¡Estamos Atrapados! Capítulo V Lejos Y Cerca 🧐💚

Snape tomó la pluma y escribió.

📜 Señorita Granger, buenas tardes.

Hablé con la directora Minerva acerca de sus clases en Durmstrang y ambos hemos aprobado el que usted lleve mi guía y recomendaciones mientras permanezca ahí. (mentira, él se había ofrecido)

Así que le comunico sin más, que si necesita algún tipo de ayuda personal y sobre todo para resolver una constante en sus obligaciones, no dude en escribirme.

S. S.

📜

Era la quinta vez que escribía en pergamino para intentar enviar esa información antes de romperla y no se le ocurría cómo ser lo más frío que la vez anterior, tenía intenciones obvias al permitirle estar comunicados ya que lo principal era eso exactamente, la comunicación. Al final pensó que se atrevería en cada cosa que había ideado días anteriores desde esa tarde en que su alumna se marchó.

Dos semana atrás exactamente.

Necesitaba resolver algo importante con ella que estaba seguro no era aclarar una posibilidad de que “Termine en su cama” sino algo más profundo y complicado que llevara un sinónimo de desinterés, igualdad y lealtad, algo que quizá escapaba de lo tangible y de una relación amical o sentimental, ese algo que le dejara avanzar y sobre todo no le haga pensar más en ella.

Cualquiera podría juzgarla y le diría en la cara ¡Estás loco! ¿Cómo vas a dejar de pensar en ella si le escribes y lees? pues Snape sabía bien qué hacía sobre todo después de fallar en algo que no había fallado antes.

Ocurrió una semana atrás. Llegó a la misma taberna que acostumbraba años anteriores cuando todavía Voldemort no aparecía. En esa taberna escondida en Hogsmeade unas señoritas se ofrecían fácilmente por diez monedas de oro, estas mujeres desfilaban frente a él en su rincón oscuro de silencio e intimidad mientras bebía un poco Whisky, ni las miraba pero el ambiente le incitaba acercarse, saber más de ellas.

Esa noche después de aceptada la compañía de una joven que tenía cabellos rizados y una voz sutil, se dejó besar y convencer con caricias que debían despertar interés de saciar sus instintos poco intelectuales, fue arrastrado con sensualidad y palabras alabantes sin embargo antes de que empezara a quitarse la ropa aplastó a esa mujercita contra la pared susurrando en su oído un sustantivo propio inesperado de cinco consonantes y dos vocales abiertas: “Granger” y no sin ser suficiente también un adorado “Hermione”.

¡Uf!
lo que provocó una reacción rápida de su compañera preguntándole en una risa maliciosa “¿Quién es ella?”

El gran problema, precisamente eso quería saber el mago. ¿Por qué ocurrió algo así?

Su idea era pasar página a lo que tenía que resolver donde probablemente lo más rápido hubiera sido decir “Gracias, si no fuera por usted ahora estaría perdido en en limbo, Granger” pero no, aquello no tenía sentido porque repetir las mismas palabras cuidadosamente unidas también podrías ser malinterpretado por ella, él creía eso.

El encierro en las Mazmorras gracias a Malfoy había sido momentáneo, una tontería, un capricho en la línea del tiempo que no ocasionó o sí, algo en Snape.

Aquél inestable mago se hacía algunas preguntas: ¿Habría sido más fácil cuestionar por qué sus ojos ardían con ímpetu por salvarme en el hospital cuando ella me preguntó cerca de mi habitación por qué le daba mi capa? Decirle: -¿Por qué me defendió, señorita? si en años pasados la humillación había sido para usted.

Otra mañana que no podía dejarlo avanzar más sólo pensar en esa mujer con un: ¿Ella ya me ha perdonado?

Ambos, ambas cabezas estaban confundidas porque ella no había olvidado ese día cuando tocó su mano y lo jaló dentro de la habitación siendo envuelta de inmediato en diversas sensaciones nerviosas de secretos y complicidad que sólo personas cercanas podían compartir.
Ella pensaba que Snape estaba interesado en ella, y eso al principio le hizo sentir preocupación porque no lo aceptaba al confundirlo con una ocurrencia o disparate, pero luego se equivocó al ver que él era tan distinto a como siempre lo había imaginado en su ambiente de mago oscuro y de poción, ella imaginaba que era un hombre de terror pero cuando regresaba al pasado y veía a Harry decirle que él no era un traidor, de inmediato se borraba toda mala imagen que él por tanto tiempo provocó, no había sido un desgraciado sino que actuó bajo el amor, este lo había impulsado.

Já, Snape sintiendo amor. Aquello era algo llamativo y morboso y sobre todo difícil de creer.

Hermione no había tenido ninguna mala intención, ella de verdad se había preocupado, el problema era que no había sido entendido así por el profesor, no eran tonterías ¿Por qué juzgar si él hubiera malinterpretado esa atención? O quizá nos equivocamos y él no era que había malinterpretado sino que había un repentino interés ajeno.

Sucedió sí que cada uno y en distintos lugares esperaban explicaciones del otro porque la mente era así, errónea y desconfiada aún para las acciones  buenas, los pequeños detalles hermosos y humanos.

¿Quién no ha fallado en esto? siempre sospechar que si alguien te da algo esto será con una condición.

¿Las buenas acciones son condicionadas o existen pocos que dan hasta el último aliento porque simplemente esto se desborda del corazón?

Ambos pensaban en el otro con cuestiones más que emociones.

*

La estudiante leyó de inmediato el pergamino que llegó hasta su habitación, residía sola porque el aforo en Durmstrang siempre había sido mayor con varones. Así que aislaban a las jovencitas no como en Hogwarts sino solas porque lo mismo les pasaba a la multitud de practicantes y profesores.

Abrió el sobre, disfrutó leerlo y respondió:

📜 Profesor qué gusto, me alegra leerlo aunque ya no por la tarde,

pasé mucho miedo estos días por los rituales de iniciación, le digo sincera que son tremendos ¡Merlín! Si no me dio un ataque al corazón es porque la parte bruja en mí me ha sostenido a la fuerza pero si fuera por otra parte ¡Válgame Dios no sé qué pasaría aquí! ¡Me hubiera muerto, créame! y… Lo importante es que en estos instantes tengo nuevamente paz.

Estoy enojada con usted a pesar de haber superado los traumas de aquellas benditas primeras horas en los días.

No mentira, le gradezco más bien, no me había dado cuenta que para conocer bien los hechizos buenos, la meditación y el encontrar fortaleza, debía de pasar altas pruebas y conocer bien, sobre todo aquellas cosas que podrían dañarme o dañar a otros.

Puedo contarle sorprendida que hay muchos chicos fuertes y a la vez inteligentes aunque aquello no le interese , ja, ja. Y también puedo contarle que aún no he aprendido nada a menos que haber identificado a qué me enfrento haya sido la primera y más importante lección.

Cambiando de tema, quiero contarle que me han entregado un aparato muggle, quizá podamos hacer el esfuerzo y comprar uno para usted para que así seamos capaces de mejorar nuestra comunicación. Lo he explorado, se ve interesante, así que si logramos esto que le propongo ¡Wow de verdad le juro que será interesante! esos Muggles no son tan torpes después de todo.

¿Qué le parece?

Se llama computador portátil. Son aproximadamente seiscientas libras esterlinas.

Bien
Espero su respuesta.

H.G.
📜

Snape alzó una ceja

¿Qué? Pensó.

Volteó el pergamino y leyó algo que le ofendió tremendamente.

📜
57892367 – Código de Acceso
Cámara 286.

Con ese código podrá retirar la cantidad que necesite.
📜

-¡Qué le sucede a esta mujer!
Yo puedo comprarme todos los computadores que se me antojen -y no estaba tan equivocado en esa información.

Tomó pluma y pergamino para responder:

📜
Para mañana en la noche tendré una de esas cosas y a primera hora del día habré terminado de estudiar el manual.
📜

Con eso no le decía que estaba enojado y es más le confirmaba que aceptaba comunicarse como su estudiante había sugerido, le decía que utilizaría un computador portátil muggle sin cuestionarse un instante ¿Para qué?

¡Ay Snape! ¿Dónde te estás metiendo?

El mensaje llegaría pronto a su destino.

*

Se movió al finalizar sus clases de la tarde, enojado porque su alumna creía que no tenía dinero suficiente como para comprar un aparato simple e inútil. No era un hombre adinerado, habría que aclarar eso pero podía auto sustentarse con lo que ganaba, aquí, en Asia, en América además de tener suficiente dinero para invertir.

Con rabia sacó del banco algunas monedas de oro de todas sus columnas de ahorros de años y años trabajando en Hogwarts, con eso llegó a una calle en Londres a la cual se le conocía como un pasaje comercial y de tecnología, buscó dentro de cada tienda hasta que por instinto al caminar por vitrinas de aparatos planos, los halló. La forma de estos era limpia como las pastas gruesas de los libros antiguos de la biblioteca, y encendidos, parecían ventanas para alguna especie de vista y admiración.

Después de analizarlo por más tiempo de lo pensado tenía que aceptar que a primera vista imprimían mejor apariencia que un hechizo fuerte y oscuro de masiva manipulación.

Al acercarse se encontró con un acto desagradable de ver al joven detrás del mostrador hurgar sus narices mientras etiquetaba algunas pequeñas cajas llenas. La varita del mago salió de casualidad de la levita e hizo una limpieza de manos sin querer dejando esos jóvenes dedos blancos del dependiente en color rosa con ardor.

-¡Ay, algo me pasó corriente! -soltó al mago con rostro de miedo al verle.

-Pues tenga cuidado dónde pone sus manos -suspiró y aclaró la garganta-, Deme esa cosa blanca y gris -señaló con su dedo puntiagudo. Había cambiado sus monedas chocándose con una increíble sorpresa, era que desconocía el valor de las monedas de oro al convertirlas en billetes muggles. Resultó que la chica no le había ofendido tanto después de todo.

-¿Uno de los computadores? -El tono del joven fue más que torpe para el mayor.

-Sí, esa cosa con letras impresas en la tapa.

-Ah ¡Nosotros tenemos las mejores! -se sintió orgulloso-, Verá, este aparato de tecnología es… -fue interrumpido.

-Eh, prefiero leer el manual. Démelo al instante si no es mucha molestia -su grave voz y autoridad le causó escalofríos al chico así que este tomó la caja entera y se la entregó después de que el mago dejó los billetes ordenados frente a él, al menos unos ocho billetes de cien-, Gracias -añadió por compromiso.

Al darle la espalda al hombrecillo mal alimentado, achicó el objeto con magia y lo colocó dentro de su bolsillo conservando así en su mano izquierda el manual de usuario que leyó tranquilamente mientras tomaba té después de regresar en traslador al que era su sitio en el comedor.

***

Horas después en el castillo.

Había dormido dos placenteras horas cuando su reloj interno lo despertó y entonces vio en la esquina de la habitación la caja del computador al mismo tiempo que repasaba en la mente los hechizos para prender y manipular el aparato, todo esto para no usar sus manos.

El manual estaba guardado en su mesa de noche dentro de un sobre, la lectura que le dio fue veloz y certera, suficiente para saber qué podía hacer con ella.

Vio hacia la puerta con su varita apretada en su mano, la alzó y susurró despacio:

Vivam ac libertatem -tal cual lo había probado las anteriores cuatro veces y esta vez lo consiguió-, Sí, al fin -Abrió la tapa con ese hilo de magia que cubría las letras, con orgullo notó que la luz a su izquierda se prendió de inmediato.

Increíble, quién pudiera ver esto ¡Merlín!

*

La hora del día bordeaba las siete cuando había salido de un relajante aseo completo y una revisión de su rostro frente al espejo dejando dos centímetros más corta su cabellera abundante lisa y negra, una voz calma le decía que pronto la vería, además que entendió rápido para qué era ese puntito negro frente a su rostro y sobre la línea que marcaba fuerte el borde de la pantalla en el computador.

Un lente, un lente como cámara que transmitía su imagen en tiempo real.

Severus no se daba cuenta de todo lo que hacía por ella, era inconsciente que razones ocultas le motivasen incluso a fijarse en los detalles de su aspecto físico, algo que no le había preocupado antes

Severus no se daba cuenta de todo lo que hacía por ella, era inconsciente que razones ocultas le motivasen incluso a fijarse en los detalles de su aspecto físico, algo que no le había preocupado antes.

*

Después de verse así mismo “Bien”, llegó al comedor con rostro serio y pensativo, un acto que no podía escaparse a sus compañeras docentes.

—¿Severus? —Filius y Hagrid lo quedaron viendo pero no hablaron fuerte, fue más como un sonido de sorpresa.

El mago de las mazmorras no decía nada, parecía pensar, y de sus labios quería asomar una sonrisa ladeada en pequeños milisegundos los cuales controlaba con tanta fuerza como si cuerdas desde sus extremidades lo hubieran atrapado para romperlo en mil pedazos. El mayor sabía cómo controlar sus emociones pero a esa hora, recordar ese atrevido movimiento con la alumna, le quería desestabilizar el carácter.

Esa despedida, un beso en su mejilla había sido demasiado, casi estaba arrepentido.

*

En el desayuno se sirvió un poco de cocoa con agua hirviente y desde los altos ventanales al pensar en ella, llegó su contestación en la pata de una lechuza gris oscuro.

📜Profesor, gracias por responder tan rápido.

He podido activar una cuenta de comunicación la cual aparece en mi guía estudiantil con el nombre de Herms19, puede buscarme también por el código de alumno en Hogwarts, ellos mismos han llenado mis datos.

Me llegó un aviso hace diez minutos con una lista de dos cursos con temas dentro, los cuales llevaré con el profesor Mayer, ¡Ah! por ahora creo que podrá ayudarme más ya que sé que él es el profesor de pociones, raro, porque no pensé llevar pociones aquí . Y DCao empezará hasta el siguiente mes sin embargo ya tengo el libro en mis manos. Olvidaba contarle que me llegó ayer.

Así que si no hay más inconvenientes, quizá podamos probar escribir esta misma noche, profesor.

Le leo más tarde.

📜

Snape asintió picando un poco su huevo revuelto para terminar de metérselo todo a la boca, releer el mensaje y salir corriendo para dejar todo listo en su habitación, el lugar donde había puesto el aparato para esconderlo de la directora.

—¿Qué le pasa, huele como a perfume nuevo o no? —dijo el profesor Filius.

—¿Era su olor o su aspecto? A mí me pareció que hasta se ve más aseado —Hagrid soltó con temor.

***

Al regresar de su segunda clase del invernadero, donde habían clasificado algunas plantas útiles para algunas pociones, se dio cuenta que en las paredes había notorios movimiento, no el que usualmente veía sino algo externo a ello, parecía haber una sombra que lo seguía y saltaba de cuadro a cuadro mientas se avanzaba por el corredor.

Su rostro a veces giraba rápido, fruncía el ceño desesperado a su izquierda o a la derecha y no veía aquello que creía estaba ahí.

Peves, deja de molestar

Él creía que era el molesto hombrecillo por lo que después de muchos pasillos, Snape ignoró la situación.

***

La última clase del día que impartió en el aula del segundo piso le dejó aprender a los jóvenes de cuarto año tres hechizos nuevos con su respectiva modificación; El primer hechizo les ayudaba a concentrar fuerzas para desaparecer en un remolino oscuro e ir a lo alto a la otra esquina del salón, así podrían esconderse si se hallasen en peligro, la lección que había aprendido al ser un joven mortífago fue bien aceptado y reproducido por los alumnos en el salón.
El segundo hechizo fue Repulso, el cual se utilizaba para repeler e incluso expulsar muy lejos lo que apuntaras frente a ti. Y el último ¡Atrapado! el cual comprime a tu enemigo con objetos de su alrededor.

Para el ejemplo el mago usaba, almohadones.

Snape sintió que toda la lección había sido provechosa porque los chicos de la escuela después de la guerra habían obtenido un repentino y gran interés por aprender a defenderse en duelos y por la recuperación del castillo incluso les parecía urgente.

Con ese poco de buen ánimo a pesar de su exigente carácter, tomó el rumbo final a sus habitaciones ese día. No quiso ir a cenar porque estaba agotado.

Bajó los últimos metros en el largo pasillo inclinado hacia la puerta de su despacho, la entrada de la derecha que llevaba directo a su habitación, y justo cuando iba a abrir la puerta con un simple hechizo silencioso, una voz suave lo interrumpió.

-Profesor ¿Cómo se encuentra?

Snape suspiro y susurró de forma imperceptible.

¡Morgana! ¿Y ahora qué quiere Minerva?

-Iba a mis aposentos, si puedes darte cuenta -le señaló la puerta angosta que le dirigía directo a su habitación.

-Ya veo, quería pedirte un favor, necesitamos tu ayuda las siguientes noches para recolectar escamas de dragón en el bosque prohibido.

Snape pensó rápido en despistar a esa mujer:

-Lo lamento, no puedo, las siguientes noches desde hoy trabajo en una importante investigación -no mentía después de todo, sí investigaba y para él era importante.

-¿Investigación?.. Mh… ¿Es relacionado a los estudiantes? -los ojos de la mujer se abrieron con más atención al dar un paso más cerca a él. Su pregunta fue directa porque no quería que la engañen.

Snape hizo de lado la cabeza en una sutil afirmación.

-Sí -no dijo más.

Minerva apretó los labios en duda sin embargo decidió confiar.

-Ah, muy bien, supongo que te necesito más dentro del castillo que afuera, así que le diré a los jóvenes profesores que vengan.

Severus fingió una sonrisa seria y de inmediato volvió a la puerta.

-Lo que investigas… -Minerva lo sorprendió otra vez hasta el punto de sobresaltarle-, quisiera que puedas entregar un informe de lo que trabajas,en un mes.

Snape asintió y cerró la puerta atrás de él.

Espero que ella no sea una chismosa igual a Dumbledore se dijo con los dientes apretados.

Al llegar al pie de su cama se dejó caer con violencia, era de esperase por lo cansado que estaba al no haber dormido bien por estudiar ese bendito manual.

Esperó un pequeño descanso, unos segundos donde sus párpados querían relajarse pero lo sobresaltó una imagen cuadrada y blanca en la pared

Esperó un pequeño descanso, unos segundos donde sus párpados querían relajarse pero lo sobresaltó una imagen cuadrada y blanca en la pared.

Esa jovencita había respondido después de hallar su código y dejar abierto el portal para él.

“EL portal” así le había puesto el mago.

Gruñó con una acusación gigante entre dientes diciéndose una y otra vez que había sido mala idea amanecerse y sobre todo escribir un ensayo de cómo podía hacer ella para que el aparato funcionara sin ser detectados, sobre todo sin cables o electricidad. De todas formas era imposible en cualquiera de los dos lugares donde se encontraban.

Aquello era lo que había resuelto antes de ir al comedor en la mañana, copiar por dictado a ese aparato y enviarlo sin hacer alguna revisión.

⌨️Granger -dijo después de tomar su varita-, ¿Es usted?

Una pequeña voz robótica llegó al otro lado, y frente a él en el aire se escribió las mismas palabras en luz blanca brillante.

⌨️Sí señor, soy yo.

⌨️Ah -se sentó en el borde de la cama con la varita en la mano izquierda y un rostro descompuesto frente al holograma del computador-, bien, ha funcionado

⌨️Aún se le escucha un poco raro, profesor -contestó el aparato a unos metros de él mientras se escribían las palabras brillantes en la espesa oscuridad.

⌨️Estoy pensando, deme unos segundos -el mago dejó la varita a un lado. Se quitó el levita, la camisa, se acostó en la cama intentando relajarse por la tensión fuerte sobre sus hombros y entonces pronunció una palabra fácil –Voice -hizo un sonido de buscar y pensar- debe de pensar en mi voz cuando haga el mismo movimiento de la varita, señorita Granger -le indicó.

⌨️¿Ahora me escucha mejor? -La voz de la chica era animosa, hizo exactamente como él dijo.

Snape escuchó fuerte y claro por lo que luego se apresuró a bloquear todo ruido que pudiera salir de esa habitación.

⌨️Usted es una buena alumna, aprende rápido

⌨️Usted es una buena alumna, aprende rápido… -suspiró cansado-, ¡Nada sorprendente! -exageró en la voz.

Ella dejó escapar una sonrisa.

Hermione no le decía que podía ver cada detalle en sus gestos porque al activar el portal la cámara se había encendido desde el inicio.

Ella, intentando tener un pequeño secreto, ignoró aquello y siguió.

⌨️Se escucha cansado, señor —su voz respetuosa y suave lo tocó.

⌨️Lo estoy, me he sobrepasado con la cosa blanca y ahora creo que necesito una poción. Tengo un fuerte dolor de cabeza y sospecho que también lo provoca este computador.

⌨️Debe ser que tiene los candelabros apagados. Debe fastidiarle las vistas, señor.

⌨️No -le dijo rotundo porque sabía de lo que hablaba-, no he dormido bien y el hechizo me consume un poco de energía, algo que por obvias razones se acaban rápido. Sostener el hechizo es cansado -Bajó de la cama, peinó sus cabellos después de ponerse de pie y se tomó de la cintura para tocar la correa y el cierre de sus pantalones. Estaba a punto de bajarse la prenda para acostarse a lo largo de su cama.

A Hermione no le quedó de otra que revelar la incómoda situación donde podía verle, podía ver el torso desnudo de su profesor.

⌨️Espere -la voz de la chica era de respeto y con un sutil dulzor de juventud.

Él se detuvo, mantenía los párpados apretados, su varita a punto de caer de la cama, realmente se sentía cansado.

⌨️¿Sucede algo, la han descubierto? -soltó eso, alerta. Snape era así, sospechó e imaginó que algo sucedía del lado de la chica.

⌨️Ah… Es que debía avisarle que puedo verle de cuerpo entero y pues… Si se quita los pantalones posiblemente voy a verlo de nuevo en paños menores, señor -explicó con cuidado y timidez.

⌨️¡Me hubiera dicho antes! -se irguió de nuevo sobre sus pies. Tomó su varita en el aire con un accio, giró hacia ella y caminó por el cuarto con una camisa negra que colocó en un dos por tres. Incluso también había arreglado de nuevo su aspecto para recuperar el que tenía al principio del día cuando salió de la habitación.

⌨️Recuerde que ya lo he visto desnudo. Que no le de pena —intentó hacer un chiste pero el mago no se rió.

El mago alzó una ceja en acusación.

⌨️¿Desnudo? -cruzó sus brazos por el frente y acercó su rostro frente al computador.

⌨️Ajá… -La voz de Hermione intentó explicar bonito y lento-, El otro día cuando salía de darse un baño caliente… Ah, no quise verle y juro que fue por un instante, vi su piel…

⌨️¡Granger, qué demonios le sucede! -alzó la voz-, venga, ahora usted tiene que ponerme en la misma situación comprometedora -ordenó-, déjeme verla -él se refería a que se ponga la cámara, la chica de inmediato se sonrojó.

Hermione estaba a punto de quitarse la ropa y mostrarse pero luego se arrepintió.

⌨️No quiero quitarme la ropa, señor -su voz suave y tímida desesperó al mago hasta el punto de pegarse él mismo en la frente con su manota pálida y grande.

⌨️¡No le he dicho eso, jovencita, le he dicho que se ponga la cámara! -ordenó otra vez.

Ella como jugando y sobre todo nerviosa, activó la cámara y lo saludó, sus mejillas se encendieron como fuego rosa hirviendo.

⌨️¡Hola! De Durmstrang llamando hasta Hogwarts, profesor.

El mago miró directo a sus ojos por unos segundos sin decir nada activando rápido los nervios de Hermione en su vientre por la curiosa atención que él le daba.

La chica se sintió estudiada,
por eso cada vez aumentaba el rojo en su cara.
Sus cabellos caían a un lado sobre su hombro izquierdo y sus labios se veían rosa pálido por la falta de luz.

⌨️Saludos, Granger -dijo como cualquier cosa para darle la espalda y sentarse nuevamente en el filo de la cama frente al computador -Bien, podemos hablar ahora de lo que es importante.

El rostro de la chica se hacía cerca en la pequeña pantalla de quince por quince centímetros hasta que él con otro hechizo agrandó la pequeña imagen sobre sus oscuras paredes, su rostro, ojos, cabellos y mentón se iluminaban ahora con luces blancas semi transparentes sobre el computador.

Era fuerte para él, verle.
Por algún motivo se sentía presionado y comprometido, nervioso por estar cara a cara, ver sus pequeños y suaves gestos mientras le hablaba.

De inmediato recordó el incidente con la mujer de la taberna, su risa burlesca por no haber podido ni comenzar con ella el acto de pasión.

Eso lo inundó aún más con un sentimiento similar a una rara enfermedad.
Se mareó mientras observaba a la joven, su ceño serio, fresco y esas pequeñas veces cuando se movía sobre su cama y se alcanzaba a ver un poco de su cintura, espalda y pies cruzados, uno sobre otro.

⌨️Hola profesor, le decía en la última carta que empezaré a tomar clase de pociones, pienso que es algo rápido como refuerzo. He leído algunas anotaciones en la biblioteca unos compañeros me soplaron el dato que debía clasificar unos trescientos ingredientes en el primer examen sobre poción. ¡Uf! Sabe cómo me va a ir en eso, me va agarrar donde soy más débil, profesor, porque no recuerdo la forma de todos y peor los nombres porque en el salón en Hogwarts todo siempre ha estado etiquetado y ordenado.

Snape negó con la cabeza, decepcionado.

⌨️Esa ha sido mi queja constante con Minerva o Dumbledore después de tantos años porque han malacostunbrado a todos los estudiantes al etiquetar absolutamente todo y ponérselo en sus manos al frente, peor sobre sus mesas en vez de aprender a ordenar y seleccionar todo minuciosamente.

⌨️Sí, le doy la razón -bajó la mirada a sus manos, lamentándose-, He estudiado créame y memorizado muchas plantas e ingredientes, muchas especies pero no sé si pueda recordarlos, al menos no clasificar cada una de todas las que existen.

Snape pensó un poco y se puso de nuevo frente al computador viendo directo a los ojos a esa jovencita.

⌨️Haga un ejercicio de espacio y relación, cierre los ojos e intente recordar todas las secciones que hay en el salón -su voz se hizo más grave-, Le voy a ayudar… -se frotó la barbilla y devolvió sus manos detrás de su espalda para explicar-, Cuando ingresa por la puerta, frente a usted y al fondo se encuentran los ingredientes secos, a la derecha los ingredientes en agua, en alcohol y los que tienen sangre. A la izquierda los polvos, debajo de ellos están los brotes, frutos frescos, cabellos y piel. Recordará que hay sub secciones donde las plantas tiene o no tierra o si se guardan en cajas de madera.

Hermione trajo su libreta y un anotador.

⌨️¿Puede volver a repetirlo?

Snape bufó.

⌨️Sí por su puesto. Aunque debe estar escrito ya en la barra inferior de su aparato comunicador -El mago había estudiado, sabía de lo que hablaba.

⌨️Pff, es cierto, se guarda automáticamente toda la conversación.

El mayor asintió.

Hermione sonrió viendo los ojos de Snape, molestos.

⌨️Gracias Severus -soltó suave intentando ver la reacción del mayor la cual notó que había tenido éxito, su cara hizo un gesto de sorpresa al escucharle decir su nombre con tanta confianza y emoción-, Gracias por esto -él separó los labios escuchando en la mente lo bonito que sonaba las letras de su nombre en esos delicados labios-, Gracias por aceptar ayudarme en estas clases y por ser de nuevo mi profesor a pesar que ya te habías librado de este cargo molesto.

Snape negó.

⌨️No hay problema -fue cortante, él también agravó la voz casi como un coqueto rumor. Se aguantaba de mencionar lo del hospital, de mencionar lo de la taberna, de mencionarle la belleza que exponía frente a la cámara- con tu permiso, ya es hora de descansar -se giró para mostrarle la espalda y moverse con pasos lentos hasta su cama.

El mayor respondió en confianza, Hermione sólo probó y resultó. No pensaba que él estaría dispuesto a cambiar sus formas de hablarse y aceptar un trato más cercano.

⌨️Sí, no quiero molestarte mañana a menos que sea importante así que supongo que nos vemos hasta más tarde.

El mago corto automáticamente toda comunicación.

Está cerca ¡Merlín!
Lejos y cerca. Se dijo ella

Le hizo sentir bien a ambos, ese raro, complejo e inteligente aparato los había acercado y ahora debían averiguar la razón.

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Capítulo en Edición.

—-

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos” -Shakespeare.

A pesar de que no podemos controlar lo que nos sucede sí podemos gestionar cómo reaccionamos, que hacemos con ello o que opciones tomamos a partir de ello. Nosotros decidimos nuestro propio camino entre las opciones de las que disponemos.

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