Lista de capítulos
Capítulo II
Kazaky el Japonés
La mañana del 22 de Agosto ya me encontraba en Alexandra, hospedado en un no muy modesto Hotel de paso. Por la tarde después de un ligero entremés que consistió en una lata de atún y galletas saladas me puse en marcha hacia la taberna del Arrecife lugar donde según mi alumno su padre había conseguido la ejemplar figurilla, que por cierto llevaba con migo en ese momento. No tardé mucho en dar con el lugar ya que gozaba de muy mala reputación, la taberna era un lugar muy hostil repleta de marineros ebrios y olorosos.
Después de 2 horas aproximadamente apareció Parrash el vagabundo del pueblo, era justo como me había dicho el estudiante. Rápidamente le invite unas cervezas que el acepto sin demora sentándose a mi lado en uno de esos desgastados banquillos de madera podrida, después de unas cuantas cervezas comenzamos una acalorada charla, no sin que los marineros se rieran de mi claro.
El ebrio no tardo en contarme su vida de antaño como un respetable comerciante y cosas por el estilo, pero rehusaba fervientemente a hablar de la estatua y no fue hasta que se la mostré que accedió a hablarme de ella no sin antes tranquilizarlo por varios minutos ya que el ver la estatua casi lo llevaba al borde de la demencia total. Después de verla detenidamente por algunos minutos me contó que la había recibido hace 50 años, de un marinero japonés que había encontrado inconsciente en la costa de Dunedin mientras daba una de sus frecuentes caminatas nocturnas por la playa. Parrash lo llevo a su casa, donde permaneció inconsciente 3 días más antes de que recuperara el sentido.
El Japonés de nombre Kazaky le contó que él y un grupo de 20 marinos más habían partido de Japón en dirección a la Antártida con la intención de cazar ballenas pero perdieron el rumbo y dieron con una pequeña isla que hasta ese momento no conocían y que aparentemente no aparecía en los mapas actuales (cosa que más adelante pude comprobar) Esta isla ala que llamóla isla maldita; ahí perdió a sus hombres en una batalla campal y fue gracias a esa batalla que logró robar la estatua. También le contó como escapó de sus perseguidores logrando huir con la estatua a la luz de la luna, refugiándose entre los grandes árboles de cuando en cuando, sus perseguidores le daban alcance y por asares del destino el cayó en un gran charco de lodo por lo que sus captores le perdieron la pista.
Con la ropa hecha jirones, sangrando y muy lastimado; logró llegar hasta su ballenero al cual puso en marcha de inmediato, pero una maquina tan grande no avanza de un momento a otro; mientras el barco lentamente se ponía en movimiento Kazaky pudo observar con horror como los hombres que hasta hace unos minutos había perdido lo habían encontrado y se acercaban nadando muy rápida mente, de una forma casi inhumana, parecían renacuajos que iban a su encuentro y no tardaron mucho en darle alcance por lo que Kazaky se enfrasco en una lucha por su propia vida.
Los hombres si es que así se les puede llamar vociferaban letanías en un idioma desconocido para él, desesperado, tomo su rifle y comenzó a disparar al agua, cosa que los alejo un poco del barco pero no tardó mucho en que comenzaran a subir por las cadenas del ancla, Kazaky usó sus pocas municiones disparando al agua por lo que tomó un grande tuvo de metal asestando un contundente golpe en la cabeza a cada uno de estos seres que lograba subir por la proa.
Según dijo no recordaba en que momento perdió el conocimiento ni tampoco sabe cómo llego hasta la costa de Dunedin. Por ultimo le comento que había visto el infierno mismo, que sus hombres fueron sacrificados en honor a un blasfemo dios en el que los lugareños creían y le dijo que había salvado al mundo del mal.
Parrash lógicamente quedo intrigado con esa historia, y busco sacarle más información sin conseguir ni una palabra más de la boca del japonés.
El ebrio me dijo que mientras el japonés permaneció viviendo en su casa despertaba todas las noches gritando desgarradoramente y mencionando un nombre impronunciable mirando hacia las costas del mar del sureste.
¿Te gustó el capítulo?
Tu calificación: