Impulsivo Capítulo XXVII ABUELO ESTIRADO 🤨

Lista de capítulos

Capítulo 1 ¡Adiós Y Hasta NUNCA, Hogwarts! Capítulo 2 Universidad De Londres 🤔 Capítulo 3 Profesor Tobias Prince 📜 Capítulo 4 Srta. Jean Puckle 🕒🔊😨 Capítulo 5 ¿La Conozco, Srta? 🤔🧐 Capítulo 6 ¿En Qué Lo Puedo Ayudar? 📕👂😱 Capítulo 7 Suspicacias De Un Slytherin 🐍 Capítulo 8 Reunión De Subterráneo ✒️📋📷 Capítulo 9 Cuando Quiera, Granger 🔎 Capítulo 10 Coincidencia Nocturna 🌃 Capítulo 11 No es malo 🌅🌧️ Capítulo 12 Verla Un Instante ❤️🦁 Capítulo 13 Querido Profesor… 👄 Capítulo 14 Querido Profesor Part 2 👄🔞 Capítulo 15 La Madre De La Joven – 1🍋🔉 Capítulo 16 La Madre De La Joven – 2 🧐😕 Capítulo 17 Impulsivo Part 1 🏰 🐍 Capítulo 18 Impulsivo Part 2 🚂🏰👄 Capítulo 19 La Anciana Y El Chocolate👗🔥🛤 Capítulo 20 La Caja De Cristal 🔓🧧 Capítulo 21 Piedras Y Cielo Nocturno ◾🔥🌃 Capítulo 22 LA BENDITA RADIO 📻 ⌚ Capítulo 23 EL BENDITO TELÉFONO – ☎️📞 Capítulo 24 ¡SUMERGIR LOS CELOS! Capítulo 25 CASA DE CAMPO Capítulo 26 El POCIONISTA SABE LO QUE HACE 🔥 Capítulo 27 ABUELO ESTIRADO 🤨 Capítulo 28 PARTE DE LA SORPRESA 🦁 Capítulo 29 MALFOYLONG 🧐🖋️📜🔥 Capítulo 30 Narcissa Está Embarazada 🤨🌋⚡� Capítulo 31 Te Voy A Degollar 🧠� Capítulo 32 Alex, Hermione, Scamander, Y Severus 🔥 🔥 💼 Capítulo 33 ¿Dónde Estás, Malfoy? 🤫🤺 Capítulo 34 Narcissa Black – Snape En Taxi 🚖� Capítulo 35 Super Mercado Muggle 🦁🐾💊 Capítulo 36 Flashes Del Pasado 😬 📸 Capítulo 37 Scamander Y Baile Del Torneo 🏰 Capítulo 38 La Familia Es Valiosa 🏰 � Capítulo 39 Confrontación, Éxito Y Accidente 🔪� Capítulo 40 Doble Problema Y Segunda Oportunidad 📖 🧠 Capítulo 41 Te Quiero 🟩🔺� Capítulo 42 Consultorio de terror 🔎 🐍 👶

-Severus, es que ver al Señor Malfoy no me convence -Hermione miraba hacia arriba intentando sostener la mirada del mayor, sus codos se apoyaban sobre el lugar que había escogido en primera fila.

-Tienes que venir, Hermione, es mejor que nos vea juntos, él es vengativo y sucio, si puedo dejarle claro desde un principio que le cortaré la lengua antes de que se meta contigo, no va a molestarnos ni hoy ni después -El pocionista tenía claras sus ideas, hablaba en baja voz pero sin perder gravedad y tono autoritario, el mismo tono que nunca se iba de sus labios delgados y pálidos -además ¿Por qué a tu grupo de amigas le gusta escoger a alguien como Malfoy, no se supone que no podían ni verse? ¿Ahora somos amigos de los que odiamos?

-¿Pero qué dices? -abrió la boca sin creer lo que escuchaba, la jovencita se aguantó de decir algo más.

Hermione se hizo hacia atrás en su silla dentro del aula de pociones, pensaba que escuchar aquello ya no tenía sentido, ella y su profesor estaban juntos, en una relación que en el mundo mágico podía ser un escándalo, ser juzgados como “los enemigos con una gran diferencia de edad que se enamoraron en la universidad o peor, la joven y humilde estudiante que sale con su profesor porque necesita a alguien que le de ciertas cosas materiales”, podían ser juzgados así, ella se temía eso porque quería que fuesen desconocidos, porque en esa ciudad o más específicamente, en la universidad de Londres, su relación era cualquier cosa, lo más natural y normal del mundo y con los nombres nuevos, un peso menos que cargar.

El profesor se comportaba raro, imprudente en decir eso, la joven no quería escuchar, eran prejuicios que había sacado de su cabeza un par de meses atrás.

Por otro lado, sentía que lo distraía, quizá le ocasionaba problemas al mayor con esa relación que tenían.

Snape la veía en picada delante de su escritorio, le daba la espalda a la pizarra mágica mientras sujetaba sus manos detrás de la espalda, quería convencer a esa jovencita de presentarse juntos delante de Lucius Malfoy después de analizar que posiblemente el grupo de amigos de su hermosa mujer iba a convivir con esa familia y por ende, él tendría que aguantar ver a su ex compañero de escuela.

-Profesor, ¿Usted me dice que es imposible que un Slytherin salga con una chica de casa diferente? Hasta lo que sé, los de Raven se llevan mejor con ustedes y míreme… ¿Acaso la relación que tengo con mi novio es un imposible?

Snape se irguió sin dejar de verla a los ojos, intentando no perderse en el café y expansión de las constelaciones dentro de esas hermosas pupilas claras, o distraerse de bajar a esos labios carmín que pronunciaban las letras con prudencia, atino y suavidad, para maravillarlo y hacerle perder la cabeza en alucinaciones de ríos de agua turbia llena de brillantina.

El mayor estaba distraído, eso no estaba bien.

-No es predecible lo que hay aquí, es cierto, pero yo soy un hombre, no un niño mimado con camisas de almidón -Se acercó para tocar la mano de la estudiante, intentaba explicar con sutileza -eres mi alumna pero eso no vino a mí al principio, no en lo que pienso, ni si quiera de que soy Slytherin o si fuiste mi estudiante odiosa en la escuela -Se acercó a su rostro para apretar las palabras y provocarle un ataque de nervios a Hermione, una bomba de emociones y anhelos. Le acarició el rostro y apretó sus labios para pronunciar lento -sólo te veo como una hermosa y atractiva mujer que me tiene colgando en un mundo de cuadros que muestran bosques oscuros y mariposas venenosas.

Hermione entendió lo que decía el mago, hacía que sueñe e incluso pensara en cosas cursis. Porque para Snape el bosque prohibido era romantiquísimo al igual que un grupo gigante de peligrosas mariposas venenosas.

-¿Mariposas venenosas? -no estaba mal que la Gry tuviera curiosidad.

-Sí, bellísimas y claras mariposas fosforescentes con veneno azul, las cuales causan pésimos cuadros respiratorios cuando se posan en tu mano.

-Severus… -soltó despacio sin comprender lo que estaba en la cabeza del mago.

-Mh hum -hizo lento -¿Y usted, señorita, a qué hora va a la biblioteca, Mh?

-Ey, entrarán al aula en cualquier momento -se sonrojó, Hermione creía que esa actitud dentro del aula era irresponsable porque si sus compañeros veían eso, podían pensar que él no era alguien profesional -no se acerque así. Y yo… Voy… Voy a la biblioteca a la misma hora que usted… -hizo una sonrisa nerviosa por decirlo sin anestesia, no podía resistir al hombre mucho tiempo.

-Ajá, muy bien ¿A la misma hora que su servidor? -La pregunta en voz alta era un deleitarse así mismo con la respuesta -Y respecto a que debo contenerme… No me importa. Lo haré, lo seguiré haciendo -alzó una ceja mientras tomaba el libro de la joven con suavidad -Me gustas, já, eso no es novedad ¿Sí te he dicho que no me importa lo que piensen tus compañeros?

-Severus… -Hermione dejó salir su nombre, lento, otra vez -tú también me gustas, pero intenta estar concentrado en la clase.

-Lo estoy, señorita… No me cambies de tema.

-No, aún no estoy segura de ir con el señor Malfoy.

-Hablemos al final de la clase ¿Te parece bien? -El mago se acercó más y le plantó un beso, suave y despacio que después de dos segundos terminó.

“Está siendo muy imprudente” se dijo la bruja en la mente.

“Y tú, me prometiste que estarías en el tercio superior” Discutió Snape mientras tomaba su varita y empezaba a escribir en la pizarra.

“¡Ey! deja mi mente en paz, además estoy en el tercio desde la semana pasada” respondió ofendida.

Snape alzó una ceja y apretó sus labios desde su lugar con un gesto de sorpresa y orgullo, mientras no dejaba de prestar atención a su anotación, era un material que había preparado para esa clase, el fin de semana pasado.

“Mh, muy bien, felicidades” Dijo por última vez dentro de la mente de la joven con un tono que exponía leve envidia.

Hermione se detuvo para prestar atención a la clase y escribir afanada todo lo que empezaba a aparecer en la pizarra.

***

La jovencita de cabellos rizos esperó que el hombre salga de su última clase de pociones en el día, y en el transcurso que daba su clase, el profesor se quedó en la cabeza lo que ella le dijo, de que debía de calmarse, ser más serio porque parecía que nada le importaba. Pero no, tenía que centrarse, necesitaba estar sobrio.

La joven estaba afuera del aula con un par de agendas en la mano y un bolso grande de los que usaba para cargar algunos libros.

El hombre la vio cuando abrió la puerta para retirarse del aula de pociones y la saludó con respeto, de forma política, ella respondió de la misma manera.

-Profesor, aquí tiene mis resúmenes, de las tareas pendientes.

-Gracias, jovencita -le recibió las agendas con cuidado y dio una reverencia pequeña de cabeza -Vamos con la señorita Lovegood para ver cómo se encuentra, estaba pensando que ella, con sus pequeños problemas extraños, puede que esté exagerando un poco o que Malfoy haya cambiado aún más de lo que vimos en la mañana.

-Lo noté, tienes razón -dijo en más confianza cuando estaban en el campo de hierva corta, a espaldas del pabellón principal.

El mayor tomó de la espalda a la joven en un pase cuidadoso, sintió su ropa tibia y el enlace entre su magia, algo que últimamente había notado más seguido, un hoyo lleno de flores se instaló en su estómago, y cayó en picada a un profundo mundo de  maravillas

-Después de estar con la señorita Lovegood, tú decide si vienes con nosotros, también ayudará que te quedes con ella, no voy a obligarte a nada -usó un tono de voz grave y explicativo como el que usaba al ser profesor.

Esa voz varonil había hecho algo importante en ella, Hermione creía que lo necesitaba pero la realidad era que ya no podía vivir sin eso y más, la exactitud y forma de pronunciar, el tono perfecto, su forma de respirar cuando hablaba y ese olor que salía de su pecho. Todo estaba relacionado para morirse de amor por él aunque esté fuera menos emocional con ella.

-Gracias, pero lo pensé mejor, Severus -Le sonrió al mago a pesar que este se mantenía serio, rió de forma natural porque se sentía plena -ataquemos en grupo al señor Malfoy, es mejor así.

-Me alegra que hayas podido analizar mis propuestas, sabía que al final elegirías bien -Vio a la ventana de su departamento en el edificio frente a ellos y sus demonios quisieron atacar, pero se contuvo -Lucius Malfoy fue liberado por el ministerio porque entregó a todas las familias involucradas con Voldemort, su esposa lo defendió, alegó con los mejores abogados, que ellos fueron obligados a servir al señor Oscuro e incluso usar su mansión como sala de reuniones y tortura.

-Voldemort fue el culpable de muchas cosas pero Lucius Malfoy ya había cometido muchas atrocidades. Me molesta que maneje el mundo mágico con su dinero y más a las entidades del Ministerio.

-Ese es el Ministerio de hoy, jovencita, han expulsado a todos los corruptos y entra otro círculo nuevo lleno de alimañas.

Snape la tocó para desaparecer y aparecer en el departamento de Draco.

-¡Padrino, no vas a creerlo! -Malfoy quiso gritar pero al ver a Hermione fingió el porte soberbio. Bajó la voz y se llevó a Snape a un lado.

-Hermione, ve con tu amiga, tengo que hablar con tu compañero, por favor -Snape quería ser suave pero a veces no le salía.

La estudiante miró a ambos y asintió. Casi estaba acostumbrada a esos momentos en que el mago quería deshacerse de ella por eso desapareció dos segundos después.

-¿Qué sucedió, niño tonto? -Snape apretó los dientes en baja voz imaginando lo que venía -¿Está embarazada?

Draco se puso más pálido que la nieve, el prejuicio le cayó mal pero tenía que decirlo, esta vez no estaba equivocado el emisor.

-¡Está embarazada! – Malfoy Junior, dijo con temor.

-¿Hiciste el hechizo de prueba? -Snape iba a insistir en los detalles.

-No, ella compró una muggle.

-¿Cómo se te ocurre? No quería hablar con Malfoy de que querías casarte con Lovegood pero ahora, si se entera que la embarazaste va a desterrarte, esto es un escándalo para tu familia. -Snape alzó una ceja, se imaginó una escena nerviosa del hombre de cabellos plateados -No puedo perderme ese momento, le causarás un infarto.

-No me ayuda mucho con eso, Profesor -Dejó salir nervioso el jovencito, intentaba guardar compostura pero se mordía las uñas -esperar un bebé es más aterrador que tener la responsabilidad de matar a un director.

-Eres un niño que va tener un niño ¿Por qué no pensaste más? ¿Por qué Lovegood? -Snape estaba como loco.

Draco se enojó ¿Qué le importaba a Snape?

-¿Va a juzgarme o quiere que le pregunte por qué se tiró a Granger y no a Pansy quien prácticamente me engañó con usted el último año?

Snape lo agarró de la solapa con ambas manos y lo alzó levemente del suelo por la fuerza desmedida.

-Nunca tuve nada que ver con la señorita Parkinson, la jovencita estaba obsesionada conmigo pero para mí era un estorbo. Granger en cambio, ella es un imposible, fue inesperado, no lo estábamos buscando y ahora es mi motivo para vivir y matar, así que cuida tus palabras.

-Luna es complicada, pero también tierna, la amo, y por eso Merlín nos ha bendecido con un heredero varón.

-Ah, ¿De eso sí has hecho un hechizo, cómo sabes que es varón?

-Sí, hice un hechizo y es varón -no le dio la cara a su profesor -¿Y usted, señor, cuándo va a tener hijos?

-Cuando Hermione los quiera, somos magos, el tiempo no va a importar por un largo momento en nuestra relación y no te diré más -Snape desencajó la mandíbula -De verdad, me alegra que no estés manipulado por tu padre, eres mejor persona que él.

-Papá odia a Granger y usted lo sabe, señor.

-Lo sé pero él y yo ya no somos amigos. Ya no soy el mismo que conoció en Hogwarts.

-No tiene que dar explicaciones a nadie, Señor. Mi madre por ejemplo, simplemente se fue. Vayamos a ese lugar oscuro, ahora verá el fantasma de Lucius Malfoy, porque mi padre está muerto en vida.

-Como ansias, jovencito, expido  curiosidad de saber que tu padre está vivo -el mayor jugaba con la mente del niño.

Los magos y Brujas salieron juntos, Malfoy y Luna fueron primero por unas cosas a la casa de la joven para ver si podían encontrar al padre y Snape llegó primero a la mansión con su hermosa acompañante.

Pasó la primera reja de la mansión y llamó a la puerta dos veces cuando estuvieron frente a esta.

Un mayordomo pálido y alto de aspecto ansioso les abrió y les invitó a pasar con una venia respetuosa.

Ambos dieron pasos dentro de la casa y la voz del dueño se dejó sentir de imprevisto.

-Se v e rus Sn a pe -prununció un hombre desde lo alto con exagerado acento inglés, cuando la pareja entró a la sala de bienvenida -Oh y… ¿Señorita Granger? ¿Qué trae a esta hermosa pareja de enamorados frente a mí?

Snape iba tomarle la mano a Hermione pero en vez de eso se adelantó y la cubrió con el cuerpo, el padre de Draco traía algo entre manos, era obvio.

-Cómo estás, Lucius veo que ahora ahorras jabón de cabello -Snape se sorprendió de verlo, estaba definitivamente muy cambiado.

-Tú siempre tan gracioso, Severus, ja ja ja -la risa salió casi forzada.

La conversación fue rara, desde que Snape escuchó la voz del rubio, quien ahora tenía el cabello corto como un marino.

Malfoy se inclinó frente a Hermione mientras mantenía esa sonrisa demasiado entusiasmada delante de ella.

-¡Qué guapa está! -le tomó la mano a la joven y le besó un centímetro atrás de los nudillos sin perder de vista los ojos café de la joven, ella se quedó congelada en el movimiento inesperado.

Lucius giró sobre sus tobillos sin perder postura y luego vio al mago directo a los ojos negros para apretarle la mano.

-Ah, sí… Creo que te ha afectado la ausencia de tu esposa -fue lo único que se le ocurrió decir a Severus.

-Al contrario -Los ojos claros del plata brillaron delante de los ojos negros de Snape, sus manos no dejaron de apretar al otro mientras que la otra mano del hombre no soltaba a Hermione -Que esa estúpida se vaya ha abierto mi corazón a sentimientos profundos de amistad, la soledad es buena cuando la espera aumenta la masculinidad y da paso a que pueda   darme cuenta que las flores se ponen más bellas en primavera -guiñó un ojo a Granger y la soltó.

Hermione estaba que no creía nada, que ese que estaba frente a ellos fuese el patriarca Malfoy, estaba vestido todo de negro y su rostro era extrañamente alegre.

Snape sin embargo no se convenció, él necesitaba ir con cautela pero la realidad era que quería que Draco reciba un castigo.

-Tu hijo se va a casar con la mujer que embarazó -lo soltó tan rápido que Hermione no alcanzó a taparse la boca y apretar sus sienes.

Malfoy abrió ambos ojos en sorpresa.

-¿Quién es esa pobre y desdichada mujer que tendrá a su lado, un cobarde e irresponsable como Draco?

Lucius sabía que Snape estaba ahí por su hijo, sino no estuviera frente a él.

-Luna Lovegood -soltó Snape.

Lucius suspiró lento, parecía que esperaba algo peor.

-Pobre niña, debe ser esa leve locura en su cabeza, no te preocupes, Severus, apoyaré a la joven para que su padre no la mate.

Hermione y Snape se miraron sorprendidos.

-Él ya debe saber lo que tiene la joven con tu hijo -el pocionista no cabía en sí mismo, su voz fue lenta e insegura porque no tenía ni idea de lo que pasaba.

-¿Sabe que Draco la embarazó?

Snape negó.

-No lo creo, no creo que sepa.

-¿Dónde está mi hijo para felicitar su irresponsabilidad de exponer a su joven mujer al qué dirán?

-Vienen para acá, ambos -la conversación era un toma y dale, lanzo y golpeo.

-¿Y ustedes cuándo se casan? -Malfoy no dejaba de sonreír con extrañeza, sobre todo a Hermione.

-¿Qué sabes de nosotros? -Snape se temía que la pregunta sobrara, pero de todas maneras intentó sacar información.

-Lo que ustedes escondan se nota a mil kilómetros además de que hay fotografías de ambos en un patio de universidad comiendo el almuerzo del otro de sus bocas.

Hermione hizo gesto de desagrado sin que lo noten los mayores.

-Tenemos una relación amorosa, la fecha de una boda no nos ha impedido que vivamos juntos o que sigamos, establecer la relación no tiene caso porque ya es seria -Severus tenía que aclarar cualquier duda con el mago de cabellos platinados, el hombre no era de fiar cuando se trataba de meter sus narices para averiguar algo.

-Es problema de ustedes, y sí —hizo un ademán exagerado con su mano derecha—, era claro que la señorita Granger no iba a meter su lengua en tu garganta a menos que estuviera ciegamente enamorada.

-Cuidado con lo que dices -Snape se adelantó a Malfoy un paso.

-No diré más -Alzó las manos en símbolo de rendición, su rostro tenía una sonrisa extraña y diabólica.

Segundos después alguien llamó a la puerta.

-Debe ser Draco y Luna -Hermione susurró al pocionista, estaba detrás de él, por instinto usaba el torso del profesor como escudo delante del Señor Malfoy, ella tampoco se creía esa actitud comprensiva, de hecho ya estaba temblando y se calmó cuando el timbre llenó la sala.

Draco pasó delante de ellos de la mano con Luna, en postura soberbia y rostro serio.

Su padre no lo había visto por unos meses, exactamente cuatro, por eso la leve sonrisa en el rostro, se sentía feliz.

La jovencita de Ravenclaw por otro lado pensaba que mientras estaban ahí, nadie estaba cuidando a sus gnomos de jardín en casa de su padre.

-Papá -Draco habló con firmeza.

-Hijo -Lucius saludó con respeto.

-Te presento a mi futura esposa.

-Lo sé, pequeño idiota, agradece a Merlín que tu madre nos haya dejado sino te hubiera matado -le habló en susurro al hijo, se inclinó en reverencia delante de Luna -Señorita Lovegood, disculpe los inconvenientes.

El hombre quiso decir que su mujer era la que posiblemente influenciaba mucho en Draco incluso más que él.

-Papá, no quieras disimular delante de las visitas.

-¿Y tú, señorita? la próxima escoge a alguien más responsable -dejo el respeto atrás y fue duro con Luna.

-Creo que la vida debe seguir su camino Natura, señor -Luna no cambiaba su humor filosófico y tierno a pesar de sus preocupaciones -Quiero cuidar de Draco, del bebé y si usted me lo permite también cuidaré del cariñoso abuelo Malfoy -nadie podría ser más sincera que ella y en ese momento mostraba su única personalidad.

-¿Quién dices? -Lucius casi presintió un derrame cerebral.

-Usted, usted será abuelo muy pronto -Luna lo dijo en un tono alegre, respetuoso y cuidadoso.

-Ah, ya veo -En esos segundos parece que el carácter del hombre llegó repentinamente, el hombre de cabellos plateados hizo una mueca de desagrado porque quizá no había pensado en ser abuelo tan pronto -Por favor quédense a la cena -Invitó a todos y le guiñó un ojo a Hermione, la cual apreciaba como bien educada recientemente por Snape porque permanecía callada.

Pero Hermione al observar esa actitud no se quedó tranquila, se metió a la mente del hombre tan veloz que él sólo dio un mal paso, como si hubiera sentido que una aguja se incrustaba en su estirada cabeza, un mareo de “Son demasiadas cosas por hoy”

Esa jovencita de ojos café pudo ver que estaba triste, el hombre estaba triste y no era precisamente porque iba a ser abuelo.

***

Las visitas que deseaban irse, al final se vieron sobre una mesa nueva y larga en Malfoy Manor conversando como la mejor reunión fraternal, olvidándose por completo del hombre que tenía mirada perdida.

El futuro Abuelo estirado, invitó a Luna y Draco a quedarse esa noche y todas las noches que ellos quisieran porque no quería sentir más soledad, su hijo aceptó igual que Luna y Severus Snape fue junto al Rubio menor a acomodar una de las habitaciones porque la casa era simplemente un desastre.

Hermione estaba sola en la sala, la misma donde estaban todos horas antes, pensaba en Luna y Draco  pensaba en Ginny y Harry y aunque no quería también pensaba en Ron y Neville.

La soledad no duró mucho cuando el anfitrión la abarcó con rapidez, intentaba averiguar qué estaba en la cabeza de la joven, no sabía que ella ya había descubierto su estado físico y extraño de portarse con ellos, la niña era una de esas personas que realmente odiaba tiempo atrás.

-Señorita Granger -la voz del adulto fue cuidadosa y suave, como una serpiente que se arrastra al asecho frente a un ratón.

Pero la joven era astuta, y para nada podría ser comparada con un ratón sino con una leona que puede cazar sola y poner la carne en la boca de león.

-Señor cómo ha estado -ella era educada, no iba a ser imprudente ¿Para qué serlo?

-No muy bien como verá en este instante -la joven asintió lentamente, le dejaría hablar al hombre, un cobarde y tonto Malfoy que se deja manipular fácilmente -Sé que no es momento de ponerse sentimentales pero me enteré de la muerte de su padre… -Hermione tembló sin querer, no sabía por qué o quizá sospechaba que, esas palabras no deberían estar en la boca de ese hombre -. Hagrid, el hombre que ambos conocemos, me lo dijo hace un par de meses.

-No sabía que eran amigos, señor -Hermione estaba siendo sincera aunque su tono fue duro.

-No lo somos pero conversamos porque estaba buscando a mi esposa incluso en Hogwarts, antes de que desaparezca sin avisar, ella dijo que quería ir a enseñar a Hogwarts, aritmancia, pero recientemente un informante Muggle me dijo que mí mujer me había dejado por un hombre que no tiene magia y casualmente vive por donde usted vive ahora.

-¿Usted sabe dónde vivo? -no preocuparse por lo que escuchó sería extraño, estaba aterrada.

-Sí pero no se preocupe, no voy a hacerle daño ni he pensado hacerlo desde hace mucho tiempo.

-Oh gracias, es bueno que sea sincero -Hermione se sintió preocupada a pesar de su sarcasmo.

Y en esos segundos de tensión, Snape apareció.

-¿Qué ha sido todo eso, Lucius? -Snape intervino de inmediato y lo apartó de ella usando su propio cuerpo, vigilaba a la joven desde donde estaba -Nos vamos, Hermione no sé si desees despedirte -el mago usó tono suave con ella.

Hermione permaneció callada y no porque no pudiera estar a la defensiva o enfrentar sola a Lucius sino porque era bueno estudiar al contrincante, caminó unos pasos y subió las escaleras para despedirse de Luna.

La conversación siguió, Malfoy moduló su voz y la hizo levemente más discreta.

-No es nada, Snape, es sólo la verdad -dejó salir un suspiro largo y siguió -el hombre con quien se fue mi esposa es el padre de la chica.

-¡Merlín, eres un mentiroso! Es imposible porque ellas lo han visto morir -Snape refutó escandalizado.

Lucius rodó los ojos y escupió las palabras.

-¿Cuando van a verlo a su tumba han tocado sus huesitos? -Hizo gesto fastidiado.

-No, no vas a engañarme, no a mí ¿Cómo podría dejar el señor Granger a una mujer como la madre de Hermione?

-Creo que pasar mucho tiempo con una sangre sucia te ha nublado la mente, querido mago -Soltó con desprecio. No se esperó al decir aquello, un puñetazo que le cerró la boca en seco.

“No, ¿Para qué embrujaría a un muggle, Narcissa?” Snape pensó preocupado y el hombre con sangre en el labio como si no lo tuviera nada, respondió:

-Lo suponía, ¿Primero me hubiera dejado por ti, cierto, ya que ella estaba enamorada de un pocionista, verdad? Lo sé desde que Draco está en quinto año.

-Me hablas como si yo lo hubiera sabido, como si fuera mi culpa que te dejara, como si hubiera planeado esto.

-No digo que es culpa tuya sino que tú siendo su amigo incondicional puedes haberme advertido de un engaño.

-No sé nada de ella el mismo tiempo que no te veía la cara a ti, hace un año al menos. Y yo conocí a Hermione hace unos meses, lo del padre de la chica sucedió antes ¿Cómo puede haber sido un plan para fastidiarme?

Lucius caminó delante de él y tomó una copa servida del pequeño bar a una esquina, tomó de ella hasta la última gota y la apretó hasta que explotó en sus manos y los pedazos de vidrio se mojaron con su propia sangre.

-No, ni tú ni esa chica son culpables, ella sólo se fue -su rostro se hizo rojo por la furia y la confusión -Nar se enamoró de ese buen hombre, con modales sencillos, el cual tiene una chica inteligente como hija, un hombre que tenía una vida casi perfecta. Prefirió eso que quedarse conmigo que sólo fui dinero, poder y apellido. No quiero imaginar qué va a pensar la pequeña Bruja de nosotros, de Narcissa, ¿Cómo mi esposa que odia su estatus de sangre impura se mete con su padre y se lo quita a su madre, lo lleva a Francia y se embaraza de él? -El hombre miró al pocionista quien estaba extremadamente sorprendido -¿Cómo le digo a mi hijo que su madre va a tener un hermano con el padre de su ex compañera de escuela y que ese niño posiblemente va a jugar con su nieto como mejores amigos?

Snape desencanjó la mandíbula y frunció el ceño.

-No ¿Cómo le voy a decir esa noticia a Hermione? La destruiría.

-No debemos decirle a ninguno, a nadie, Severus. Vivamos el día a día como si no existieran los demás.

Ese fue el momento exacto donde el profesor de universidad para el curso de pociones y Defensa contra las artes oscuras se dio cuenta de por qué el hombre había actuado raro desde que entraron a esa mansión maldita.

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