Al llegar a casa del actor…
-Vaya! ¿La decoración es cosa tuya?… Me encanta lo rústico en las paredes. Tienes un excelente gusto con el color.
-Gracias, yo mismo diseñé el visual (Dijo el actor sirviendo un par de copas de vino y sintiéndose importante)
Se acercó galante y conquistador hasta ella con las copas en las manos, las puso en la mesa de centro y tomó a la joven de frente por la cintura.
-Esta casa… Vente a vivir aquí.
-Ni hablar, no lo haré, estás loco.
-Me dijiste que te agrada, además (Tomó la mano de la joven e hizo que se siente sobre sus piernas) Me hiciste prometer que si un día nos convertíamos en buenos amigos… (Acercó su rostro al rostro de ella) Si un día… (Acercó sus labios experimentados a los de ella, rozando su tierna piel mientras seguía hablando) Que si un día pasábamos de ser amigos, yo te regalaría una casa…
-Era broma, sabes que fue por defensa ante tu estado de amargado y quejumbroso… Yo, no necesito una casa, no necesito que me cuides… Porque llega un día en la vida donde dejas de preocuparte por ti mismo y sólo sientes que necesitas cuidar de otra persona. No quiero una casa, yo te quiero a ti, quiero cuidarte… Saber si te molesta algo, escuchar todos esos consejos y quejas, todos los días malos del trabajo cuando llegues de mal humor, y cada que te duela el estómago por una diarrea pudinezca, hacer un poco de té e insistir que te quedes a descansar mientras critico a tu lado tu carácter fuerte, tu mirada soberbia y esa forma dura en que te exiges para ser perfecto, para ser un buen actor… Quiero ver esa sonrisa coqueta y tus ojos que me ponen nerviosa porque eso cambió completamente el propósito que tenía en mi vida, eres un hombre grandioso lleno de de buen humor y creo que tú no lo sabes todavía. (Acercó sus labios rojizos aún más y depositó en los experimentados un tierno beso) Yo te quiero a ti… No necesito nada más.
-Nadie… Nadie me había hecho temblar tanto por mirarme y hablarme de esa manera (Sonrió feliz con rostro que sede y duda, su mirada era penetrante) Verónica… Me da un poco de miedo creerte, me da miedo que me quieras de esa manera, que me ames como yo lo estoy haciendo, es increíble lo que has despertado en mí es como si Dios hubiera escuchado mis oraciones… Tengo temor porque si me haces creer que esto es real y no puedo tenerte… Siento que puede acabar conmigo… Por favor, yo quiero que esta casa sea tuya. Así como tú eres y serás mía. (Alzó una ceja de forma altiva)
-Nunca lo aceptaría. No quiero esta casa (Dijo ella cerca de sus labios)
-¿Por qué no?
-Porque esta casa aún tiene retratos como esos. (Señaló sobre la chimenea y había un porta-retrato de él siendo joven junto a una mujer, la acción era de alegría y abrazo)
-Ohhhh ¿Te refieres a esta fotografía?
-SÍ.
-Pues esta combina con otras como las de la sala… Son mi familia… Nunca te llevaría a un lugar que me haga perder la atención recordando el pasado. Soy un hombre que vive y quiere el presente de forma seria. Y tú Verónica eres no sólo el ahora, eres más que el presente.
De pronto una llamada los interrumpió…
-¿Quién te habla a esta hora, jovencita? (Dijo con celos)
-No tengo idea de quién puede ser.
-¿No responderás?
-No lo tengo registrado pero me da curiosidad saber si es…
-¿Quién? (Alzó una ceja interesante y celoso)
-Creo que es mi padre…
-¿No tienes registrado a tu papá? (Dijo más serio y curioso)
-No, nunca me dio su número… ¡Shhhh no hagas ruido!!! (Le dijo al actor) Hola ¿Con quién hablo? (Dijo Verónica expectante)
-Hooolaaa, soy yo, hija. ¿Cómo has estado?
-Papá, ammm qué bueno saber de ti (Dijo intentando ser civilizada)
-¿Cómo estás? (Dijo presionando en la anterior pregunta “¿Cómo has estado?”)
-Muy bien, me va muy bien en el trabajo, en la escuela y en mi departamento. Tengo amigos, buenos amigos.
-Me alegro por ti… (Dijo haciendo la voz más suave, con pesadumbre y quizá arrepentimiento) Lamento, la última discusión que tuvimos y no hay justificación pero ahora lamento más que hayas dejado de conversar conmigo.
-Papá, contigo no se puede conversar… Pero no te preocupes, estoy bien…
-Quisiera hablar contigo personalmente, aquí en casa quizá en el desayuno, cerca de las nueve de la mañana. No me gusta ser informal así que quiero pedir disculpas porque sé que insulté las cosas que te gustan, mi amor.
-Papá, no es necesario…
-Insisto, además mañana quiero presentarte a un buen amigo mío que por cierto es actor.
Verónica y Alan se quedaron viendo…
-Pero yo no le confirmé nada!! (Dijo en silencio cerca de Verónica, el actor)
-¿Quién, papá?
-Un caballero, un buen amigo de la secundaria.
-Si tú crees que es buena idea… Claro, (Miró a Alan) ahí estaré.
Al finalizar la llamada Verónica mira al actor confundido.
-Está bien, no tienes que ir. (Dijo Verónica)
-Esta puede ser la mejor manera de decirle que me gustas y que quiero algo serio contigo (Dijo el actor)
-Creo que también es la mejor manera para morir joven… Lo que se te ocurra, Alan… Prometo que te seguiré el juego.
***
Comenzó la lluvia en un día que no parecía que las nubes iban a hacer de las suyas.
El actor se quedó pensando por un momento mientras miraba a verónica.
-Yo sólo tengo hasta el día de mañana en la tarde, si quieres puedo cancelarle a tu papá y pasar esta madrugada y el día de mañana juntos. Tengo que seguir grabando es una pena porque no quiero irme, de verdad… Verónica… (Puso rostro triste y abrazó a la joven) No quiero irme, son tantos meses.
-Sé qué tienes que trabajar, no digas eso, el tiempo se pasa rápido así que estaré en la biblioteca haciendo lo que mejor sé hacer. Estaré con Ros y seguiré estudiando.
-¿Quieres que vaya con tu papá?
-Sí, me da curiosidad saber cómo será esa situación incómoda, quiero ver si te atreves a decirle que ya nos conocemos. (Dijo Verónica retándolo)
-Verás que no tendré ningún inconveniente para decirle que me gustas, que estamos juntos y… Y otras cosas más.
-Veremos, Sr. Actor…
***
Muchas horas después…
-Verónica dice tu papá que te apures, y dile a Nadia… (Una joven prima de Verónica que llegó a casa de sus padres temprano para hacerle el cabello, el maquillaje y las uñas…) Dile a Nadia que venga el martes para que me ayude con el permanente.
-Ayy maa, te está escuchando ella con esos gritos (Dijo la joven respondiendo a con el mismo tono)
Las dos jóvenes estaban en la habitación de Verónica en casa de sus padres, su prima estaba usando sus habilidades de cosmetologa con ella.
La mamá dejó de gritar y las jóvenes conversaban de forma amena.
-¿Mamá te dijo que vinieras para peinarme?
-No, vine a visitar a mi tía y aproveché a practicar con ella pero me dijo que llegarías a las ocho de la mañana porque tu papá los invitó a desayunar a ti y a un amigo de su adolescencia… Dijo… Que te planchara el cabello porque lo tenías como un desastre natural…
-Ayy mi mamá tan sincera…
-Mi tía dijo que todo fue a última hora y tiene que apurarse en preparar todo, que ella será después con sus risos. Por eso está tan apurada y renegona, hoy se iba a ir al club y me iba a recomendar con sus amigas pero tu papá salió con esto… En fin, al menos el otro invitado no llega hasta las diez.
-Sii es cierto… No llega hasta las diez (Verónica sabía que el actor estaba cerca y hacía tiempo para entrar a casa de su contador ya que fue él quien la llevó ahí a las ocho)
-Buenos días, jovencitas (Dijo el papá bien vestido y arreglado)
-Vaya papá! Te ves tan atractivo!
-Muchas Gracias, tú te ves espectacular… Con toneladas de maquillaje pero espectacular!
-Mmmmmm gracias, papá. Nadia sólo planchó mi cabello y puso muy poco maquillaje en mi rostro… De todas maneras gracias porque me motivas!
-Jajaja, ahhh pero ese vestido blanco está muy apretado, o ¿Quizá es mi impresión?
-Papá, es el vestido que me diste para mi cumpleaños este verano. Y no me digas que me veo gorda porque he bajado de peso y además tengo más abdominales que tú en toda tu vida de tenista y nadador.
-A ver, déjame ver…
La joven se subió el vestido dajándole ver sin vergüenza su abdomen a su padre además de su bóxer negro de mujer. La prima sabía que ellos eran así de orgullosos y competidores para ver quién callaba al otro primero.
-Mira… (Dijo ella orgullosa)
-Oh me parece bien, seguiste mi consejo de abdominales japoneses. Felicidades!!!
-Ajá, esos abdominales son muy efectivos (Hizo sonido de orgullo)
-Apúrate Vero que mi amigo llegará en cualquier momento y quiero presumirle a mi hermosa hija.
-¿Y eso por qué?
-Porque en la secundaria me dijo muchas veces que yo no sería capaz de tener una esposa hermosa y menos una hija como tú que ama a su padre a pesar de mi soberbia.
-Papá solo deja de ser pedante y te aseguro que voy contigo a donde tú quieras e incluso puedo llegar a ser capaz de amarte. Te acompañaré a donde tú quieras para que puedas presumir tus ideas locas.
El padre entre cerró los ojos con molestia y continuó.
-No te gusta mis reuniones en el club de contadores… (Dijo)
-Ahhh es cierto… Entonces olvida lo que te dije, papá jejeje…
De pronto el timbre de casa empezó a sonar… “Din don, din don”
-Mira, justo a tiempo… Por favor no demores en bajar. (Habló el papá)
-Iré detrás de ti…
El papá bajó y Verónica miró a su prima…
-¿Qué tal me veo, Nad?
-Obvio que conmigo y mis excelentes Dones, te ves como una princesa.
-Gracias, Nad sin ti sería una epifanía en la tumba de Chaplin.
-Vero, es mejor que te ahorres tu símil porque no te entiendo nada.
-Jajajaja… Ni si quiera yo supe que quise decir.
-Ve, anda y haz que tu papá se comporte más orgulloso y soberbio mientras lo complaces.
-Y que lo digas! … (Verónica salió de su habitación, caminó por el pasillo rumbo a las escaleras)
Apenas estaba en la parte más alta cuando lo vio, distraído riendo junto a su padre… Hasta que él volteó a verla seguido de la mirada de su cuidador… Poco a poco en el rostro de su patriarca se fue formando orgullo mientras que delante de los ojos y la mente del actor empezaba una sonada tonta americana cuando ella movía cada musculo de su rostro sonriendo a los dos hombres, sus piernas largas bajaban cada escalón, su cabello lacio caía como una catarata de seda en una Canon Rebel T9… Sus pestañas atrapaban la atención de la luz y sus labios parecían pintados con frambuesa.
El padre y el actor estaban embobados, cada quién de distinta manera..
Alan disfrutaba de la tonada junto a los pasos y sonrisa de ella al bajar.
***
Cuando ya hacía frente a ellos…
-Alan, te presento a mi hermosa hija, Verónica. (Dijo el padre con orgullo)
-Verónica, él es Alan Rickman, actor de cine y excelente productor de teatro.
Alan la veía e imaginaba tantas cosas cursis como nunca antes había existido en su cabeza.
-Es un gusto, Alan (La joven extendió su mano para saludarlo)
Y el actor cumplió su palabra.
-¿Te gusta mi novia, Chonger… Es hermosa, verdad?
La joven no podía creer lo que escuchó y Chonger empezó a reír a carcajadas.
-Sí claro, es hermosa. Pero no sueñes de que es tu novia.
Chonger tomó a su hija del brazo para llevársela mientras el actor soltó la mano de la joven después de besarla como un caballero.
El actor guiñó un ojo para ella mientras Verónica se aguantaba la risa.
“Qué sexy” Pensó la joven…
Caminaron hasta el comedor mientras el actor era descarado y no dejaba de ver y sonreír a la joven.
-Mmmm (Llamó la atención el papá) ¿Qué es en lo último que estás, Rickman?
El actor miró a su amigo y le respondió con afán y la característica voz gruesa de su personalidad.
-Estoy actuando en una película, soy un personaje maligno (Hizo gestos exagerados a la joven para hacerle reír) Es una película interesante… Es hermosa, misteriosa y elegante (Le dio otro guiño a la joven y el papá empezó a alterarse porque sospechaba el atrevimiento de su amigo)
-Muy bien, Chonger… Parece interesante. (Sostenía el ceño fruncido mientras veía al actor que perdía los ojos por su pequeña bebé.)
-¿Qué tipo de película es? ¿Quizá una donde eres cursi y quieres enamorar a una indefensa joven testaruda que ya puso los ojos en un idiota interesado?
-Ya hice una película así, ¿Lo olvidaste?
-No lo he olvidado, por eso ten cuidado de no escoger bien tus acciones… Puedes encontrar problemas sin querer queriendo o incluso un rechazo…
-Mmm tranquilo, Chonger. Disfrutemos el desayuno. (Lo miró serio con una sonrisa ladeada y coqueta)
El desayuno más incómodo que el padre de Verónica podía tener en toda su vida, había comenzado en ese instante.
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“Me gusta reír, también sentir” – Alan Rickman
Siguiente cap – “Desayuno Incómodo parte 2”
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