(Zaris la levantó del mueble mientras ella lo rodeaba con sus brazos por el cuello, entró a la habitación y se acercó a la cama, con mucha delicadeza la deslizó hacia el borde y se sentó a contemplarla mientras la luz que entraba por su ventana dejaba hacer brillar su cabello y sus ojos.)
-Me tengo que ir.-
(Dijo Zaris.)
-¡Llama…me! También… llámame mañana.-
-Así lo haré.-
(Zaris se levantó y caminó para salir de la habitación, luego se dirigió hacia la sala recogiendo su corbata y el saco mientras caminaba en línea recta desde su habitación hasta la puerta principal y cuando estaba a punto de abrirla.)
-¡Te besé porque deseaba hacerlo!-
(Nan gritó desde la puerta. Zaris había girado la manija de la puerta antes de escucharla, dio la vuelta y la vio parada en la puerta de la habitación, aunque no había mucha luz él vio mucha claridad al rededor de ella. Volvió a girar y tocar la manija, pensó unos segundos y le puso seguro a la puerta pero no soltaba la manija. Estaba pensando en ir corriendo hacia ella y besarla como no la besó antes.)
-¿Ese beso fue de aceptación?
(Preguntó Zaris a lo que Nan respondió.)
-Aún no lo he averiguado…-
(Zaris sintió que la sangre de su corazón se iba a todas partes de su cuerpo pero no dejó que ella se diera cuenta, con la mano derecha rápidamente tocó su estómago. Dio la vuelta y lanzó lo que tenía en las manos al mueble. Mientras caminaba en cámara lenta con la mirada ligeramente hacia abajo en dirección de Nan. Sentía que quería explotar.)
-¡Iré donde estás y voy a besarte!-
(Zaris bajo la voz y casi estaba a dos metros de ella, sus pasos fueron más rápidos pero él sentía que se hacían cada vez más lentos. Se acercó a ella y la cargó de nuevo.)
-Te dije que si te ponías de pie ibas a lastimarte.-
(Zaris la llevó a la cama y ahí aún cerca a ella se frenaba a tocarla.)
-No tengo que decirte lo que quiero que hagamos. Pero no quiero comenzar sin saber que me aceptas.-
(Se había acercado a su oído para decirle esto mientras Nan giró para verlo a los ojos haciendo que las últimas palabras las pronunciara frente a sus labios, muy cerca de él no hacía nada. Pero Zaris esperó que ella hiciera el primer movimiento.)
-Hace dos días esto era una locura pero hoy se ha salido de toda predicción.-
(Nan se acercó más a Zaris mientras que él pasaba saliba y acercaba su mano derecha al rostro de ella.
Se quedaron viendo muy de cerca hasta que los dos saltaron por los labios del otro. Nan lo tomó de la camisa y lo jaló hacia la cama, él se sacó los zapatos y se fue sobre ella terminando uno al frente del otro completamente acostados sobre la cama. Era un gran beso apasionado, un beso muy largo, Zaris no quería tocar su cuerpo a pesar que cedía al latir de su corazón, sentía que si la tocaba podía hacerle daño y entonces ella se arrodilló en la cama y dejó caer la bata de baño al suelo. Él sólo podía ver sus ojos y percibió mucho deseo en su rostro.
Él se fue hacia su cuerpo quedando de rodillas frente a ella, Nan tomó su camisa e intentó abrir los botones mientras lo besaba pero él al ver la demora lo subió por su torso y se la sacó por encima de la cabeza. Se miraban y se besaban, no dejaban de verse a los ojos, lentamente fueron deslizándose, Zaris estaba sobre ella pero no por completo entonces Nan al ver que él usaba una mano para intentar desabrochar la correa del pantalón comenzó a hacerlo hasta retirarlo de su cintura, abrió su pantalón y él lo deslizó junto a su ropa interior.
Los dos estaban completamente desnudo sintiendo el calor de sus cuerpos encendidos sobre su piel, se besaban mientras él se acomodaba sobre ella y recorría con su mano derecha sutilmente por el borde de su cuerpo hasta llegar a sus piernas. Ella lo abrazó por la espalda y sus besos eran cada vez más apasionados.)
-Voy a hacerlo.-
-¿Por qué me lo dices?-
(Sus voces se entrecortaban mientras sus caricias eran cada vez más apasionadas y sus corazones latian a mil por hora. Nan enrolló sus piernas sobre las caderas de… Mientras Zaris se acomodaba más cerca a su pelvis, entre sus piernas para poder unirse a ella.)
-¡Te amo!-
(Repetía Zaris mientras comenzaba a hacerle el amor. Ella solo se entregó mientras su cuerpo ardía de placer, él besaba su cuello y Nan enterraba sus dedos en su espalda. Así estaban como una solo persona al compás del calor. Ella gemía queriendo grabar el momento en su cabeza y mientras más fuerte lo hacía él sentía que se derrumbaba por dentro de tanto placer acompañándola después en un coro de susurros. De pronto Nan lo mira a los ojos y lo empuja con sus manos. Él se sorprende y tiembla su estómago de temor pero ella lo empuja más fuerte haciendo que él se arrodille frente a ella. Nan se levanta y lo empuja contra la cama y ella sube sobre él para besarle mientras se unían nuevamente y se dejaron perder en la claridad de su deseo, sentían tan bien que tenían culpa de todo lo que pasaba.
Nan comenzó a sentir un cosquilleo que llegaba a su estómago y bajaba de su cabeza que hacía acelerar su corazón, hacía el aire salir de sus pulmones dando el último suspiro de placer cuando Zaris sintió descansar el cuerpo de Nan sobre él, en ese instante la abrazó de la cintura y dejó explotar la sangre de su corazón por todo su cuerpo mientras la cabeza de ella se apoyaba en su pecho él daba los últimos estragos de tensión gimiendo más alto que antes hasta quedar sin aire.
Al terminar muy agotados él la acomoda junto a su cuerpo para abrazarla, pero luego se levanta para buscar una sábana dentro del ropero, ella había quedado desmayada de cansancio.
Zaris se quedó parado con la sábana blanca en sus manos contemplando el cuerpo delicado de Nan, tenía la piel de un ángel se repetía en la cabeza mientras seguía viendo su cabello y sus manos, estaba a punto de estirar la sábana sobre ella pero se dio cuenta que fue suya y nunca antes había sido de nadie más. Zaris cerró y abrió los ojos muy lentamente mientras cubría su cuerpo junto al de ella y deslizaba su brazo izquierdo sobre su cintura para acercarse más a ella, estuvo despierto por media hora más hasta que se quedó dormido.)
-¡Buenos días señor acosador!-
(Él entre dormido le respondió arrastrando las palabras.)
-Aún no amanece pequeña. Déjame soñar un momento más contigo.-
(Nan se acercó a él sobre el lado izquierdo de la cama y le dijo despacio y en voz baja.)
-Aún faltan dos horas y media para alistarnos e ir a trabajar.-
-¿Qué hora es, pequeña?-
-Cinco de la mañana.-
-Por qué despertaste tan temprano.-
-Siempre me levanto a esta hora y además necesitaba darme un baño y sacar la sábana debajo de nuestros cuerpos, estaba muy sucia.-
-Sí pequeña, déjame dormir cinco minutos más por favor.-
-Estaba esperando para ver… Si había la… Posibilidad de bañarnos…-
-Ahhhh,Ya se me quitó el sueño.-
(Zaris se levantó rápidamente de la cama cubriéndose sus genitales con una esquina de la sábana.)
-¿Qué estás haciendo?-
-Lo siento es el pudor inconsciente.-
-Pero acabamos de tocarle al otro todo el cuerpo.-
-Disculpa, espero no haberme sobrepasado.-
-Hahaha eres muy cómico al poner esa voz seria y al mismo tiempo hacer una broma.-
-No es broma… Mi amor.-
-Eres un hombre diferente al que pensé que serías.-
-Y tú eres más fría de lo que imaginaba…-
(Nan se acercó a él y recargó sus manos sobre su torso desnudo, se acercó más a sus labios y le dio un beso pequeño. Luego se recargó en su pecho y lo abrazó muy fuerte.)
-¿Qué te dice mi abrazo?-
-¿Que me amas también?-
-El amor es algo que no se puede explicar con palabras y no basta decirlas una y otra vez. El amor en el que creo es de acciones.-
-No tiene nada de malo decir que amas a alguien si eso es lo que siente el corazón. Pero si quieres amor con acciones entonces solo tienes que casarte conmigo.-
-Hahaha Eres muy apresurado.-
-No, es que no quiero arriesgarme a perderte y si más antes te tengo menos tiempo tiene el hombre que está afuera queriendo conquistar a una chica como tú, tan inteligente y hermosa. ¡Vamos! ¿Te casas conmigo?-
-Qué poco romántico, esperaba que me pidieran la mano de una forma diferente.-
-Yo esperaba que dijeras que me amas. Los dos hemos sido desilusionados por el otro.-
-Y yo te repito que no me conoces todavía.-
-Y yo solo quiero saber si te casarás conmigo o no. Sino entonces no podremos estar juntos de nuevo como hoy.-
-Déjame en paz con esas cosas yo no había planeado esto que pasó… Pero… Me enamoré ¿Qué podía hacer si estabas haciendo el tonto en mi puerta y te veías tan atractivo? Tú en cambio sí planeabas esto. Según tú te enamoraste de mí porque un día escuchaste que hablaba de mi hombre ideal. ¿Cómo crees que puedo creer eso?-
(Zaris se sintió muy decepcionado.)
-Tengo que irme, tengo trabajo que hacer.-
-Si deseas irte hazlo. Pero primero date una ducha.-
-No voy a darme una ducha en la casa de alguien que no me ama.-
-Buu me haces llorar con esas palabras.-
-Yo solo quería entregarte mi corazón pero tú… Tú solo querías vengarte.-
-Eres un tonto. ¡Sal de mi casa y no vuelvas a llamarme!-
(Zaris se vistió muy rápido y completamente callado se fue del apartamento de Nan.)
***
(Entonces Zaris despertó de un mal sueño y vio su reloj, eran casi la una y media de la mañana y aún estaba en su auto. No podía encontrar su teléfono así que se dio cuenta que lo del beso había pasado y por eso no tenía el celular.
No pensó en ir de nuevo a casa de Nan así que arrancó el auto y se fue.)
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