-¿Michael, a qué hora llegarás? Es que saldré temprano con papá. Voy a comprar un Mini Cooper Negro, para usarlo como transporte. Son casi siete de la noche.
-Pensé que no sabías conducir.
-No pero empecé mis clases, espero tener el carné en dos semanas. Mientras tanto papá le pagará más a su Chófer.
-Oh es interesante, pero no va a ser necesario después de hoy. Ya casi llego a tu casa. ¿No hay manera de que tu papá vaya solo? es que necesito verte.
-Sí está bien, no voy hacer que regreses, dame un segundo.
Me fui donde papá mientras dejé mi celular sobre la mesa de la cocina.
-Papá no podré ir. Michael vino por mí.
-Pero tú dijiste…
-Papá es que yo no sabía la hora que iba a llegar, mejor vamos mañana.
-No hija, ya quedé con Tony en llegar a la hora que me sugirió. Así que te traigo el auto y lo dejo en la cochera.
-Muchas gracias papá y disculpa la molestia.
-No te preocupes, de todas maneras tenía que ir a hablar con él. Bueno… ¿Entonces nos vemos más tarde para cenar?
-¿Qué milagro quieres cenar conmigo?
-Sólo era una invitación, pero si estarás ocupada entonces está bien, podemos hacerlo otro día.
-Perdón papá, es que no sé la hora que regrese a casa.
-Está bien hija. Nos vemos.
Me fui rápido por el celular y Michael estaba cantando una canción. Me quedé escuchando atenta. Pero de casualidad tiro el tenedor que usé para comer mi sandía en cuadrados.
-Hola, ¿Estás ahí Saly?
-Sí perdón, estaba escuchando tu canción.
-Jajajaj, Saly, qué pena!
-No te preocupes, creo que sabes que tienes una hermosa voz.
-Haces que me sonroje…
Dijo con timidez.
Entonces papá interrumpió al entrar a la cocina.
Llevé el celular hacia un lado mientras él me decía.
-Tu amigo está afuera. Yo ya voy de salida, me avisas cualquier cosa que necesites.
-Gracias papá.
-Ahí voy Michael.
-Sí, estoy afuera, linda.
-Ok.
Salí y Michael me dio un corazón de felpa que decía “te amo”. Lo raro aquí es que literalmente era un corazón con venas y arterias y una cara feliz pintada en el centro.
-Michael, no te hubieras molestado. ¡Está hermoso!
Se puso rojo y dijo.
-Pues es… Lo compré pensando en ti. Es mi corazón. Ven, sube al auto, linda.
Me hizo subir, tomando de mi mano con sutileza y luego subió él detrás de mí, al estar dentro del auto se escuchaba una canción de fondo con una letra preciosa…
-Quiero que hoy pases el día más hermoso de tu vida, el día más romántico, el más feliz… Estoy enamorado de ti, Saly Willbrand. Es momento de abrir tu corazón, de comenzar de nuevo… No tiene sentido pretender que todo ha acabado
Las malas rachas no se van porque sí
Tienes que sacudirte esa pelusa del hombro
Es momento de que te abras
Y tengas un poco de fe
Nada bueno viene con facilidad
Todas las cosas buenas llegan en su debido momento
Vaya que sí
Tienes que tener algo en qué creer
Te estoy diciendo que abras tu mente
Tienes que poner el corazón en marcha
Si quieres hacerlo bien
Tienes que levantarte e intentarlo
Tienes que poner el corazón en marcha
Si quieres hacerlo bien
***
Estaba cantando esa canción, la canción era suya, pero él acompañaba la misma letra… Él me lo decía, me lo hablaba.
-Tengo un regalo para ti.
Me quedé callada y asentí con la cabeza.
-Voy a taparte los ojos con este pañuelo, y hasta que lleguemos donde quiero llevarte, tan sólo ahí te quitarás el pañuelo.
-Está bien, yo confío en ti.
Entonces me tapó los ojos. Estaba muy nerviosa y no sabía qué estaba planeando.
Así esperé por mucho tiempo hasta que el auto se estacionó y me ayudaron a bajar del auto. Luego me guiaron, no sé a dónde, lo sentí como un tiempo regular y sí caminamos mucho. Después de unos minutos más me quedé quieta en un lugar, ahí de pie. Y uno de los guardaespaldas me dijo que podía sacarme el pañuelo después de contar hasta veinte.
En eso escuché que se cerró la puerta. Y “Pum” Al fin pude ver el hermoso detalle que Michael había hecho para mí.
Estaba dentro de una habitación, la puerta estaba abierta pero debajo de mis pies había un rastro de pétalos de rosas, Michael no estaba ahí, pero había una carta.
Sí sigues el camino comenzará algo nuevo en tu vida. Si vas a la derecha estaré en tu vida pero a un precio muy alto, si vas a la izquierda estaré en tu vida pero habrán limitaciones y quizá te vea de lejos. Cuando estés segura de lo que decidas. Yo estaré también seguro de que hiciste lo correcto. Pero no te preocupes, en cualquiera de las dos estaré siempre para ti. ¡Te amo!
No tenía idea de lo que me estaba pidiendo, no sabía si estaba pidiendo que sea su novia o que sea su amiga.
Pero pensé y repetí muchas veces esa carta hasta que llegué entre esa separación de la derecha y la izquierda. Y me dije a mí misma que las cosas que cuestan y las más difíciles son las que valen la pena seguir. Así que fui a la derecha y entré a esa habitación por el camino de pétalos, velas pequeñas y aroma a vainilla y madera.
Entré y era hermoso, una cama enorme con cubrecamas, sábanas, almohadas blancas que le daban un aspecto a una nube grande y hermosa. Muchas velas en los rincones de la habitación, corazones con gas que dejaban caer la cinta mientras ellos volaban en el techo. Las luces no estaban pero sin darme cuenta sólo entré y escuché una voz que dijo…
-Siéntete cómoda…
-Es la primera vez que hago esto…
Era la voz de Michael muy sexy.
–Nunca traté hablar de esto… Esto sonará bien en mi interior… Sólo pienso en ella…
Comenzó un fondo musical, lento y romántico y se encendieron las luces detrás de mí y no podía creer que veía a Michael en un pequeño escenario de al menos dos metros cuadrados, un micrófono de esos antiguos. Él sujetaba la varilla que sostenía el micrófono tan coqueto y sexy. Vestía una bata de dormir de color negro con brillantes en el cuello de la camisa, estaba descalzo y una sonrisa conquistadora y provocativa. Un chasquido de sus dedos prendió las luces de una de las lámparas, era una luz tenue que iluminó dos copas de vino y una botella dentro de un cubo con hielo.
Y comenzó la magia…
Él iluminado con dos luces sobre él, directamente sobre un camino recto hasta el piso. ¡OH se veía tan sexy!
Y me convirtió en una Fan enamorada que cumplía el sueño de escucharlo cantar para ella sola…
Al terminar de escuchar toda la canción, ahí sobre el escenario me dijo.
-Sé mi chica por favor! ¡Se mi novia, Saly!
¿Qué hubieran hecho ustedes si escuchaban eso de sus labios, iluminado así, con su perfume de madera caoba que se impregnaba en mi ropa tan sólo por estar ahí?
-Yo quiero ser tu novia!..
Se bajo y con ese mismo fondo musical, comenzó a acariciarme, me besaba una y otra vez, me dejaba sentir sus labios con delicadeza pero después empezamos a dejarnos llevar. Comenzó a desvestirme hasta dejarme en ropa interior. Lo estaba haciendo con tanto cuidado y sutileza.
-Vas a conocer… Mi lado irreflexivo, Saly.
-Jijijjj…
-Teme un poco nena.
-Estoy nerviosa pero me siento me siento bien…
Le dije en susurros cerca de su rostro.
Y él tenía razón… Adiós al Michael tierno y modoso y “Hola a Giacomo Girolamo Casanova”
Se quitó la bata y se quedó en un boxer negro que me hizo imaginar mil cosas con él… No se me pasó por la cabeza verlo así alguna vez… Y sólo nos besábamos más y más, eran besos tan apasionados que nunca los había visto en mi vida ni por televisión, mientras me besaba acariciaba mi cintura y él se pegaba más a mí. Me dejaba sentir el éxtasis de su cuerpo mientras que mi vientre comenzaba a quemar de ganas. Nos besábamos más, era tan intenso que no podía soportarlo, me hacía retroceder un paso… Así un paso más… Y otro y otroooo… Con sutileza me acorraló hasta el borde de la cama… Otro paso hacia atrás y ya no podía moverme, me obligó con su cuerpo a dejarme caer sobre la cama.
Un mundo de caricias era lo único que podía observar una cámara de fotos… Con cada caricia entraba hasta mi alma esos toques calientes y de electricidad. Me dejé llevar en medio de los besos que rodeaban mi cuello y bajaban entre mis pechos ahí sobre la cama. En este punto ambos desnudos sintiendo la piel del otro…
Una de sus manos sostenía mi muslo con tanta delicadeza mientras estaba sobre mí. Le dejé explorar cada rincón de mi cuerpo con sus labios… Ohhh sólo podía escucharme suspirar y cantar conmigo la misma canción…
Mi respiración saludable pasó a ser el apnea de mis pulmones porque mi corazón estaba acelerado, mis venas en todo mi cuerpo gritaban la unión, querían una alianza con fuerza pero él esperó el momento justo en ese mar de caricias… Pasa estar sutilmente unidos y abrirse paso entre nuestra piel que se había humedecido. Michael llegó hasta lo más profundo de mi corazón, estábamos enamorados.
Él estaba tan caliente, su cuerpo quemaba como la fiebre en un niño pequeño, su piel era suave y cuidada, ardía como menta en la boca pero dulce en las papilas de mi lengua… Su sudor de caoba y el mío por el calor de las velas nos refrescaba, ponían la temperatura perfecta, la tibieza de nuestra unión. Era como su música, eran sus labios en los míos mientras los tonos no cambiaban de ritmo. Ese erizar de mis vellos al sentir su aliento en mi cuello… Oh me estaba matando de ganas! Quería gritar sin ruido… Cuánta energía en sus caderas… Qué experto bailarín era!!!
Me hizo el amor tan lento como una de sus mejores baladas, y usaba más energía que cualquier “bad” en un escenario en vivo… Qué hombre! Era tan increíble, me hacía temblar tan sólo con tocarme.
¿Dónde escondías ese hombre, Michael? Me pregunté cuando los dos terminamos rendidos…
Me quedé dormida sobre su pecho y después de mucho tiempo entre las nubes abrí los ojos y él me observaba con una copa de vino en su mano, apoyado sobre uno de sus codos.
-Hola ángel, pensé que no ibas a despertar…
Él estaba susurrando…
-No pensé que hubiera un hombre tan sexy y enérgico dentro de ese Michael tierno y educado…
-Jajaja pequeña lo que permanece en secreto es más interesante.
-Qué interesante es… jijij.
-Gracias…
-¿Por qué lo dices?
-No lo sé… Por dejarme…
-¿Por dejarte?
-Por dejarme estar en tu vida… Las cosas que vienen para mí no son fáciles pero te prometo que si tienes paciencia. Yo estaré ahí.
-Michael, te daré lo mejor de mí…
-Te lo agradezco no sólo por hoy sino por hace meses atrás. No sabía qué era la soledad hasta que te fuiste. Me hiciste pensar tanto… Han pasado muchas cosas locas por mi cabeza… Pero no me es fácil dejar de ser Michael y ser el hombre que tú mereces. Todas las veces que te vi en secreto. Seguí llendo por ti a esa playa para estar seguro de tu decisión… Y no te perdí de vista. Chris estuvo ahí para ayudarme y decirme cómo estabas. Y si te preguntaste si era el mismo oso el que te llegó después de tu cumpleaños… Pues sí era.
-¿Le dijiste a Chris que habíamos terminado?
-No. Le dije a Chris que estaba muy ocupado y que no podía hablar mucho contigo.
-Entonces seguiste yendo a esa playa… Porque yo dejé de ir por un tiempo.
-Saly… Tengo tanto miedo de lo que pueda pasar. Muchas personas me quieren ver en la cárcel y me odian. Quiero rendirme a veces.
-¡No lo hagas, Michael!
Se acercó a mí oído y me contó algo muy triste que hizo que mi corazón se estrujara.
-¡No lo hagas, Michael! No es necesario hacer eso.
-Es que puedo posponerlo por un tiempo pero pronto no podré aguantar más. Las cosas que vienen son difíciles, son muchas cosas las que están en juego y quiero un motivo grande para tomar decisiones.
-Yo te ayudaré, lo prometo. Sólo dime, ¿Qué hago?
-Yo… Quiero un bebé… Un bebé contigo. (Me quedé helada)
-Oh Michael pero eso me parece muy apresurado.
-Pero sabes bien que podemos cuidarlo.
-Es que ya tienes dos niños y… Yo siento que casi no tienes tiempo con ellos.
-Pero con el último no será igual… Te prometo que todo después de él no será igual…
-Michael, me asustas. ¡Mírame, dime si no estás jugando!
-No lo hago. ¡Cásate conmigo por favor!
-¡Michael, casarse no es un juego!
-Lo sé, ¡Por favor cásate conmigo!!
Lo dijo con una voz quebrada, él estaba a punto de llorar, y yo tan confundida.
-Si me preguntas si me casaría contigo, sí lo haría pero al menos hay que tener un noviazgo.
-SÍ Saly, pero sabes las creencias que tengo y el respeto que debemos tenerle a Dios. Hoy hicimos el amor pero… No está bien…
-Lo sé, lo sé ¿Por qué no lo mencionaste antes? Quizá nos hubiéramos esperado a que esto pase… ¿Y cuándo, cuándo?
-No lo sé, mientras más pronto mejor. Debemos de casarnos, Saly.
-Michael, no sé qué decir, al menos ahora no sé qué decir.
-Yo sólo quiero saber que me amas.
-Yo te amo Michael… Pero dame chance de aceptar esto, al menos déjame planearlo en mi cabeza.
-Claro que sí, pero debes darme la respuesta pronto. Una semana cuando mucho, después de eso te diré todo a su tiempo.
-Vaya, está bien.
-¡Oh Saly, soy tan feliz!
-¡Y yo lo soy Michael!
Él sólo me dejó pensando mientras seguíamos acostados… No tenía ni idea de qué decirle… No sabía qué hacer.
Dejó la copa a un lado en la mesa de noche y colocó su cabeza en mi hombro como un bebé mientras con su brazo izquierdo me rodeaba la cintura.
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Por qué Michael le pidió eso a Saly???
Qué planeaba Michael, por qué tanto misterio???
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