¡Estamos Atrapados! Capítulo VI Conversación – Día 1 🍒

—-Flash Back—-
El profesor esperaba que ella pudiera despertar pronto, no quería volver a levantarla porque le parecía inapropiado además que se aguantaba de soltar su carácter impulsivo y molesto, por algún motivo resistía hasta llegar a los límites, por ella.

Le antojaba aquello en ese instante, esperar, porque en otras épocas ya hubiera quemado a todos vivos y a ella posiblemente le hubiera hecho pasar al menos tres castigos por su insolente.

Esa jovencita despertó una hora y media después viendo a todos lados mientras este cruzaba sus brazos por el frente y la acusaba con la mirada.

-Hasta que por fin se digna a despegarse de mi cama, Granger -dejó salir un tono molesto a pesar que por unos cinco minutos había dejado abierto una poción de aromas junto a la mesa de noche, esta poción que absorbida por el sentido del olfato y gusto en las inhalaciones, despertaba los sentidos al alterar la circulación del individuo cercano, se supone que las reacciones serían inmediatas en un desmayado pero ella, ella estaba más dormida que un oso en invierno.

-Profesor, qué tal ¿Qué hace en mi habitación? -arrastraba las palabras por salir de golpe de un sueño pesado.

-¿Su habitación? Se equivoca, esta es mí habitación, Granger.

-Ahh… Ya recordé… Ahh ¡Lo vi en bóxer! Usted… Usted se ve aún más alto cuando no tiene mucha ropa ya que es muy pálido -dijo eso aún mareada por el sueño, sentada cerca de la almohada, lento, dulce-, Ah… Y también tiene como abdominales en el bajo vientre a pesar de su delgadez… Se ve flaquito… Y tiene vello de camino a su pubis algo común en varones ingleses según lo que leí en una revista muggle -pensó-, es interesante -se señaló así misma. Bajó de la cama y se movió hasta el cuarto de baño en bostezos continuos que se apagaron después de lavarse la cara con velocidad. Se sentía libre en su conchudez, porque el hombre no podía castigarla o perjudicarla de algún modo ya que tenía un pie afuera de ese castillo.

El profesor había visto eso sin decir nada, ella caminaba desde su cama al cuarto de baño con una maraña rizada, salvaje y castaña en la cual se podía haber perdido unos cuantos duendecillos azules enchamucados.

Luego, esa jovencita regresó para terminar de arreglarse al vestirse por completo hasta los pies y peinarse de forma paciente con sus dedos como si estuviera en su casa.

Snape esperó que pudiera ponerle atención al opinar algo respecto a lo que dijo de sus abdominales en su “bajo vientre”

Claro que no estoy “flaquito” por nada he estado ejercitando mi cuerpo al subir la montaña tantos meses. Era cierto, el mayor se había estado ejercitando y en realidad sí había conseguido algo de cuerpo e incluso había subido de peso.

-OH ¡Ah mire, no sabía lo que dice, no soy muy dado al espejo! -exageró y señaló la puerta sin perder seriedad-, es hora de irse, Granger, ya no quiero enseñarle a usted o a sus simpáticos compañeros, nunca más. Tendré que verlos y debo organizar una fiesta de alegría.

-No se preocupe, no volverá a vernos aunque a mí probablemente sí me vea porque seguiré con cursos de especialidad y como ha leído en mi recomendación son justo en los cursos que usted enseña -apretó los labios como si lo lamentara de mentira. Lo molestaba con todo lo que tenía.

-No me interesa ¡Largo de aquí, ahora! -soltó lento y enérgico.

-Ya voy, ya voy -sonrió para ella porque se había salido con la suya al dormir en una cama cómoda y calentita.

*

Al caminar al salón amplio y remodelado vio aún a todos completamente dormidos.

Se giró para regresar y ver la puerta del aposento del mago pero él la animó a salir afuera junto a la otra puerta, la del aula.

-¿Qué sucede? -ella dijo con cuidado movió los labios despacio sin emitir un ruido. habló también con las manos.

-Venga aquí -Snape también habló moviendo sus labios y en una seña de su mano izquierda.

-Voy -susurró ella.

Se acercó hasta él, lo siguió al pasillo con paso regular hasta casi doblar al cruce del final. La curiosidad le llevaba a imaginar que se burlaría o si iba a en serio entonces le daría el sermón de recomendaciones al entrar a Durmstrang.

-La puerta que se había cerrado ha sido abierta así que no tendrá más problemas si desea ir a desayunar… Y por cierto -sacó algunos pergamino dentro de un porta rollos-, esto es suyo, no vaya a dejarlo aquí ¡No se imagina lo que vale una firma mía, más vale que la sepa aprovechar! -exigía en tono creído y altanero a pesar de susurrar.

Después de todo la chica no se había equivocado, conocía bien el carácter de ese hombre incluso después de haber sobrevivido a un accidente tan feo y de vida o muerte, la soberbia del mayor era grande, gigante si se permitía decirlo.

-Ah ¡Qué bien! Muchas gracias, estoy volada -igualó el tono del mago-, si no soy indiscreta ¿Por qué no los despierta? -se refería a sus amigos.

-Tengo preparado unos petardos que confisqué durante toda la mitad del curso. Aquello será simplemente glorioso. Voy a vengarme de cada una de las veces que explotaron mi puerta o encendieron bolsas de papel con heces de unicornio.

-¿Se los aventará en la cabeza? -la chica se tapó la boca de sorpresa porque aquello era peligroso.

-¡Volarán por los aires, Granger! Y quizá después tengan que recoger sus partes en la enfermería.

La estudiante golpeó al hombre en el codo como si tuviera una gran confianza de años, asustada.

-Já, eso es insano, pero bueno, se lo merecen y la verdad que ellos vean lo que hacen con su vida, están siempre tan distraídos, profesor.

Snape frunció el ceño, tocó su codo sobre su levita y parte del brazo con un sentimiento de escándalo. No se había imaginado aquello, la chica lo había golpeado en el codo como si se tratara de uno de sus amigos.

-No sea tosca, su mano pesa. Y sí, bueno… -hizo una mirada desinteresada y molesta-, me voy a vengar sobre todo con su compañero, el señor SúperPotter.

Ella sonrió por lo exagerado.

Unos segundos después fueron interrumpidos por unos raros gemidos, los extraños ruidos los acercaba a un armario de utensilios de cama a diez metros de ellos.

Snape se apresuró a averiguar lo que pasaba hasta que abrió la puerta con magia mientras Hermione intentaba cubrirse los ojos sin mucho éxito ya que su curiosidad le ganaba.

Un par de jóvenes de Ravenclaw gimoteaban de gusto pegando sus cuerpos con energía en un alto acto pasional de adolescentes.

-Señor Junni, Señorita Medina ¿Qué se supone hacen aquí?

Hermione sonrojada hasta las orejas cubría sus ojos con ambas manos aunque su dedo índice y medio se separaban un poquito de su mano derecha.

El profesor estaba loco ¿Cómo iba a preguntar qué hacían? Si estaba claro que Eduardo Junni parecía quería fundirse en Lupe Medina desde sus partes íntimas, ese par tenían mucha pero mucha energía y sobre todo velocidad.

—-fin flash back —-

***

Snape descansó lo suficiente como para despertar en su horario acostumbrado.

Cinco y quince de la madrugada, una hora excelente para escribir y leer algún libro hasta llegar la hora del desayuno.

Aún iba cerca del lago en la zona baja donde a veces por los lados se formaba pequeños riachuelos donde el agua era clara y tibia, un efecto de precipitación mágica por estar cerca al castillo, fenómeno que sólo ocurría en la mañana.

Le encantaba el agua en movimiento y aún más si podía sentirlo deslizarse por sus dedos, se inclinó con ambas piernas como si fuera una rana, estiró su mano izquierdo y hundió su mano en aquella agua limpia y cristalina.

Era una de las pocas madrugadas donde sentía que había descansado completamente y esos pequeños detalles de sus nuevos días después de la guerra pareciera haber afectado un poco en su carácter

Era una de las pocas madrugadas donde sentía que había descansado completamente y esos pequeños detalles de sus nuevos días después de la guerra pareciera haber afectado un poco en su carácter.

No estaba tan gruñón o al menos no en sus silencios donde normalmente odiaba a unos cuantos, era como si en el presente que vivía, ya nada le importara. Se sentía más fuerte que antes y la cicatriz casi no le dolía.

Su levita bien vestido le hacía sentir siempre correcto y además también con una carga extra de armadura, no aparente sino obligatoria con sus alumnos, los nuevos y los antiguos.

¿Qué mandrágoras voy a entregarle a Minerva? Un mes tengo para pensar o ¿Qué se supone que haga? De todos modos no puedo dejar que esto me quite tranquilidad, esa jovencita no puede ser un gran problema, te has obsesionado un poco con ella y aquello hace daño a largo plazo. Se te debe ocurrir algo para hacer lo contrario o sino será mejor no pensar en nada y dejar que pase lo que sea. Viejo, Albus ¿Qué hago?

Snape ignoraba que al recordar a ese hombre, le llamaba inconsciente a tener de nuevo con quién discutir aunque sea en las noches. Tenía una lista amplia de obligaciones que habían dejado de existir, ahora sí sólo era un profesor y nada, nada más.

Regresó al castillo por el anhelado desayuno de té amargo y puro acompaño de unos huevos revueltos con ensalada jardinera.

Mientras comía no podía dejar de pensar:

Es un buen día para ser centrado y no caer en juegos de niños mimados o señoritas curiosas.

***

Ocho y media de la noche del siguiente día.

No había ido a cenar, sus pasos lo guiaron veloces hasta estar frente a la puerta de su habitación, entrar con violencia y sentarse frente a su cama para encender el aparato de teclas con un poco de magia.

Esperó aproximadamente treinta segundos sintiendo una sensación rara en el estómago por la expectativa y entonces dos sonidos claros lo alertaron.

Ella estaba ahí y le había escrito.

⌨️Hola, Severus ¿Estás ahí? Quería hacerte una consulta.
Te he enviado una lista de ingredientes que descargué con este computador, por cierto el hechizo de señal muggle ha funcionado excelente incluso el alargamiento de capacidad de conexión, ¡Es increíble!

Snape pensaba qué escribir sin reflejarlo en el computador.

Hasta que una voz lo exaltó sin que aquella persona lo note claro está.

⌨️Hola ¿Me escuchas? -fue ella.

Snape no sólo lo leía frente a él y en la pared de piedra, también la veía.

⌨️Sí la escucho, señorita Granger.

Hermione alzó las cejas frente a la cámara sorprendida de escuchar esas formas otra vez, se veía de medio cuerpo y parecía estar sentada frente a lo que era un escritorio de madera oscura, Snape podía notar la superficie.

Apretó los labios resignada a volver al antiguo trato hasta que él habló de nuevo.

⌨️¿Cómo te ha ido en las clases? -su voz era la de siempre, había mejorado un poco al final, se sentó en su cama y se dejó caer hacia atrás acomodando su espalda al respaldar. Sostenía su varita en la mano, jugaba con ella como si estuviera distraído y hubiera preguntado sólo por estar comprometido a hacerlo.

Respiraba tranquilo para intentar estar relajado.

Hermione vio la actitud del mago, quiso mantenerse seria como si estuviera a punto de ir a una conferencia de letras, esas que se acostumbraba en la escuela cuando estaba en el equipo de runas históricas.

Miraba directo al hombre esperando una acción aparte, un algo que le dijera que le importaba hablar con ella, le miraba intensamente a través de la cámara veía sus ojos negros viendo su cama y sus cejas sin expresión.

Se decía y preguntaba ¿Por qué el profesor es tan introvertido, por qué tan cortante contigo? ¿Por qué es tan llamativo?

⌨️Me ha ido casi perfecto a excepción de la lista que le he enviado, son raíces y tubérculos bolivianos, no puedo identificarlos. Felizmente ha sido de la clase que tuvimos hoy, una clase de presentación del curso.

Acomodó sus cabellos en una cola alta, tomó el computador y lo puso a los pies de su cama, ella se semi acostó sobre sus almohadas mostrando su perfil y viendo hacia arriba.

⌨️Acabo de enviarle los nombres en este instante ¿Son sólo veinte, cierto? Pues ahí los tienes.

⌨️Gracias, profesor… Qué digo, Severus, perdón.

⌨️Está perdonada.

Snape se puso de pie para andar un instante por la habitación. Ella no le quitaba la mirada aunque pareciera que sí.

⌨️¿No te molesta que te llame por tu nombre? -dijo al sentarse en la cama para ver mejor al mago moverse en su aposento.

Snape negó.

⌨️No -fue cortante -la otra tarde se lo he dicho-, vio que la estudiante colocó un dulce en su boca, un dulce con un palillo que sobresalía de entre sus labios, color rojo como la frambuesa -, ¿Qué tiene en la boca? -preguntó curioso.

⌨️Ah, esto, es una paletita dulce de cereza en forma de esfera. Las hacen por aquí, son divertidas y tienen buen sabor.
Por cierto me fue muy bien en el examen de entrada, resulta que el muchacho con el que hablé en la biblioteca, me engañó. No tuve que clasificar absolutamente nada, ningún ingrediente, más bien el objetivo del curso es aprender a hacerlo hasta el final. Ya he comenzado a estudiar y memorizar toda la lista de mis libros.

⌨️Si quiere memorizar más rápido debe ir y ver usted misma los ingredientes ya sean frescos, secos o recolectados de mucho tiempo.

⌨️Sería más fácil si pudiera entrar de nuevo al salón de pociones, profesor o ir a hogsmeade, ahí habían tiendas donde podía encontrar de todo. Aquí en el invernadero casi no tienen nada y sus almacenes están siempre clausurados, creo que han prohibido la entrada a todos.

⌨️Deben estar cerrados, no pueden estar al alcance de los estudiantes, principalmente usted sabe, Hermione qué sucede si uno como profesor se descuida un instante -pronunció lento y le alzó una ceja.

Ella negó y se tapó la cara, su frente y mejillas se hicieron intensamente rojas.

⌨️Lo lamento, siempre fue con motivos estudiantiles, lo juro. Y si no fue por eso también fue para ganar y ayudar a Harry con Voldemort.

Snape prestó atención a los gestos de la chica.

⌨️No pronuncie su nombre, me da asco… Y… Lo sé, algunos no tanto pero está bien, todo fue saldado con un beso.

La chica frunció el ceño e inclinó la cabeza hacia un lado, confundida.

⌨️¿Un beso?

⌨️Por su puesto, un beso de dementor. Fui yo quien envió a ese par por Harry de parte de Voldemort, nunca dije nada y ahora contarlo me causa una gran satisfacción -Hizo un gesto de malo-, lamentablemente una mandada de Dumbledore lo estaba vigilando y no murió esa noche con su primo.

Hermione se tapó la boca sorprendida.

⌨️¡Eres un malvado! ¿Ibas a matar a Harry… Ahí? -acusó con la voz sorprendida en leve susurro. Como si diera un delito mencionar aquello.

⌨️Lo soy, ese soy yo, soy malo, y bueno Voldemort me mandó a hacerlo no con intención de matar al señor Potter, fue para darse cuenta que Albus lo protegía -respondió pausado.

La chica cerró los ojos y tocó su frente concentrada en mover objetos detrás de él, estaba distraída, ya era un poco complicado mover objetos en su misma sala y aún más a través de una pantalla.

Mostró la varita frente a la cámara de casualidad y entonces una de las sábanas se alzó cubriendo su cabeza para jalarla un poco hacia atrás y que caiga acostada.

Ella reaccionó rápido quitándose esa enorme tela blanca y mostrando un rostro de incredulidad por el atrevimiento del mago.
Su boca estaba abierta y sus ojos entre cerrados.

Acusaba al mago.

⌨️¿Me estás leyendo? ¡Merlín eso no se hace! ¡Vamos, ni si quiera debía ser posible que pase esto a larga distancia! -su rostro con los párpados apretados y en alta acusación se veía increíble para Snape y más sus cabellos ahora despeinados -podía esperarlo de Harry por ese lado oscuro que tenía con Voldemort en su interior, pero de ti ¡Vaya, profesor, de verdad estoy escandalizada!

⌨️Señorita Granger, ya no soy su profesor y si va a compararme con Potter… Pues debe saber que soy superior… Y por mucho -cruzó los brazos sobre su pecho sin mostrar alguna otra emoción que su rostro parco y recto de siempre, luego se transformó en enojo un leve y celoso enojo.

⌨️De todas formas eso no se hace -ella tenía razón aunque la estudiante iba a hacerlo primero para sorprenderlo pero él le ganó-, ¡No te metas en mi cabeza, vas a descubrir cosas que se supone no debes saber aún.

⌨️¿Cómo cuáles? -se adelantó un poco más hacia el computador.

Hermione abrió la boca pero luego se arrepintió.

⌨️Debo tener cuidado contigo, eres muy astuto. Estuve así de decirte -le mostró su dedo índice y pulgar apretando lo que simulaba un granito de arena o algo similar.

⌨️Debe aprender a controlar la impulsividad, por otro lado sería fácil manipularla en la conversación hasta conseguir que me diga, todo -Severus no paraba de presumir y agravar su voz sintiéndose importante no para bajarse al nivel de ella sino que de verdad, aunque no quería, disfrutaba hablar con ella.

Todo parecía natural. Ella, Hermione Granger le hacía sentir libre para hacer.

⌨️Pues no se fíe de mí ni de mis pensamientos tampoco, puede que algo ahí le pueda sorprender… Por ejemplo, aprendo muy rápido… -las cubrecamas del mago lo atraparon y lo empujaron hasta caer sentado en el borde de su cama. La fuerza que tumbó al mago casi hizo que él se quede sin aliento.

Sus cabellos, por la fuerza que le empujó el pecho hasta lanzarlo hacia atrás, se movieron, él alzó la mano para librarse, lanzar el cubrecama hacia el respaldar y peinar sus cabellos mientras conseguía de nuevo pararse sobre sus pies y frente a la cama.

Lanzó el mismo hechizo silencioso hasta que la sábana de la chica la atrapó otra vez consiguiendo que esta ría a carcajadas hasta que consiguió rogar un difícil “basta”.

⌨️¡Ya… Por favor para! Ja, ja ja, para, Severus, he entendido el mensaje -se reía mientras la sábana no dejaba que se sentara y esta le apretara por las costillas como si las manos del mago estuvieran ahí, no con mala intención sólo sujetándola de la cintura -Tú eres mejor que Harry por mucho y eso no lo sé desde ahora, lo juro por Morgana, sólo quería molestar.

⌨️No vuelva a compararme con Potter, señorita Granger -apretó la mandíbula-, con cualquiera menos con él.

⌨️¡Lo prometo, lo prometo, Severus! -ella juraba que sentía sus manos aplastándola de la cintura hacia la cama, eso le causó mucho miedo porque ella había hecho un hechizo de levitación de objeto u manipulaciones de objeto con la varita, pero él, él le había dado conciencia y cuerpo a la sábana para usarlas como si fueran sus propias manos estrujando su cintura, podía sentir sus dedos e incluso la temperatura. Quizá se lo imaginaba porque la magia que usaba definitivamente era complicada y oscura.

⌨️Ahora vea la clase de cosas que aprenderá en los cursos de DCao allá en Durmstrang, debe poner mucha atención porque los hechizos se aprenden por separado y es cosa de su habilidad aprender a usarlos juntos, Granger.

Ella sonrió mientras aún permanecía boca arriba sobre la cama y sujetaba la sábana sobre su vientre segura de que sentía las manos de su profesor, pensó por unos instantes para intentar descubrir qué hechizos había utilizado pero por más que intentó no lo logró.

⌨️¿Legerement, profesor?

⌨️No.

⌨️¿Entonces por qué siento sus manos? -miró la pantalla del computador.

⌨️¿Mis manos? -el mago abrió ambas manos para mostrar sus palmas -aquí están mis manos, Miss Granger.

Ella saltó al sentir las sábanas sujetar sus hombros por ambos lados.

⌨️¡Ay no, Merlín, qué susto! De verdad esto es increíble.

Snape dejó de hechizar las sábanas y volvió a cruzar los brazos. Vio cómo ella mordió sus labios imaginando algo fuera de la conversación, quiso meterse en su cabeza pero respetó su espacio y mente.

Pero él se dio el lujo de aventurarse e imaginar que estaba con ella en su cama susurrando en su joven oído algunas pociones de paz. Le gustaba, gustaba de ella pero aún no era claro por qué.

⌨️Lo siento -el mago se arrepintió de haber hecho lo que hizo-, sólo ponía en práctica algo que no había visto, era una simple demostración, señorita -cruzó sus brazos por el pecho un instante recuperando postura altiva-, Eso ayuda a identificar o a pensar qué hechizos se están utilizando. Sus clases serán similares, Hermione -señaló frío y serio.

Ella se incorporó asombrada viendo a Snape a través de la pantalla.

⌨️¿Por qué no dejaron en Hogwarts que enseñes un poco de esto? -ella puso mucho atención.

⌨️Porque son unos cobardes, Granger. Creían que los chicos se iban a asustar y al parecer, era cierto. He asustado a una de sus mejores estudiantes y la respuesta es fácil -movió la mandíbula pronunciando lento y exagerado-, esto lo aprendí de Voldemort.

Hizo un gesto con la mano derecha señalando lo que había ocurrido con ella.

⌨️Ah -se alejó un poco de la pantalla-, Sí que ha sido oscuro, me imaginaba que tenía que ver con ese hombre -le sonrió con sutileza y sonrojo-, Por otro lado si tengo que ser sincera, ha sido brillante -su voz era más que amable, esa forma en alabarlo si bien era sincera llevaba cargada un cariño fuera de lo fraternal.

⌨️Gracias -afirmó él como si fuera obvio lo que ella decía.

⌨️¡Enséñame eso, por favor! -fue cuidadosa al pedirlo.

⌨️Lo haré aunque no hoy.

⌨️Bueno, por mí me pasaría hablando toda la noche pero creo que ambos debemos descansar -no quería molestarle, sentía que él se presionaba o algo ya que no daba señales de querer platicar más, ella intentaba leerle y el rostro del hombre se veía parco, aburrido. Era difícil con él, saber qué quería o pensaba era monumentalmente complicado.

Y él asintió apagando todo de inmediato, dejándose caer de nuevo en la cama boca abajo con los ojos cerrados.

Se puso a pensar por largo rato hasta que el sueño le venció.

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“Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Escucha las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión” – Shakespeare

*En esta frase el dramaturgo refleja la necesidad de tener en cuenta las perspectivas ajenas, además de recomendar precaución en el momento de opinar.

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