Impulsivo Capítulo IX Cuando Quiera, Granger 🔎

Lista de capítulos

Capítulo 1 ¡Adiós Y Hasta NUNCA, Hogwarts! Capítulo 2 Universidad De Londres 🤔 Capítulo 3 Profesor Tobias Prince 📜 Capítulo 4 Srta. Jean Puckle 🕒🔊😨 Capítulo 5 ¿La Conozco, Srta? 🤔🧐 Capítulo 6 ¿En Qué Lo Puedo Ayudar? 📕👂😱 Capítulo 7 Suspicacias De Un Slytherin 🐍 Capítulo 8 Reunión De Subterráneo ✒️📋📷 Capítulo 9 Cuando Quiera, Granger 🔎 Capítulo 10 Coincidencia Nocturna 🌃 Capítulo 11 No es malo 🌅🌧️ Capítulo 12 Verla Un Instante ❤️🦁 Capítulo 13 Querido Profesor… 👄 Capítulo 14 Querido Profesor Part 2 👄🔞 Capítulo 15 La Madre De La Joven – 1🍋🔉 Capítulo 16 La Madre De La Joven – 2 🧐😕 Capítulo 17 Impulsivo Part 1 🏰 🐍 Capítulo 18 Impulsivo Part 2 🚂🏰👄 Capítulo 19 La Anciana Y El Chocolate👗🔥🛤 Capítulo 20 La Caja De Cristal 🔓🧧 Capítulo 21 Piedras Y Cielo Nocturno ◾🔥🌃 Capítulo 22 LA BENDITA RADIO 📻 ⌚ Capítulo 23 EL BENDITO TELÉFONO – ☎️📞 Capítulo 24 ¡SUMERGIR LOS CELOS! Capítulo 25 CASA DE CAMPO Capítulo 26 El POCIONISTA SABE LO QUE HACE 🔥 Capítulo 27 ABUELO ESTIRADO 🤨 Capítulo 28 PARTE DE LA SORPRESA 🦁 Capítulo 29 MALFOYLONG 🧐🖋️📜🔥 Capítulo 30 Narcissa Está Embarazada 🤨🌋⚡� Capítulo 31 Te Voy A Degollar 🧠� Capítulo 32 Alex, Hermione, Scamander, Y Severus 🔥 🔥 💼 Capítulo 33 ¿Dónde Estás, Malfoy? 🤫🤺 Capítulo 34 Narcissa Black – Snape En Taxi 🚖� Capítulo 35 Super Mercado Muggle 🦁🐾💊 Capítulo 36 Flashes Del Pasado 😬 📸 Capítulo 37 Scamander Y Baile Del Torneo 🏰 Capítulo 38 La Familia Es Valiosa 🏰 � Capítulo 39 Confrontación, Éxito Y Accidente 🔪� Capítulo 40 Doble Problema Y Segunda Oportunidad 📖 🧠 Capítulo 41 Te Quiero 🟩🔺� Capítulo 42 Consultorio de terror 🔎 🐍 👶

En la tarde siguiente intentó encontrar al profesor pero este no estaba por ningún lado, se sintió confundida pero luego aprovechó a avanzar con una monografía de su clase de Introducción al Conocimiento de Artes Oscuras, este curso no era mal educar a los jóvenes para que caigan en el lado malo de la magia sino que era obligatorio y adjunto a Defensa contra las artes oscuras, indispensable para el entrenamiento y aplicación que contrarresta maldiciones y como dice el curso “Las artes oscuras.”

La joven quien se pasó dos horas en la biblioteca caminó hacia los salones de integrado cerca de la parte amplia del edificio donde estaba la entrada a la residencia de los profesores.

Quería hablar con él urgente aunque después de un tiempo su precisión se esfumaba y esa concentración que ponía para no hacerle perder el tiempo al hombre se convirtió en una especie de confusión, como que se le perdió la idea e incluso la razón del por qué lo buscaba, estaba segura que era por motivo del grupo de investigación y los objetos malditos en el Subterráneo pero después dudó al pensar que ese no era un tema que pueda preocupar al pocionista.

Sujetó fuerte sus cosas contra su pecho porque se sentía nerviosa, le faltaba averiguar por qué.

Ahí en su imaginación como últimamente pasaba ensayaba su discurso delante de él. Es que le costaba tener más acercamiento, le costaba tomar confianza y no sabía la razón.

En un instante fue sobresaltada por una multitud que perseguía a un hombre alto, delgado, elegante que tenía el cabello sujeto y los lentes de lectura colgando en uno de los botones del pecho, traía un levita verde oscuro tan oscuro como negro, daba pasos amplios para escapar de esa multitud que sólo eran jovencitas de octavo y noveno ciclo las cuales se habían enterado que su ex profesor de Hogwarts estaba enseñando en aquella universidad.

El profesor Tobias distinguió a la joven sin perder concentración y cuando esta estuvo tres metros delante de él cada vez más cerca al caminar por el pasillo movió la varita haciendo aparecer una pared invisible que detuvo a las jóvenes, estas se estrellaron contra la superficie lisa sin poder seguir detrás de él.

-Srta, buenas tardes.- Saludó unos metros adelante pasando a Hermione apurado, acomodando sus ropas para verse bien delante de ella y después desapareció.

La joven veía esto sin poder creerlo sin saber si reír o llorar.

“¿Por qué están pasando cosas raras aquí? ¿Por qué persiguen al profesor?” Su mente le ayudó a estar más nerviosa.

Después de unos minutos viendo a las jóvenes retroceder e irse por el lado contrario, siguió su camino hasta el parque de atrás cerca de unos árboles.

***

Al llegar la hora de la cena se sentó sola en una gran mesa vacía de integrado, cada una de estas mesas tenía espacio como para ocho personas. La mesa de a lado demostraba la capacidad de jóvenes que podían estar reunidas comiendo el mismo menú de la cena incluso sentadas una sobre otras, la joven pensó que eran unas mal educadas.

En un instante ella que estaba sentada en el medio de esa gran mesa vacía se vió rodeada de otras jóvenes que se veían levemente mayor, estas conversaban sin cesar cosas vanas y superficiales, molestaban grandemente con sus gritos y groserías, la ignoraron apretándola entre sus cuerpos hasta que una de todas dijo algo que la sacó de sus casillas.

Hermione escuchó que mencionaron al pocionista y en el querer saber más paró de comer.

-Snape no murió, mi madre dijo que perdió la vida en San Mungo.

-El Ministerio escondió a varios, dicen que han cambiado de nombre.

-No me importa los demás, me importa que ahora puedo ver al héroe de Slytherin, el bombón de las mazmorras.

-¡Estás fatal! Jajajaj.- Comentó una chica de cabellos rubios que empezó a reír escandalosa.

-No estoy mal, para mí es atractivo y me lo llevaría a la cama sin parar si encontrara la forma.

Hermione frunció el ceño escandalizada pero no dijo nada. Siguió oyendo y luego se puso a pensar.

“¿Snape es atractivo? Osea sí pero ¿Tanto así? Es alto y… Bueno, sus atributos atractivos son más de personalidad aunque su rostro recto y masculino lo hacen ver aún más varonil… Pero ¿Por qué fijarse en un imposible como él, de qué sirve? El profesor no cedería nunca ante una jovencita inmadura y superficial, no es un hombre para una joven mujer, es demasiado para ellas.

-Sus labios son besables, cuando pone las hojas de hierba buena en su nariz y aspira con un leve cerrar de ojos es magnífico, simplemente para robarle la virginidad.

-¡No te pases, el hombre no es virgen!

-¡Ahhhhh jovencita, deja a mi novio en paz!

-¡No digas que fue tu novio, Lisa!

-Casi lo fue, me castigó durante un mes y estoy segura que disfrutaba de mi compañía.

-¡Tenías quince años, no seas Golfa!

-¡Pero yo sé su secreto… Dicen que está paquetón!- Dijo la joven de piel morena iniciando un escándalo y griterío que casi dejó sorda a la joven ex Gry la cual no se sintió fastidiada por lo que escuchó.

Hermione quiso abrir la boca de la sorpresa, se apretó los lagrimales y dijo en su mente. “¡Santo Merlín! Ahora tengo que evitar mirar más de lo que veo normalmente.” Susurró su conciencia mientras las jóvenes reían cómplices de comentar que Snape era como africano en esos asuntos.

-¿A ti te consta que Snape es paquetón?- Preguntó la rubia curiosa de enterarse abriendo los ojos y mordiendo el pan en forma de palito sugiriendo cosas de mente cochanbrosa, esta mujercita estaba frente a Hermione.

-Mírale la bragueta y te sorprenderás rápidamente.- Le lanzó un beso a su amiga rubia y luego jugó con sus cejas.

-¿Cómo puedes verlo si usa capa?

-En la universidad ha dejado de usarla.- Dijo en susurro y todas al oír la sugerencia gritaron como locas.

“¡Bendita sea sí es cierto, ya no usa capa qué bárbaras son… No podré distraerme más contando los botones de su levita cuando me hable!” Se dijo Hermione quien hizo eso las últimas veces que habló con él. “Va a creer que le estoy mirando otra cosa cuando llegue a su cintura. ¡Qué chicas tan mañosas, caray!”

Y es que la joven lo único que veía del hombre era su elegante levita, sus manos grandes, sus ojos negros y su mandíbula varonil pero nada más porque no se le pasó por la cabeza ver otras partes y sobre todo privadas del mago ¿Pará qué lo iba a ver de esa manera a Snape?

Abrió los ojos preocupada sudando la frente por las cosas que escuchaba.

Salió de la escuela para bañarse y cambiarse de ropa, después regresó de nuevo a la escuela, tenía que hablar con él unas cosas del grupo así que se mantendría centrada.

Cuando se encontró con él esa misma noche a las nueve intentaba no verlo a los ojos y menos de cuerpo completo, no podía evitar desviar de vez en cuando la mirada para comprobar inconsciente que lo que decían las alumnas era verdad, tampoco quería que su profesor la viera observando sus partes íntimas pero no podía evitarlo, sus ojos se bajaban solos con naturalidad (Sin ser libidinosa, nada más curiosa.)

-Srta Jean, mañana dígale a sus colegas que lleguen a la biblioteca.

-Sí Señor…- Tapaba su mirar con una de sus manos fingiendo calor.

-¿El señor Sinclair ha vuelto a molestarla?

-No, señor, creo que se le quitaron las ganas después de la reunión, no sé cómo lo hizo porque escuché que suele ser muy insistente.- Al no aguantar ese instinto curioso se giró y vio hacia la pared para no caer en tentación.

-También escuché de su mal conducta pero le dije que se abstenga de molestar a algún integrante del grupo.

-Gracias, eso ayudó, me hace sentir mejor que usted pudo hablar con él.- Ella miró sus ojos negros y después miró el campo con árboles a través de la pared transparente en la sala privada de la biblioteca. -Profesor, hoy en la tarde me dio curiosidad verlo huir de las estudiantes universitarias.

-Qué terrible momento y vergüenza pasé ya me encargué de eso, tuve que reportarlas a dirección, ellos las castigaron e hicieron que olviden que estoy en la universidad, para mí fue un poco exagerado pero sino lo hacían hubiera estado incómodo por unos días.- Su gruesa y seria voz la alcanzó sobre su hombro izquierdo cuando él también se acercó a la pared para ver los árboles.

-Fue gracioso.- La joven recordó lo que veía en su mente, a esas jóvenes estrellarse contra la pared invisible. -Se me hizo divertido porque usted tiene un carácter fuerte el cual luego puede impresionar para marcar distancia.

-¿Usted cree Srta. Jean? No con todos soy distante, a usted que conozco más tiempo le digo que no necesita mi autorización para acercarse, no es mi intención que quede claro, poner algún hechizo de protección para que pueda llegar a mí.

La joven sonrió por la broma y es que ella pensó era una broma pero en realidad el hombre quiso decir algo más con esas palabras.

El momento se volvió privado, tanto que hasta el silencio se hizo más intenso para Hermione, ella quiso aprovechar tener un momento más cercano con él, preguntarle algunas cosas que no debía.

-Señor…

-Dígame, alumna.- Él no perdió seriedad pero sí aumentó lo grave en su voz.

-¿Cuándo le dijo Dumbledore que lo mate?

-Fue desde mucho antes, me pasé unas semanas intentando contrarrestar con poción y hechizos su malestar pero la maldición había impregnado el cuerpo del director, lo peor fue no tener el tiempo necesario, él me dijo que no había nada que hacer y ahí decidió que debía pasar como Voldemort quería, incluso el que yo pierda la vida era necesario pero la vida del director fue entregado en manos de Drago Malfoy sólo que él por su debilidad mental no pudo y yo tuve que cumplir mi palabra con dos personas hasta entonces cercanas, una es la madre de Draco y la otra persona es el mismo Dumbledore quien me rogó en esos instantes, le dejara irse al más allá.

-Lo siento, señor. Debe ser lo más difícil que ha hecho.

-No, lo más difícil me sucederá muy pronto.- La última parte de sus palabras se hicieron un susurro penetrante a los oídos de la joven.

La joven giró para verlo, ver si este la miraba.

-¿Qué es, profesor?- Su curiosidad quería más de él.

-Dejar de ser el hombre que siempre fui e intentar vivir una nueva vida.- Sus palabras prudentes hicieron sentir orgullo a la alumna, admirada y satisfecha, aquél era un excelente consejo.

-Cuando descubra aquello, señor, por favor enséñeme la guía a seguir, quiero lo mismo.

El hombre tomó postura recta viendo de forma altiva.

-Cuando quiera, Granger, lo prometo.- Su tono seguro hizo sentir a Hermione emocionada, eso hizo que no le importe soltar lo que estaba en sus labios.

-De verdad…- Hizo pausa. -Es un gran honor el que siento… Poder trabajar con usted me hace sentir muy afortunada.

-Él honor es mío, Alumna.- No perdió seriedad mientras la mirada a los ojos con esa mirada tan fuerte que hizo que la joven le desvíe su tierna atención.

-Me iré a casa, tenga una excelente noche.- La joven empezaba a ponerse nerviosa por estar a solas con él.

-Usted también, Srta. Descanse.- Snape no quería portarse como un tonto profesor aprovechado, antes mejor morir que usar una situación estudiantil meramente intelectual para conquistar a una joven mujer y ahora sí que estaba decidido.

Jean desaparecido cuando él vio de nuevo hacia los árboles.

Snape disimulaba, comenzó a darse cuenta del respeto que ella le tenía, uno que él no quería detener por una ocurrencia de malas juntas y  compañerismo erróneo con otros maestros.

“¿Qué momento será el correcto?” El profesor quería saber.

¿Te gustó el capítulo?

0 / 5

Tu calificación:

Suscribirse
Notificar de
guest

0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios