Mi Escondite Secreto Capítulo IX De regreso a La Playa

Hoy en la mañana recibí la llamada del Señor Jacob, había pasado cuatro días desde el restaurante, y me sentí aliviada cuando me dijo que no podría reunirse conmigo hasta dentro de un mes porque tendría un viaje de negocios a un estado del norte y que si le podía esperar para hacer lo del permiso.

Fue un alivio para mí porque lo del permiso fue algo tonto que se me ocurrió para tener una escusa de acercarme a Michael.

Todo quedó en espera en cuanto esos asuntos y yo sólo regresé a esa playa tan hermosa, a mi escondite secreto.

Eran como las seis de la tarde y decidí darme un baño en esas aguas tibias de la orilla después de que estas habían recibido la luz del sol todo el día.

Había dejado mis cosas dentro de mi cama en el bungalow y pensaba en quedarme a dormir, iba a utilizar la regadera angosta que en ella estaba y ese jacuzzi vacío para relajarme. Mi mente sólo se perdió en esos tonos naranjas del cielo, en lo suave del agua salada entre mis dedos.

Salí del mar y me puse un pareo para cubrirme, la arena aún estaba tibia y se sentía muy bien en mis pies. Así me fui caminando hasta la entrada del bungalow.
Pasé, entré a la regadera, me di un baño muy relajante con agua fría (Era una ducha portátil la cual había instalado en casos como estos de nadar en el agua salada del mar) 

Salí del baño y estaba completamente desnuda sobre la cama y las toallas que había llevado. Tenía calor. Luego me levanté y me puse una blusa blanca sin mangas y un short azul marino con tirantes. 

Ahí me quedé dormida.

***

Al despertar ya era de noche, me levanté y fui hacia la puerta del bungalow y me di cuenta que estaba abierta.

Luego salí afuera y empecé a caminar descalza cerca de la piscina y seguí caminando hasta llegar a la parte de atrás del estacionamiento y vi un auto.

¡Huuyy! Era el auto del chofer de Michael, me puse nerviosa e hice como si no lo hubiera visto y regresé al bungalow. Pero al llegar a la puerta tenía miedo de que Michael estuviera adentro. 

Así que caminé con cautela desde que estaba en la entrada y fui a la habitación pequeña, la que usábamos Michael y Yo. Porque yo estaba en la habitación trasera.

Me pregunté ¿Sabrá que estoy aquí?

Entré un poco más y vi la puerta corrediza de papel con una abertura de quince centímetros, me asomé y ¡PUM!

Ahí estaba él, inocentemente dormido sobre la cama, su saco estaba en el armario de madera blanca en un colgante.

Comencé a observarlo, se veía muy tierno y súper dormido. Quería entrar y despertarlo pero retrocedí y fui a mi habitación sin hacer ruido.

Llegué frente a la cama y me acosté en ella para poder quedarme dormida. 

Comencé a soñar que él entraba a la habitación y se acomodaba detrás de mí rodeándome con su brazo derecho mientras que estábamos acostados, sentía también los besos de mamá en mi mejilla derecha, sentía que mamá estaba ahí. En el sueño era de día y el sol me quemaba, caía sobre mis piernas.

Entonces me exalté al escuchar un ronquido ahí en mi sueño y desperté porque mi corazón latía muy rápido.

Abrí los ojos y quería reír jajajaj, vi la mano de Michael sobre la cama, su brazo estaba sobre mi cintura, veía su muñeca y esa pulsera roja que siempre usaba.

No quería levantarme porque lo despertaría pero sentía muchas ganas de hacer pipí y me tuve que aguantar.

Entonces sentí que despertó, movió su brazo que estaba sobre mi cintura y con mucho cuidado se levantó de la cama pero no escuchaba pasos, estaba segura que se había quedado de pie esperando que despierte pero yo no estaba preparada para hablarle, estaba muy nerviosa y de pronto…

-Heyy Saly!

Susurró. 

Hice como si no hubiera escuchado.

-¡Saaalyy, hermosa!

Entonces me moví pero seguía dormida “supuestamente”

-¡Saaaalyyy!

Habló un poco más fuerte mientras tocaba mi hombro al sentarse en el borde de la cama. Dejó su brazo ahí sujetando el mío.

-Papá, sólo unos minutos…

Dije somnolienta como si estuviera despertando pero no abrí los ojos. Me quedé boca arriba al moverme.

Entonces comencé a sentir su respiración cerca de la mía. También que uno de sus brazos se apoyaba en la cama pasando por encima de mí. Y su otro brazo cerca del borde de la cama.

Yyyyyyyy…

Me besó.

Pegó sus labios con los míos, apenas rosando con suavidad y calidez… Se quedó un momento sobre mis labios, un momento que para mí fue corto y luego…

Se fue…

Al levantarme encontré una rosa sobre una postal.

La postal me hizo recordar a Chris pero yo estaba segura que fue Michael el que había estado ahí.

Tomé la rosa y la postal…

“Querida Saly 

Estuve contigo esta noche, pude oler tu perfume nuevamente.

Aún siento que estoy enamorado y cuando estás frente a mí… Ohh Saly, me haces sentir mariposas en el estómago!

Hoy regresaré a nuestro escondite en la tarde al caer el sol. Es que… Quiero hablarte.

Att. Michael, siempre tuyo.

pdt: Perdóname por no haberte llamado tantos meses y es que… No he podido dejar de pensar en ti…”

Cuando terminé de leer se dibujó una sonrisa en mi rostro y fui de inmediato a casa.

No sabía qué hacer porque habían pasado muchos meses y no me había mandado si quiera un mensaje. Necesitaba el consejo de alguien, alguien con experiencia.

Opté por mi peor elección… Hablar con papá… ¿Qué me dirá él?

Me quedé meditando sobre mi cama… Pensando y pensando, me dio mucho sueño…

……………………………………………………………

Muy valiente me atrevo a pedirle su atención al estar frente a él. Con mucho drama y mucha sutileza le dije.

-Papá, te necesito en este momento, tengo un problema de varios meses y quizá sabes a lo que me refiero. Me siento mal, necesito de tus consejos.

Suspiró mientras seguía viendo el periódico y su laptop.

-Me temo que llegó el momento que tanto no estaba esperando. Sabía que iba a pasar aunque lo había estado evitando. Me vas a decir que estás enamorada o peor que estás embarazada.

Dijo suspirando, resignado y con la mano en la cabeza.

-Estoy enamorada y no he podido sacarlo de mi cabeza.

-Te embarazó o no?

-No papá, nada de eso.

-Uff algo menos de qué preocuparse… Entonces tienes que contarme qué pasó con él. ¿Se acostaron? ¿Han tenido contacto sexual más que la amistad?

-SÍ papá se puede decir que sí…

Papá transformó su cara de sobrio a bomba con mecha prendida.

-Pero me refiero a específicamente hablando… ¿Ya han tenido una relación íntima, se han visto desnudos?

-SÍ nos hemos visto desnudos…

Comencé a llorar y él se levantó y comenzó a gritar.

-¿Cuál es tu problema Saly? ¿Qué te pasó? ¿Acaso mamá y yo no te hemos hablado de eso? Una cosa es el enamoramiento y otra las relaciones íntimas. Corres mucho peligro ante eso. Te hemos dicho eso muchas veces. ¿Sabes a caso lo difícil que es haberme quedado sin tu mamá? Tú a caso no te pones a pensar en lo que ella te decía. Ella era una mujer buena y siempre quería lo mejor para ti. ¿Quién es el chico? ¿Cómo se llama, dónde vive? ¿Vas a verlo hoy?

-Espera papá, te voy a contar todo. Nosotros nos conocimos en la playa, él es más grande que yo…

-¿Qué tan grande?

Interrumpió con una vena saltando de su frente.

-Papá, él es más grande que yo. No sé su edad pero es un hombre centrado y preocupado por negocios como tú. Lo conocí en la playa, casi nos veíamos todos los días como amigos. Un día vino a casa y se quedó a dormir. Pero no te preocupes, no pasó nada. Luego seguimos conversando tan sólo con nuestra amistad, eran tres semanas y media y me invitó a su casa y me presentó a su mamá, hermanos y amigos, vimos una película juntos, todos…

-Fue el día que su mamá llamó para que te quedes, estoy seguro.

-SÍ papá, ese día dijo delante de todos que era una bendición en su vida y que me agradecía por mi amistad. Pues… Ese mismo día en la noche habían preparado una habitación para mí en su casa pero yo decidí quedarme con él en su habitación. Porque él me lo sugirió y yo le dije que si me iba a ir a una habitación sola pues que prefería venir a casa. A lo que él aceptó traerme a casa pero yo insistí en quedarme…

-Mmmm, no ves… Me da coraje, Saly!

-Esa noche me dijo que estaba enamorado y me pidió que fuera su novia. Yo acepté. Nos quitamos la ropa para quedarnos en interiores y nos acostamos en la cama. Él me besó, yo a él y nos besamos más…

-Yyyyy. Ayyy Saly!! ¿Por qué me haces esto?

-Papá, no pasó más. Los dos nos dimos cuenta que no estaba bien la forma en que nos estábamos apresurando a hacer cosas que quizá no estábamos seguros de hacer. Por lo que nos quedamos dormidos hasta el amanecer, así abrazados. Al despertar discutimos acerca de la relación y yo le aclaré que no quería un padre en nuestra relación porque ya tenía uno pues que casi no tenía tiempo para mí…

Comencé a llorar 😢 😢

-Salyyy perdóname, yo soy el culpable de que te hayas fijado en un hombre mayor.

-Eso no es lo malo, él es muy responsable. El problema es que siempre está ocupado como tú. Ese día nos dejamos de hablar, el día que dormí e su casa y no me habló hasta hoy que me ha dicho que piensa en mí y que sigue enamorado. Pasaron muchos meses y no me escribió ni me llamó, tan sólo porque me vio me volvió a llamar.

Papá se había acercado a mí, me estaba abrazando mientras yo le terminaba de hablar.

-Yo tengo la solución para averiguar lo que quiere en realidad. Yo hablaré con él.

Me sobresalté y me alejé de papá… (Puse cara de asustada)

-No papá, lo vas a espantar.

-¿Quieres averiguar qué quiere o no?

-SÍ papá pero…

-Pero nada, vas a ver que se queda o se va, una de dos.

-Huyyy papá…

-¿CUÁNDO lo verás?

-Hoy en la tarde, casi cinco de la tarde…

-Está bien…

Me comenzaron a temblar las piernas…

…………………………………………………………….

Entonces desperté bruscamente y eran cuatro de la tarde… Se me había ido el tiempo y tenía que salir corriendo.

Hice tiempo récord para bañarme y ponerme un short verde y un suéter blanco de lana y mangas largas, me puse unos tenis blancos y solté mi cabello.

Durante el viaje en el auto de papá recordé la primera vez que visitaba el escondite. Fue muy emocionante encontrar un lugar sólo parar mí, recuerdo el atardecer 🌇 el sonido de mi celular al sacarme los audífonos. Recuerdo a Steve Wonder, esa melodía de su canción que unos días antes papá me dio.

Entonces en ese instante saqué mi celular de la cartera mientras seguía contemplando el viaje frente al mar, luego tomé mis audífonos y abrí la carpeta que Michael me pasó con sus canciones favoritas de él, entre ellas estaba “she’s out of my life” y “I just can’t stop loving you”… Mi celular era moderno, podía guardar hasta diez canciones en su memoria interna. Y me quedé ahí escuchando toda la canción.

sentía que antes la había escuchado, cuando era pequeña, recuerdo que viajaba a la ciudad, era de noche y había lluvia, mamá se había dormido del lado derecho del auto en los asientos de atrás, papá estaba conduciendo y yo recostada del lado izquierdo del auto viendo la ventana y el vapor de mi respiración, mi ojos se cerraban, ese instante volvió de inmediato, mamá cerca de mí, la podía ver dormida durante las primeras melodías… Qué momento! Sólo es el pasado.

I just can’t stop loving you

Al terminar la canción que escuchaba, tan sólo faltaba dos metros para llegar al paradero de la playa.

Bajé y caminé muy lento con temor en mi corazón, iba hacia ese escondite frente al mar. No sabía qué hacer, no sabía qué decir.

Papá no estaba conmigo en ese instante.

Entonces, cuando faltaba cien metros decidí sólo estar callada y esperar a ver qué me decía él y comportarme de acuerdo a la situación, no diría nada, tampoco preguntaría nada, ni reclamaría nada. Todo sería como el primer día que nos conocimos.

Me pondré frente a él y seré amable y amigable.

***

Cuando estaba más cerca, a cincuenta metros. Él sale del bungalow y me ve a lo lejos, detrás de él sale su amigo el chófer y se aleja por la derecha hasta perderse entre las palmeras para llegar al estacionamiento. 

Al ver a Michael sentí que algo tiraba de mí por dentro desde mi garganta hasta mis intestinos, no podía creer las ganas que tenía de sonreír, de correr y abrazarlo pero me aguanté y sólo lo contemplé con seriedad.

Él también se detuvo y sólo veía hacia donde yo estaba sin más. No hacía nada más.

Y al fin se decidió y caminó hacia mí, mirándome fijamente a los ojos, cada vez más y más cerca. Hasta que estuvo a un metro de mí… (Sonrió)

-Hola, soy Michael, estaba por aquí pensando que podría encontrar a alguien para charlar. Me encantaría conocerte, ser amigos o lo que Dios decida para los dos. Soy cantante y compositor.

-Hola, soy Saly… Tengo 21 años de edad, trabajo mucho escribiendo y me encantaría que nos conozcamos. Es un gusto Michael!

Extendí mi mano mientras yo me hablaba a mí misma y decía. “Pensó lo mismo que yo”

_____________________________________

¿Qué pasará ahora? 

NOTA

La vida de Saly comienza a cambiar no sólo su entorno social y las ganas de esconderse de todo sino que aprende de sus errores… 

Ella… comienza de nuevo…

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