Impulsivo Capítulo XXXVIII La Familia Es Valiosa 🏰

Lista de capítulos

Capítulo 1 ¡Adiós Y Hasta NUNCA, Hogwarts! Capítulo 2 Universidad De Londres 🤔 Capítulo 3 Profesor Tobias Prince 📜 Capítulo 4 Srta. Jean Puckle 🕒🔊😨 Capítulo 5 ¿La Conozco, Srta? 🤔🧐 Capítulo 6 ¿En Qué Lo Puedo Ayudar? 📕👂😱 Capítulo 7 Suspicacias De Un Slytherin 🐍 Capítulo 8 Reunión De Subterráneo ✒️📋📷 Capítulo 9 Cuando Quiera, Granger 🔎 Capítulo 10 Coincidencia Nocturna 🌃 Capítulo 11 No es malo 🌅🌧️ Capítulo 12 Verla Un Instante ❤️🦁 Capítulo 13 Querido Profesor… 👄 Capítulo 14 Querido Profesor Part 2 👄🔞 Capítulo 15 La Madre De La Joven – 1🍋🔉 Capítulo 16 La Madre De La Joven – 2 🧐😕 Capítulo 17 Impulsivo Part 1 🏰 🐍 Capítulo 18 Impulsivo Part 2 🚂🏰👄 Capítulo 19 La Anciana Y El Chocolate👗🔥🛤 Capítulo 20 La Caja De Cristal 🔓🧧 Capítulo 21 Piedras Y Cielo Nocturno ◾🔥🌃 Capítulo 22 LA BENDITA RADIO 📻 ⌚ Capítulo 23 EL BENDITO TELÉFONO – ☎️📞 Capítulo 24 ¡SUMERGIR LOS CELOS! Capítulo 25 CASA DE CAMPO Capítulo 26 El POCIONISTA SABE LO QUE HACE 🔥 Capítulo 27 ABUELO ESTIRADO 🤨 Capítulo 28 PARTE DE LA SORPRESA 🦁 Capítulo 29 MALFOYLONG 🧐🖋️📜🔥 Capítulo 30 Narcissa Está Embarazada 🤨🌋⚡� Capítulo 31 Te Voy A Degollar 🧠� Capítulo 32 Alex, Hermione, Scamander, Y Severus 🔥 🔥 💼 Capítulo 33 ¿Dónde Estás, Malfoy? 🤫🤺 Capítulo 34 Narcissa Black – Snape En Taxi 🚖� Capítulo 35 Super Mercado Muggle 🦁🐾💊 Capítulo 36 Flashes Del Pasado 😬 📸 Capítulo 37 Scamander Y Baile Del Torneo 🏰 Capítulo 38 La Familia Es Valiosa 🏰 � Capítulo 39 Confrontación, Éxito Y Accidente 🔪� Capítulo 40 Doble Problema Y Segunda Oportunidad 📖 🧠 Capítulo 41 Te Quiero 🟩🔺� Capítulo 42 Consultorio de terror 🔎 🐍 👶

La familia es valiosa (baile segunda parte)

——————————-

El adulto hizo una seña con la mano a Hermione para que ella guíe el camino hacia el vestíbulo, subir por las escaleras y llegar hasta la sala de dirección donde la profesora Minerva los esperaba.

Hermione sentía algo extraño en su estómago, sabía que eran nervios pero también era emoción por haber regresado a ese lugar por segunda vez cuando había prometido con todas sus fuerzas que no lo haría más.

¿Cuál era el motivo de incumplir con ella misma?
Era fácil la respuesta, confiar más en Snape que en ella misma, porque si él decía que todo estaría bien, sucedería así exactamente.

Él había tenido éxito en todo lo que antes se propuso y ahora tendría más razón de cumplir sus metas, promesas  de cuidarla y estar alerta.

Sentirse segura sí era gracias a ese alto pocionista, ex profesor suyo, ex miembro importante de la orden y ex aliado de Hogwarts en quien Dumbledore confiaba hasta la vida, tenía muchas razones intensas, había crecido en el castillo viendo cómo él siempre estaba dispuesto a seguir órdenes de autoridades, sin negarse aún cuando odiaba y la vida no le importaba. Para Hermione, Snape era intenso en lealtad, responsable y verdadero en sus sentimientos. Una maravillosa escondida persona dentro de una coraza grande de fuerza y reglas exageradas en conveniencia.

Filch los dejó solos a unos metros de ingresar a dirección, subir por esa angosta escalera con forma de caracol

Filch los dejó solos a unos metros de ingresar a dirección, subir por esa angosta escalera con forma de caracol.

Ahí en el momento perfecto, Snape aprovecho para acercarse de nuevo a esa joven, por su espalda, sin verla a los ojos para intimidar a esa brujita con su presencia, una cercanía cautelosa y soberbia y ese aroma fuerte que rápidamente daba helicoidales caminos al rededor de su joven ser. Severus tenía esa energía tan fuerte y autoritaria impregnada en sus ropas, era eso estaba segura, o entonces se trataba de un caso particular de su inocente percepción.

El mago pasó una de sus manos en la cintura de ella y la invitó a subir primero que él con una voz grave y ventosa en su lóbulo izquierdo.

—Ve primero, Primor.

Había pasado un tiempo de estar juntos y aún él mantenía esa fuerte y disimulada galantería que la obligaba a cerrar los ojos y temblar las rodillas.

Nervios, le causaba muchos nervios.

—Sev… Basta, haces que me sonroje —susurró con cuidado y respeto.

—Mh, es conveniente que su mente se concentre en pensar qué pasará cuando lleguemos a la habitación… De invitados —le habló tomando su mentón con su mano izquierda al adelantar algunos pasos y ponerse frente a ella, le alzó la cabeza un centímetro, con delicadeza y le entregó un suave beso pequeño.

—Ah —mordió sus labios—, espero que sea una promesa —respondió ella para tener la última palabra.

Snape se irguió y alzó una ceja mientras sus pies eran guiados hacia la primera estancia dentro de dirección General, entraba y miraba a todos lados sin creer que él había estado en ese lugar del castillo, sí aquello era un pensamiento irracional, pero lo causaba la inseguridad en el ambiente, incertidumbre muy fuerte en su pecho que no sabía cómo interpretar o por qué razón chocaba con él en ese instante.

Segundos después, ambos estaban frente a la bruja mayor de Gryffindor.

—Buenas noches, ¡Qué gusto verlos!  Hermione Querida, Profesor Snape… —la alegría en el rostro de la bruja mayor era inexplicable—, la chica respondió con un abrazo suave y el mago hizo una reverencia profunda.

—Buenas noches, Minerva, espero hayamos llegado a tiempo —escondió su varita de pino negro en la manga izquierda de su capa, la cual por su genio ya estaba en su mano empuñada y alerta.

—Sí, el día de mañana es el ensayo de los alumnos y pasado mañana es la celebración principal. Profesor ¿Ha decidido colaborar con nosotros para la casa de Slytherin o irá junto a Hermione a mostrarles a los jóvenes Gryffindor?

Snape no se esperó esa pregunta.

—Iré con los jóvenes Slytherin y ella me acompañará, quisiera que Granger le enseñe a los caballeros de mi casa.

—Es una excelente idea —la profesora alzó la voz y continuó —entonces si tienen hambre pueden ir al gran comedor a cenar con todos, y si no pueden llegar a sus aposentos ya que todo está listo para recibirlos cómodamente, con sinceridad espero sea de su agrado la estancia que he preparado.

Snape miró a los ojos a su acompañante como para que ella decida.

—Eh, gracias, profesora, nosotros nos sentimos cansados, comeremos en la habitación por esta vez —Hermione habló tímida.

Minerva sonrió y tocó a ambos con sus manos en cada uno de sus hombros.

Me entusiasma  enormemente el que hayan decidido venir.

Snape asintió e hizo una venia de cuello.

*

Una hora después acomodados en la habitación de invitados.

—Nunca me dices nada, Severus. No sabía que querías que sea maestra de baile para tus alumnos —se sintió acalorada de inmediato por los nervios y porque el suelo bajo sus pies estaba tibio.

—Dejaron de ser alumnos míos, sin embargo como es mi casa es mi deber y obligación ayudarles.

—Eres tan lindo —soltó eso sin querer y él chasqueó con la boca porque no le agradaba mucho eso de que era  “lindo”.

—Soy atractivo y muchas otras cosas en tu mente, impresiones provocadas por mis hormonas masculinas cuando estoy cerca a ti… —pensó que exponer algo de biología sería interesante—, entonces… —no la veía a los ojos, alzó los hombros mientras leía una carta de la directora apoyado sobre un mueble alto color rojo vino, era una carta que no había leído por accidente y porque de verdad no le interesaba.

—¿Qué es eso? —ella preguntó curiosa.

—Es una lista de invitados que asistirán a este evento de pasado mañana.

—OH interesante ¿Quiénes vendrán? —se acercó a su lado derecho, pensó que él le enseñaría el texto.

—Algunos ex compañeros tuyos y otros mocosos de veinte años —tocó las primeras líneas—, según leo en la primera parte, nada importante —cerró la hoja doblada a la mitad y la incendió en un dos por tres frente a los colores café de ella.

La estudiante aguantó un grito de susto por el acto intempestivo, apretó los labios y quiso reír.

—¿Entonces no lo vas a leer? —insistió la chica en broma.

—No tengo tiempo, no me interesa —estiró ambas manos y luego las regresó a estar cruzadas sobre su alto y erguido pecho—, parece que ahora ya no se podrá —hizo un fingido gesto de preocupación con sus labios.

Hermione acusó con la mirada, analizó cada milesegundo en el rostro de ese mayor, el cual había quedado afectado desde aquella noche difícil, tenía ese tono donde faltaba un centímetro para el mal humor.

La actitud del mayor se igualaba a la idea constante en su cabeza cada vez más convincente, la cual decía que mejor hubieran estado en Egipto un día entero.

¿Qué sorpresa le esperaba a ese hombre? Pues que si hubiera leído la lista por lo menos hasta la mitad, se hubiera dado cuenta que a ese evento asistiría Viktor Krum y su nada más y nada menos alumno favorito: “Alex el odioso” y además un familiar cercano del castaño.

—¿Quieres dar una vuelta por el lago negro? —invitó la joven.

—Mh, Hermione no me parece una buena idea ahora, ahí no hay un lugar cómodo para besarte —sorprendió a la chica con eso, como si fuera cualquier cosa.

—¡Por favor, Severus! —siempre le hacía abrir los ojos, impresionada, la tomaba desprevenida.

—¿Quieres discutir conmigo? —Snape no entendía por qué ese rostro joven y sonrojado, él sostenía una sonrisa que no llegaba a aparecer del todo en sus labios.

—Eres un terrible, brujo, no pierdes el tiempo… Quieres besarme ¿Po qué no lo haces de una vez? —se sentía divertida escrutando los ojos negros del mayor.

—Esa es la verdad, quiero que intimemos un par de horas, y comenzar de inmediato si se puede —soltó como en un discurso importante y estricto explicando con las cejas también—, acabo de realizar hace un par de días, una poción que me fortalece enérgicamente en cada músculo de mi cuerpo además de mejorar el rendimiento dilatador de todo mi sistema circulatorio. Quiero experimentar, quiero probar ¿No suena llamativo, Granger? —su voz bajó en grave dos tonos—, Tómalo como un trabajo, puedes hacer observaciones, hipótesis y finalmente excelentes conclusiones —abrió los ojos con morbosidad.

A Hermione le dolió de buena manera imaginar aquello, pensaba que este brujo delante de ella estaba definitivamente en plan de broma.

—Bromeas —sonrió y se acercó a él, viendo hacia arriba por la altura del mago, apoyó sus manos sobre la levita del mago a la altura de su pecho—, es mentira, Sev.

Snape metió su mano en el bolsillo grande de su capa negra para sacar de ahí una botellita de cristal color verde oscuro con tapa de madera blanda, después se quitó la pesada prenda.

Puso sus manos en el cinturón y abrió lentamente el seguro además de desabotonar y bajar su cierre a lo largo exponiendo la tela de un bóxer color azul marino oscuro. La confianza que ella le inspiraba le dejaba portarse un poco deliberado.

Ella quiso interrumpir el acto.

—Espera, espera, de verdad quería que salgamos a caminar unos instantes —Hermione se acercó a él y le sostuvo la tela abierta en cada lado  del pantalón para abrochar todo de nuevo.

Snape ladeó una sonrisa maliciosa y la tomó de la espalda y debajo de una pierna para alzarla en brazos y llevarla a la cama.

La habitación donde estaban era amplia y en la cama se veía el reflejo del esfuerzo Gry de la directora para complacerlos; sábanas de seda, almohadas de pluma y cubrecamas de las mismas en colores que combinaban muy bien, sí, el rojo oscuro como el vino tinto y el verde hoja.

Empezó a besarla ahí aplastando levemente su pequeño cuerpo con su peso.

—Me encantas… —soltó en susurros, con los ojos cerrados. Movía sus labios sabiamente, atrapaba los de ella y con cuidado usaba un contacto más húmedo e intenso.

—Mh… —fue lo único que pudo emitir ella. Era tan débil, su ser parecía gustar cada vez más de él. Más admiración, más deseo, más amor y romance.

Hermione tuvo un ataque de nostalgia justo en ese instante, las caricias de él le agradaban en demasía, su corazón fue tocado, en un segundo inoportuno.

Lágrimas extrañas invadieron sus ojos.

—No me dejes nunca, Severus ¡Por favor!

Snape paró de golpe al sentir que los brazos delgados de ella se aferraron a su cuello y atrajeron su torso a ella.

Se quedó quieto, no supo qué hacer, buscó su delicado rostro para saber lo que sucedía pero ella lo esquivaba y se metía en su pecho.

—Hermione… —susurró—, Primor… Ah entiendo, casi lo olvido, no puedes en estos instantes —se acusó en el tono de su voz, asustado por casi ser imprudente—, ¿Es eso, primor? Perdóname por favor…

—No, no es eso, al final he tomado una poción, es que… ¡De verdad no quiero que te vayas, no me dejes!

—¿Por qué crees que voy a dejarte?

—Mi padre amaba a mi madre y aún así la dejó.

—Fue en contra de su voluntad, es distinto. Yo no voy a dejarte, Granger.

***

A la mañana siguiente.

—El objetivo de un baile no es precisamente una exposición intelectual, es simple, es cultural, una etiqueta más al socializar. Algo inservible y estúpido en mi opinión personal pero útil si en ese lugar se puede encontrar un algo o… A alguien interesante —Snape tomó aire y subió pronunciando pausado cada sílaba, el tono de su voz salía enérgica y explicativa—, La casa de Slytherin nunca ha quedado en ridículo en estos asuntos, así que por esta ocasión internacional donde habrán estudiantes acostumbrados a estos eventos, les enseñaré a cómo debemos comportarnos —el sonorus que usaba le dejaba hablar como siempre para que le escuchen en cada rincón—. Primero; El secreto de esto es la actitud, en nuestro rostro y postura se deberá reflejar la soberbia y la elegancia. Segundo; La pareja que escojas debe ser tratada como si fuera una rosa roja, sí, una rosa, porque es hermosa como todas las demás sin embargo, si la tocas mal, sabrá cómo defenderse… Usarán… Una —dio un paso a Hermione, abrió sus ojos para verla fijamente—, peligrosa arma —hizo una venia delante de ella, una profunda y siguió—, escondida en tan delicado cuerpo. Pero antes de seguir les mostraré con esta estudiante que ven aquí —todos los demás no se habían dado cuenta de quién era hasta que los mayores sí lo notaron y se sorprendieron—, Ella es la persona que me hace sentir afortunado en este baile. Es la mujer, ex alumna de la casa de Gryffindor, y mejor bruja de su generación, Hermione Granger —Miró con altivez y orgullo a todos los presentes y puso aún más fuerza en su voz—, mi preciosa y joven novia —soltó pausado.

Todos quisieron gritar al escuchar muchas cosas, primero que era de Gryffindor, luego que era ex alumna y finalmente que su novia era la héroe de guerra Hermione Granger.

Se habían fijado en eso pero no se percataron que Snape había usado dos palabras que jamás se hubieran podido imaginar del brujo.

“Preciosa y Novia” ¡Merlín, Snape tenía novia! muchos se hablaron en susurros. ¿Será posible que tenga novia y yo no?  Los jóvenes de último año se lamentaron.

—El saludo —hizo frente a la estudiante un venia elegante—, es la pregunta que necesita ser confirmada y se hará profunda para exponer que es un honor que ella haya aceptado y que pronto se acercará tanto que tendrá derechos momentáneos de tocarla. La mano que dirige toma la de ella con delicadeza y la otra… —lo hacía con Hermione con sutileza pero también con seguridad—, tocará su cintura a la altura de su riñón. La mano de ella se posará sobre tu hombro y la otra se dejará guiar por la tuya. Los pasos siguen el ritmo de tres número; uno dos tres, uno dos tres, uno dos tres, giro, uno dos tres, uno dos tres, uno dos tres, giro. El pie del mismo lado que sujeta la mano de tu acompañante dirige el baile cada que empieza la cuenta. Uno, y tu pie se abre adelante o atrás, de inmediato el otro lo sigue, tu acompañante hace lo mismo a donde vayas como si fuera tu reflejo en un espejo, ella es tan sutil que sabrá exactamente qué hacer. ¡Bien, ahora empiecen!

El mago agitó su varita en dos líneas y empezó a sonar la música de un violín hechizado atrás del salón.

Se armaron las parejas y empezó el ensayo.

***

Al siguiente día cerca de las tres de la tarde, muchas parejas empezaban a llegar al castillo, ex alumnos y alumnos extranjeros que se quedaban en un lugar especial del castillo pero habían ido a vestirse fuera de él.

Todo empezaba como a las seis y media de la tarde, temprano porque algunos invitados no quisieron quedarse y tomarían el expreso de Hogwarts que salía a las seis de la mañana.

Hermione aún no salía de la torre de Gryffindor y Snape listo en menos de media hora, se paseaba por todo el castillo, después del almuerzo, en un traje elegante y oscuro muy llamativo, tan llamativo que algunas profesoras de Beauxbatons, unas cinco al menos, no resistieron voltear a verlo. Sus cabellos se veían muy lisos y negros y su mandíbula limpia de barba, perfecta y masculina, y su nariz larga, la cual le hacía ver aún más masculino.

No sólo las profesoras se habían admirado de aquel acontecimiento.

Él se veía así por culpa de Hermione quien le sugirió algo más para la ocasión, similar al atuendo que le había visto puesto el día de su última audiencia en la universidad de Londres, con los periodistas

Él se veía así por culpa de Hermione quien le sugirió algo más para la ocasión, similar al atuendo que le había visto puesto el día de su última audiencia en la universidad de Londres, con los periodistas. Aquél día que le pidió un autógrafo donde fue definitivo dejar que sus ojos brillen por él desde sus hombros hasta el largo y gran levita elegante.

Snape se había transformado, nada más ese traje le hacía ver aún más soberbio e inalcanzable.

Algunas estudiantes locales no pudieron evitar ser francas al saludarlo, sobre todo esas descaradas y valientes Gryffindor.

—Mh, profesor, muy buenas tardes… Qué lindo trasero lleva en esos pantalones —Dos jóvenes pelirrojas, una de ojos cafés y otra de ojos azules le sonrieron con coquetería y él se escandalizó.

—¡Por favor, respeten, señoritas! —apresuró el paso y al sentirse lejos de esas leonas, se habló así mismo —Si fiera profesor aquí… Pero ya no lo eres así que relájate, que Granger no te vea molesto.

Por otro lado las estudiantes corrieron a la torre de Gryffindor a contarle a una joven peinada como una princesa por sus compañeras.

—Herm, Herm… Vimos a Snape y está… —se aguantaron de decir algo vergonzoso delante de las más jóvenes —, se ve muy atractivo ¿Lo has hechizado?

—Ha, ha, ha, claro que no lo he hechizado, chicas… Es el profesor que ustedes conocen sólo que libre de Hogwarts, supongo —Los colores le pintaban la cara.

—¿Qué sucedió, cómo lo encontraste? —se sentaron en la misma cama que Hermione, las gemelas pelirrojas tenían mucho interés de escuchar algo bueno.

—En la universidad, es profesor de la universidad… Una historia muy larga que pronto sabrán.

—¿Se van a casar? —soltaron ellas con atrevimiento.

—¿Por qué todas quieren verme casada con él?

—Porque serías la primera mujer de Gryffindor que se case con Slytherin, ¡Es una locura!

—Basta, chicas, ha, ha, ha, no es para tanto, él es muy tierno.

Todas las presentes se rieron, aquello era una gran mentira.

—¿Y qué tal es en la intimidad, es impresionante, recto, disciplinado o sutil y delicado como cuando sostiene las hojas de mandrágora?

Hermione abrió la boca impresionada de las niñas de tercero.

—Es suficiente, demasiadas preguntas, Severus es… Él me gusta mucho, el resto se los dejo a la imaginación.

***

Cuando habían llegado las dieciocho de la tarde, Snape esperaba ansioso a Hermione que de una vez baje de la torre de Gryffindor. No quería caminar por los Pasillos más tiempo o ir al baño de profesores por cuarta vez, le dolía el estómago estar solo en el gran salón se sentía extraño estar separado de ella por tanto tiempo, pero al ver que ella aún no bajaba se subió la escalera y esperó en el primer descanso, de pie.

Dos segundos después su mirada estaba sobre una cabellera castaña peinada como ella solía peinarse, su Hermione, y esta joven besaba a un joven alumno extranjero que vestía de negro y era muy parecido al odioso Alex. Vaya, no, parecido no, sino idéntico a él aunque con barba.

Snape sintió que el estómago se le revolvió, quedó en shock cinco segundos en vez de hacer algo, aunque sea acercarse y reclamar

Snape sintió que el estómago se le revolvió, quedó en shock cinco segundos en vez de hacer algo, aunque sea acercarse y reclamar.

Se tomó de la baranda de la escalera y empezó a bajar más rápido, ese vestido lo había visto antes, aquél día en el evento de la universidad cuando él estaba junto a los directores y rector.

Bajó despacio intentando no perder la cordura, estaba seguro que era ella pero por qué ¿Él provocaba aquello?

Desapareció al no poder aguantar más y se escondió detrás de algunas personas para escuchar si ambos se decían algo.

—Ve con tu novio, nos vemos después.

—Sí —contestó la chica y otro joven intervino con un acento conocido al Slytherin.

El otro joven era Viktor Krum.

—Alexandro, deja de robar chicas a los alumnos de Hogwarts.

El joven de cabellos castaños sonrió, Snape lo veía a través de ese grupo, de reojo y perfil a ese par, como a seis metros, fingiendo escuchar un anécdota de los ex estudiantes.

—¿Así que robo chicas? Ellas solas vienen a mí, el encanto es natural.

Snape se asqueó, de verdad era la voz de su estudiante Alex, el cual odiaba con el alma.

Estaba tan concentrado en el odio hacia el joven Alex que no vio a dónde fue la joven con su vestido perla.

Krum hizo una seña y señaló arriba de la escalera.

—Ella es la que quiero, por esa estudiante vine —bebió su copa de champán.

Alexander volteó a mirar hacia arriba al igual que Snape.

Ahí estaba Hermione, la increíble, inteligente y atractiva Granger.

Snape frunció el ceño, la chica que vio antes no era ella entonces, pero ese joven sí era Alexander. El adulto no recordaba si él se llamaba así sin embargo lo que sí recordaba era que él no besaba a jovencitas, entonces debía de fingir delante de Krum.

—Severus —El mago escuchó que una suave voz conocida lo llamaba con sutileza —Sev, te ves tan guapo.

Snape la miró impresionado, de cerca era una maravilla.

—¡Santos cielos! Te ves hermosa —Sus gestos no fueron exagerados sino serios, y no dejaba de verla de pies a cabeza

—¡Santos cielos! Te ves hermosa —Sus gestos no fueron exagerados sino serios, y no dejaba de verla de pies a cabeza. A pesar de la seguridad en comprobar que ella no era la joven que vio, preguntó— ¿Por qué besaste a Alex?

—¿Yo? Yo no he besado a Alex —La joven dejó de sonreír un instante.

—Yo te vi, hace unos minutos —Snape no perdió seriedad.

—No sé de qué hablas, yo acabo de bajar.

Snape frunció el ceño enojado.

—Ahí está él, junto a Krum.

—Oh… —ella vio a hacia donde estaban los jóvenes—, no sabía que vendría Viktor ¿Tú sabías? —soltó curiosa.

—No —dijo enérgico—, no lo sabía, al igual que no sabía que vendría el odioso de tu amiguito.

—Él no es Alex, debe ser su primo hermano, su primo estudió con Viktor.

—¿Tienen el mismo nombre?

—Qué se yo, no me lo ha presentado.

No dejaron de ver hacia los jóvenes hasta que.

—¡Hermione! —una voz conocida la impresionó y ella volteó rápido a su derecha.

—¡Merlín! ¿Qué haces aquí? —vio los ojos de su amigo Alex frente a ella.

—Me invitó tu amiga Ginny, al parecer se peleó con un tal Harry.

—Ah, no mientas, tú has venido con tu primo.

Alex abrió los ojos sorprendido.

—¿Cómo lo sabes? —después miró a Snape justo delante de él, le costó reconocerlo con esa ropa elegante.

—Pro.. Po… Profesor Tobías ¿Cómo se encuentra? —Se sonrojó de inmediato, nunca iba a superar su gusto por él.

—Jovencito, qué alegría verte —Snape fue sarcástico y tomó a la joven de la mano —Ella es sólo mía, hoy, mañana y siempre.

Alex sonrió divertido.

—Está bien, está bien no voy a molestarlos más —sonrió e hizo que abría camino para ambos.

—¡Alex! —gritó el primo acercándose a los tres presentes con paso ligero desde donde estaba.

—¡Alexandro! —el joven se abrazó con el que parecía prácticamente su copia humana.

—Ey, te ves bien ¿Me vas a presentar a tus amigos? —el primo exigió y vio a los ojos al alto mago pocionista y cómo este parecía que quería matarlo.

Alex no perdió rostro cordial.

—Él es mi profesor de la universidad y ella es mi mejor amiga que a la vez es su novia.

—Oh, ¿Severus Snape, cierto? ¡Qué impresión verlo con vida y con buena compañía! —Fue sincero, no quería molestarlo, su forma de ser liberal e impropio siempre caía mal.

Severus sólo lo vio y miró la mano del chico extendida a él, lo pensó por unos segundos con rudeza y presunción dentro de esa mirada castaña, al final accedió a apretarlo con más fuerza de lo normal.

—OH, muy bien —Miró al mago más tiempo con extrañeza sintiendo que casi le desprenden la muñeca.

—¿Cómo estás, Hermione? —El acento de Krum apareció delante de todos.

¡Esto es el colmo, Merlín! Snape estaba enojado, esa sería su noche pero ahora tenían distracciones escandalosas.

Alex recordó que Krum le dijo que estaba enamorado de la bruja. El otro joven de vestimentas negras y góticas hizo un gesto de “Aquí va llover fuego del techo”

—Yo bien, cómo estás, me da gusto verte —La Gry ya no sabía a quién mirar.

—¿Tienes pareja en este baile? —Krum preguntó animado, se había enterado que ella ya no estaba junto a Ron Wesley.

—Sí, vine con Severus —la chica no perdió el tiempo, respondió a esa pregunta con seguridad y una amplia sonrisa orgullosa.

—Él es su novio —añadió Alexandro, para ahorrar tiempo. Si Krum tenía que enterarse que sea rápido.

Krum miró al famoso profesor Snape reconociendo su figura segundos después.

—¿De verdad son novios o le dijiste eso a Alexandro para que no te moleste en el evento? —Se atrevió a decirle a Hermione, incrédulo, sostenía una sonrisa nerviosa.

Snape bufó cansado, alzó una ceja y cruzó los brazos delante de todos,como si fuera un espectador.

—Severus es mi Novio —Volvió a responder la chica sin perder ánimo, era un día bonito y le encantaba estar de nuevo en el castillo a pesar de todo.

—Aclarado el asunto —carraspeó el mayor— ¿Ya puedo llevarme a mi pareja de baile? —Snape habló serio, lo que dijo, más que una pregunta parecía un exigencia, no quería a más gente de gala saludar coqueto a su joven Granger.

—Nos vemos luego, chicos —La Gry se despidió y se dejó guiar por Snape quien no se veía muy contento—. Severus, ¿Por qué dices que besé a Alex? Debes haberme confundido con otra perso… —iba a terminar de hablar cuando vio aparecer a Draco junto a su Madre.

El colmo, no podía ser una noche mejor.

Esas otras dos molestias hicieron que el carácter de Severus aparezca.

—¿Cómo se atreve a venir aquí? —gruñó mirando a la señora Black, mamá de Draco, la cual no se veía embarazada.

La situación empeoró cuando por las grandes puertas apareció el padre de Hermione.

El pocionista la sujetó, sacudió su cabeza en negativa, resignado y tocó a la joven para desaparecer pero ella no quiso, se resistió con magia.

¡Qué noche! Se dijo Snape.

_________________________________________________________

Siguiente Cap “Baile, pociones y familia ideal”

¿Te gustó el capítulo?

0 / 5

Tu calificación:

Suscribirse
Notificar de
guest

0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios