El Nuevo Mortífago Capítulo XIII “Aliado parte 1”

ALIADO

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Hermione estaba en un rincón del aula con la cabeza baja, esperaba triste, le había salido mal el plan de impresionarlo pero era loco creer que él iba a correr a sus brazos delante de todos a darle un beso de loca pasión.

“Vamos, debo haber tronado la cabeza” Se dijo así misma.

Sus cosas estaban sobre esa banca larga en el fondo,  jugaba con los dedos de sus manos, su rostro miraba el suelo de losetas oscuras mientras la situación le incomodaba… ¿Qué pasaría cuando no haya nadie?

Mientras tanto el aula era un desastre, el polvo de las pastillas estaban en todo lugar menos en los calderos de sus compañeros, se compadecía de ellos porque era laborioso, ella lo había hecho muchas veces junto a Neville e incluso junto al mismo Severus. El espectáculo que le acababa de dar al profesor fue el mismo que él le dio cuando aquella vez se quedaron solos, esperando a Neville y él nunca llegó.

Por eso se sabía de memoria el procedimiento, se sabía de memoria cada delicado paso.

El tiempo pasó, el aula cada vez estaba más vacía pero al término de la hora Severus sacudió su varita y empezó a poner todo lo que tenía que estar en su lugar ya que la mayoría de veces los elementos y utensilios los ponían donde no eran, todo tenía un perfecto orden y no podía soportar verlo así.

Él aún guardaba silencio como pensando qué le iba a decir a Hermione… Hasta que soltó algo que ella no se esperaba.

-¿Qué- se- hizo- en el cuello? (Dijo con la voz pausada y fría)

Hermione, subió la mirada como si fuera una explosión hacia atrás su mente regresó a escucharlo, recordó que le había dicho que sólo la persona que buscaba una intención sentimental podría verlo, sobre todo hombre.

-Nada, profesor…

-Pues a mí me parece que es algo… (Le hablaba junto a una de las mesas largas donde había trabajado la casa de slytherin) Alguien como usted no debería tener eso en el cuello, podrían creer que es parte de algo oscuro.

Mientras le hablaba tomaba los pergaminos corrigiendo los pasos y los apuntes de los alumnos, la intención parece que sólo era sacarle información. Snape no sólo había sido profesor un largo tiempo sino también un doble agente espía y fue tan bueno que dos jefes confiaron en él estando en guerra.

-No lo es, de hecho es parte de algo bueno. Y es raro… porque si usted sabe qué puede ser, no debería poder verlo. (Ella lo miró a los ojos)

Sus miradas chocaron, pero él no lo soportó y se incomodó, sabía exactamente lo que ella quiso decir no sólo con su voz y sus labios. “Por merlín, si sigo así me delataré” Pensó.

-¿Cómo lo hiciste? (Cambió de tema) Esa poción no tiene más de cuatro días que la hice, no se la había dado a nadie tan sólo a la orden.

-Yo pertenezco a la orden, profesor (Ella bajó la mirada)

-Lo sé… ¿Acaso fuiste capaz de saber la forma exacta de prepararlo tan sólo con tener una muestra?

-No, no sería posible hacerlo sin equivocarme al menos una vez. La persona que fue capaz de hacerme esto en el cuello fue quien me enseñó a hacer la poción.

-¿Quién? (Se acercó con rostro serio frente a su rostro intentando intimidarla.)

-Si yo le digo quién también estaría enterándose de… Algo muy personal que prefiero guardarme. (Dijo ella con astucia) Mire profesor, muchas cosas están pasando, cosas extrañas las cuales de la mayoría no estoy enterada, pero créame que si el lado bueno al que pertenezco se sigue comportando de forma tan ilógica, yo prefiero renunciar e irme lejos porque ya no quiero saber más de tantos problemas. ¡Quiero descansar, estoy harta de todo este asunto de los mortífagos, quiero irme lejos a otro país y disfrutar de mi novio! (Ella usó con sabiduría las mismas palabras que él usó antes, cuando le dijo “Esposa” y le explicó todo acerca de la marca de su cuello y pierna.)

-¿Quién le enseñó?

-No, no se lo diré.

-¿Quién es… Remus? ¡Dígamelo!

-¡Noooo, claro que no!…

-¿Ron?

-¡No, profesor! ¿Por qué quiere saberlo? (Lo ojos de ella empezaron a llenarse de lágrimas)

-¿Quién? (Alzó más su gruesa voz)

-¡Nooo! (Una lágrima se deslizó por su mejilla)

Severus al ver eso se rindió…

-¡Olvídalo Granger, sal de mi vista! (Dijo encolerizado y volteó dándole la espalda)

-¡Bien! 

Ella se fue de ahí con el corazón que le ardía, dejándolo más que confundido.

***

Los pensamientos en la cabeza de Severus lo hacían sentir mal, ella, esa joven tantos años… El hechizo no podía equivocarse, se sentía fuertemente atraído por ella y tan sólo en un día ella le hizo recordar algo que no había existido antes, que no se permitió antes por ser una barbaridad ¿Cómo podía ser él para una niña? ¿Por qué sentía esperanza tan profunda en su corazón? ¿Una joven poniendo los ojos en alguien tan malo como él? “¡Eso es imposible!” Dijo en silencio dentro de su mente. “¿Por qué me hace sentir así?”

Cuando Hermione estaba cerca le daba un dolor intenso en el pecho, en el estómago pero eso nunca antes le había pasado, verla derramar lágrimas era injusto, escucharla decir que tenía a otro y que este la había marcado le hizo desconfiar de la magia, de él… ¿Lo habrá hecho mal cuando era joven? ¿Ese hechizo era correcto? ¡¿Qué está pasando? Maldita sea!

Los días pasaron y quería tener una excusa para acercarse a ella pero Hermione se escabullía cuando lo veía, se libraba porque hacía todo tan bien que era sospechoso castigarla, así pasó una semana y la descubrió ayudando a uno de sus compañeros en clase.

Pero este acto fue ignorado.

***

Era una semana y media más días se fueron espiándola con sutileza en los lugares públicos donde solía exponerse. En el comedor, en las salas comunes, el parque de estudiantes, las bancas de quidditch, salones de clase, el puente largo de madera etc. 

Él aún asistía a las reuniones de la orden y en ellas no la veía. ¿Por qué no venía?

Saliendo del nuevo lugar de reuniones se acercó a Remus y le dijo…

-¿Qué pasó con la Srta. Granger?

-¿Tú preguntando por una alumna, Severus? 

-Es integrante de la orden como lo era Neville y él resultó ser mortífago, además si tuviera que sospechar de alguien que mezcla magia con infecciones Muggle, sospecharía primero de ella. ¿Por qué no está aquí? (Los de la orden le habían contado su propia versión de lo ocurrido con Neville)

-¿Así que sospechas de Hermione Granger?

-Sí. (Mintió Severus)

-Pues ella me pidió tiempo, necesitaba concentrarse en sus estudios, además que después del ataque que tuvo… (Remus metió la pata, se supone que Severus no sabía eso)

-¿Ataque? (Severus dejó de tocar lo que tenía en las manos y miró a Remus a los ojos)

-¿Si… No supiste? (Remus disimuló) Fue hace unos días atrás, pero nada que sea… Serio, se recuperó de inmediato.

-¿Quién más ha sido atacado? 

-Nadie más… Por cierto, no te sientas mal con esto que diré, sé que te había asignado a Granger pero ella se negó a trabajar contigo, dijo que bajo ninguna circunstancia quería estar cerca de su profesor de pociones.

-¡Excelente! Podré trabajar solo. (Dijo haciendo un ademán exagerado con las manos y se volteó para irse)

-Espera, severus. De verdad te aconsejo, no te acerques a Hermione, al parecer no le caes bien y quizá incluso le eres desagradable. (Remus pensó rápido) Amigo, si tú sospechas de ella, entonces yo también sospecharé.

Snape lo quedó mirando con esos intensos ojos negros… Pensó “¿Amigo?”

-Me da igual lo que pienses (Pronunció con desinterés y se desapareció)

Cuando llegó al castillo fue a la torre de Astronomía, a la parte más alta para intentar pensar en lo incoherente que se escuchó Remus… ¿Sospechaba de Hermione? ¡Eso es mentira!.. Otra cosa más, Remus nunca le hubiera dicho “Amigo”.

Hasta llegar al último piso se dio cuenta que alguien también estaba ahí, frente a ese gran ventanal, sentada observando detenidamente el paisaje del anochecer, sus brazos sostenían un cuaderno y la pluma descansaba a un lado de su cuerpo, sus cabellos eran movidos con suavidad como cuando veía la bandera de Slytherin Flamear en el invierno. Miraba con cuidado de no ser visto.

Hermione al finalizar esa clase de pociones dijo que había presentido que lo que sucedía era incoherente tanto con la orden como en la escuela. Ella tenía información importante que le iba a servir, pero su presencia ante ella era desagradable como Remus dijo.

Extraño también fue enterarse que había sido atacada.

Si él siempre estuvo puntual en todas las reuniones, nunca nadie le contó el ataque que tuvo una de sus miembros, sobretodo la más joven de la orden.

Tenía que pensar en acercarse de alguna manera, cada vez se daba más valor.

La siguió observando por un buen rato hasta que ella salió de ese estado inerte. Dejó el cuaderno junto a la pluma en el suelo. Bajó la cabeza y puso su mano en el pecho, sintió el anillo a través de su ropa y esa cadena larga oro plata, se dispuso a tocar los botones de la blusa, desabotonar dos y meter la mano para sacar el artilugio sin percatarse de la presencia negra de un pocionista.

Lo hizo rápido pero delante de los ojos de Severus fue lento y terrorífico.

Esos labios pálidos no pudieron pronunciar palabra al reconocer el artilugio, era imposible que tuviera esa cadena colgada en su cuello. 

Asustado sacó su varita y con rostro indignado, confundido, desesperado y rabioso corrió hacia ella, la levantó con un solo brazo, y empujó con tosquedad su débil cuerpo contra el borde de ese ventanal, haciendo que ella temiera el poder caer tan pegada al borde.

-¡No me haga daño por favor! (Ella dijo más que asustada)

Los ojos de Severus la miraban con odio y confusión.

-¿Cómo es posible que tengas esto? ¡NO ES POSIBLE! ¿Quién te lo dio?

-Nadie, profesor… Suélteme, me está asustando (Su corazón latía con fuerza delante de él)

-¡¿Quién maldito sea te dio eso?!

-No puedo decírselo… ¡Por favor… Me está lastimando! (Suplicaba la joven mientras sentía que se estaba hiperventilando cada que veía hacia el precipicio)

“¡Míralo! ¡Míralo tú! ¡Entra en mi mente!” Decía ella en sus pensamientos mientras los ojos de Severus estaban encolerizados, habían perdido cordura y los de ella se ahogaban en llanto.

-¡Dí-me-lo! (La empujó más hacia el borde, el setenta por ciento del cuerpo de Hermione estaba afuera del ventanal. Él la sostenía con rabia tan sólo con uno de sus brazos mientras su mano arrugaba la tela de su ropa por encima de su pecho)

-Padres… Casa… de campo… (Dijo débil del susto intentando recibir el último hilo de aire pero fue tarde, se desmayó del pánico en sus brazos)

Severus recibió el peso de la joven con las dos manos, la tomó de forma delicada y se quedó en la mente con las últimas palabras que le dijo. “Padres – Casa de campo” era obvio que no se refería a sus padres muggles sino a la casa de los padres de Snape donde el objeto fue celosamente guardado tanto tiempo. Pero… ¿Cómo sabía ella de ese lugar?

No lo pensó dos veces y desapareció junto a ella…

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  “A veces la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada” – J.K. Rowling 

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