Consejos Creativos – Intro

Hola a todos, bienvenidos a la primera parte de lo que será este pequeño espacio para compartir lo que nos ayudará a crear mundos nuevos o simplemente poder expresar mejor lo que vemos y aún mejor lo que no se puede ver y tocar.

 

Antes de empezar déjenme contarles un anécdota, esto fue hace muchos años, en aquél momento me encontré con que muchos adultos a mi alrededor mientras yo tenía sólo cinco años y había acabado de leer el famoso libro “Alicia en el País de las maravillas” versión corta e ilustrada, quedé un poco disgustada, quería que sea diferente, me decían que una historia debía ser como ya estaba escrita. En aquél momento yo entendí que no podía cambiar una creación delante de mí la cual ya estaba adornada con colores y momentos distintos a los que usualmente me agradaban.

 

Bueno, casi diez años después descubrí los Fics, pero de esto no se trata esta intro.

 

En ese entonces cuando los adultos siempre me decían que una historia sólo era entretenida pensé “Sí me agradó la historia pero no me gusta que los personajes sufran, es más yo quiero que rían un poco o mucho si se puede” Obviamente mi pensamiento estaba ligado con mi carácter y personalidad, otra persona hubiera dicho “Yo quiero que sea más oscuro y terrorífico”, otro niño hubiera dicho “Quisiera una historia algo más romántica” o “Quisiera que sea más complicado, policial, misterioso, algo más increíble”

 

Recuerdo que delante de esa gente dije “Voy a crear mis propios cuentos, si no hay caballos en esta historia, en la mía habrán caballos, zorros, serpientes, habrá un niño raro con nombre italiano y una gorra de lana, el ambiente será frío, y siempre este hará travesuras a los demás junto con sus eternas preguntas de saber por qué y qué, mi historia será distinta, algo así como “El panda y el conejo”.

 

No tardó mucho cuando algunos de los adultos de mi entorno se rieron.

 

Triste, pensando que era injusto que no creyeran en mí, decidí crear historias y contar estas a mi hermana gemela la cual fue desde entonces una excelente crítica y cómplice. Pero al empezar me di cuenta que estaba tan limitada a no saber en realidad de qué se trataba el mundo donde crecía, lo único que tenía era ese cuento que ya me habían leído tantas veces, números, colores, paisajes de playa, paisajes de ciudad, una escuela jardín con un montón de niños perdidos en lamer sus manos embarradas de dulce o chocolate.

 

Quería más, buscaba otra historia ilustrada en esa enorme biblioteca de mi hermano diecisiete años mayor y así poder aprender algo más, quería sentir como ese personaje tan raro que no me agradó, quería asombrarme, quería conocer el mundo de los adultos y nada, lamentablemente no encontraba nada, sólo libros enormes con portadas engañadoras, con tantas letras que me perdía en las primeras líneas de enormes lecturas.

Hasta que un día observé a mi padre leer un libro en la sala de casa que se llamaba “Giuseppe Casanova”, él leía tan interesado en el tema, cambiando y cambiando las páginas tan animado y con los lentes y vista fija en esas hojas amarillas que me antojó leer también, sin embargo cuando quise hacerlo él cerró el libro y me dijo “No”

Ya se imaginarán lo que sucedió después, cuando a uno le dicen que no entre los cinco y seis años, es como si te invitaran a hacerlo realmente.

Días después de asechar el libro y observar mientras hacía que jugaba con mi hermana gemela con unas barbies heredadas de mis hermanas mayores, el libro fue a parar en el enorme librero de varias repisas pero para mi mala suerte terminó a metro y medio más alto de lo que podía alcanzar.

Decepcionada y lista para buscar una silla y arriesgarme a una terrorífica llamada de atención de mi madre, mi padre me vio observando este librero con un enorme puchero y deseo.

“Mejor lee este otro, es más corto”

Resulta que en mis manos tenía ese libro famoso de Edmund Rostand “Cyrano de Bergerac” y para colmo la versión teatral en verso (¡Santo cielo, a los cinco años o seis era como leer en otro idioma el español antiguo) Años después me enteré que esa versión también tenía una en prosa, una que por su puesto disfruté mejor.

Quiero tener buenos pensamiento ante esto pero creo que mi padre quería alejarme para siempre de esa biblioteca, supongo que porque me subestimaba, aunque no se esperaba que al sufrir y leer aquellas palabras tan ordenadas y en rima que en su mayoría no entendía, me abrieron los ojos a conocer no sólo un pequeño instante en el conocimiento de otro humano sino también me llevó a descubrir los sentimientos y las sensaciones al percibir a un personaje grandioso como era Cyrano y ese amor incondicional que entregó a cambio de confianza y cercanía.

¿Qué tiene que ver todo esto con crear, Betsy? ¿Empesaste a escribir después de esto? La verdad no empecé a escribir aún sin embargo sí empecé a crear, dibujos, audios en grabadoras, mi voz, la imaginación y mi soledad mientras veía el cielo, me sentaba en la escalera y algunas frases se empezaban a asomar.

Para no hacerlo más largo ¿Qué puede ser lo que nos ayuda a crear algo nuevo? Al no sólo hablar de escritura, podemos decir que lo que nos ayuda a crear es descubrir, conocer, investigar, experimentar, empezar a ver no sólo lo que nos rodea ni nuestras sensaciones sino también lo que rodea a otros y lo que hace que otros reaccionen. No podemos limitarnos a las emociones y algunas pocas palabras que se repiten en nuestra cotidianidad, es importante leer 📖 no sólo otros cuentos y novelas sino también lo que otros tienen que decir y expresar.

Mi esperiencia con la escritura empezó de una manera muy rara de hecho, empezó con pesadillas que al principio no me dejaron dormir pero que luego pude controlar al despertar, ya que escribía en una libreta no sólo lo que había visto sino también lo que estas me habían hecho sentir.

Por eso,

  • Observa
  • Disfruta
  • Describe
  • Logra que otro sienta lo que tú
  • Intenta tocar no con las manos sino con muchas o pocas palabras o incluso con el silencio.
  • Canta
  • Dibuja
  • Escucha 👂
  • Siente
  • Toca

 

Cuando vives todo esto te da las herramientas suficientes para no parar de crear, una expresión artística potente desde adentro o algo externo que desconocemos o tememos.

Así que recuerda, tú puedes crear aún si eres muy joven, si estás solo, si nadie cree en ti.

Necesitas algunas herramientas y puedes empezar buscando lo que le agrade a tu carácter y personalidad, valora no sólo lo brillante, las formas llamativas sino también eso que no se puede ver y tocar, como por ejemplo un consejo, buen ánimo, el silencio y misterio de otro que está delante de ti.

Conversa y aprende e intenta enseñar también.

Puedes hacerlo, puedes empezar ahora, es tiempo de crear.

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