Estoy en el lugar correcto…
Me mudé a los ángeles después de que mamá nos dejó y se fue al cielo. No estoy en el centro de los Ángeles, estoy a las afueras. Exactamente en Torrance frente al mar… Casi todos los días camino por un playa escondida, creo que no tiene nombre porque es muy pequeña. Ahí hay restos de lo que alguna vez fue un hotel de dos pisos con piscina que no tiene agua y afuera de ella hay varios bungalows donde parece que rentaban a familias enteras, una de ellas tiene diseño japonés y todas las puertas y paredes son de madera, puertas deslizables hechas con papel.
Yo entraba siempre en esta, no se veía tan cubierta con arena además de que fui acomodando todo poco a poco para mis ratos en los que escribía y escuchaba música. No me preocupaba de que viniera alguien porque era propiedad privada, se veía muy abandonado pero de todos modos yo entraba.
Todo se ve viejo y lleno de arena, seguramente ya hace unos años una tormenta había golpeado fuertemente este lugar… Mmm habían dejado crecer mucha vegetación al rededor quizá uno de los últimos huracanes lo devastó y lo dejó así por varios años.
Estaba cerca de las cinco de la tarde, escuchando una melodía de Vivaldi, tenía mucha nostalgia en mi corazón porque habíamos dejado nuestros campos y cosechas ahí donde vivíamos, era un lugar en el campo hermoso que en el invierno, se llenaba de nieve. Guardábamos los troncos de los árboles para la calefacción del invierno y la energía que utilizábamos era solar. Teníamos una casa y un pequeño establo muy hermoso, tenía cuatro caballos, y otros animalitos que nos otorgaban alimentos y productos. Tenía personas que eran como mi familia que trabajaban en los animales y las cosechas de mi padre. Los extraño mucho, me duele no verlos. Sobretodo… Desde que todo se fue con mi mamá.
Papá vendió todo, lo de él y lo de los abuelos, alcanzó a conseguir unos veinte millones de dólares de todas las propiedades, e hizo como cinco empresas, la mayoría industriales, además de abrir un estudio enorme de fotografía y vídeo.
Aún no me puedo acostumbra a este lugar, tiene tanto ruido la ciudad, los autos, los aparatos electrónicos, yo solo no puedo vivir sin este Mp3 y mi laptop que me regaló mamá en uno de sus viajes a Nueva York. Ese último donde empezó a enfermar.
La tarde empezaba a caer muy rápido hasta que llegó la noche y era hora de regresar a casa, quince minutos de camino y luego subir a un ómnibus aproximadamente diez minutos más hasta el paradero.
Llegué a casa y me sentí feliz… Feliz porque a pesar de todo me sentía bien, estaba escribiendo… que era lo más bonito del mundo, había terminado la universidad en la carrera de literatura y me gradué, trabajaba para una editorial escribiendo cuentos para niños y libros educativos para escuelas primarias.
Ya había pasado cerca de tres horas escuchando y recordando a mamá y con un poco de tristeza me quedé dormida.
***
Al despertar al día siguiente, tomé desayuno y me fui a mi escondite favorito, es Lunes 20 de julio del 2000 y no tengo a mamá ni a papá en este momento. Él ahora siempre estaba ocupado y yo… Solo le avisaba que estaba en mi escondite favorito de la ciudad, trabajando arduamente y escribiendo poesía y cuentos como una chica enamorada jajajaja. Ahh me encanta ver el horizonte sobre el mar.
Entonces entré al bungalow japonés y me metí a una habitación y me puse los audífonos para escuchar a Vivaldi – el invierno- casi lo escuché todo hasta que me quedé dormida.
Me desperté porque escuché un ruido, eran pisadas afuera del bungalow y sentí que las piernas me temblaban porque si eran los dueños me iba a meter en problemas así que me asomé deslizando muy despacio la puerta de madera y dejando una rendija comencé a ver a un extraño afuera.
Me saqué los audífonos y entonces vi a un hombre de espaldas, se vestía muy bien con un traje elegante… Tenía un celular en la mano y se veía preocupado, su traje era blanco al estilo europeo, su cabello era negro y se veía un poco lacio. No sé la modas raras de aquí, tenía un cinto negro a la altura de uno de sus brazos que luego se retiró, del lado derecho.
Yo tenía puesto un short pequeño con tirantes azules y una camiseta blanca simple con estampados en toda la tela, mi cabello estaba corto color castaño claro más abajo de mi hombro, no es tan lacio, tenía los ojos de mi madre color caramelo casi amarillos.
Este hombre era un poco serio aún estaba ahí hasta que comenzó a girar y cerré de nuevo la puerta…
Entonces le hablé…
…………………………………………….
QUÉ PASARÁ AHORA???
QUIÉN SERÁ ESTE HOMBRE???
SIGAN LEYENDO EL SUGUIENTE CAPÍTULO!!!
*** LAS IMÁGENES ESTÁN EDITADAS PERO SON ORIGINALES Y NINGUNA ME PERTENECE***
¿Te gustó el capítulo?
Tu calificación: