La biblioteca Capítulo 14 Me encantaría…

La demora hasta la playa en el auto del actor fue tan larga como la conversación que tuvo con el director. Este le aceptó pero se escuchó que estaba incómodo con lo que le dijo.

Nadie sabía lo que pasaba, por ahora ellos lo mantenían en secreto.

Rickman la llevó hasta un restaurante cerca de la playa, al actor le encantaba viajar y ver paisajes y ese lugar tenía un especial sentir, un recuerdo importante de su vida, no de la antigua novia sino algo que lo hacía suspirar cada que respiraba el aire cerca del mar.

La joven estuvo callada, quizá por la incomodidad y aún por la duda que traía en su corazón, no de estar o salir con el actor sino de verse comprometida a decir que le quería delante de amigos cercanos, no los suyos sino los de él.

-Nunca le he hablado a la prensa de mis asuntos personales, nunca.

-Eso está bien, así puedes llevar y traer a muchas chicas a escondidas sin que tu novia se entere, la prensa no te persigue porque eres un “Caballero”

-Siento que en vez de caballero me has llamado “Patán”… No comprendo ¿Por qué estás a la defensiva?

-Es una broma, así eres tú.

-¿Te refieres a esa vez que dije que había invitado a otras jóvenes y estas no se habían negado? Yo me refería a mis sobrinas o fan que escriben historias conmigo.

-Yo no soy tu fan…

-Eso ya lo sé… Dime ¿De verdad quieres comer conmigo? Porque si me lo pides me desaparezco y así solucionas tu incomodidad.

La chica aspiró y soltó el aire fuertemente en un suspiro de rendición.

-Perdóname, sí es una locura haber venido hasta aquí… Es que no quiero explicarle a nadie que te conozca, la razón del por qué me invitas a almorzar.

-Eso no pasará, lo prometo. (Dijo él estacionando el auto afuera del gran restaurante fortificado, privado sin señal de autos estacionados en la parte delantera de este)

-Gracias. (Dijo seria viendo el sol entrar por la ventana de su lado)

-Verónica, (Alzó las lunas para cerrar el auto, el valet parking los esperaba afuera) Prometo que será una comida privada y podremos hablar de todo lo que quieras.

-Sí Alan, lo sé. (Le sonrió y él hizo brillar esos ojos antes de acercarse a darle un beso tierno en los labios)

A penas la tocaba, tan sólo sentía la piel de ella cerca, rosar a milímetros… Y suspiraba muchas veces, lo escondía, tenía que evitar respirar para que ella no lo notara, era un sentimiento inocente pero hacía que sus latidos se aceleren… Pensó que era un estado guardado que el tenía como secreto durante tantos años de su vida, quería contárselo a ella así como un día le contó a Rima, aunque con la joven tenía que ser más cuidadoso, porque al decírselo podría lastimarla o simplemente ella, no podría comprenderlo.

Se acercó a ella una vez más y cerró los ojos al sentirla de nuevo en otro beso, un beso más largo que ella daba rienda a ser más profundo, a imaginarse en otros asuntos, un beso de deseo y de atracción no sólo sentimental, este beso era tan intenso que hacía que su cabeza se llene de sangre y las venas del cuello se saltaran, la falta de aire para respirar era síntoma de que querían lo mismo… A esa joven la traía como quería y no por eso iba a aprovecharse, todo lo contrario, tenía que ser diferente con ella, no era un jovencito de veinticinco años de edad, sabía cómo se había acercado sigilosamente sabía cómo tender la telaraña para que cayera, sabía con exactitud cómo la había conquistado, sabía cómo llevársela e insinuarle que quería hacerla suya de nuevo sin usar palabras, tan sólo con la mirada podía incitar deseo, tan sólo con su comportamiento de caballero y actitud sensual en la seriedad que lo caracterizaba.

Entraron por un pasadizo, un camino de piedras largo muy moderno, al costado de ese restaurante fortificado que más parecía un club privado, él con todo ese porte de caballero que siempre permanecía en él le abrió la puerta con una sonrisa nerviosa y la hizo entrar.

-Ven, es por aquí. (le dijo el actor mostrando amabilidad)

-Gracias (Le dijo más relajada)

Él la tomó de la cintura, luego de la mano y la hizo subir por una pequeña escalera, muy pequeña pero lujosa, al subir estaba la entrada de un pequeño ascensor. Entraron y este subió sólo dos pisos más para salir y encontrar una hermosa terraza con mira al mar, tenía su propio bar y las paredes eran lunas polarizadas de esas como las oficinas, blancas y hermosas que no dejaban ver quién estaba ahí al otro lado.

-¿Te imaginabas algo así? (Dijo él interesante)

-Me imaginaba un restaurante normal con mucha gente al rededor.

-De hecho debe haber mucha gente al rededor, reservar aquí es casi imposible.

-¿Tú cómo lo hiciste?

-Tengo comprado este espacio desde que tenía veinte años, era de mi padre, yo sólo pago anualmente una suma muy pequeña para conservarlo. 

El mesero se acercó y le trajo una carta espectacular, escrita al parecer por un artesano en tinta gris brillante sobre hojas que parecían los cristales de las paredes.

-¿Qué te gustaría comer? (Le preguntó el actor adivinando lo que ella iba a decir)

-Cualquier cosa que sacie mi hambre pero que no tenga conservantes o veneno para grandes plantaciones.

-Jajajaj ¿Qué tal pollo orgánico con verduras orgánicas y agua orgánica, y si se puede cubiertos orgánicos?

-Exacto, algo así.

-Perdóneme Sr, Mesero… ¿Tiene comida orgánica? (Dijo el actor en tono de burla)

-El 90% del menú es orgánico, también el agua. (Le dio una sonrisa a Verónica)

-Entonces sírvame el platillo de la casa, lo dejo a su criterio. (La joven se sentía avergonzada)

-Con mucho gusto señorita. ¿Y usted Sr. Rickman?

-Por favor, lo de siempre. El platillo favorito de mi padre.

-De inmediato, con su permiso. (Hizo una reverencia delante de los dos)

-¿Y bien? ¿Quieres ser mi novia? Es una pregunta seria. (Dijo el actor viéndola a los ojos)

La joven estaba sentada frente a él, luego miró el mar y después regresó a sus ojos.

-Me encantaría. Pero no quiero que la gente sepa por ahora.

-Lo que gustes, a mí me parece bien.

El mesero regresó con los platillos, ellos comieron y empezaron a beber vino.

Después de una hora la joven decidió que era suficiente de alcohol, no estaba ebria ni nada pero tenía que guardar compostura.

-Disculpe Sr. Mesero… Ahora sí puede dejarnos solos, lo llamo si necesitamos algo.

-Lo que usted diga, con permiso (Hizo una reverencia y se fue dejándolos solos)

El actor sirvió más vino en su copa pero la joven lo detuvo.

-Es suficiente vino por hoy.

Se acercó a él y se sentó en sus piernas, en una de ellas. El actor le ayudó acomodarse. Ella reposó encima de su pecho como una pequeña y le dio muchos besos en la mejilla.

-Gracias por el almuerzo. (Dijo ella)

-Es más que un placer, señorita.

El actor siempre buscaba los labios de ella y ella no le era indiferente.

La joven estaba más relajada y comenzaba a mostrar más confianza con él. Él era un hombre mayor pero eso le hacía desbordar ser galán e irresistiblemente sexy cuando se lo proponía. Podía usar su voz o su mirada o cualquier carta que guardara bajo su manga de experiencia.

Él besaba el cuello de ella cuando se acomodó mejor sobre ese exquisito mueble blanco y la obligó a prácticamente terminar sobre él, más inclinados.

Pero ella no estaba muy cómoda así. Hizo como pudo para verle de frente y volverse a subir sobre él con ambas piernas rodeando las caderas del actor, reposando sus glúteos sobre los muslos del hombre.

La intención de la joven no era provocarlo no era sentarse y rosar su intimidad con la pelvis de él. Ella no era tan atrevida. Pero él, bueno… Los hombres siempre aprovechan el contacto entre esas dos zonas. La alzó con sus brazos mientras la besaba é hizo sus caderas ligeramente hacia delante pensando que había sido sutil con eso. “¡Qué sutileza!” Dijo la joven en su mente sacando una pequeña risa inevitable cuando sintió que estaba acorralada a ser un termómetro humano de excitación (Significa que lo iba a sentir cuando se ponga más caliente)

Él la miró con rostro inocente pero por dentro sabía lo que estaba haciendo. Así que la siguió besando.

Para ella el plan era besarlo hasta desgastar sus labios experimentados, el plan del actor era el mismo pero también tocarla y lograr algo más.

Sus besos estaban siendo más intensos, más subidos de tono y esto le encantaba a él, que ella se dejara manejar e incluso tocar. No era malicioso con las manos ni desesperado, sabía cómo apretarla, sabía exactamente cómo hacer que las yemas de sus dedos, que la piel de sus manos gruesas y grandes controlaran los nervios internos en la cabeza de la joven, el sentir del tacto no era algo simple por eso él era más afanoso, sutilmente afanoso dejando que ella se desarmara sobre él mientras se la comía a besos, mientras su lengua estaba dentro de ella imitando lo que sus cuerpos podían estar haciendo en ese instante la joven lo besaba con más pasión aún.

Él Por su puesto que no desaprovechaba la inercia de su cuerpo. Sí…. Él estaba excitado después de unos cortos minutos. ¿La joven ya lo estaba sintiendo? Sí que lo hacía… Y… En vez de desagradarle le encantaba.

Pero no podían seguir mucho tiempo así, dos humanos en sus cinco sentidos no podían seguir así.

Había pasado una hora más de besos, caricias, roses, movimientos involuntarios… Él tenía mucha fuerza sobre ella, también control mental.

-Vamos a casa, está a media hora de aquí. (Su voz era agitada, gruesa y autoritaria)

La joven asintió, no podía ni respirar.

Pero volvieron a besarse más y más hasta que…

En la mesa donde habían comido se prendió una de las dos luces con un pequeño sonido de alerta. El actor al ver la luz besó a la joven una vez más y le dijo.

-Aprieta el botón azul por favor, es el inoportuno mesero. (Dijo acomodando su corbata y sujetando la correa de su pantalón que sin querer… “Pero sin querer” Estaba más floja.

-Sí lindo… Espera (Acomodó el cabello de Alan con sus dedos de forma delicada y luego acomodó el cuello de su camisa… Mientras que él aprovechó a besarle de nuevo pero en el rostro por ver el cariño y delicadeza de ella) Listo.

-Gracias (La besó de nuevo en los labios)

-De nada (Le dio una sonrisa y luego añadió) Amm espera un minuto, eso que está abajo debes de esconderlo.

El actor miró su entrepierna y sonrió de forma pícara e interesante. Se volteó para darle ligeramente la espalda y acomodar su erección involuntaria.

-Perdón. (Dijo con voz gruesa) Espérame un minuto, seguro es el contador del local, un buen amigo mío de la escuela.

-Te espero.

La joven se sentó en el mueble y aún veía el mar brillar con los últimos rayos de luz del atardecer. Mientras tanto acomodaba su cabello y ropa.

El actor tardó unos minutos pero ella estaba tranquila hasta que escuchó la risa de Alan y decidió espiar un poco.

Se levantó y se acercó a la puerta derecha, no la del ascensor sino la derecha que parecía un acceso por escaleras. Ella escuchaba dos voces hablar muy claras.

-Es mi prometida, no creo que quiera conocerte.

-Vamos, seguro debe ser una chica hermosa. ¿Por qué siempre eres tan misterioso con tus asuntos personales?

-Porque son mis cosas. Y no quiero incomodarla a ella.

-Bien, es tu forma de pensar, yo sé que eres un caballero, Rickman, qué bueno que vengas después de un año aquí ¿O fueron más?

-Siempre he venido solo aquí, así es, ha pasado un año.

-Por eso sé que esa joven debe ser alguien importante y especial.

-Es inteligente y hermosísima. Pero creo que ahora está peleada con su padre porque él no acepta la carrera que ella eligió.

-¿Entonces ella es universitaria? Pensé que era actriz.

-Noo, claro que no. Es muy inteligente y centrada, tiene una carrera y pronto una maestría.

-Me recuerda a mi hija, nosotros no nos hablamos mucho últimamente, ella piensa que la menosprecio pero no es eso, sólo trato de exigirle más y ya no meterme en sus cosas, ya es un adulto en este país enorme y no soporto verla crecer, además ella es hermosa y no quiero cualquier tipo para ella, pero esto no se lo he dicho…

-Debes de aceptar que un hijo crece, eso es inevitable, tú también has sido un hijo… Por cierto, saludos a tu esposa y a tu familia. Me ha dado tanto gusto saber de ti, Chonger.

La joven al escuchar “Chonger” se espantó, se asustó y el corazón le empezó a latir muy rápido.

-Muchas gracias, lo mismo digo, amigo. (Dijo Chonger)

-Espera, voy a hablar con ella, te la voy a presentar, para que veas que es una chica muy preparada y educada.

Entonces el actor subió de nuevo y se paró frente a ella, se inclinó y le habló en el oído como en un secreto.

-Linda, ahí abajo está un buen amigo que además es contador de este lugar, ¿Quieres conocerlo?

-Sí, por qué no. (La joven dijo con seguridad. No podía el mundo ser tan pequeño como para que ese contador con voz mayor y muy parecida a la de su papá… “Noo, no puede ser él, sería demasiado”. Dijo en sus pensamientos)

Pero “Chonger” era el apellido materno de su papá, así le decían en la escuela y muchos años porque no le agradaba el de su padre. Osea el abuelo de Verónica.

De todas maneras cuando el actor fue a pasarle la voz a su amigo, ella se asomó y lo vio subir lentamente…

-¡No puede ser, es mi papá! ¿Qué hago? (Dijo ella en voz baja)

No sabía qué hacer, sólo llamó al mozo tocando los botones y este salió del ascensor.

-Por favor necesito esconderme. Mi… Mi novio está trayendo a mi padre delante de mí y él no sabe nada de lo nuestro. Si no quiere ver sangre ahora mismo, le pido por favor ¡¡¡sáqueme de que aquí!!!.

-Pero Srta. No hay otra salida más que el ascensor y el acceso a la terraza del otro cliente.

-Rápido escóndeme por favor, por favor!!! Ya están subiendo!!!

Entonces el mesero dijo, “Vaya ahí a la esquina y no se mueva, me pararé delante de usted”

La joven se escondió en la esquina, una que doblaba como acceso a la terraza contigua, aunque no había mucho espacio, esta estaba justo al costado de donde los hombres subían. No era un excelente escondite pero se podía lograr algo.

-Amor, te presento al Sr. Chonger.

Los dos hombres ya estaban en la terraza pero no había nadie más que el mesero sosteniendo su toalla en el brazo, este estaba parado junto a la columna que a su vez estaba al costado del ascensor.

-Ahh… Disculpe Sr. Rickman, la joven me encargó decirle que fue al sanitario. Al parecer… “Se pinchó un dedo con algo” Le dictó la chica que se escondía atrás de él.

-¿Se encuentra bien? (Dijo el actor preocuoado)

-Sí, yo mismo verifiqué que estuviera bien.

-Ohh, lo siento, Chonger. Ya habrá oportunidad de que la conozcas. (El actor le habló al respetable contador que también era su amigo de años)

Cuando el padre se dio la vuelta para regresar por donde vino. Rickman vio a la joven escondida detrás del mesero. Este puso cara de extrañeza al darse cuenta que ella trataba de decirle algo.

-Es mi padre!!! Es mi padre!! (Susurraba la joven haciendo una seña)

-¡¡Dios mío!!! (No pudo evitar sorprenderse)

-¿Qué te pasa, Rickman? (Dijo Chonger aún sonriente)

-Qmm Qmm (El actor aclaró la garganta) No es nada. Me encantó verte de nuevo, saludos a tu familia.

-Muchas gracias, Rickman (Extendió su mano para apretar la del actor) Te llamo en la noche para encontrarnos mañana en la mañana. Y luego quedamos para que vayas a mi casa, no está muy lejos de aquí, quiero que conozcas a mi hermosa hija, sabrás por qué soy tan celoso y exigente con ella.

-Todavía tengo que confirmar la hora. Pero no te preocupes, nos vemos mañana y ya habrá oportunidad de conocer a tu hermosa hija.

La razón del por qué aún no conocía a la hija del amigo es que el contador también era reservado con su vida personal y tan sólo él había presentado a su esposa cuando trabajaba.

El contador se fue y Rickman dijo apoyado en la puerta del ascensor.

-Ya puedes salir.

El mesero se fue de inmediato por donde se fue el padre de la chica.

-Creo que ahora sabes qué es sentir miedo al saber que tu papá se entere de tu relación. (Le dijo Verónica a su galante novio)

-Conozco a Chonger muchos años… Si tengo que describirlo con una sola palabra está sería “Hitler”… Él me va a incinerar.

-Suerte querido amigo, a mí nunca me ha tocado para castigarme, pero tú parece que estás en problemas graves… Deberías ver la cara que pusiste cuando me entendiste de que era mi padre… Dijiste que soy tu prometida así que tendrás que hablar con él.

-No me asusta eso (Dijo el actor en actitud segura y altiva)… Si vez que mis piernas están temblando ahora es simplemente la emoción de reunir la familia.

-Jajajaj, imagínate cómo estoy yo.

-Salgamos de aquí!!! (Dijo el actor)

El actor se aseguró que su amigo no rondara la cercanía de la salida y así poder llevarse a su novia clandestina.

La joven quería reír, estaba tranquila a pesar de todo, es más no le importaba que hubiera sucedido lo impensable porque Rickman no era un cobarde, al contrario era un caballero respetable. Y nunca se le habían conocido novias incluso estando en la secundaria muchos años con el padre de esta chica.

Subieron al auto y ella se acercó a besarlo pero notó que él estaba un poco inquieto.

-¿Sigues asustado?

-No, pero sí pensativo.

-¿En qué piensas?

-En un plan para acercarme a ti y que tu papá se entere.

-¿También le dirás que hemos estado juntos?

-Lamento decirte que si se entera que tú eres mi novia, sabrá de inmediato que hemos estado juntos.

-¿Cómo lo sabría, Sr. Rickman?

-Porque sabe que nos interrumpió besándonos en la terraza. Además fue muy perspicaz cuando me vio.

-Ups…

-No importa, se lo diré mañana, es más le diré que hemos hecho el amor esta madrugada que viene.

-Ahora yo soy la pensativa…

El actor comenzó a conducir en dirección a una casa de él, a media hora de ahí.

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