Gabriel llegó temprano a la oficina, pero antes llamó a Danilo para preguntar la dirección.
-¡Keyla! Caruso está de nuevo en la línea.
-Responde tú por favor.
-Me dice Keyla que le dejes el recado, es que ahorita está ocupada.
Se escucha la voz característica que se deja escuchar a una persona al otro lado de la línea.
-Bien, estoy entrando al edificio, en unos minutos estoy con ustedes.
-Sí, señor Caruso.
-Keyla, dijo que ya está subiendo.
-Sí lo oí, muchas gracias Dani.
-¿Le darás la bienvenida tú o yo?
-Yo lo recibo no te preocupes.
Nuestra oficina estaba en el piso ocho no era muy grande, constaba de tres ambientes; primero recepción con un trabajador joven, el ambiente principal, el más grande que era de los diseñadores, un fotógrafo y un ayudante de ambas áreas, y luego una oficina grande para dos escritorios, en uno estaba mi socio que era el de la capital y siempre andaba de viaje y luego estaba mi escritorio.
Salí hasta el pasillo del piso ocho para recibir a Gabriel.
Lo esperé frente al ascensor. Yo tenía un traje de falda corta de color blanco porque me gustaba vestir de blanco o negro en la oficina.
Veía el número del ascensor moverse y también observaba el pasillo enorme de ese gran edificio.
“Tin” Sonó el ascensor para empezar a abrirse y ver a Gabriel.
-¡Hola, Bienvenido amigo!
-Vaya, también estás de blanco.
-Sí, pero es casualidad ya que visto de blanco o negro en la oficina.
Él traía un traje blanco y unos lentes de aviador. Se veía muy elegante. Bueno, se veía como un piloto.
-Por cierto gracias por la bienvenida. ¿Dónde está tu oficina?
-Sígueme por favor.
-Por su puesto que sí.
Se quitó los lentes.
Llegamos hasta la entrada de la oficina y lo invité a que pase.
-Pasa, esta es nuestra humilde oficina y centro de trabajo. Como verás no es muy grande pero tratamos de dar una imagen de confianza y profesionalismo.
“Sí claro, cómo no” (Me dijo mi conciencia)
-Me agrada, es ordenada y moderna.
-Gracias. En este momento si deseas podemos hablar con los diseñadores acerca de las referencias extranjeras que tengas para tu imagen y marca corporativa. En este caso tenemos empleados especializados en eso. Y yo me encargo de toda la producción, dirección etc. para comerciales de ropa, fotografías de marketing para litofotografías, sección de fotos, visual, empaque, etc.
-Tengo como referencia una web y es la de NATCO GLOBAL, no quiero ser tan lineal y formal, pero quisiera que mis clientes me tomaran como la mejor opción, tanto como la más elegante, la mejor calidad y los mejores precios del mercado. Quiero hacer dinero pero no vendiendo un botón de camisa a mil dólares, eso es una tontería. Quisiera que me compren personas de oficina, jefes, empresarios. No quiero empequeñecer el sector al que quiero dirigirme, tampoco quiero ser la marca para gente de dinero. Así que será Elegancia, calidad y precio accesible. Mejor que Aldo jajajaj. Mi logo quiero que sea de dos colores como máximo. Quisiera un sesión de fotografías en el campo ya que llevo una línea de ropa para montaña y spinning, además una sesión de fotografías de ropa para oficina, correas y blazers. Estuve investigando más y quiero ser el primer diseñador que pone su rostro para una línea, la de zapatos casuales y elegantes.
-Jajajaj, no pierdes la gracia con eso de poner el rostro para una sesión de fotos para una línea de zapatos.
-Jajaja, sólo bromeaba.
-Sí lo sabía. Bien… Entiendo todo lo que necesitas así que ¿Con qué quieres comenzar?
-Yo digo que con lo más difícil y lo que me urge más. Necesito unas tomas para banners colgantes y el visual para la sección de ropa de campo. Muchas fotografías.
-Tienes razón, necesitamos hacer esas tomas. ¿Tienes pensado venir a las tomas con los chicos o prefieres supervisar de forma online? Porque también puedes dejarlo todo en nuestras manos.
-Quisiera ir con ustedes, no para meterme en su trabajo sino para aprender un poco.
-Está bien. ¿Cuándo?
-No lo sé, mañana mismo. Porque las próximas semanas se va a complicar, tengo que viajar a Italia.
-Está bien, mañana enviamos al equipo de fotografía y pasamos a recogerte en la van de la empresa con dirección al condado de estocolmo.
-¿No irás tú?
-No, no podré mañana ni estos días, tengo unos pendientes que terminar.
-Yo quería que seas tú la que tome las fotografías.
-No puedo. Por cierto. ¿Se harán fotografías nocturnas?
-Sí, también necesito fotografías con campamentos y lámparas.
-Está bien saberlo para alistar todo lo que haga falta. Al hacer fotos nocturnas, lo que hacen los fotógrafos es acampar si es que las fotos necesitan tener estrellas en el cielo pero si no es así entonces se hospedan en un hotel cercano. Hoy mismo hasta la noche tendremos todo listo para que salgan.
-Vaya, está bien, sería interesante acampar. No he ido desde que era niño.
-Necesito que alguien de tu empresa prepare todas las prendas con sus empaques respectivos, de preferencia empaques de color neutro sin letras ni dibujos. Los chicos recibieron tu paleta de color gráfica que quieres usar para la web y para el Logo.
-Sí, supongo que todo estará listo para la noche.
-Bien.
-Gracias, realmente necesito esto.
-De nada, no te preocupes.
Después de hablar un poco más acerca de las ideas y las referencias que se tomarán para las fotografías nocturnas, Gabriel volvió a mencionar el que vaya a la sesión de fotografías, pero yo aunque realmente sí podía ir, no quería.
Así se pasó el día.
Gabriel hizo unas tres o cuatro llamadas para dejar todo listo en su empresa y que le lleven los productos a su casa.
La noche cayó rápido, me metí muy de lleno en lo demás, comencé a revisar la Web de su referencia más grande y me di cuenta que la empresa que señaló Gabriel no era una empresa de Ropa en sí sino una empresa de packaging and branding y necesitábamos una mejor visión. De inmediato comencé a buscar aún más referencias, luego seleccioné más de seis y cerré mi computadora.
Llegué a casa cansada de leer una y otra vez todos los términos que se acordaron en la pequeña reunión. Algunas cosas, por no decir “muchas cosas” habían quedado al aire sobre el tema digital, pero decidí hacer memoria y olvidarme del trabajo.
Un momento del pasado regresó con todas las imágenes.
Era aquél día que fui a recoger a Gabriel cuando aún era “Gabriela”, aquél día se había cortado el cabello para Nicole, pero por alguna razón Nicole se había arrepentido de todo lo que había hecho hasta entonces con Gabriel, se había acostado con él dos veces o más…
Ya ni sé ni quiero recordar.
Nicole era mi mejor amiga, esa a la que a veces llamé como hermana.
Todo cambió repentinamente por la decisión de ir a esa entrevista en la noche de Panto.
Pero esa noche… Esa noche que Gabriela regresó más viéndose como un chico afeminado con cara delicada, ropa varonil, hablando de cambiar, de regresar a ser hombre.
Esa noche estaba tan dolido. Sé que se había enamorado de Nicole. Por eso lloró tanto, por eso, se angustió y reaccionó así.
Estoy tan segura que aquella vez me besó por amargura, me besó por querer hacerle daño a ella, por pensar que podía utilizarme como herramienta punzante para destruir el corazón de Nicole.
Fue obvio que después de unos meses, a Nicole se le había olvidado todo, e incluso tenía un nuevo novio al que debía prometer con seguridad que lo iba a cuidar.
Gabriel me preguntó si recordaba el beso, ese beso de aquella noche, no la que me dio al despedirse sino el beso que quiso lastimar a Nicole.
¿Por qué se entregaba tanto en un beso?
¿Por qué recordaba? ¿Es acaso que tiene miedo de quedarse solo?
Sí recuerdo bien… recuerdo que abrí la puerta y él estaba ahí tan triste con la mirada hacia abajo. De forma impulsiva se abalanzó contra mi y me empujó contra la pared, comenzó a besarme mientras la tensión de mi cuerpo por la sorpresa no me dejó grabar ese momento en mi mente hasta que decidí ceder al beso y cerrar los ojos.
¡Oh! ¡Había olvidado esa situación incómoda! Y también había olvidado lo que ese beso me hizo sentir.
¡Sí lo acepto! ¡Acepto que por un momento esos cálidos labios no querían venganza, querían amor!
Es lamentable, eso y todo lo demás.
Saber tanto sobre Gabriel, hace que me aterre estar cerca de su cuerpo, hace que me aterre dejarme llevar, de mi cabeza no puedo sacar su figura, su antigua figura, de alguna manera eso me perturbaba.
Y antes que todo, no puedo olvidar sus palabras en aquella entrevista.
***
Me desperté no tan temprano, casi eran siete de la mañana, calculaba que hace media hora habían ido a buscar a Gabriel para llevarlo a la montaña.
Hice una llamada rápida y tuve que hacer algo que no quería.
Ya se imaginarán lo que pasó.
-¿Qué me estás diciendo Danilo? ¿Cómo que los chocaron? ¡No puede ser que el día comience así!
-Perdón, Keyla.
-No Danilo, no te preocupes. Llevaré la otra camioneta. ¿A qué altura están?
-Estamos aproximadamente en el kilómetro 15, esperamos a la policía y el seguro.
-¿Entonces eso pasó… Recién?
-Sí, fue hace unos veinte minutos.
-Está bien, voy rápido para allá, llevaré los papeles de la Van que tienes y la Van que llevaré y por favor necesito que te quedes para hacer los papeleos del seguro y la policía.
-Está bien, ya hay un policía de carretera que usa moto, ya puso la infracción pero hace falta otros papeleos. ¿Al final vendrás tú para hacer las fotos?
-¿Qué me queda?
Suspiré muy profundo y supe que debí haber sido muy mala en algún momento de mi vida para tener que pasar por esto ahora.
La van principal de la empresa estaba destrozada, ya que si hubiera sido un rasguño, no se hubieran quedado los chicos, quién sabe cómo esté.
Gracias al cielo tiene seguro. Pero manejar la Van grande me daba escalofríos desde los pies hasta el cuello.
Y a pesar de la pena y angustia habría que hacerlo y para empeorar las cosas, estaré de campamento cerca de un hombre obsesivo e inquieto.
Llegué a la empresa en veinte minutos, fui a la cochera del edificio, saqué la Van hasta la autopista y entré de lleno al acelerador para llegar en menos tiempo que lo normal hacia el kilómetro 15.
Me daba gracia e incluso sentía satisfacción de llevar la Van tan rápido, el límite de velocidad para carretera era 90 kilómetros, me sentía bien pero a la vez el pesimismo estaba presente, ese presentimiento de que en cualquier momento se te va a aparecer un camión enorme o un viajero despistado.
Casi para llegar al Kilómetro 15 los encontré en lo que parecía una gasolinera. Casi me desmayaba de lo destrozada que estaba la Van. Una cuatro por cuatro los había golpeado de atrás. Ellos se salieron de la autopista y golpearon una barda de contención, la delantera de la esquina derecha estaba como si alguien los hubiera agarrado como papel y cortado la punta con unas tijeras.
¡Qué desastre!
Me bajé como loca a verlos porque con ese golpe debían de estar conmocionados. Me acerqué corriendo hasta Danilo, con las llaves en las manos sin dejar de apretarlas, lo vi hablar con el policía y una ambulancia. La persona que había chocado era una mujer y estaba en obvio estado de ebriedad, lo peor de todo es que con ella iban dos niños.
Uno de mis chicos de la empresa se había desmayado pero de susto.
-Sí, no fue grave ni nada solo que, Ariel… Él se desmayó ya estando abajo. Todos tenían el cinturón de seguridad pero se asustó tanto, incluso compramos agua para todos y la ambulancia ya había arrancado después de revisarnos.
-Estás sangrando del codo, Danilo.
-Sí, pero esto no es de hoy, es de ayer, me corté con la cuchilla de desempaque jajajja.
-Tonto, me asustas. Que bueno que nadie haya salido lastimado.
En eso veo a Ariel.
-Ariel, ¿Estás bien? Voy a cancelar esta salida. No puedes trabajar así.
Ariel era el fotógrafo principal y el que manejaba mejor los instrumentos de iluminación.
-Keyla, estoy bien, sólo que de pronto me sentí un poco fatigado por el susto y me desmayé. Pero estoy bien, ya me revisaron la presión y vieron que no tengo golpes en la cabeza.
-¿Es enserio?
-Claro que sí, ¿Acaso no me vez?, Tú tranquila, no te preocupes, esto no es nada como para cancelar el trabajo.
-¿Dónde está René, y los demás chicos?
-Estás dentro, en la cafetería de la gasolinera.
-Bien, para que me ayuden a pasar todo a la otra camioneta. Esta vez vamos a ir más lento. Ahhh y nadie se quedará a acampar. Iremos al hotel Loto porque no quiero que pase otra cosa.
Entré rápido a ver a los demás, ahí estaba René, George y Gabriel con su ayudante.
-Hola chicos, disculpen la demora.
-Todo bien, sólo esperamos con ansias el campamento.
-No, no habrá campamento.
-¿Pero por qué?
-George, después de esto es necesario que duerman en camas.
-No Keyla, esta es una aventura de hombres, el choque fue parte de lo que viene en las fotografías. Jajajja Mira a tu cliente, está feliz y ansioso por ir.
-Sí así es.
Gabriel le siguió la corriente a George mientras que los demás estaban riendo acerca de lo sucedido.
-Perdonen pero no quiero más accidentes. Así que al hotel Loto. Vamos porque estamos muy atrasados. Son casi diez y treinta de la mañana.
-Eras una jefa muy exigente. Eso me gusta. Pero no nos quites la emoción del campamento. Muchos de nosotros nunca ha ido más de una vez.
-Gabriel, mírate la oreja. ¿Ninguno de ustedes vio la oreja de Gabriel?
-¿Qué tiene mi oreja?
-Tienes un corte de medio centímetro en el lóbulo derecho.
-Jajajaj, esto me lo hizo la enfermera cuando besaba mi cuello.
-uhhhhhh woooo jajajajjajaja… (Todos rieron como estúpidos)
-Bueno, al parecer ustedes están perfectos… Ya vamos, se acabó el descanso. George, dile a Ariel que te ayude con las cosas, las pasaremos a la Van en la que vine.
-¡Sí señor!
Así todos juntos se levantaron de sus asientos y se dirigieron hacia la salida de la gasolinera.
Me acerqué al mostrador de la mini tienda y compré unos chicles de menta y un café moca.
-Buuu!-
-¡Heyyyyy, Casi me haces tirar el café!
-Me encanta verte así, dirigiendo a un gran grupo de testosterona. Haciéndoles ver quién manda.
-No, no es así.
-Sólo bromeo. Y también fue broma lo de la enfermera.
-No me interesa si lo fue o no.
-Claro que sí. Debiste ver tus ojos al escucharme.
-Deja de molestar. Y vayámonos que la noche se aparece más rápido que el coco.
-¡Huuuuuuuuuuuuuu el coco!
Él hizo ese gesto de asustar.
Seguí adelante para salir por la puerta de la tienda y Gabriel me frenó apoyando su mano sobre mi hombro.
-¿Qué necesitas?
Le dije seria.
-Me alegro de que vengas con nosotros y lamento todo esto del accidente.
-Gracias, yo también lo “lamento muchísimo”
-Já, ya descubrí la maldad de tus palabras.
-Pues qué inteligente eres.
Utilicé un tono aburrido.
Pasó unos minutos más
y nos subimos a la Van con rumbo a la montaña.
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