Al día siguiente en el trabajo…
-Hola Nan cómo estás ¿ Me aceptarías ir a comer algo en el almuerzo?-
-Hola CLAREN, no te había visto, estoy muy distraída.-
-¿Estás esperando alguien aquí o solo estabas pensativa?-
-Ahh, es que necesito hablar con el Jefe Zaris, ahhh… Me encargó que le entregue unos papeles muy importantes para llamar por teléfono.-
-Bueno, a lo mejor si no puedes hoy… ¿Me aceptarías mañana?-
-SÍ, me encantaría ir a almorzar contigo, tenemos mucho de qué hablar.-
Dos horas después…
-Hola Myrian, ¿Viste a Mr. Zaris?-
-¿Tú buscando a Mr. Zaris?-
-Ehh… lo que pasa que me ha encargado que le entregue unas cosas pero por más que busco por toda la empresa no puedo encontrarlo en ningún lado.-
-De Zaris, no sé nada. Pero a ti te toca doblar turno hoy hasta las 9:00p. m.-
-¿Y eso por qué si los horarios sólo son de ocho horas?-
-Es solo por esta semana, parece que dos de los nuevos empleados fueron despedidos por su incompetencia. Mira, ahí está la lista junto a la escalera de mantenimiento.-
-No puede ser, hoy tenía una cita en la noch…-
-Ah, Disculpa Violeta es que tengo prisa, ¿Decías algo?-
-No nada, olvídalo. Más tarde hablamos. Si es que hay de qué hablar jajaja.-
-Tú siempre siendo tan seria.-
(Nan buscó por todos los pasillos y todas las copiadoras y oficinas de la empresa, gracias a que tenía el nuevo cargo ahora gozaba de más acceso que cualquier otro empleado. Las horas fueron pasando hasta que llegó las siete de la noche y casi no había ni un alma en la empresa, solo se quedaron los de Investigación Periodística y un joven del personal de limpieza que vivía en un apartado del primer piso como cuidador.
Nan estaba muy nerviosa y hambrienta, aún no se decidía por mandar a traer comida o donas con grageas de chocolate, era época de frío y acompañar esas donas de su imaginación con una buena taza de chocolate sería estupendo. El hambre se fue llendo cuando los minutos pasaban tan lentos hasta que un compañero le habló.)
-Hola, ¿Tú eres Nan verdad?-
(Un niño muy joven con pinta de Practicante interrumpió en su pequeña oficina.)
-Sí, soy yo, ¿Con quién tengo el gusto?-
-Perdón, Soy Gonzalo, Practicante de editorial y fotógrafo. Es que junto a los compañeros hemos mandado a traer pizza y tenemos suficiente para que repitamos todos, y cuando digo todos te incluyo a ti también.-
-¡SÍ, me encantaría! Me estaba muriendo de hambre. ¿Cuánto es lo que tengo que darles?-
-No, nada, no te preocupes, la mitad de lo gastado lo pagó Mr. Zaris.-
(De pronto Violeta sintió un jalón dentro de su estómago, como un calambre que hizo que se erice los vellos de su cuello, no sabía si era por temor o por gusto, aunque después de un silencio repentino viendo la caja de pizza en manos de Gonzalo, reconoció en su interior que saber que Zaris podría estar cerca le había emocionado.)
-¿Mr. Zaris aún está en la empresa?-
-SÍ, de hecho estuvo con nosotros casi todo el día, él hizo la capacitación y nos ha estado ayudando con la editorial. Ven, ven a comer con nosotros ¡Por favor! Es que aquí sola no creo que sea divertido para ti ¿O sí?-
-No, es que aquí me siento bien, muchas gracias por la invitación pero aún no he terminado mis revisiones y…-
-No, Nan, ¡Déjame insistir! Todos están de camino al comedor, y Mr Zaris pondrá en proyección unos vídeos de ejemplo acerca de Fotos Macro Publicitarias mientras comemos.-
-Vaya, está bien, deja que llego en un instante.-
(Nan se dio la vuelta para sacar del bolso un poco de alcohol en gel y se dirigió a la puerta mientras Gonzalo se quedó parado esperando.)
-Ahh Hahahah no pensé que me ibas a esperar, ¡Muchas gracias!-
(Juntos llegaron hasta el comedor, Mr. Zaris tenía puesto una camisa de color celeste con puntos blancos super pequeños, llevaba la corbata bien puesta como siempre, el cabello bien peinado con gel y zapatos impecables, detrás de su asiento estaba su saco. Tenía una actitud muy relaja, el control remoto del proyector en su mano izquierda y un pedazo de Pizza servido en un plato completamente plano, más parecía una especia de tabla de picar o un pedazo de plástico del material que se utiliza para las exposiciones. Nan estaba muy nerviosa y quería evitar a toda costa cruzar miradas con él.
También habían cuatro personas más, tres hombre además de Gonzalo y una chica de cabello negro con ojos claros, ella se veía mayor que los otros practicantes. Entonces cuando pasó completamente dentro del salón de comida y se acercó a la mesa…)
-¡Ahh Mr. Zaris, Nan aceptó acompañarnos a la cena!-
(Gonzalo alzó la mano para llamar la atención de Zaris estando al costado de Violeta, ella de inmediato se sintió incómoda y comprometida a sonreírle mientras el jefe dejaba ver una sonrisa tranquila, y dijo con esa voz seria y interesante completamente centrado.)
-¡Me alegra! Bueno, ahora sí estamos completos así que a reunirnos en la mesa, ¡Ustedes chicos, vayan al frente de la pantalla en este lado del centro de la mesa y Nan y yo iremos del lado derecho!
Verán, Nan es una buena trabajadora en el área de investigación y saca muy buenas fotografías, cualquier duda que quieran llenar pueden preguntarle a ella o a mí. Yo al menos no soy muy bueno en la práctica pero tengo el conocimiento suficiente para responderles así que con gusto les aclararemos sus dudas y les ayudaremos en lo que se pueda.-
(Todos repitieron uno por uno lo agradecidos que estaban por la voluntad de Zaris. Nan solo se quedó callada y asintió con la cabeza al mismo tiempo que les entregaba a todos los practicantes una sonrisa sincera.)
-Muchas Gracias Mr. Zaris.-
-No hay por qué darlas Gonzalo, necesitamos capacitarlos y ayudarles lo mejor que podamos para que así puedan avanzar. Por cierto, ¿Ya trajeron esa botellas de vino que les dije? Con toda la grasa que comeremos, una copita cada uno nos caería muy bien.-
-¡Vaya, nunca había visto a un jefe así en mi vida!-
-Tranquila Amanda, esto es algo que no se pueden enterar los del turno de la mañana así que shhhh. Es sólo por hoy ya que a partir de la próxima semana los turnos de práctica son por la mañana.-
-Está bien, muchas gracias. Pero me gustaría que tenga en consideración que si desea no nos vamos a ofender si hace una reunión como la de hoy.-
-Hahaha, Chicos, me hacen reír. Así que no se hable más y comamos pero sin antes agradecer esta reunión y lo que comeremos. ¡Damos gracias por los alimentos y la compañía!… Ya pueden servirse.-
(Gonzalo puso los cuadrados de plástico en el lugar de cada uno y con una pinza de plástico comenzó a repartir las tajadas correspondientes mientras Amanda servía en las copas de vino y luego las alcanzó a cada uno. Nan estaba muda.
Él vídeo había empezado, Violeta sentada a la derecha de Gonzalo que era el último hacia la derecha que estaba frente a la proyección, a la derecha de Violeta estaba Zaris comiendo a gusto mientras que con su mano izquierda sostenía su copa de vino. Nan estaba confundida o quizá no era confusión sino que Zaris le dejaba ver que estaba realmente preocupado por esos jóvenes al ser él mismo la persona que supervisó la práctica o quizá era el que realizó todo esto porque el empleado responsable había faltado y él asumía el reto. Esa idea le agradaba más a Nan, pero cuando completó ese simple agradecimiento por la comida y la compañía, había hecho que su boca se cerrara como empleada bien remunerada sin queja alguna.
Después de casi treinta minutos de vídeo, los chicos estaban super atraídos por las explicaciones del exponente en el estudio fotográfico del vídeo, de pronto Zaris se gira levemente hacia la izquierda para acercarse al oído de Nan y susurrarle. Nan al darse cuenta toma esa acción como algo curioso así que también se acerca para ver lo que tenía que decirle.)
-Violeta, ¿Deseas más vino?-
-Ah… Yo… Sí claro, me encantaría.-
-Disculpa si te molesto, ¿Puedes devolverme lo que me quitaste ayer?-
-¡SÍ, creo que aquí lo tengo… Ah no, lo tengo en la oficina!-
-!Vale, gracias, al terminar esto me lo entregas, por favor!-
-SÍ, está bien.-
(Zaris se estaba comportando como todo un caballero con Nan, incluso al pedirle el celular, se alzó de la silla y se fue hacia la botella que ya hacía en un rincón de la mesa, la trajo hasta donde él estaba sentado, acercó el pico de la botella a la copa de Nan mientras se sentaba y le sirvió y también llenó su copa.
A los diez minutos se sirvió un poco más de vino y le dijo a Gonzalo que abriera la otra botella de vino, los chicos se sirvieron más mientras seguían con el vídeo. Nan al darse cuenta que los otros también se servían un poco más ella pidió un poco más a Zaris y también se sirvió él. No llenaban la copa esta vez, se quedaba hasta la mitad, eran seis personas en total pero al menos habían tomado cada uno como tres copas de vino mientras que Nan se les había adelantado con una más.)
-Mr. Zaris, ¿Cuánto tiempo más durará el vídeo?-
(Nan susurró en el oído de Zaris, se sentía cansada. Y veía que al rededor los chicos también se estaban quedando dormidos y es que el error que habían cometido es el de tener las luces apagadas.)
-Él vídeo en total dura una hora y media, debe de estar faltando unos cuarenta minutos. ¿Por qué lo preguntas?-
-Es que ya me dio sueño.-
-Tú tranquila, si deseas puedes dormirte en lo que acaba él vídeo y te despierto a unos minutos de que termine.-
-Gracias Mr. Zaris.-
-De nada Srta. Violeta.-
(Zaris, al pasar unos diez minutos más se dio cuenta de que los demás también se estaban quedando dormidos así que fue a cada uno de los lugares despertándolos con mucha delicadeza para que no se sobresalten y a cada uno les dijo que podían retirarse a sus casas.
Al finalizar el vídeo solo se quedó Nan y él pero al no querer tocarla para despertarla, prendió la luz y fue arreglando las cosas del proyector dentro de su estuche haciendo intencionalmente mucho ruido y entonces Nan despertó.)
-Eh ¿Qué pasó?-
(Dijo muy somnolienta.)
-Ya ha acabado el vídeo y los chicos ya se han retirado a penas hace unos cinco minutos, ya estaba por despertarte.-
-Creo que he bebido mucho, me siento con muchísimo sueño.-
-No podrás conducir en ese estado, ¡Yo te llevaré a casa! Si me lo autorizas claro es está.-
(Zaris la veía tan atractiva, pero aún así le parecía inapropiado tocarla o hacer algún gesto que pueda espantarla.)
-Me parece bien, solo quiero ir a dormir, me mata el sueño.-
-Ehhh Mr. Zaris, había olvidado pedir permiso para el día de mañana, tengo un examen final en la universidad y llegaré una hora más tarde.-
-No te preocupes Gonzalo, está bien.-
(Gonzalo había entrado corriendo a la sala de comida y encontró a Nan sentada mientras Zaris arreglaba todo lo del proyector.)
-¿Desea que le ayude en algo?-
-Me encantaría que me ayudes a llevar a esta chica a mi auto, he quedado que la llevo a casa porque no puede manejar en ese estado.-
-SÍ es una excelente idea.-
(Gonzalo ayudó a Mr. Zaris a llevar con cuidado a Violeta a su auto, una camioneta grande, bonita, simple y de color negro con lunas polarizadas. Violeta sí podía caminar e incluso no estaba tan mareada pero el síntoma principal de su borrachera era el excesivo cansancio.
Después de subir a Nan al auto, se despidió de Gonzalo y prendió la luz del interior de la camioneta, abrió la puerta de atrás mientras había dejado la calefacción del auto encendida para ambientarla en contra del frío. Miró a Nan que estaba dormida y trató de despertarla. Para no llevarla completamente dormida.)
-¡Ey Nan, Despierta, intenta quedarte despierta!-
-Ajá-
(Nan sentía como si estuviera en su cama así que se estiró en el asiento de atrás y se acomodó encima de las piernas de Zaris, comprometiéndolo a que se quedara quieto pero él ahí viéndola tan cerca con ganas de acariciar su cabello y con ganas de preguntarle acerca del beso de la noche anterior y con lo mal que había dormido empezó a darle sueño. Se resistía pero escuchar respirar tan pausado y relajada a Nan, le comenzó a entrar tanto sueño que se le cerraba los ojos, entonces pensó que podían quedarse un momento más, al rededor de tres horas descansando hasta que se les fuera el sueño. Dejó encendido una pequeña alarma, eran 9:00p.m. Se acomodó bien recostado en el asiento izquierdo de atrás del auto, llevó su cabeza hacia la ventana y en menos de cinco minutos se quedó dormido.)
***
-¡Hazme el amor! ¡Vamos, quítame la ropa y hazme tuya!-
-¡Déjame tenerte es lo único que quiero!-
-¡Vamos hazlo ya!-
(Zaris estaba sobre ella en un sueño explosivo que parecía alucinado, acariciaba su cuerpo y se la estaba comiendo a besos mientras rosaba su cuerpo y ella se desnudaba poco a poco dejándose llevar por el calor de su deseo, mientras se escurría entre sus piernas, Zaris al fin entraba en ella una y otra vez mientras se besaban apasionadamente.
Y de pronto…)
***
-¿Qué pasó, dónde estoy?-
-Hola Nan, estamos en mi camioneta, intentaba llevarte a casa pero te quedaste dormida mientras te colocaba aquí en estos asientos.-
(Eran cerca de las 12:00a.m.)
-¡Qué desastre! me siento avergonzada.-
(Los dos hablaban con una voz pausada y de sueño pesado.)
-¡Ey! ¡¿Qué es eso?!-
/(Sé que soy el narrador, pero me tengo que reír por esto hahahaha.)/
(Nan se sienta y ve que en la pelvis de Zaris se veía una protuberancia considerable.)
-Creo que tienes una erección.-
-¡Oh no perdona!-
(Zaris termina de despertar completamente y salta al ver que Nan señalaba su entrepierna. Se tapa con la mano derecha mientras estaba muy nervioso y sudado al haber dejado prácticamente las ventanas del auto cerradas.)
-Lo siento, he estado teniendo unos sueños muy exitantes y raros. Te juro que ni si quiera antes he tenido estos sueños. Puedo imaginarme muchas cosas contigo, muchas veces lo hice pero luego sentía culpa.-
-¿Quieres compartirlos?-
-No creo que sean de tu agrado estos sueños. En esos sueños te hago el amor.-
-Ahh ya veo, siento que no debí inmiscuirme en tus cosas. Déjame confesarte algo, una época con unas amigas en la universidad hacíamos pijamadas y como tres veces o cuatro una de ellas llevó películas pornográficas, no me exitaba me daba asco sobretodo verlo delante de mis compañeras pero a dos de ellas les agradaba así que volvieron a ponerlas. Pero te digo algo, es un secreto, un día tuve un sueño con un hombre mayor el cual no le vi el rostro pero hizo que me levante despeinada.-
(Los dos se quedan viendo y se sonrieron. Luego Zaris la veía tan intensamente a los ojos esperando tener algo real con ella, le hablaba con esa voz tan gruesa y sexy, quería que ella caiga pero no para el sexo.)
-Me agrada tenerte tan cerca, Violeta, realmente me gustas tanto, sí es cierto que me controlo para no arrancarte la ropa a jirones pero mi corazón se sale al estar cerca, no sólo quiero eso que tú piensas. No creí tanto valor en mí para decírtelo a la cara sonrojado y bueno… Exitado, me alegra que mi cuerpo te desee tanto pero sobretodo me agrada este sentimiento que va más allá de mi cuerpo o el tuyo.-
-Pensé que eras un hombre diferente Mr. Zaris Tell, y pues me doy cuenta que eres muy moralista. Esas frases de que uno no debe quedarse con la primera impresión son ciertas. Eres un hombre sincero y extremadamente antojable y creo que si hubieras querido hacerme daño ya lo hubieras hecho.-
-Me quedé impresionado aquella noche cuando abriste la puerta de tu casa y me diste ese beso, me me movió el suelo ese beso, me hizo darme cuenta que al principio quería hacerte mía, que sólo quería ver si ya no era Gay que ya no me gustaban los hombres, que bueno… Vamos quería comprobar ese sentimiento obsesivo por ti y el de perseguirte por tantos años y ver a dónde ibas y a dónde estabas. Ese beso cambió todo, Violeta Nan.
-Esa noche del beso, yo… Te besé porque no lo sé… Estabas ahí tan entregado a tus palabras, no sé si mentiras o tus sentimientos, esos dos besos que te dí, el primero para ver que tan prohibido se sentía besar a tu acosador, el segundo beso fue para volverte loco hahaha, ese beso no me dejó dormir toda la noche y al día siguiente quería encontrarte a como de lugar tan solo para devolverte el celular y besarte de nuevo pero tú más astuto que yo… Tú… Es que… Querías enamorarme hace unas horas atrás y yo…-
(Los ojos de Nan brillaban y estaba temblando mientras veía a Zaris tan imponente en su aspecto, tan maduro y baronil, tan decidido y seguro. Ella solo se sentía como una tonta.
Zaris le hablaba con esa voz tan grave y desesperante para ella.)
-Nan, te voy a decir esto muy pausado y te prometo que es la última vez. Me gustas mucho como mujer, me he enamorado de ti aún más estos pocos días cuando decidiste contestarme esas llamadas locas y obsesivas que tenía hacia ti. Pero créeme, esta vez no quiero hacerte daño y quiero hacer las cosas bien, si tu me lo pides soy capaz de renunciar para que no me veas de nuevo y ser un pretendiente normal. Un pretendiente más de los normales jajaja.-
-Hahahah, ¡Eres un tonto! , ahora que ya te has atravesado delante de mis ojos y que has hecho todo lo posible para estar cerca a mí y hacer que mi estómago se arrugue cada que te veo… ¿Ahora quieres alejarte?… No digas tonterías ¡Eres muy astuto, Zaris!-
(Zaris sonreía mientras escuchaba a Nan muy atento, conquistándola tan galante y sexy con esa mirada madura e inquieta. Nan veía sus ojos marrones color caramelo casi verdes hoja seca. Zaris veía los labios de Nan, eran rosados y provocativos, Nan veía los labios de Zaris…. Los dos se estaban enamorando tremenda mente.)
-¡Tú eres muy astuto Zaris! Yo no soy ninguna tonta pero al aceptar tu jueguito he perdido. Me has ganado o mejor dicho “me rindo”.-
(Zaris con su voz grave, gruesa y pausada.)
-Me encanta haberte ganado… Otro día más al teléfono iba a hacer que te derritieras por mí.-
-¡Eres un creído ya calla!-
-¡Voy a llevarte a casa pequeña! Por cierto, ayer te quedaste algo mío.-
-SÍ, está ahí en mi cartera en la oficina.-
-No me refería a eso…-
(Zaris se abalanzó a Nan, comenzó a besarla. Ella tocaba el rostro de Zaris, lo besaba apasionadamente, los dos se entregaban al mismo tiempo con la misma intensidad, la cargo con toda esa seguridad e ímpetu baronil, la sentó en sus piernas obligándola a estar frente a él, Nan correspondió con muchas ganas de dejar que pase lo que fuese. Él solo la abrazaba, la amaba tanto, la apretaba contra él y estaba nervioso por tener miedo a alguna mala reacción de ella.)
-¡Ahh Nan… Qué ganas tengo de quitarte la ropa, niña!-
(Zaris se quejó mientras estaba muy exitado, se frenó y la abrazó mientras se apoyaba con su cabeza en el pecho de Nan como un bebé.)
-Tranquilo, está bien. Deja de temblar.-
(Nan sentía el cuerpo de Zaris muy nervioso, lo acarició, rodeó con sus brazos el cuello de Zaris, lo besaba en el rostro, por la oreja izquierda, ella lo estaba buscando.
Y Zaris al ver esa actitud le habló y le dijo…)
-Vamos a mi casa, está a una hora de aquí. Puedes quedarte conmigo y prometo que solo dormiremos…-
-Jajaja… Jajaja. Eres un payaso.-
-Jajaja Entiende que no quiero hacer algo que te haga sentir obligada.-
-Zai, está bien… ¿Te digo un secreto?-
Sí quiero ir a tu casa.-
(Nan susurró en su oído, lo estaba provocando.)
-Mmm humm. ¡Ohhh no hagas eso, pequeña!-
(Zaris aclaró la garganta más exitado que antes mientras tenía esa sonrisa nerviosa en su cara.)
-Ven, iremos a casa. Muero por estar a tu lado y hacer lo que queramos hacer y luego quedarme dormido abrazándote. Ven, vamos adelante.-
-Está bien.-
(Se fueron hacia delante, Zaris tomó el volante y encendió el auto con los latidos del corazón a 1000 kilómetros por hora.)
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