a una expo de empresarios, había un gran intercambio de conocimientos y servicios de todo Europa. Al finalizar hubo una gran cena, mega espectacular y elegante.
Voy a contarles con más detalles… Por su puesto tenía la grabadora en la mano, tanto para la expo como para la cena.
Conocí a muchas personas, entre ellas a muchos empresarios trabajadores con el mejor cuero de Estocolmo. Muchos otros corporativos de tecnología e importación desde china.
Eran casi las nueve de la noche, había pasado muchas horas disfrutando cuando empecé a ver a mi alrededor. Mis compañeros estaban a mi lado como parte de nuestra presentación como empresa, ellos hacían relaciones corporativas por todos lados hasta que Danilo me interrumpió y reventó la burbuja que me elevaba en ese instante.
-Keyla, te presento al Señor Caruso. Él es dueño de una empresa de trajes para hombres, la marca es “Caruso” a penas seis meses de lanzado y quieren cambiar todo, incluyendo el logo y la marca.
-Gracias Danilo. Me llamo Keyla, disculpe que no le de el apellido de mi padre pero es horrible jajajja. Y disculpe el atrevimiento pero puedo prometer que si trabaja con nosotros, no se va a arrepentir. Es más que un gusto conocerlo.
Le tendí mi mano para saludarlo, él tan respetuoso y guapo aceptó mi chiste sin gracia con una sonrisa en su lindo rostro. Tenía un olor que me transportó a un bosque lleno de caoba. Ese olor era tan delicioso que de inmediato llamó mi atención, incluso sus hermosos ojos y pestañas, su barba a medio crecer pero ordenado, me recordó que era muy afortunada de estar ahí, su ropa tan impecable y apuesto que debajo de esa elegancia… Un cuerpo más que ejercitado.
Me dio esa sonrisa tan brillante, me hizo suspirar por dentro y respondió.
-Soy Caruso de la marca “Caruso” traje para hombres… Voy a confiar en su empresa. Porque a penas estoy emprendiendo en el rubro, con un equipo excelente. Si trabajamos juntos, las dos empresas no tendremos de qué preocuparnos, he estado investigando con los que han trabajado, esa información es interesante dentro de su aplicación web.
No sabía qué hacer a demás de sentirme halagada, él tenía una voz que me hacía temblar, tan gruesa, tan varonil. Si no suspiré frente a él fue por falta de aire.
-Pues le doy mi palabra que me esforzaré y lo lograremos.
-Me gusta tu actitud. Entonces estamos en contacto.
Su forma de ser tan seria me hizo preguntarme ¿De dónde salen estos hombres?
Extendió su mano y me entregó su tarjeta. A penas la tuve en mi mano me di cuenta de dos cosas, primero que tenía un gran reto el cual iba a cumplir a como de lugar y segundo me daba cuenta que CARUSO necesitaban nuevos diseños de logo corporativo con urgencia.
Le sonreí, le entregué mi tarjeta y se fue.
Se despidió prometiendo que iba a llamarme.
La verdad es que anhelaba eso más allá de trabajar con él Jajajaja.
Llegué a casa cansada, Danilo me llamó para darme los primeros diseños que le enviaba Mr. Caruso, que por lo visto no le gustaba perder el tiempo.
En la mañana siguiente lo llamé y él insistió en reunirnos en el restaurante más lejano de Estocolmo por causas de su trabajo. Lo que terminó por desordenarme el itinerario de la semana y apurarme en llegar.
-Sí, necesito con urgencia verla hoy porque la próxima semana tengo que viajar a Inglaterra.
-No se preocupes Mr. Caruso. Ahí estaré.
Fue tan intensa esa llamada porque era un hombre ocupado, estaba nerviosa de que todo pasara tan rápido. Teníamos que hacer el mejor trabajo que habíamos hecho jamás.
Al llegar al restaurante él estaba ahí. “Diablos”… Estaba tan nerviosa porque él se veía tan guapo. Que diga… Se veía tan inteligente, tan serio, tan “tan”… Me refiero al trabajo claro que sí, no piensen mal.
Me había preocupado por verme bien, yo sabía que él era muy elegante y definitivamente seguro tenía asistente de imagen.
Así que tomé decisión y me acerqué. Cuando estuve frente a él, se levantó de la mesa.
-Señorita Keyla “Sin apellido”, luce muy hermosa.
-Jajajja qué va!, usted está impecable y por su puesto “Guapo”
Sentí como si me hubiera mordido la lengua por haberse salido esa palabra de mi boca delante de un caballero como Caruso.
Espero no haberme visto tan tonta.
-Muchas gracias.
Me dijo con humildad.
-Bien. ¿Necesita que le de una introducción en las cosas que nos especializamos?
De inmediato para tratar de desviar la mirada de esos ojazos, comencé a trabajar. Al mismo tiempo concentraba los latidos del corazón para que la sangre no se subiera a mi rostro y delatarme.
-Yo sé que usted hace un buen trabajo. La cena de hoy es para conocerla a usted. Mi padre me dijo cuando era pequeño que debías conocer bien a la persona que le voy a confiar mi dinero.
Su voz no podía ser más gruesa.
-Es un consejo bastante sabio.
Le dije nerviosa.
-Sí, y también lo dijo por mi mamá que desperdiciaba el dinero Jajajaj.
-Vaya, es usted muy gracioso, no pensé que fuera así.
-Es que ya comencé este trabajo.
-Ahhh, perdón.
Me sonrojé, “Caramba” ¿No podías quedarte quieto un momento más, corazón?, por más que apretaba mi mano contra mi pecho de forma sutil… A pesar de eso comenzaba a sentir que mi rostro de hinchaba de pena.
Me tomó de sorpresa lo que dijo. Sobretodo por esa voz de poeta francés con acento italiano y militar ruso.
-Déjeme confesar algo señorita Keyla. La cena de hoy es porque quería estar a solas con usted. Me gustó mucho desde que la vi, sólo que con otras personas a mi alrededor me sentía un poco cohibido. Pienso que es una mujer ejemplar.
Se puso coqueto justo en ese instante… No me quedó otra que dejar de apretar mi corazón. Así que me solté.
-Basta, me va a sonrojar. No me conoce felizmente sino no diría eso Jajjajaja… Y pues ¿Qué puedo decirle? No me gusta quedarme callada. Usted también me parece muy atractivo.
Sentí ese tirón inconfundible en el estómago acompañado de ese temblor alunizado en el cuello por los nervios, al cambiar el tono de mi voz para ir a la par con él como una chiquilla de quince años. El hombre más atractivo del mundo estaba coqueteando conmigo.
Sólo sonreía y me ponía roja como estúpida. Pero no se crean, tenía el freno exactamente debajo de mi pie derecho.
-Pues es inevitable no decirlo.
Salió la voz de militar ruso y poeta francés con acento italiano.
Se acercó el mozo que hizo que se apagara ese coqueteo. Pedimos algo comer, cada quién con sus gustos. Luego pasaron unos minutos y empezó de nuevo la conversación, no con la seriedad que esperaba.
-¿Usted tiene novio?
-Pues aunque suene ridículo, nunca he tenido novio, quizá porque he estado muy ocupada o porque no se dio simplemente. Las personas que me han conocido han podido pensar que sí, pero no.
-Pero apuesto que has tenido muchos pretendientes.
-Gracias, casi no me gusta hablar de mí pero sí. Y usted. ¿ha tenido muchas novias?
-Sólo tuve dos pero no fue nada serio. Trabajé arduo desde muy joven, y actualmente a penas tengo tiempo. Mire, ¿Es casualidad que tengamos algo en común? “El tiempo que a veces hace falta y ayuda a olvidar malos momentos, es lo que nos falta a ambos”.
-Así es, todos pasamos por malos momentos o malas experiencias.
-Cuéntame más de ti por favor. Te ves como una persona de carácter fuerte.
-¿Cómo puedes ver eso con mirarme?
-¿Acaso acerté?
-Sí, a veces tengo una exagerada forma de exigirme y exigir a los demás jajajja.
-¿Tus padres estuvieron para apoyarte? Porque dicen que las personas que se independizan antes, forman ese carácter.
-De hecho, nunca conocí a mi padre o al menos no lo recuerdo. Seguro lo dice por eso, el chiste de mi apellido paterno horrible que hice aquel día que nos presentaron. Pero sí… Mi madre sí estuvo conmigo pero me dejó muy joven, se fue a Estados Unidos. Por cierto ella fue la que me dijo que había muerto.
-¿Tu moriste?
-No, mi padre… Pero sospecho que está vivo y tiene otra familia, sólo que mi mamá quiso que muera para las dos.
-Entiendo. Lo siento. También estuve muy lejos de mi familia por varios años, por causa de mi trabajo.
-Así es a veces.
-Bueno. Entonces tendré cuidado de no hacerte enojar.
-¿Por qué lo dice? Si usted será prácticamente mi jefe.
-Dirás… Cliente…
-Bueno, es casi lo mismo.
-No, no es lo mismo, es muy diferente. Porque los dos trabajaremos juntos. Y… Un jefe que coquetea con su empleada es mal visto pero si soy tu compañero de trabajo, las cosas serían distintas.
-Jajajaj… ¿Por qué es tan amable conmigo?
Comencé a pensar que de verdad le gustaba a este hombre, así que apreté el pie derecho para intentar frenar.
-Porque me gustas, Keyla. ¿Yo no te gusto? Porque tú me gustas de verdad. No pude dejar de observarte en aquella reunión, donde nos presentaron. Tenía muchas ganas de conocerte mejor.
Me sorprendió lo directo y decidido de sus palabras. Me hizo temblar y desarmar mi estrategia de irme corriendo.
-Pues le decía que me parece un hombre atractivo. De hecho muy atractivo. Pero esto ya comienza a ser incómodo si es una broma. ¿Qué gana con tantos mimos hacia mí? ¿Acaso quiere un descuento?
Tenía miedo de seguirle el ritmo… Pero tomé valentía y empecé a coquetear, al fin y al cabo que ya me había pasado con algún viejo adinerado con su estudio de abogados, lo peor que podía pasar era perder el cliente. Me decidí a coquetear a ver hasta dónde llegaba.
Le di esa mirada fija sobre esos ojos hermosos mientras él decía.
-¡Vaya, tienes una mirada muy fuerte!
Justo en ese instante pisé el acelerador de mi ego.
-Pongo tal atención cuando algo me interesa.
-¿Soy un algo interesante?
-Eres alguien muy interesante.
-Quería ponerte nerviosa pero creo que no lo he logrado. Al final me has volteado el objetivo y soy yo el que está temblando.
-Jajaja… No creo haberte puesto nervioso. Aún no.
-Vaya, ¿Por qué no lo haces? Estoy esperando.
En algún momento que no nos dimos cuenta, pasamos de tratarnos de usted a tratarnos de “tu”.
-No puedo dejar de ver tus labios, me han dado ganas de besarte.
-Ohhh cielos… Sería interesante porque pensaba lo mismo de tus labios.
Lo hice dejar de verme a los ojos cuando miré sus labios y volví a sus ojos.
Miré hacia un lado muy sonrojada también pero hoy no me iba a ir sin darme el gusto de besar a un hombre atractivo.
-Creo que sonará un poco atrevido… Perdóname si lo soy… No me imaginé que sería capaz de decírselo alguna vez a una mujer en la primera cita, ya que nunca había estado en una cita con una mujer tan hermosa como tú, sobretodo antes de comer esta deliciosa cena… Trato de no decir lo que estoy pensando… Pero, quiero comerte esos labios primero. Te lo digo con mucho respeto. Es más si soy muy atrevido, puedes olvídate de eso inmediatamente.
Respondí rápidamente.
-Ajá… ¿Te refieres… Antes de la cena?
Puse mi cara de importante y él sonrió porque sabía que también lo desafiaba y no se iba a quedar atrás.
-No me parecería correcto que fuéramos a otro lugar sin haber terminado de cenar. Pero si me esperas al término de esta cena. Vas a poder hacer lo que quieras conmigo… Lo que sea que pase por tu mente.
-Jajajaja. Ya me puse nerviosa. Pero prefiero cenar y… luego veremos.
Se tomó de la corbata,la desajustó y dijo.
-Hace calor!!!
-Sí que hace.
Le dije y luego sonreí.
Los dos estábamos hasta el tope de color rojo.
Mientras que comíamos le hablé un poco de la empresa “Wonder Four” Presumí un poco para verme importante pero él no se quedó atrás.
Al terminar nos paramos y fuimos hacia la entrada donde nos trajeron nuestros autos (No les había contado pero me compré un Chevrolet azul hace dos meses, pero no me tomen a mal ya que fue financiado y prácticamente tuve un descuento del cuarenta por ciento.)
Nos dieron nuestras llaves… Y él me habló.
-¿Ya te vas a tu casa?
Él seguía coqueteando…
-Claro que sí, mañana hay mucho trabajo que hacer.
-Si deseas puedes venir a mi apartamento y descansas ahí.
Creo que este tipo ya se pasó.
-Jajajaj, si voy a tu departamento no creo que vaya a descansar.
-Por favor insisto. Prometo que sólo continuaremos con esta hermosa velada. Además ahí están otros documentos que son importantes para el trabajo.
-Mmmm no lo sé. Aunque puedo coquetear no soy una chica fácil. Me la he pasado tan bien esta noche que no quisiera arruinarlo.
-Bien, entonces seamos amigos… Y perdóname que vuelva a insistir. ¡Ven conmigo, por favor. No te vas arrepentir!
-Mmm está bien. Pero sólo por esos documentos de tu empresa.
-Será eso, no tienes que desconfiar.
Acepté su invitación, así que subimos a su auto pero antes envió mi auto con su chófer para que nos siguiera.
Me senté en el lado del copiloto con muchos nervios, él tomó el volante y condujo por la oscuridad de la ciudad.
Yo estaba distraída, viendo en la pantalla que había colocado sobre el panel de funciones del auto. Veía un concierto de William Morshois, él famoso violinista de Inglaterra.
-¿Te gusta William Morshois?
-Sí, lo escucho desde hace poco.
-Yo lo escuchaba en los primeros años de universidad. Usualmente cuando hacía la tarea.
-Es muy agradable cuando quieres concentrarte. También lo uso cuando trabajo. Me gustó su música desde que lo escuché.
-Lo es, ese concierto fue en París, pero normalmente siempre los hace en Estocolmo.
-Sí recuerdo haber leído acerca de eso.
Guardamos silencio y así continuó el viaje hasta su departamento, por algún motivo misterioso pasamos de ver a Morshois, a ver covers en violín de “El Señor de los anillos”
No sé cómo el tiempo fue corto mientras hablábamos, él era tan divertido.
Llegamos a su apartamento, entramos por la cochera y subimos por el ascensor hasta llegar frente a su puerta. Entramos y vi el apartamento más hermoso y minimalista que jamás haya visto antes.
-Wow… Tu apartamento es hermoso.
-Gracias. Lo acabo de renovar hace un año aproximadamente. Esperaba sorprenderte.
-Sí que es sorprendente. ¿Pagaste mucho por él?
-Lo tengo desde hace casi seis años pero como te digo, lo acabo de renovar.
-¿Siempre tienes esa voz tan gruesa y conquistadora?
-Esta es mi voz ahora, solo eso importa.
Se acercó a mí y me hizo retroceder con timidez.
-Dijiste que no ibas a tratar de hacer algo que me incomode.
-Tranquila, solo quería quitarte el abrigo.
-Muchas gracias, Caballero.
-Ven, siéntate en el mueble. Ohh y si quieres podemos echar un vistazo juntos a la habitación. No vi cómo quedó porque apenas he venido a mudarme, he estado durmiendo en hoteles por el trabajo.
-Vamos pero te advierto que tomé clases online de Krav Maga.
-No pues… Prometo que no intentaré mi muerte tan pronto.
-Jajajaja.
Entramos a su habitación y no podía esperar más que lo mismo que vi al entrar al apartamento. Mucha elegancia, muy buen diseño de interiores. Pero algo desentonó con la habitación y era una almohada en forma de corazón de color melón. Lo que hizo que de inmediato pregunte.
-¿Un corazón de felpa como almohada?
-Lo conservo desde hace unos años.
-¿Por qué melón?
-El color ya no me gusta pero me recuerda de dónde vine y a dónde voy.
De pronto sentí algo extraño en el estómago.
Se acercó al cajón izquierdo de su mesa de noche y de pronto me sentí aún más extraña, como si sufriera un dejavú.
Sacó algo del cajón y se acercó a mí, me miró con esa cara tan coqueta. Se quitó el saco y la camisa para quedarse con un vividí blanco mostrando sus brazos en forma, se acercó más a mí y yo no podía dejar de ver sus labios.
De pronto me entregó su cartera.
-Deja de desvestirte delante de mí… Y… ¿Por qué me das esto?
-Porque quiero que lo tengas un momento.
Tenía esa voz tan gruesa y escalofriante.
-No sé por qué esto parece que ya lo viví antes.
-Quizá.
Se acercó más a mí. Y mientras me miraba sostuvo algo con sus dedos, era de color café… Yo pasaba saliva mientras que lo puso en su lengua. Sonrió y me preguntó.
-¿Quieres chocolate?
Después de que dijo eso, yo no podía dejar de ver sus labios y su boca moverse mientras saboreaba ese chocolate. Posó su dedo índice sobre sus labios para cerciorarse de que no quedaran restos. Finalmente pasó su lengua muy sutilmente en ellos… Noooo, casi muero en ese instante. Eso hizo que sintiera cosquillas en mi vientre.
Después llevó un chocolate en el centro de mis labios y reaccioné tan rápido que me asusté.
Y dije…
-Disculpa, creo que tengo que irme.
-¿Por qué te vas?
-No lo sé… Algo en esto que acaba de pasar que por cierto fue lo más sexy que he visto en mi vida, me hizo sentir rara.
-A lo mejor lo hice a propósito.
Se alejó mientras me quitó su billetera de las manos con sutileza, la abrió y vio dentro de ella.
Dijo en voz alta.
-Oh, aquí no está. ¿Puedes pasarme esos papeles que están ahí?
-Sí claro. ¿Cuales,.. estos?
Yo temblaba.
-Sí así es.
Dijo con la voz más provocadora aún.
Tomé los papeles y sin querer dejé caer una tarjeta, cuando me acerqué no era una tarjeta, era una identificación.
-Ay perdón se calló esto.
Me le quedé viendo mientras lo levantaba del suelo.
-¿Puedes dármelo por favor? No, mejor ponlo sobre la cama.
Dijo serio.
-Sí claro, ahora te lo doy.
Cuando terminé de ver lo que tenía en mis manos, él entró al baño.
De inmediato se fue la luz.
-Hey, ¿Por qué apagas la luz?
-Lo siento, toqué la luz sin querer con mi hombro al entrar al baño.
Me lo dijo desde adentro del baño.
Tiré con sutileza la identificación que aún estaba en mi mano izquierda. Al caer sobre la cama se volteó del lado de la fotografía. Era la imagen de un muchacho. Me dio curiosidad y me acerqué a ver la fotografía con detenimiento.
-¡Ohhh te ves tan pequeño en esta foto!
Dije con curiosidad y mientras… Me fijé en sus nombres completos…
-Vaya, parece que tengo la revelación de tu nombre en mis manos.
Dije traviesa… Y él respondió.
-Sí, serás la única persona que deba saber mi nombre completo.
Me reí y comencé a leerlo en voz alta.
-Ga… Ga-briel San-ti…
Me quedé congelada en “Ti” al leer su segundo nombre y él gritó desde baño.
-Mi nombre completo es: Gabriel Santino Montoya Caruso.
Después de decirlo salió y se quedó en la esquina de la puerta con esa sonrisa burlona, luego me habló y se acercó a mí para abrazarme.
-¡Mírame!… Ahora soy una persona nueva. ¿Quieres ser mi novia? Jajajajaj.
-¿Tú? ¡No puedo creerlo!
No sé qué pasó por mi cabeza, quizá la impresión o el acto del chocolate, no pude carburar tan rápido porque aún me sentía en el dejavú. Y de los nervios empecé a reír viendo frente a mí a Gabriel.
_________________________________________________________________________
Amigos lectores y blogueros, sé que no pueden creerme. Mírenlo ustedes mismos.
——————- ██▒▒▒██ █▒▒▒▒▒▒██ █▒▒▒▒▒▒▒██ ██▒▒▒▓▓▓▒▒██ █ █▒▒▒▓▓▓▓▒▒▒█ █ ██▒▒▒▓▓▓▓▓▒▒█ █ █▒▒▒▓▓▓▓▓▓▒▒█ █ █▒▒▒▓▓▓▓▓▓▒▒█ ████ █ █ █ ██▒▒▓▓▓▓▓▓▒▒█ █████ █ █▒▒▒▓▓▓▓▒▒▒██████ ██▒▒▒▓▓▒▒▒█████████████████___ ████▒▒▒▒▒▒██████▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒███ ██▒▒██▒▒▒▒██████▒▒▒▓▓▓▓▓▓▒▒▒▒▒██_██▒▒▒▒██▒▒██████▒▒▒▓▓▓▓▓▓▓▓▒▒▒▒██_█▒▒▒▒▒▒████████▒▒▒▓▓▓▓▓▓▓▓▓▒▒▒▒█_█▒▒▒▒▒▒▒▒█████▒▒▒▓▓▓▓▓▓▓▓▓▒▒▒▒████▒▒▒▒▒▒█████▒▒▒▒▓▓▓▓▓▓▓▓▒▒▒███___ ██▒▒▒▒▒███▒██▒▒▒▒▓▓▓▓▓▒▒▒▒██___ ███████▒▒▒▒██▒▒▒▒▒▒▒▒▒████___ █▒▒▒▒▒▒▒██████████___ ██▒▒▒▒▒▒▒██_____ ██▒▒▒▒▒▒██_____ ██▒▒▒▒██____ █████___
Les Presento a Gabriel Santino Montoya…
_________________________________________________________________________
No se pierdan la continuación de este libro. La segunda parte:
“Santino Caruso”
Gracias por leerme… Besos a todos!
¿Te gustó el capítulo?
Tu calificación: