El profesor salió de la habitación después de un largo descanso, un merecido y placentero descanso.
Casi había olvidado lo precioso que era acostar la cabeza en la almohada y dejarse llevar lejos muy lejos de las mazmorras por al menos unas seis horas.
Vistió uno de sus elegantes levitas gris oscuro, ya que tenía unos dos más en el armario aparte de los azules oscuros y los negros que eran sus favoritos, se cortó la barba de nuevo, colocó un poco de aceites en el cabello y salió al desayuno.
En el comedor saludó con las cejas a Filius y Hagrid, quienes al verlo, dirigieron su concentración en él, sus ropas, su rostro y cabellos.
-Hola Severus, te ves muy bien ¿Has subido de peso? -preguntó Hagrid con cuidado y amabilidad.
-Buenos días, caballeros -no dijo nada más.
-Te ves más sano -Filius añadió para ver si decía algo.
Y el hombre de las mazmorras miró a Hagrid.
-Lo estoy, ahora duermo más de dos horas.
-Es necesario para la salud tener un correcto descanso, mi padre siempre lo dijo -el semi gigante mordió su pan de maíz con una sonrisa sutil en los labios.
-Entonces tu padre era sabio, con permiso, voy a ingerir alimentos -Snape no cambiaba su forma seria y su postura altiva. Miró a lo largo de la mesa de profesores para darse cuenta que los jóvenes nuevos también estaban ahí, aún no había tenido oportunidad de hablar con ellos.
Minerva lo vió aún desde el lado izquierdo de Hagrid en quien colocó muy sutilmente su mano sobre sus ropas de guardabosques para preguntar.
-Tenías razón, jovencito, Severus ha mejorado considerablemente después de llegar de San Mungo, me preocupaba que no hable después de ese feo accidente que casi le arranca la garganta.
Hagrid alzó la cejas, abrió los ojos y negó en síntoma de recordar lo feo que había sido verlo todo ensangrentado.
***
En Durmstrang
Hermione se quedó quieta con duda de su rededor, temía que algo se precipitara en la habitación,
veía sus almohadas o las sábanas e incluso se asomó debajo de la cama ya que sentía una espesa presencia la cual podía ser ese profesor pocionista con su magia.
Bueno, en ese instante pensaba en él.
-¿Profesor, está por ahí? -sonrió como si estuviera en un juego y nadie le respondió-, Ah felizmente -en un instante desapareció aquello que presentía y al resoplar fuerte junto a un estirar de sus brazos en bostezo, se calmó.
Una corazonada le hizo caminar hasta su puerta, giró la perilla al destrabar el seguro para ver una carta debajo del felpudo de la entrada.
-¿Qué es esto? -desdobló el pergamino y leyó.
📜Hola Hermione, soy Draco me dieron tarde tu posición postal
Iré a Dumstrang dentro de poco, únicamente a visitarte, deben haberte entregado mi anterior carta también, hace unos días,
y si se perdió en el camino ni modo tengo que decirlo otra vez:
Quería invitarte a salir este fin de semana, esperaré tu respuesta pronto.
Cuídate!📜
Hermione sonrió por la torpeza del rubio en creer que podía salir un domingo y menos de ese castillo.
📜Hola Draco, no puedo salir los domingos aunque sí recibir visitas, eso significa que podemos vernos este fin de semana en el vestíbulo, el único lugar que está abierto al público📜
Transcurrió casi dieciséis horas cuando obtuvo contestación de su compañero Malfoy.
📜Déjamelo a mí, podré mover un poco de mis influencias para que te den permiso de salir cerca a Durmstrang y sino te dan permiso, te llevaré un granito de Hogwarts hasta allí 📜
La chica ya no respondió.
Siguió sobre cuaderno dibujando y memorizando ingredientes nuevos, no creía que Malfoy fuera capaz de ir hasta donde estaba ella, no creía a nadie capaz de ir a verla, sus amigos eran flojos para las cartas, y menos querrían visitarle ahí en ese agujero.
*
Cerca de la seis de la tarde, cenó y subió hacia la biblioteca donde concentrada en los libros que leía empezó a sentir que la observaban fijamente, otra vez.
¡Merlín, debe ser que aquí también hay fantasmas! Se siente igual a cuando estaba en Hogwarts.
Giró hacia la derecha e izquierda en el pasillo y no vio ni escuchó nada sólo era ese gran presentimiento de que alguien estaba ahí atenta a sus sutiles movimientos.
Suspiró desesperada hasta que recordó que posiblemente Snape la esperaba porque era de noche y aunque no habían quedado cuándo hablar de nuevo, tenía ganas de escucharlo y verlo. Eso le conectaba aún con el castillo y aquello era una excusa grande para no perder seguridad.
Aquello le trajo una emoción extra, el imaginar que hablaba con él un poco más que antes, esas horas en la noche habían sido provechosas.
Al llegar a su habitación puso todo sobre su repisa donde estaban las cosas de la escuela, se quitó la capa y la dejó reposar en la cama sobre su almohada,
y fue en ese instante que los pergaminos de Malfoy se salieron de donde estaban hasta terminar sobre la cama expuestos delante de la cámara.
Prendió el computador y esperó que el profesor se conectara.
Eso no sucedió pronto, se demoró aún más de lo que esperaba.
Una hora, dos, y cuando al fin estaba a punto de rendirse, un sonido conocido, le sobresaltó.
⌨Buenas noches, Hermione.
⌨Buenas noches, Severus. Esperaba que tuvieras oportunidad de hablar el día de hoy -fue veloz al hablarle.
Snape apareció lentamente sólo con una camisa blanca bien puesta arriba de su torso que acompañaba sus típicos pantalones oscuros ya sean grises, azul oscuro o negro intenso.
Sus ojos profundos, autoritarios y serios como siempre, su rostro y porte imponente, le dejaban ver a la chica que todo lo que conocía de él estaba en el lugar que debía.
⌨No sabía que me esperaba, si hubiera sabido aquello usted no tendría que haber soportado esto. Y es que también, usted no me ha comunicado nada -llamó la atención levemente alterado-, ¿Quiere que hablemos todos los días? -le dijo sin medirse nada porque no tenía nada de malo consultar eso.
⌨No lo sé, eso depende de ti, yo desde las ocho u ocho y media estoy aquí en mi habitación, no hablo con nadie así que me dedico a estudiar, leer, quizá escribir, sin embargo preferiría aprovechar su oferta de guía y consulta… Y… -sonrió un poco a la cámara viendo directo a sus ojos negros, casi inconsciente de que ante la vista del mayor se veía sonrojada-, Como le decía, no tengo ocupada la noche ¿Por qué no un poco de compañía? A mí me agrada escucharle a pesar de su raro genio, siento que siempre aprenderé algo nuevo -fluyó natural en toda la exposición sincera de sus palabras -sí me gustaría saber que no le molesto, por ejemplo.
⌨No sabía que me consideraba de esa manera, Granger -a veces el mago no podía evitar volver al trato formal aunque quería seguir como ella, mostrar confianza y estar relajado, no tenso como últimamente se sentía ante la chica. Se daba cuenta que la egresada estudiante le atraía de cierta manera aunque aún no sabía para qué -No, no es molesto charlar con usted y ayudar en lo que pueda.
Hermione se acomodó mejor en la cama, sin querer jaló la sábana debajo de ella que a su vez hizo que uno de los pergaminos se alce de una manera extraña mostrando así una esquina de ese color fácil de diferenciar para el mayor el cual no perdió tiempo y analizó veloz cada detalle en estos escritos.
Severus hizo un hechizo similar al que había demostrado un día atrás pero esta vez con intención de entrometerse donde no debía y leer sin permiso lo que ahí decía,
al no ser suficiente surcó las sábanas encontrándose, a medio metro, con otro mensaje el que no provocó nada, quiso convencerse de eso, que leer que un joven que conocía bien, le escribía a esa joven mujer, y prometía que iría a verle no le molestaba para nada.
¡Gran mentira, Snape!
Fue tan veloz que no le dejó tiempo ni para pensar, que no permitiría que ese joven rubio se acerque a Granger, la razón era que lo conocía bien y las consecuencias podían ser terribles para ella.
⌨Por su puesto, le respeto y le… Admiro -se hizo aún más roja al revelar eso-, gracias por estar aquí no sólo por el compromiso.
⌨Hace dos años, no -soltó seguro de lo que decía. Intentando cortar eso raro que se formó-, me refiero a la admiración que menciona.
⌨No me fijo en el pasado -apretó los labios al hacerse un poco seria aunque mantenía ese semblante suave y relajado. Se sentía segura al hablar con Snape pero a través de una pantalla porque no había tanta presión o nervios aunque en realidad sí fuera él.
Se olvidaba, a veces se olvidaba que era él.
⌨Usted también es una persona amable -quiso decir agradable o simpática pero hasta ahí llegaba su forma empática de ser con ella, sentía que no debía, a veces lo hacía pero otras veces pensaba que se saldría algo torpe de su boca al dejar ir su forma única y humana, porque ahí todos fallaban.
Snape miraba el perfil de la chica sin perderse a detalle la forma en que sus cejas le revelaban el estado en que se encontraba.
Algo que destacaba el mayor era esa fuerte habilidad para leer a la gente y descubrir si su intención era mentir. En ella no veía falcedad sino timidez por eso es que seguía su pauta para hablar.
⌨Quiero confesar algo, señor, pero para decírselo debe estar sentado en su cama lo más relajado que pueda, no es necesario que nos veamos, quizá si sólo conversamos estaría bien -fue cuidadosa, no quería sobrepasarse otra ves, al fin y al cabo no era irrespetuosa, sólo quería saber si lo que pensaba podía ser.
Severus asintió sin dejar escapar todas las posibilidades del por qué ella le pedía que se acueste en la cama ¿Iba a decirle algo grave? ¿Algo inesperado? o como quería ¿Algo que le deje sin aliento? ¿Sería la primera vez que una jovencita se confesara con él? Por alguna razón aquello le dejó en estado nervioso que por su puesto y cabe destacar también de él, no se le notó por ser imperterrito en todo momento, y su pausa en la voz era la muestra de que era seguro a pesar de analizar su efecto antes de tiempo.
Snape tomó el cuello de su camisa desabrochando los primero botones de su cuello hasta el principio de su clavícula, se quitó los zapatos con pequeños empujones de los dedos de sus pies y así terminó tendido con la cabeza apoyada sobre uno de sus brazos.
Aspiró el aire uno, dos, tres veces hasta que la tensión en su cuerpo casi se fue por completo.
Ella lo seguió viendo, veía sus calcetas negras, sus pantalones y camisa, le veía bien los gestos al haber hecho con un hechizo simple, que él aparezca en el techo de su habitación cuando ella se hacía boca arriba sobre su cama en ese momento.
Era tan buena idea, el hechizo de repetición de imagen que no sabía que a él ya se le había ocurrido días antes.
⌨Dígame qué es ¿Cuál es el tema? -exigió Snape.
⌨El tema es acerca de usted y yo, señor -habló despacio, explicando, de una manera que ambos entendían que era serio y a la vez cómodo, no tenía por qué ser de otra manera.
Hermione esperaba aclarar de una vez por todas esa quizá confusión o idea en ella y sería directa esta vez para incluso preguntar a Snape.
⌨¿Qué pasa conmigo y contigo, señorita? -soltó el mayor sin perder el tono pausado y al igual que ella, con un dejo informativo.
Sí sabía lo que causaría con eso, Snape se exponía astuto todo el tiempo.
Hermione mordió sus labios inconsciente y él de inmediato se maravilló, vio sus cejas, su ceño fruncido rápido, sus labios carmines y aparentemente suaves separarse como en protesta o en esa típica forma muy de ella donde la impulsividad le llevaría a preguntar, pronto. Él lo vio claro, vio que a ella le encantó escuchar ¡Conmigo y contigo!
¿Por qué sonó un poco bonito? Cuestionaron ambos.
⌨Siento un poco de vergüenza, porque quizá es una tontería -vio al mago directo a los ojos para ver si aparecía algo y lo logró.
Una media sonrisa imperceptible y fugaz en esa baja luz se dibujó en sus labios delgados y masculinos. Después de unos segundos admirada, aquello desapareció.
Fascinada por ver algo fuera de la realidad en su recta forma de ser quiso que él tenga una previa expectativa.
⌨¿Va a decirme de qué se trata o quiere que adivine? Soy malo para eso. O ¿Quizá quiere que le saque la información a la fuerza? Créame si le digo que tengo muchos métodos de tortura y algunos otros inocuos para conseguir que lo diga -ordenó-, Hable de una vez, señorita.
💉
⌨No no, iré al grano, lo prometo. Es acerca de esa vez en el aula de Dcao, el ambiente renovado en las mazmorras -explicó sincera y sin temor-, cuando me quedé en tu habitación… Ese día creía y sospechaba quizá demasiado “equivocada”, que le atraigo de forma… De forma romántica, profesor.
Snape alzó una ceja, confundido, eso también lo vio ella.
⌨¿Usted me atrae a mí?.. Mh… No me esperaba eso -miró directo a los ojos de ella y negó-, ¡Qué curioso! no pude leer eso en su cabeza aquella noche.
⌨¿Me estaba vigilando? -acusó ella con la voz, frunció el ceño un instante sin perder la frescura de su rostro amable.
⌨No, claro que no -resopló como si estuviera cansado porque de verdad se retorcía de nervios y se aguantaba de mostrar algo, lo que sea, era conciente que ella le vería.
⌨¿Es un no a lo último o a lo primero? -ella presionaba y muy duro.
⌨No a lo último, Granger… Aunque por otro lado… -hizo una matadora pausa mientras veía a la chica y a la vez imaginaba que su persona estaba frente a él, de verdad, con él. Su respiración se hizo complicada pero su careta de mortífago no lo dejaba. Con astucia soltó algo obvio que no podría significar algo seguro en realidad-, ¿Por qué no podría poner mis ojos en una joven hermosa de cabellos castaños y rizados, atractivamente inteligente y astuta? Es usted fresca y joven, además con un buen trato en la camaradería. Sin embargo sé que lo dice porque le di mi capa dos veces y aún no me las ha devuelto, se supone que yo tendría que tenerlas conmigo ahora pero usted se llevó ambas a otro castillo, y si debo confesar lo que pasa por mi mente ahora, entonces yo puedo decir también que lo que usted pensó de mí yo lo pensé antes de usted.
⌨Ah -abrió la boca grande y luego se cubrió la misma con ambas manos, sintiéndose intensamente avergonzada-, ¿Creías que era yo? -sonó un poco alterada aunque su voz tuviera una correcta modulación-, ¿Por eso me diste tu capa? ¡Vaya, no lo sabía!
⌨Así es, pensé que yo te atraía de alguna manera no sólo hablando de cosas como mencionó, Hermione -no quiso decir “romance” y menos “amor”, pensar en aquello sería un disparate precipitado.
Ella aún tan roja como una manzana, intentó tranquilizarse e imitó al profesor.
⌨Dice que pensó que usted me atrae a mí… Mh -dramatizó un par de segundos-, ¿Por qué no pondría mis ojos en un hombre alto, pálido, de manos grandes, atractivamente inteligente, lector, expositor, investigador, de carácter fuerte y centrado en todas las cosas que hace cotidianamente? -no habló mucho de su físico aunque podía haber dicho cosas, el problema es que esas cosas en que Snape era atractivo físicamente no se podían decir aún.
Ocurrió al fin, fue el momento preciso, a ambos se les pasó por la cabeza alguna que otra increíble posibilidad por eso el silencio, ella había provocado que Snape no supiera qué decir por primera vez en la vida.
⌨Lo tendré en cuenta -Snape era malvado a veces y para ella sonó con sorna y falta de seriedad.
Hermione sonrió e intentó esconder su reacción.
⌨Si es así yo también lo tendré en cuenta -dijo ella. Sonrió por los nervios que le causaba pensar en eso.
Ambos guardaron más silencio por unos segundos.
Él decidió añadir algo lógico de sus sospechas porque todo empezaba a tornarse incómodo.
⌨La primera vez que le di mi capa mi intención sólo fue que no se mojara y la segunda vez… Fue que no pase frío, no lo hice esperando algo a cambio -explicó el mayor-, se llama amabilidad y cualquier otro hombre lo hubiera hecho por usted -quiso convencer en tono grave, pensaba que ahora arreglaría lo anterior al ser correcto.
De inmediato ella refutó.
⌨Pues habían muchas más chicas con frío la segunda vez que me dio su capa.
⌨Y yo podría decir con el mismo reclamo ¿Por qué no me las devolvió? -contempló los labios de la chica unos instantes sin hacer alguna expresión hasta que notó había conseguido de nuevo que se sonrojara.
⌨Pues, pues… porque… -dijo lo primero que se le ocurrió aunque eso revelara algo de verdad escondida muy al fondo de su cabeza-, porque ambas huelen a usted y es agradable, es familiar, por alguna razón me hace sentir segura, en Hogwarts y ¡Me lo debe por mandarme aquí!
⌨Está bien, no volveré a pedírselas -sonó grave más grave que otras veces-, tengo otras igual, le obsequio las que ya tiene.
⌨️Gracias -Hermione quería decir más y mencionó algo que quizá parecía salirse un poco de contexto-, Una persona como yo en un castillo lejos de la ciudad no piensa mucho en salir con una persona como usted por más que este sea muy interesante para ella, ¿Sabe por qué?
⌨️¿Por qué? -Snape soltó eso lento, seguro, se esperaba ese añadido de rechazo.
⌨️Porque no le dan permiso… -se interrumpió así misma con silencio sin fijarse que Snape había separado los labios por la impresión.
⌨️Usted tiene razón… -Severus de pronto fue formar otra vez.
Algo cayó al suelo en la habitación de Severus, inoportuno, tan crudamente inoportuno que desconectó a ambos de cualquiera cosa que haya sido eso que los unió.
La chica resopló viendo cómo él desaparecía un instante de su cama .
⌨Voy a ir -Snape soltó antes de que ella se entere que había estado revisando sus cosas, su cama, las cartas de Malfoy-, este domingo iré a entregarle unos documentos antiguos, ellos le ayudarán en sus clases avanzadas de pociones y pediré permiso a Karkarov para que me abra su amplio almacén de ingredientes y usted pueda ingresar.
⌨¡Vaya eso estaría muy bien! podría ver ingredientes que no he visto antes ¿Cree que le acepten ese favor?
Pobres humanos, tuvieron que cambiar la conversión drásticamente.
⌨Esa es la idea, además que Karkarov me debe siete veces, la vida, Granger -el mayor sonó apurado sintiendo la presencia de alguien ahí con él, una presencia que se le hizo conocida-, le esperaré el día de mañana a la misma hora.
⌨Sí señor, entraré como a las ocho. Hasta luego -alcanzó a decir antes de que Snape le corte con brusquedad.
¡Merlín! ¡Qué está pasando, es el fin del mundo! respiró alterada porque su corazón latía nervioso y por algún motivo emocionado ¿Snape me dijo que soy atractiva? ¿Qué? ¡Y yo le dije que me atrae también! ¿En qué estás pensando, Hermione?
Severus por su lado, se dejó caer de nuevo en la cama convencido por haber comprobado que ella, la mejor estudiante de Hogwarts y favorita de McGonagall, gustaba de él. Esa estudiante y no cualquier estudiante, se podía interesar en él. Las palabras de su estudiante resonaban en su cabeza y también su voz la cual le decía que tenía razón.
Esta joven dice que no ha tenido permiso. Vaya, qué insolente.
Pasó unos minutos cuando algo lo atravesó por el pecho desde el suelo y de camino recto por su cama.
¡Qué Mandrágoras! ¿Albus?
-¿Qué haces aquí y así? -abrió los ojos escandalizado viendo a su puerta donde una sombra espesa escondía y a la vez dejaba ver como se asomaba lentamente a la luz, una silueta imposible en ese instante.
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“No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino” – Shakespeare
*Cada uno tiene sus propias opiniones y maneras de ver y llegar hacia el futuro que quiere alcanzar. Intentar guiarle hacia otro camino sin que éste así lo quiera es contraproducente para ambos.
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