La joven veía con detenimiento cada lugar a donde sus ojos le decían, quería adivinar, contemplar si estaba siendo vigilada ya que eso sería lo que ella pondría en marcha desde el momento que el destino le iba a dejar saber quién era ese PS401, se sentía expuesta porque aquella persona sabía que existía. “Sabe que existo, sabe que soy estudiante, él me dijo que no lo era y tampoco le pregunté si estudiaba en Hogwarts. O quizá me quiso decir que sí era estudiante pero no de aquí, que no ha caminado por estos pasillos, que no ha caminado por mis lugares favoritos del castillo, por mis lugares favoritos afuera de este, en el jardín de rosas al lado del ivernadero, que no ha ido a la pequeña cascada hacia la espalda de la torre Gryffindor. ¡Oh por Merlín será Gryffindor, Sería una locura que fuera de aquí! ¿Cómo sería posible que alguien tan inteligente sea de aquí? Porque si estuviera en este castillo lo habría notado, ya estaría atrás de él vigilando sus pasos por curiosidad, sabría qué le gusta leer, qué le gusta comer en el desayuno.”
Hermione estaba entusiasmada, aquel sentimiento que te dice que eres capaz de realizar cualquier cosa que te propongas, como una fuerza sobrenatural alimentando su seguridad.
Pero el sentimiento no duró mucho. Cuando fue al evento que él le había propuesto le negaron la entrada porque era para egresados y ella aún era estudiante.
-No puede ser, pero el coordinador PS401 me ha invitado para que le ayude.
-Srta. Granger, no tiene el acceso, no insista.
Minerva fue más que rotunda, la oportunidad de saber quién era se había esfumado pero no le importó. Se dijo muchas veces “Al menos sabe que existo, estaré cerca de él”
Retrocedió sus pasos esa tarde mientras en las salas de Investigación se celebraba unas gran fiesta, fiesta de conocimiento, fiesta de haber vencido las barreras de lo común, millones de magos en todo el mundo conectados al mismo tiempo, el usar magia adquirida por antepasados, nuevos objetos hechizados, nuevos objetos mágicos.
Caminó hasta la pequeña cascada y se subió a lo alto, desde ahí podía ver el sol caer por encima del lago. Sujeta con fuerza de sus dos libros favoritos añorando ser más grande, añorando ya no ser una estudiante.
“¿Cómo voy a pensar que pondrá los ojos en mí? ¿Hermione pero qué está pasando, por qué quieres que él se fije en ti si tú tienes novio, una vida buena, llena de cosas reales y verdaderas, acabas de vencer al mago más poderoso de todos los tiempos, tus amigos están ahí, lo que quieres está ahí… Pero… Por qué aún te sientes vacía?”
La respuesta la sabía, estar rodeada por muchas cosas todo el tiempo no significaba que eran cosas que necesitaba en su vida, la costumbre no es amor real, el aguantar o soportar a alguien no es amor, es sacrificio. Tenía casi dieciocho años de edad y su corazón ardía incontenible por ese hombre extraño al cual nunca le había escuchado la voz, nunca le había tocado si quiera una mano, no tenía idea de quién era pero sabía… Sólo sabía que era alguien increíble, admirable e inteligente, un intenso, sutil poeta, un hombre maravilloso. Se estaba enamorando.
“¿Quién eres? ¿Quién demonios eres?”
Dos lágrimas cayeron, uno de cada ojo. Esa pregunta no tenía una respuesta sólida, esa pregunta era una confesión dictada al aire, era su alma al rugir de rabia al sentirse patética. Era una confesión de amor porque era la primera vez que se sentía vulnerable, sus sentimientos los veía tendidos sobre la mesa, era una bruja cruel que imprimía su vida con dibujos en cartas para leer el futuro,el corazón le ardía.
“No importa, admito que me gusta. Y le admiraré desde lejos, aprenderé, observaré, no me haré más ilusiones.”
Tomó sus cosas, las colocó en su maleta y caminó hasta su torre con paso firme, recto, seguro, no habrían más comportamientos tontos, no habrían más adulaciones innecesarias sólo las merecidas, no más llamar la atención y el casi rogar por un hola, no más provocaciones sólo trabajo serio e intelectual.
***
Al día siguiente llegó puntual al gran comedor acompañada de su novio Ron. Se sentó junto a él y dejó que este le de cariño.
Ron jugaba con los rizos de ella, la tomaba de la mano por debajo de la mesa, mientras que con la mano derecha comía frenético para acabar con todo lo servido a pesar que aquella comida era para cuatro.
Hermione veía los ojos de su novio, se preguntaba por qué estaba enamorada de él pero no encontró respuesta. Aquello alarmó toda esperanza de soportar más besos de esos labios grasosos, soportar más abrazos.
Nunca se sintió bien al besar esos labios, era como besar a su hermano, era como besar a su gato, sentía cariño pero el vacío era cada vez más grande, quizá era momento de terminar pero no se atrevió en ese instante.
Después de todas las clases llegó tarde a la sala de investigación, no era día con horario era día libre y podía utilizar la biblioteca virtual.
Entró con acceso a todo, llegó hasta su mesa, el auror la miró extrañado por el horario distinto que había escogido. Ingresó a su grupo y estaba completamente sola seleccionando los documentos compartidos, comparando respuestas, haciendo anotaciones. Así se pasó una hora hasta que su mano derecha empezó a perderse y entregarse a lo que ella más amaba, la historia antigua de la magia, todos esos libros y autores la apasionaba, escribía las ideas de todos haciendo cuadros comparativos dictando con la mente a la pluma, discutiendo con ella misma, hacía resúmenes y final mente acomodó toda bibliografía en orden con su respectivo resumen para que sus compañeros extranjeros pudieran utilizarlo.
Cincuenta libros ordenados y resumidos, no había otra aportación más grande, la joven era brillante.
Cuando estaba por irse una gota de tinta pintó su cuadro privado de mensajes.
📜 Srta. PG173H, No la vi en la conferencia.
Hermione sintió un vacío fuerte en el estómago, era él y quizá había entrado para buscarla.
Dejó sus cosas lentamente intentando mo gritar con euforia.
📜 Sr. No pude entrar porque soy estudiante.
📜 ¿Es usted prefecta?
📜 Lo soy, Sr.
📜 Tenía que entrar con su código de prefecta, la de la escuela no con el acceso a la sala de investigación. La estuve esperando por casi dos horas.
📜 Dejé todo mi trabajo a su nombre para que se lo entreguen.
📜 Lo recibí y lo leí, Srta… ¿Cómo se llama?
📜 Yo soy, Jane.
La joven no dijo su primer nombre por temor a estar más expuesta ante ese mago.
📜 Srta. Jane, gracias por el trabajo que llevó, he utilizado muchos apuntes suyos para la conferencia. También la han reconocido como el mejor trabajo de investigación del mes. Y ahora mismo estoy leyendo dos de sus resúmenes.
📜 Gracias, no lo sabía.
📜 Soy uno de los que organizó el evento, como recompensa a su trabajo le he enviado vía lechuza un artilugio para poder estar en contacto más veces en el día. Claro, sólo si no le molesta.
📜 No me molesta Sr. Pero creo que no sería correcto el incomodarlo cada vez que se me antoje.
📜 Me es más que un placer que usted me incomode, Srta. Jane. Ahora estoy un poco enfermo por lo que no he podido avanzar nada de la semana, pero he escrito un ensayo, se lo enviaré para que lo revise.
📜 Tome algo para ese resfrío, no sea que se convierta en un estorbo para impedirle hacer ese trabajo importante, el ensayo.
📜 Soy perfectamente capaz de hacerlo a pesar del catarro. Es usted una bruja, yo no le dije que era un resfrío pero asumió que lo era. No puedo creer que me haya dicho esto… Usted a quien tengo en tan alto estima…
📜 No he dicho que sea incapaz… Yo lo que traté de decir es que si la enfermedad lo tira a la cama, usted no podrá venir más días y yo… Yo… Pienso que las cosas no serían igual sin usted. Por favor no piense mal de mi comentario porque no fue mi intensión… ¿Qué dijo, que usted me tiene estima?
📜 Sí, la estimo y la aprecio. Son muchos meses aquí compartiendo nuestros conocimientos.
El corazón de la joven estaba acelerado.
📜 Yo también lo estimo, lo admiro, lo respeto mucho.
📜 También le admiro, Srta. Jane.
Los dos se quedaron en silencio. No hubo ninguna mancha de tinta escribiéndose delante de ellos.
📜 Yo, me siento tan honrada de leer aquello, Sr.
📜 Sea más Gryffindor pero a veces también Slytherin. Usted, es tan distinta a otras personas con las que he tratado, a las que he leído.
📜 ¿Lo dice porque lo he adulado algunas veces? Sólo lo dice porque le he dicho delante de todos que usted es admirable y un excelente mago.
📜 Lo digo porque usted me agrada, usted me… Me es tan interesante por sus trabajos, las cosas que comparte, su caligrafía es impecable y me dice mucho de usted…
📜 Sr. El trabajo para el congreso lo escribí pensando todo el tiempo en usted. Usted, usted me inspira…
📜 Sea más Gryffindor pero también Slytherin…
📜 Yo, yo… Yo… He soñado con usted.
La joven lanzó eso sin arrepentirse, había detectado algo y tenía que aprovecharse de la situación, él tenía razón, es una Gryffindor.
📜 Y yo he escuchado una voz con su nombre llamándome cada vez que he estado en la sala. Era un eco, un eco profundo, como un susurro en mi oído. No puedo sostener lo que me dice… Dígame Srta. Jane. ¿Qué ha soñado conmigo?…
📜 Soñé que lo veía, soñé que me acerque a usted mientras escribía, que lo miraba desde una esquina para contemplar su templanza e inteligencia. Tenía ganas de abrazarlo pero no interrumpí su trabajo. Un lugar lúgubre, tinieblas al rededor pero había una vela encendida, su mirada era seria, viento entraba desde su derecha, viento frío y también mi observar, mi observar y admirar su persona…
📜 Ahhh es, es impresionante, es el lugar donde escribo, y es exacto, una vela encendida es la que uso, un lugar frío… Lamento no poder escribir más pero es que usted me ha dejado… Helado…
📜 Yo he escuchado su voz. Sé que en realidad no pero la he escuchado, en algún lugar, en alguna hora, estoy casi segura que era usted… Su voz me agrada, es hermosa, es usted un mago increíble.
📜 Quizá es así Miss. Jane. Porque también he querido hablarle antes, quizá ha sido mi voz… Usted, es una joven admirable, Yo… Gracias por lo que me dice. De momento tengo que dejarla, es lamentable pero tengo algunos deberes que cumplir. Me agradó hablar con usted, fue muy placentero…
📜 Para mí lo fue más. Hasta luego… Profesor.
📜 ¿Cómo supo que era profesor?
📜 Por su código. Sr.
Hermione salió de la sala dejándolo así sin más que decir. Se había declarado, no le había dicho que gustaba de él pero se encargó que se entere de lo necesario, al parecer ambos se gustaban al mismo tiempo y no podía creerlo.
Empezó a llorar porque no resistía tanta emoción, nada de lo que pasó podía ser real, porque pensaría entonces que su deseo más intenso lo llamó y no era así.
Llegó hasta el lago, tapó su rostro para esconderse de su propia vergüenza estaba llena de algo en el pecho que le quemaba.
“¿¡Qué pasó aquí, Merlín! Cómo me puede estar pasando esto ahora? ¿Por qué no antes, por qué ahora?”
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“… me fui a mi habitación donde sentí de pronto un escalofrío terrible que me hizo caer a encogerme en el mueble cerca de la cama para comenzar a chillar, no sabía por qué lloraba solo lo hacía desconsoladamente como una niña, y me decía “Ya es momento de crecer, Liliana”, recordaba que ya no era la misma de antes, que aunque llore nadie iba a venir para consolarme, que no debía llorar por algo como lo que había pasado.” – Liliana Cáver Flores.
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