Dejó esperando a Hermione sin ninguna explicación…
Cuando llegó frente a Remus…
-No creo estar más equivocado de la forma en que piensa Hermione… De todos los colores que pudo haber escogido; Rosado, púrpura, perla, rojo vino… ¡Escogió Verde Slytherin!.. (Dijo Snape Preocupado)
-¡Por merlín! Tanto trabajo que nos costó el color de tu levita nuevo. Eres más indeciso que una mujer.
-No sé qué haré, por ahora sólo se me ocurre ganar tiempo de una manera, le diré a Hermione que se case conmigo en privado, sólo estarás tú, minerva y el juez en un ambiente lúgubre quizá con poca luz para que piense que eso es todo lo que pude hacer por ella. Ella aceptará casarse y luego la llevaré a ese lugar que dejamos impecable o simplemente hacerla aparecer en el otro lugar para darle la sorpresa, todos estarán ahí, ¡Será perfecto!…
-Es una gran idea pero ¿A quién pondrás a cambiar la decoración? No creo que tome más de media hora.
-Si lo puedes hacer tú… ¡Por favor, hazlo ahora! (Dijo Snape casi suplicando a Remus)
-¡Vaya Quéjicus, Hermione a logrado cosas imposibles contigo! Como hacer que supliques a tu archienemigo de la infancia.
-Me llevaba peor con Potter y Black, no te imaginas todas las veces que pude matarlos y me lancé crucios a mí mismo frente a un espejo. (Apretó los puños)
-En el nombre de Potter y Black, perdónanos por nuestra tonta actitud, pero entiende que le estabas quitando la novia a Potter y él era nuestro mejor amigo.
-Lily no era mi novia era mi mejor amiga, además yo llegué primero a su vida que ustdes tres tontos Gryfindor.
-¡Hey! Estás a punto de hacer que me arrepienta de ayudar… (Dijo Remus desafiante)
-Si deseas puedes irte y dejar todo esto de lado, todo lo que te he pedido no es por mí es por Hermione… (Se tapó con su capa, le dio la espalda a Remus intentando manipularlo con astucia) … Un día cuando estemos solos tomando un café le contaré cómo tú, Remus Lupin, se negó a ayudar a su amado esposo Severus Snape. Y ese día ella tendrá un triste recuerdo… ¡Por-tú-culpa! (Dijo esto último con su característica voz pausada)
-¡Sigues siendo el mismo desgraciado pero la diferencia es que ahora estás tan estúpidamente enamorado!
-¡Tú eres estúpido e Inepto! (Frunció el ceño con enojo)
-¡Basta Severus, tú comenzaste! (Remus alzó las dos manos en señal de no querer pelea porque Severus hizo los ojos negros como de cueva y apretó su varita contra su pierna)
-¡Irritante!.. (Dijo Snape entre dientes) Por cierto, cómo está tu esposa, supe que dio a luz hace poco. (Hizo mención con curiosidad)
-Así es, tengo un hijo y espero que este no tome tus malditas pociones.
-Mándale mis saludos a Ny, les enviaré un obsequio decente, pronto. (Se dio la vuelta para irse azotando su capa)
-Espera, ¿Desde cuándo tienes tanto dinero, Severus?
-¿Yo? (Alzó una ceja presumido) Pues… Trabajo arduo, recompensas varias, y una gran herencia de Álbus. ¿Algo más que quieras saber, Remus?
-Sí… No me has dado la contraseña para entrar al salón en París.
-Lo siento, es que tengo que volver pronto con Hermione. Toma. (Severus le dio con la punta de su varita sobre la palma de Remus, la contraseña en forma de una quemadura apareció)
Remus cerró los ojos y dijo…
-Ayyyy Ouchh, ¡No sé por qué tengo que ayudar a este hombre! (Dijo Remus rodando los ojos y desapareciendo después de que Snape lo dejó solo)
Severus al irse y aparecer en su estancia, miró hacia el suelo y sonrió al recordar que podía contar con Remus y ya no tenía que preocuparse.
-¿Por qué la sonrisa, dónde estuviste? (Dijo la joven curiosa y seria)
-Hablaba con Remus, sonreí porque le dejé una quemadura en la palma de la mano.
-¡Ustedes son tan bárbaros! ¡No puedo creer que sigan con sus peleas!
-Tranquila, Granger, sólo le dije estúpido Inepto pero luego hicimos la paces. (Hizo como si le hubiera dicho algo serio)
-Mmmm, mejor no me digas nada.
-¿De mal humor? (Se cruzó de brazos frente a ella mientras se recostaba en la pared cerca de un mueble de libros)
-Un poco pero no es nada…
Snape bajó la mano derecha tomando sutilmente su varita debajo de su capa, la apretó haciendo un hechizo “vitae inanimata” haciendo que un libro se alzara sobre ellos a dos metros de altura, todas sus hojas explotaron volviéndose aves y mariposas volando sobre ellos.
Era un espectáculo hermoso…
-¡Severus! (Dijo Hermione con una sonrisa) ¿De qué era el libro?
-Seguidores de Lord Voldemort, nada que pueda ser leído para entretener. (Le dio una sonrisa de gusto)
Se acercó a Hermione y la tomó para llevarla entre sus brazos mientras esas hojas con formas de aves y mariposas seguían revoloteando por doquier.
-Mañana nos casaremos, pequeña. Y además tengo algunas otras sorpresas. (Lo dijo poniendo su barbilla sobre la mollera de Hermione)
-Entonces lograrás lo que querías… Yo, tú ¿Quién más lo va a presenciar?
-Minerva será tu testigo y Remus el mío… Preparé una cena bastante acogedora que llenará todas tus expectativas, te encantará, ¡Te lo prometo, Hermosa!.. (Severus se quedó en silencio) No intentes leer mi mente… (Dijo serio dándose cuenta que Hermione hizo una intromisión en su cabeza) Eres una bruja excepcional pero aún te supero… No olvides eso nunca jovencita.
-Confío en ti, confío en que será una hermosa boda.
Ella hundió su cabeza a su pecho y él la cubrió con su capa, adoraba cuando ella se metía en el centro de su pecho como abrigándose y refugiándose, dándole esa sensación que él era su protector, que él la cuidaba, esa sensación de ternura que le hacía suspirar en secreto para no verse tan débil delante de ella, ese gesto hacía que su corazón latiera más ligero y su respiración no pudiera evitar dejar salir un suspiro profundo. A veces aguantaba la respiración para no ser notorio ante esas expresiones patéticas pero ante ella, su cuerpo delgado y delicado, el olor de su cabello a flores del bosque prohibido, rosas amarillas, Jazmín recién cortado… ¿Qué podía hacer sino suspirar mil veces y ya no sentir vergüenza?
-¡Vamos a dormir! Tendremos que despertar a primera hora, te compré algo, te lo daré mañana.
-¡Te amo tanto… Aunque seas tan frío y a veces sienta miedo cuando te enojas!
La joven miró directo a esos ojos oscuros que lo veían directo penetrando todos los muros de sentimientos aguantados como una flecha atravesando su corazón, tumbándolo para morir ahí mismo…
-¡Te amo pequeña! Tengo miles de comentarios que añadir después de eso pero es mejor que me quede callado. (Hizo una sonrisa ladeada porque seguro en su cabeza estaba el decirle que ella era “tan insufrible” y “Problemática”)
Ella le sonrió y luego lo golpeó en el hombro con el puño…
***
Siete horas después…
-Dijiste que querías un vestido color verde, espero que te agrade. (Le entregó una caja en sus delicadas manos)
-¿Es enserio? (Dijo emocionada, abriendo la caja) ¡Ohhhh es hermoso!
-¡Uff! de todos modos si ese no te gusta, en casa tengo tres vestido por si acaso. (Dijo cansado)
-Este me encanta… ¿Y tú?
-Remus me ayudó a escoger un traje… Es un levita de color verde, es muy elegante. Pero tendremos que vestirnos separados, no puedo verte vestida antes de la boda así que te dejaré a solas con minerva, yo iré con Remus. (Le dijo mientras la tomaba de las dos manos, luego se despidió besándolas)
-¡Tú y el amor por los levitas!.. Nos vemos en una hora, novio…
Se dieron un beso delante de Minerva y luego él desapareció.
Minerva dejó salir una sonrisa tímida y sonrojada.
***
Se encontraba Severus, Remus y el Juez del ministerio esperando a Hermione en un pequeño salón de Francia.
-¡Te ves Nervioso, Snape!
-Lo estoy, no puedo creer todo esto. (Apretaba la mandíbula sin querer apretarla, estaba tenso)
-Hermione es tan hermosa… (Dijo Remus)
-¡Hermione sí que lo es!.. Por cierto, ¿Podré ver a tu hijo en unos minutos?
-Sí, ella está ahí junto a los demás, debe de tenerlo en brazos.
Entonces Hermione entró por ese corto pasillo alfombrado de rojo, ella deslumbrando con un peinado de reina y el vestido ceñido a su cuerpo delicado, era una esmeralda, una explosión de luz verde esmeralda a los ojos de Severus.
Él casi pudo mantenerse de pie al verla sonreír de esa forma.
-¡Dios, es como un sueño! (Dijo el pocionista)
-¿Dios, Severus?
-Debe de existir un Dios después de verla… ¡Mira! Porque estoy seguro que Merlín no me la dio.
Ella llegó al lado de Severus y los dos entrelazaron sus brazos, todo el lugar estaba hechizado, protegido para evitar problemas.
Pero ellos también estaban hechizados, contemplándose cada quién a su manera, sintiendo mil emociones en el estómago, en el corazón y la mente, retrocediendo el tiempo en imágenes cortas del pequeño noviazgo que llevaban.
Recordaba cuando lo enfrentó en las mazmorras rompiendo todos esos pomos de vidrio, desgarrando la manga de su levita…
La primera vez cerca a él viéndolo sangrar del labio porque se lo había roto de un cabezazo, la primera vez que se besaron en aquella tienda Muggle cuando Neville y ella pensaron que estaba aturdido y él al anochecer intentaba conseguir otro beso.
Aquella vez escuchando su voz cerca a su oído mientras que él la rodeaba con sus brazos protegiéndola del frío, el bosque prohibido, las mariposas venenosas…
Cuando despertó después de ese ataque con el hombro herido y pudo entrar en su mente por primera vez siendo sorprendida por esa mirada intensa… Todas esas veces que puso su capa negra sobre sus hombros o cuando esta cubría la desnudez de su cuerpo al terminar de hacer el amor con él.
Todas esas miradas aprendidas en el otro describiendo sentimientos desde antes, muchos años antes, confusiones, enojo, ira, decepción…
Cuando el Juez empezó a decir el nombre del pocionista “¿Sr. Severus Snape Prince, acepta a usted a Hermione Jean Granger como su esposa. En las buenas, en las malas, en la enfermedad, en las alegrías y tristezas, en la pobreza y riqueza hasta que la muerte los separe?”
-Sí acepto (Alzó la mano sosteniendo su varita con firmeza para romper el hechizo que los rodeaba)
Después ella dijo que sí, todo el lugar se abrió mágicamente exponiendo la sorpresa de Severus.
-¡Ahora con el poder que me otorga el Ministerio de Magia y hechicería, la ciudad de París y la Nación de Francia en sus artículos 13° y 15° por derecho de civil a unión, y con el poder como representante gubernamental para oficializar esta boda, doy por hecho que delante de nosotros se encuentran el Sr. y la Sra. Snape.
Muchos aplausos resonaron por todo el gran salón…
-El flamante Esposo y La flamante esposa pueden besarse.
Todo Hogwarts tenía sus ojos sobre ellos en un gran salón elegante con explosiva emoción, agitados sin poder creerlo porque algunos apenas se enteraban, los alumnos de Gryffindor, los alumnos de Slytherin eran los más sorprendidos.
Una decoración de ensueño los rodeaba dejándolos embobados rumoreando entre sí que fue él quien preparó todo eso con ayuda de Remus.
Las jovencitas suspiraban al imaginarse todos esos detalles para ellas, ¿Cómo su temido profesor de pociones hizo algo tan espectacular, sutil, mágico y romántico?
Aplaudían sin parar con los rostros sonrojados, algunos miraban expectantes sin creer que su profesor contraía matrimonio, alumnos varones de último año en Hogwarts se lamentaban la pérdida de Hermione pero con una sonrisa de alegría.
Las jovencitas de Beauxbatons hicieron un pequeño coro poniendo un fondo para que la celebración empiece con ellos en el centro usando voces altas medias y bajas en armonía. En el fondo musical los violines y violonchelos resaltaban el levitar de los adornos, el flamear de todas las decoraciones, el brillante relucir del vestido de Hermione…
La joven sólo podía sostener un gesto de sorpresa aguantando llorar de emoción mientras que Severus ponía rostro de soberbia y orgullo, se sentía orgulloso de tener a Hermione de esposa y a todos envidiando el estar en su lugar.
-Creo que… ¿La sorprendí Srta. Granger? (Dijo esperando algún tono de voz exaltado)
La joven sólo suspiró cuando vio que él extendía sus brazos para empezar a bailar esa hermosa pieza musical.
Se juntaron y trasladaron al centro de ese gran salón, los dos tan elegantes sin dejar de verse a los ojos, diciéndose millones de cosas mientras parpadeaban, hasta sus respiraciones pausadas querían… El uno daba un paso y el otro lo seguía, sus respiraciones estaban desesperadas por sentirse cerca.
Él sujetó su cintura y la alzó… Después los dos dejaron que todo fluya en el baile como si estuviera ensayado… El rostro del profesor era irreconocible
Una a una cada pareja se dejó llevar junto a ellos disfrutando de la melodía, el baile duró casi una hora seguida hasta que…
-¿Qué hace él aquí? (Dijo Hermione viendo hacia el fondo del salón junto a la mesa donde estaba el bufete)
-Mmmmm, no se supone que tendría que estar aquí (Severus dejó de tomar las manos de Hermione)
-Quizá Luna…
-¡Voy a averiguarlo!
Snape caminó hacia ese hombre de cabellera dorada con rostro de asco mientras se decía así mismo en la mente “Espero que no inicie un problema aquí en mi boda”
-¿Lucius? Es una desagradable sorpresa… Verte… (Dijo Snape preparado para cualquier cosa enviándole una sonrisa falsa)
-También me alegro de verte, es una boda adorable, veo que… Te casaste… Con la… Srta. Granger (Dijo con asco)
-¿Ese rostro es por tus prejuicios contra los sangre sucia? Te recuerdo que yo también tenía un padre Muggle y aún así siempre fui mejor que tú.
-Es una boda adorable, podría arruinarse con cualquier cosa, así que sonríe, Snape.
-¡¿QUIÉN TE DEJÓ ENTRAR, LUCIUS?!
-El novio de Luna, aquél jovencito de cabello dorado, muy parecido a mí. (Señaló el Sr, Malfoy)
-¡Demonios, sabía que tenía que supervisar las invitaciones!
-¡Tranquilo, vine a darte un regalo de Bodas! (Dijo con soberbia)
-¡No quiero problemas, Lucius!
-¡No los tendrás, lo prometo, no por ahora!.. ¿Me dejas bailar una pieza con tu esposa?
-Já… (Dijo Snape tomándolo por loco)
En ese instante Hermione ya se había percato de su conversación.
-Déjame decirle unas cosas, Severus… (Dijo la joven con coraje)
-¡Por su puesto que no, Hermione! (Él intentaba ponerla detrás de él)
-¡Déjame Severus, no puede hacer nada con tanta gente a su alrededor!
-¡HERMIONE! (Dijo enojado pero ella vio desafiante sabiendo con seguridad que hasta ella podía contra él)
-Acepto… (Dijo Hermione tomando la mano del mago de cabello largo y rubio)
Caminaron hasta el centro y empezaron a bailar…
-¿Por qué matar a magos y muggles? (Le dijo Hermione)
-Porque es mera distracción… (Dijo con la mirada altiva y pedante)
-¿Por qué vino aquí?
-Me enteré a penas ayer, y no fue porque quise, fue para darte esto… (Abrió su puño y tenía el gira-tiempo en su poder)
-¿Cómo es posible que usted lo tenga?
-Digamos que tan sólo cayó en mis manos.
-¿Lo ha utilizado?
-Un poco… (Dijo él) Hermione Granger no sabe en lo que se ha metido al casarse con Severus Snape. Él está marcado con un hechizo, yo estaba ahí cuando lo conjuró hace muchos años atrás.
Hermione se apuntó con su varita a la altura de su cuello y dijo: “Revelatus”
-¿Se refiere a estas marcas? (Dijo la joven revelando la enredadera de tinta en su cuello con el nombre completo de Severus Snape Prince)
-¡Demonios, creo que llegué tarde! (Se detuvo e hizo una reverencia exagerada frente a la joven dejándola muy confundida y pensativa)
Al terminar de hacer esa reverencia le dio el objeto a Hermione y después le dio la espalda para caminar directo hasta Snape.
Al estar cerca a él…
-¡Te traje tu regalo de bodas! ¡Por favor, no me lo agradezcas! (Dijo con asco mientras sacudió su varita e hizo caer del techo los cuerpos de Ron y Harry mal heridos, desnudos y ensangrentados)
-¡Ahhhhhh! (Muchos gritaron)
-¿Qué demonios has hecho, Lucius? (Le dijo Snape mientras veía que Lucius desaparecía como un sucio Mortífago)
-¿Qué fue lo que te dijo, Hermione? (Le habló preocupado)
Ella suspiró derrotada…
-Dijo que había usado el gira-tiempo…
-No puede ser… (Faltó poco para que Snape expulsara humo de las narices al decir eso delante de todos los presentes)
Minerva estaba espantada, varias personas corrieron a socorrer a Harry y Ron.
FIN…
(Esperen por el epílogo y la segunda parte que por cierto no se escribirá pronto)
Atte.
La autora.
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-Los actores son agente de cambio. Una Película, una pieza de teatro, una pieza de música o un libro pueden hacer una diferencia. Se puede cambiar el mundo. -ALAN RICKMAN- (1946-2016)
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