OJOS DE ESPÍA
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-Severus (Susurró Hermione)
-Mmm? (Dijo alguna parte parlante de Severus despertando)
-Severus!!
-Dime, ¿Qué te atormenta a esta hora, pequeña? (Dijo Severus enojado, las pocas veces que conseguía dormir era muy placentero para él y las interrupciones lo ponían de malas)
-Es que me da miedo dormir con él en la misma habitación.
-¿Es enserio la preocupación que manifiestas? ¿Qué pasa con la mujer manipuladora que no utiliza su varita para controlar mis músculos?
-Severus, de eso no estoy hablando… Recuerda que ya lo hemos visto de cerca como hombre lobo y no es nada agradable.
-¿Cómo no recordar aquella época donde ustedes tres eran insoportables y tenía que hacer de niñera?
-Olvídalo… (Dijo Hermione Rendida) Duerme de nuevo, ahora voy a vigilarte muy bien y me enteraré si hubieron otras chicas antes que yo.
-Esto es serio, Hermione. Te exijo que no te atrevas a coquetear conmigo, porque nos ocasionaría un problema grande.
-Era broma… Asshhh! (Hermione hundió su cabeza en la almohada junto a Severus)
Severus extendió su brazo izquierdo y la abrazó con cuidado, alzó su varita y con los ojos cerrados cambió a Hermione de su lado izquierdo a su lado derecho para alejarla de Lupin. En su mente pensó “Uno nunca sabe”
***
Hermione estaba sentada en un banco de piedra, de los pasillos más largos del castillo. Sostenía un libro tapando su mirar, traía un hechizo sobre ella que escondía su rostro de los conocidos más cercanos, traía un uniforme de Slytherin para no llamar la atención del Severus tres años más joven aproximadamente.
-¡Hierda! Los Slytherin no estudian!!! (Dijo Hermione pensando que metía la pata sobre todo estando cerca de las mazmorras.)
-¿Srta. Granger?
Una voz fúnebre le causó escalofrío como si pusieran la llave inglesa más grande y más fría en su espalda.
Pero ella no hizo caso… “Primer día, un hechizo sobre mí que es descubierto de inmediato” Pensó.
-Srta. Granger!!! ¿Me puede decir qué explicación tiene el uniforme de Slytherin?
-Ammm profesor, Snape, lo siento, es un experimento social… (La joven no sabía dónde hundir la cabeza) ¡No puede ser, tengo tan mala suerte!
-Cien puntos menos para Gryffindore… No sólo por hacerte pasar por otra estudiante sino también por estar en dos lugares al mismo tiempo (Interrumpió el pocionista)
-¡¡¡Nooo, por favor!!! Haré todo lo que usted quiera pero por favor se lo suplico desde el fondo de mi corazón, le ruego que no me quite tantos puntos. Puede insultarme o decirme que soy la bruja más detestable del mundo, la bruja más impura… ¡Por favor, profesor Severus, no me quite tantos puntos!
Hermione estaba exagerando no podía permitir cien puntos menos, eso cambiaría algunos hechos de la historia…
-Está biennnn, pero deje de chillar!!! … ¡Qué desagradable!.. ¡Sígueme Granger!
No puede ser que estaba haciendo todo lo contrario de lo que le ordenó Severus, el viejo.
Hermione sabía que podía ser más comunicativa con él porque sabía que dentro de ese ser que anhelaba el odio y la soledad, había un hombre sentimental, cariñoso y protector.
-Profesor, ¿Donde vamos?
-A un lugar donde puedas darme explicaciones.
-¿A su despacho?
-¿Para qué quieres ir a mi despacho, Granger?
-No quiero ir… ¿Por qué lo dice?
-¡Basta de preguntar! Ya tengo suficiente con ustedes… (Hizo un gesto de desagrado y un movimiento extraño con su muñeca, la que apretaba su varita contra su muslo)
Pero Hermione quería ser atrevida, quería conocerlo mejor, se le ocurrió alabarlo un poco.
-Profesor…
-Dime, Granger. ¿¡Qué quiere!?
-Es que no sé cómo decírselo…
-No me haga perder el tiempo, por favor… (Caminaba delante de ella sin mirarla ondeando su capa negra)
-No, es sólo que hoy desperté pensando en…En mi profesor de pociones, me preguntaba el por qué siempre estaba tan enojado, el por qué esconde muchas cosas. El por qué es tan poco expresivo con sus sentimientos.
-¿Esconder… a quién? (Se le quedó viendo muy confundido)
-A todos… Que parece rudo, oscuro y malo pero en realidad es una persona admirable, una persona que merece mucho respeto y cariño.
-¿Cariño? Jajaja (Se detuvo en seco) Tú no tienes ni idea de quién soy, de cómo es mi familia, de cómo pienso… ¿Qué le pasa?.. Esta conversación parece una pesadilla, sé que trama algo, Granger… Esta vez voy a soltarte pero la siguiente terminarás etiquetando todas las pociones de la semana de cada estudiante en esta escuela. Ahhhh y no se librará de dar las explicaciones que necesito!!!… Fuera de mi vista, Granger!!!

Hermione sabía lo que estaba haciendo, y él también… Pero…
El Severus del pasado pensaba que también era interesante lo que podía obtener de ella, no todos los días se abría una fuente desconocida del futuro, anhelaba información, el misterio era su vocación.
Severus futuro le dejó todo claro a él pero a la vez avivó su curiosidad por información de la joven estudiante, “¿Por qué una Granger iba a venir a vigilarme, por qué le doy una tarea como esa a una jovencita de 18 o 19 años? ¡No era algo serio, era algo terrible!” Dijo en su mente al irse a su despacho.
Ahora tenía que ponerla en su agenda de tareas a Hermione Granger, la insufrible sabelotodo.
***
La intención de Hermione era conocer mejor a este hombre, por supuesto que no quería salirse de las reglas que le dio el Severus del futuro, su esposo. Por eso, durante todo el día Hermione estaba cerca, vigilaba a unos metros a su profesor de pociones, pero invisible o al menos eso pensaba ella…
Ya no podía ser visible delante de él porque él era más perspicaz que ella y al no entender todo por completo tenía que tener mucho cuidado.
Severus Futuro había sido estricto con ella, no podía acercársele tanto, no podía mantener conversación porque era peligroso siquiera pensar en convivir algunas opiniones, algunos anécdotas, guardarlos en su mente y llevárselos al futuro. El plan era claro lo único que tenía que hacer era observar que Malfoy no se le acercara.
Si ella hubiera tenido en sus recuerdos… Si a ellos se les hubiera ocurrido antes saber un poco más de Severus Snape, cualquiera de los tres jóvenes, Harry, Ron, ella… El vigilar a su profesor en el pasado le iba a dar una pista de dónde él podía estar, de qué era lo que hacía con exactitud además de ser un mártir, le ayudaría a tener una pista más certera y saber a dónde ir y en qué momento pero no tenía nada más que silencio, no sabían nada de él porque ellos en esas épocas sólo estaban concentrados en una cosa o en alguien llamado Harry Potter. No tenían otro objetivo es más cuando eran tres años más jóvenes, no tenían ni idea de lo que hacían los demás. Menos de lo que hacían los profesores en el castillo.
***
Cuando casi era la hora de volver, Hermione se quedó pensativa, no sólo pensaba en Severus Snape sino también pensaba en qué hubiera pasado si se acercaba más a Albus Dumbledore. Qué hubieran descubierto, qué era lo que tenía en su mente, acerca de Harry Potter y acerca de su mejor espía, el murciélago de las mazmorras.
Fue demasiado lo que se quedó en el aire después de que el mago con barba gris se fue, incluso después de la guerra quedaron muchas preguntas para resolver.
La joven llegó a la habitación, era la hora acordada pero los demás no habían llegado. Qué situación más extraña.
Esperó unos minutos más pero no resistió, se quedó dormida.
ALGO ANDABA MAL, UNA PERSONA LA SIGUIÓ, UNA PERSONA QUE NO TENÍA QUE ESTAR AHÍ. La persona que le indujo el sueño y la confundió con el horario cuando estuvo frente a él desde la tarde…
Hermione se había quedado profundamente dormida por más de media hora con las luces apagadas hasta que… En medio de las tinieblas empezó a aparecer un espeso humo negro constituyendo un cuerpo serio con rostro curioso, oscuro y malo que observaba atento el sueño de la estudiante hasta que despertó…

Una sensación de frío intenso hasta los huesos provocó que Hermione abriera los ojos y mirara al fondo de la habitación donde su esposo estaba sentado sobre el mueble beige viéndola directo a los ojos.
-¿Severus, eres tú?
-Lo soy, pequeña.
-¿Qué haces en ese mueble? ¿Dónde está el profesor Lupin?
-Sólo pienso… (Dijo con seguridad el mayor) Lupin aún no ha llegado.
-Ven conmigo, hace mucho frío… Siento mucho frío, creo que estoy enferma.
-Puedo darte una poción si me lo permites, ¿Quieres que vaya contigo? ¿En- la ca-ma?
-SÍ, para que así puedas abrazarme hasta que me quede dormida. (Dijo la joven frotando sus ojos con sueño)
-Bien, iré… (El mayor se levantó frente a ella y caminó hasta estar sentado en la cama)
Hermione se acostó y buscó acomodar su cabeza en sus piernas, tomó una de las manos del mayor y la puso en su cabellera castaña para que la acaricie.
Él respondió con caricias pero tímidas lo que obligó a la joven a hacer un hechizo silencioso para obligarlo a estar acostado sin moverse y ella sobre su pecho acomodada como siempre.
Los ojos negros del pocionista no se esperaban ese movimiento tan hábil que lo tomó de sorpresa e hizo caer su varita.
Y de pronto otra presencia oscura junto a un licántropo aparecieron en la habitación viendo con sorpresa un estado extraño e imposible, un par de esos cuatro ojos estaban encolerizados en gran manera, eran los ojos de un hombre recién casado…
La joven volvió a quedarse dormida en milésimas de segundos y un tapa oídos apareció deslizándose hasta su cabeza…
El cuerpo del pocionista joven salió por los aires en una explosión de venganza chocando contra la pared. Lupin tomó la varita que ya hacía en el suelo y se la entregó al mayor.
-Maldito seas Snape, te dije que no te acerques a ella!!! ¿Qué le hiciste?
El esposo molesto lo tomó del cuello, con los ojos furiosos encendidos como fuego de horno lo apretó contra la pared mientras que este otro no podía moverse.
El cuerpo del joven Severus estaba golpeado y paralizado… “¿Cómo me preguntas si le hice algo, ella me paralizó con un sorprendente hechizo silencioso que no vi venir?” Pensó el joven.
Entonces recibió un puñetazo en la boca que le volteó la cara al mismo tiempo que el encolerizado Severus deshizo el hechizo de parálisis.
-¿Por qué me golpeas? ¿Por qué te enojas tanto contigo mismo? ¿Esos son los modales de un Prince?
-Te lo dije, te dije que no te acerques a ella. (Colocó su varita en el cuello del joven)
-¿Esa joven es Hermione Granger? Porque no parece la misma joven que veo escabullirse por los pasillos del castillo… ¿Cuándo le enseñaste a no usar su varita? (Severus Joven escupió en el suelo un buen poco de sangre con saliva y le sonrió) ¿Qué te pasa con ella? No la he tocado más que para acariciar su cabello y eso fue porque ella me lo pidió… ¿Desde cuándo tienes tanta confianza con ella?
-Sólo me encargo de cuidarla.
-¿Por qué me golpeas así? Pude sentir celos en ese golpe… Creo que – te- tiraste un diente, Snape (Volvió a escupir sangre al suelo mientras pronunciaba su propio nombre con tosquedad)
-¡Suéltalo Severus! ya te dijo que sólo acarició su cabello. (Dijo Lupin cansado y con sueño)
-¡No me digas qué hacer conmigo mismo, licántropo!
-Bien, yo ya me voy a dormir… Así que limpia bien el suelo antes de que tu esposa pegue el grito en la mañana al despertar… (Lupin se dio cuenta de su error) ¡Diablos! ¿Metí la pata, cierto?
Los dos Severus se le quedaron viendo. Uno con odio de querer matarlo y otro sorprendido por enterarse de algo imposible e increíble.
-¿Es mi esposa? (Dijo el joven Severus posando su mirada sobre la estudiante) ohhh esa es una hermosa noticia. (No lo creía, su actitud cambió de inmediato)
-Qué estúpido eres!!! , No seas blando con ella, nunca cometas ese error porque te puedes arrepentir!!!… (El mayor soltó de la solapa al Severus joven que ya tenía la boca partida)
-Oushhhh, ahora entiendo el golpe… Igualmente no deberías ensuciarte las manos, eres un Prince.
-Te advertí que no te acerques, esa jovencita es mía y me costó bastante conquistarla…
-¿Entonces, el hechizo funcionó?
-Mejor que eso, ella estaba enamorada de ti desde el año pasado pero tu forma espantosa de ser hizo que también te odie.
-Ella está enamorada de mí, eso me hace tener un sentimiento extraño justo ahora… Yyyyy ¿Tú… Y ella… Han estado juntos?
-Siii (El mayor dejó salir una sonrisa satisfactoria para después cerrar los ojos y perderse en el recuerdo)
-No puede creer que la hayas convencido, debes haberla hechizado.
-Hasta tú piensas eso???… Me haces sentir tan orgulloso, Severus. (Dijo el mayor)
-¿Y ahora qué harás conmigo?
-Voy a tener que borrarte la memoria.
-Está bien. Voy a autorizar esa acción.
-No, no la vuelvas a seguir.
Severus tomó su varita y apuntando directamente a la cabeza del joven, hizo el hechizo para borrarle la memoria. Después de esto llevo el cuerpo desmayado e indefenso a las mazmorras.
El mayor estaba arrepentido de lo que había hecho pero sabía que podía ser una consecuencia de entrevistarse con él días anteriores, tan solo por querer evitar que Hermione Granger se acerque a él.
Severus Snape sabía perfectamente cada movimiento de Malfoy porque desde esas épocas ya tenían constantes reuniones para la espera del señor tenebroso.
No como el mismo Malfoy lo negó cuando esa vez frente al señor oscuro mintió de no saber al estar rodeado por otros mortífagos.
Severus estaba siguiendo la pista de Malfoy y en realidad no necesitaba la ayuda de la joven estudiante, su esposa. Sólo quería mantenerla cerca y distraída con la persona más confiable al cual él podía acudir. La única persona en la que él podía contar sin fallas. Pero él no se esperaba esa desobediencia y que se decepcionara así mismo por conveniencia.
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-Entonces usted quería el puesto de profesor de DCAO y no se lo dieron?
-“Es Obvio”… – Severus Snape
#Sevmione
Próximo: “Capítulo 5 – Vigilancia vacía”
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