Profesor de Literatura Capítulo VI Profesor de Literatura

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NARRADOR OMNISCIENTE

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-Google describe… “Los temas frecuentes de la poesía romántica es el amor apasionado, amor imposible pero sin barreras e imposible que siempre conduce a un trágico destino. La muerte, única forma de escapar a la dura realidad y el rechazo. Es la muerte para la poesía romántica, la liberación del alma. La sociedad y la vida política también es uno de los temas usados en esta poesía, a través de la literatura expresan la intención de librarse de las normas sociales impuestas.

La poesía romántica es “sentir” y expresarlo con las palabras, la literatura romántica usualmente cuenta historias con las barreras más altas para sortear, no hay límites así como en la vida “¿Qué cosa es imposible?” se preguntaban todos estos autores al empezar sus obras. ¿Qué cosa es imposible para usted Sr. Muray?

-No lo sé, profesor. Quizá un récord del mejor pianista…

-Eres joven… Si pones todo tu empeño a ese deseo y anhelo estoy seguro que lo lograrías, podrías convertirte en el pianista más rápido, o el más melódico de estas épocas. 

Y es que hablando de lo que vivimos, la literatura es una forma de expandirte más allá de los límites humanos, e incluso que la moral humana. Tenemos que tener en claro que existe una gran diferencia entre la literatura de antes y la literatura contemporánea. Las personas pueden decir que esos autores eran anticuados y cursis pero eran en realidad personas que sabían amar incluso sin amar ya que muchos de ellos escribían grandes obras describiendo los sentimientos de personajes ficticios, te hacían temblar con unas cuantas palabras las formas del tacto eran sutiles y delicadas en cambio ahora son toscos y hasta grotescos, incluso sin sentimientos… 

Las obras con contenido sexual en la actualidad son llamadas de forma injusta como “Románticas” y de romanticismo no tienen nada. Cada vez es más frío, más cortante, destrozan la esencia del poeta. Pero la redundancia adorna el color y la intensidad de un romántico. 

Él se puso de pie, con mucha sutileza dejó las hojas de papel blanco sobre su escritorio, cambió la postura e hizo un rostro sentido, no tenía temor al ver a todos sus alumnos atentos, quería hacer que ellos escuchen también su forma de sentir el aire por su rostro, de escuchar sus ojos, de escuchar su corazón cuando puso su mano derecha en su pecho.

Después de eso comenzó a caminar al rededor de las alumnas encontrando una mirada inocente que pudiera inspirar aún más sus sentimientos… Continuó con lo siguiente viendo hacia la nada apoyado en la esquina de la carpeta de Muray. Siguió avanzando hasta llegar a la esquina del aula y ver directo a Any:

Gracias… Porque veo la alegría en tus ojos

porque haces que desee con todas mis fuerzas que esa luz al mirarme nunca se apague,

por desear cada día que esa sonrisa tuya

permanezca conmigo por todos los tiempos,

gracias porque me has dado mas que compañía,

has tocado mi alma y ahora es tuya, mi vida.Gracias por tus labios, por tu voz tierna, por tu voz de enseñanza, por tu voz consejera,

gracias por tu calma, por tanto amor y armonía.¡Oh qué roja sonrisa dibujan tus labios!qué hermosa sonrisa dibuja tu corazón…

Me haces mas feliz que ave volando en el mundo que llega esforzada a migrar de norte a sur que ve sincera las pequeñas pisadas de vida y cada imagen de enorme paisaje lo hace joven.

Un segundo más de vida es tu sonrisa, 

un día, un año, millones de años, sé mía.

Gracias por tu risa, por esa voz hermosa, gracias por el susurro, por los sentimientos, por tu alma que acaricia con fuerza, por el temblor de mis emociones, 

mis alabanzas y mis bendiciones.

Eres mi ángel y siempre voy a cuidarte, prometo que en ti siempre estará esa sonrisa.Te amoooo, que lo sepa todo el mundo!!! ¡No se apague la luz porque voy a mirarte!

Un segundo más de vida es tu sonrisa,

un día, un año, millones de años, sé mía.

-¡Wowwwww! ¡Fiuuu Fiuuuuuu! ¡Profe, profe, profe!

Los alumnos empezaron a hacer alharaca y gritar de entusiasmo mientras que en él hacía una sonrisa cuando dijo esa última frase viendo a Any directamente a los ojos. 

Aumentó un guiño antes de volver a hablar y las chicas suspiraban… Pero Any con esa cara de tonta quizá escribiendo el poema en su mente sólo había notado un excelente poema aunque la métrica no era perfecta, era un poema jamás recitado y escuchado así de esa manera. 

Había pasado mucho tiempo que no escuchaba a un hombre recitar con tanto sentimiento e interpretación.

-Profesor, ¡Eso estuvo hermoso! ¿De quién es?

Dijo Any con admiración…

-Es mío Srta. Bautista, lo escribí cuando tenía veinte años de edad.

-¿Estaba enamorado de una chica?

-No, ese es el poema de un personaje, una novela que escribí siendo joven… ¡Alumnos! Escuchen la forma del poema, no sólo es leerlo sino tratar de interpretar cada entonación, cada detalle o cambio de ritmo. 

Como tarea les dejaré escribir un poema libre así como el que acaban de escuchar y como estamos hablando de la literatura y poesía romántica, el poema tiene que hablar de amor.

Algunos susurros de los alumnos dejaban notar la incomodidad pero otros se escuchaban entusiasmados y entre todos estos estaba Any.

-¡Excelente! Tengo varios poemas escritos…

Any habló en voz baja pero el profesor escuchó claro.

-Tienen que escribir uno nuevo, tiene que ser “Nuevo”, Srta. Any, y para la próxima clase.

-Ohh, está bien… 

Any le hizo una seña con el pulgar arriba pero luego escondió su mano. Se olvidó de la crítica de ese gesto que el profesor le hizo con anterioridad. 

-Bien, Jóvenes, pueden aprovechar el tiempo que queda para salir y comprar algo…

-¡Siiiiii! 

Sus alumnos gritaron viendo sus relojes y lo temprano que era…

Any recogía sus cosas y empezaba a unir palabras en su mente intentando buscar un tema para su poema, ella era una chica aplicada pero sobre todo cuidadosa con la responsabilidad estudiantil, no le gustaba fallarle a sus profesores pero sobretodo no le gustaba fallarse así misma.

Bajó por las escaleras, salió del aula diciendo “Hasta luego, profesor” levantando su mano derecha. 

Se dirigió al sanitario de mujeres y después de unos minutos salió por el patio directo hasta la pequeña cafetería saboreando en su imaginación una tasa de chocolate caliente y un pastelillo de vainilla.

Se sentó en una de las mesitas hasta que una servicial mujer le trajo su chocolate humeante de caliente y buen olor. Le dio una gran mordida a su pastelillo y pensaba en el sabor de la mantequilla cuando de pronto vio que entró a ese ambiente el buen profesor de literatura.

Ella muy convencida no quiso avisar que también estaba ahí pero pensó también que iba a ser grosera. 

Pensó más porque le encantaba hacer eso, e hizo como si estuviera distraída. “Así ya no le hago daño a nadie” dijo para sí misma en su mente.

-¡Hey, Srta. Bautista!

Any dejó sus audífonos y volteó a verlo.

-¡Hola Profe!

Él se acercó y con mucha confianza se sentó frente a ella, colgó su maletín en la esquina del respaldar de la silla y puso sobre la mesa como cincuenta hojas impresas.

-¡Qué bueno que la encontré! Quería ver si podía ayudarme con estas copias… Necesito cuarenta de todas estas hojas.

-Claro, sólo déjeme el dinero jejejeje.

Any rió porque sentía que se estaban aprovechando de su amabilidad.

-¡Perdón! No le pregunté si tenía otras cosas que hacer.

Él bajó la mirada pero le dio una sonrisa compradora de favores. (Un gesto para hacerle sentir pena a Any)

-Descuide, profesor. Claro que puedo ayudarle… ¡Ahhh y qué bueno que está aquí! Terminé el libro que me recomendó, no me agradó por eso sólo lo leí una sola vez. ¡Tome!

-¿Qué fue lo que le molestó?

Él recibió el libro confundido…

-Es que no me gustó la problemática, muchos conflictos para que se amen en paz los personajes. El romanticismo de la historia estuvo buena, es muy intensa pero creo que eso es lo que yo no haría con una historia romántica… Siempre hay obstáculos pero ¿Por qué tantos?.. 

-Está bien, a veces gustas de esas obras y otras no, eso está bien.

-¿Puedo ir más tarde a la sala de profesores?

-Sí claro, por ahí me entregas las copias.

-Gracias, es que quería que me ayude con unos ensayos para lengua española.

-Sí ahí estaré.

Los dos comenzaron a comer y conversar de la poesía que recitó minutos antes en el salón de clase.

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El que tiene oídos para oír, oiga. ” – Jesús – Libro (Mateo 13:9)

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