El Nuevo Mortífago Capítulo XI “Obliviate”

“Chicas, disculpen la demora, pasar a limpio me molesta pero lo vale” ¡Saludos!

____________

Obliviate

__________________________________________________

Ella fue hacia su torre para evitar sospechas, ese castillo le daba tanta desconfianza que podía tener a varios espiando. Pero recordó que era sábado y sus amigos habían ido a esparcirse.

Fue hasta su habitación para poder estar segura que todos se habían ido, pero no… Era aún muy temprano y todos estaban en cama.

La joven que dormía junto a Hermione despertó al escuchar leves ruidos.

-¿Hermione?

-Sí, soy yo…

-¿Por qué estás despierta tan temprano?

-Es que iré a estudiar todo el día…

-Sabes, no quiero preocuparte pero hoy deberías irte fuera del castillo. Casi no lo recuerdo pero tuve muchas pesadillas, tú estabas en ellas… Y mortífagos te buscaban por todas partes…

-¡Sólo fue una pesadilla, no te preocupes!

-Pues ahora que lo pienso bien, casi no lo recuerdo, pero al verte pude recordar un poco.

-Está bien… Tranquila… Nos vemos por la noche, verás que todo estará bien. Por cierto, si vez a Ginny, Ron o Harry y preguntan por mí, diles que estoy en un asunto de estudios con permiso de la profesora Minerva.

Ella sabía que al mencionar “Estudios” a sus amigos no les iba a interesar para nada, ni siquiera iban a preguntar.

La joven salió con una bolsa, de esas que usaba cuando iba por libros a la biblioteca. Tenía puesta otra ropa porque la ropa con la que salió de esa habitación donde había estado con Severus, olía muy fuerte a… A él… Eucalipto, menta y caoba.

Siguiendo el consejo de su novio clandestino se puso una blusa de color perla porque le encantaba estar fresca y los colores claros eran sus favoritos, unos jeans rasgados de forma sutil, de esos que estaban de moda en el mundo Muggle, y unos tenis simples de tela, la planta de ellos brillaba en la oscuridad.

Fue de nuevo con él… Intentó varias veces aparecer en esa habitación pero no podía… Una y otra y otra vez intentó llegar con él, no sabía cómo… Hasta que recordó ese lugar por la ventana y al fin pudo aparecer pero afuera. Cuando estuvo afuera, con cuidado envió un patronus llamándolo ya que por alguna razón tampoco podría ingresar en esa casa… Bueno, delante de ella sólo había un lugar descampado… Porque era invisible, estaba protegido con magia pero sabía que ahí estaba la casa.

Esperó unos minutos impaciente y él se la llevó en humo negro…

-Hola… (Dijo con esa voz gruesa mientras acomodaba una reluciente camisa blanca y colocaba sobre sus hombros otro levita negro impecable frente al espejo.)

-Hola, te ves tan atractivo…

-Y tú eres… Un sueño de los que nunca antes he tenido del cual no quiero despertar… ¡Tú eres hermosa, yo no!

La joven bajó la mirada sonrojada… Por alguna razón la confianza entre ellos debía haber aumentado pero se detenía y él también…

-Cuando desperté no estabas y pensé que sólo había sido un sueño… Pero al sentir el olor de tu cabello en mi almohada pude confirmar que no lo fue, no fue un sueño. (Su voz seguía siendo la misma pero con ella a veces era suave, ronca, conquistadora)

Caminó hacia ella, la tomó de la cintura y con su peso cayeron en la cama.

-¡Ey.. No eres una pluma! (Sonrió ella)

Él miró sus ojos y luego sus labios…

-Me parece que… Hace unas horas atrás no te quejaste de… Eso… (Él pasó su lengua sobre su labio inferior humedeciéndolo sutilmente)

-Te encanta ese levita… Me gustaría que no tuvieras nada encima… (Ella también quería jugar)

Subió una ceja delante de ella y pensó bien lo que iba a decir…

-¿Nada encima? (Se acercó a ella como diciéndole un secreto) ¿Ni… Tu hermoso cuerpo?

-¡Severus! ¡Qué atrevido!

Él al fin le dio una sonrisa…

Hizo un gruñido mientras le besaba el cuello, después se hizo de lado frente a ella, recargando su cabeza sobre su mano.

-¿Dónde fuiste? Pensé que tardarías… pensé “Si tarda puedo ir donde ella y robarla sin que se de cuenta.” Sabes, estoy harto de todo este asunto de los mortífagos, quiero descansar, quiero irme lejos a otro país donde nadie me conozca y disfrutar de la compañía de mi esposa.

-¿Esposa? ¿Eres casado?

-Me refiero a ti por su puesto.

-Pero apenas son unos días de esto que sentimos… Somos… No lo sé…

-¿Estás tratando de ponerle título a esto que tenemos, cierto?

-Así es…

-Pues hace unos días eras mi alumna y compañera en la orden… Ahora que hemos estado juntos varios días y lo que pasó en la madrugada nos hace afines, de forma íntima, como novios o como una pareja de enamorados. Claro que hay una gran diferencia entre la impresión que puedas tener tú y la impresión que tengo yo. Túuuu- ahora- eres – mía… (Dijo con esa voz de posesión, gruesa y pausada)

-Entonces… (Ella con una mueca de sentirse bien al escuchar eso le preguntó) ¿Si me preguntan, alguna vez… qué es lo que tienes con Severus, qué responderé? ¿Sólo diré… Le pertenezco y ya..?

-¿Tú cómo quieres llamarlo?

-No lo sé… ¿Novios?

-De hecho no… Porque ahora somos más que eso.

-¿Esposos?

-Algo así…

-No entiendo…

Snape se quedó viendo la cama, él tenía que explicarle lo que había pasado.

-Sé que la relación entre hombre y mujer en el mundo Muggle es tan simple como decir un día “Me gustas” Incluso en el mundo de la magia, los jóvenes de ahora creer que darse besos en los corredores y tomarse de la mano los hace enamorados, novios, etc. Pero lo que surgió entre nosotros es algo más intenso que ese simple sentimiento. Cuando tu mente y tu cuerpo estuvo dispuesto a entregarse a mí al igual que yo a ti… Comprobamos que éramos el uno para el otro. No es que sea anticuado o quizá sí… Para mí nosotros estamos unidos con más fuerza que un matrimonio, más fuerte que el noviazgo fresco y el enamoramiento perseverante… Estamos marcados…

-¿Yo te… marqué? ¿De qué forma?

-Recibiendome con tu cuerpo y tu mente… No sólo fue nuestra piel, ni nuestros pensamientos sino también la magia que está en cada uno, todo se unió…

-Intento… Pero hasta ahora no puedo comprender…

-¿Me amas, Hermione?

-Sí lo hago… Estoy muy enamorada de ti… Nunca había sentido algo así… No entiendo por qué me atraes tanto.

-Es porque tú me atraes a mí con la misma fuerza y… Te amo… Estoy enamorado… Fuerte y locamente enamorado de ti. Por eso ahora tengo estas marcas en mi cuerpo… Sé que eres tú la indicada.

Empezó a quitarse los botones del levita y después la camisa blanca mostrando el pecho de lado izquierdo y parte del cuello. Ella se quedó viendo atenta y empezaron a aparecer esas líneas como enredaderas de color negrocomo si se movieran sobre la piel, muchas letras se empezaron a formar con su nombre… El nombre de ella.

La joven acercó su mano para tocarlo…

-¿Cuando te hice eso?

-Cuando te hice el amor, hace unas horas atrás. (Dijo un poco nervioso)

-Yo… (Ella puso cara de confundida)

Entonces se lo dijo sin más que temer… 

-Cuando era un adolescente hice un hechizo contra mí para no volver a confiar en nadie, no sólo eran amistades sino mujeres… Las que querían acercarse a mí… Este hechizo me iba a dejar ver a la mujer correcta porque iba a empezar a comportarme diferente, ella me iba a gustar mucho, me iba atraer desesperadamente, me iba a acercar a ella aunque yo me hubiera negado rotundamente muchas veces. Y este hechizo, más antiguo que mis antepasados no me iba a dejar estar con alguna mujer a menos que la amara de verdad y ella me amara a mí. No voy a mentir diciendo que no he besado a otras chicas o que he sentido sólo atracción sexual por otras… Pero desde que te vi cuando sólo eras una pequeña no pude aceptar que eras tú… Yo era un adulto, tú una indefensa niña, yo estaba cometido tantos errores, tú estabas aprendiendo tus primeros hechizos y a vivir. El que hayas fijado los ojos en alguien tan miserable como yo no es casualidad, pero tampoco es por el hechizo… ¿Si comprendes?.. Aquél beso en la tienda muggle china me recordó… (Hizo Pausa) Después de todos estos años sufriendo soledad, sin pensar en si habría un futuro para mí, donde sólo era una maldita serpiente que se arrastraba ante dos amos… Todo eso había borrado el recuerdo del sentimiento que brotó cuando te vi por primera vez bajo ese sombrero seleccionador… Por eso quería besarte de nuevo en la noche de ese día… Por esa noche después de que viste a Harry y Ron, antes de ser interrumpidos por Remus, todo sucedía tan natural, como si hubieran sido años amandonos en secreto… Pero me resistí, todos estos años, quería odiarte como odio a otros, quería insultarte y alejarte pero este fue el tiempo que tenía que suceder… No te imaginas lo duro que fue estos dos últimos años con esto de la guerra, Harry, el señor tenebroso… Morí, era lo que más anhelaba por el sufrimiento y cuando desperté… Estabas ahí como un regalo, como un respiro… Y seguí negándome a estar cerca pero no pude más… Y algo dentro de mí confirmaba lo que iba a pasar cada que estabas cerca… (Tomó valor y se lo dijo) Yo… Yo también hice esas marcas en tu piel, pronuncié el hechizo y sin esperar un poco empezó a marcar tu piel frente a mis ojos. Si no hubieras sido tú la mujer, mi nombre no podría estar en tu cuello y tú no hubieras podido marcarme así… (Hizo Pausa) Oh fue tan… Tan delicioso sentir aquello… (Se dejó caer hacia atrás recordando lo que pasó entre ellos)

-¿Me has hechizado?

-No, sólo estamos marcados… Yo puedo ver la marca, también cada que otro hombre se acerque a ti  él podrá ver las letras de mi nombre en tu cuello y aunque muera por hacerlo no podrá tocarte. Tus amigos no podrán verlo, sólo él o ella que tenga otra intención verá esas marcas…

Ella se levantó de la cama confundida, se acercó a la ventana…

-¿Esto me hace daño? ¿Me afecta de alguna manera?

-No, no te alejes… (Hizo cara de decepción) No comprendo… ¿Por qué te preocupas? ¿Acaso estás arrepentida de esto?

-No… Pero me hubiera gustado tener un noviazgo antes de ir a tatuarme la piel con tu nombre como una chica rebelde… (Dejó salir una sonrisa que luego se convirtió en una pequeña risa que ambos compartieron)

-Pensé que reaccionarías mal…

-Sí, yo también hubiera pensando eso ante toda esa información que acabas de darme… Pero me tranquiliza algo… Algo que creo haber entendido bien…

-¿Qué?

-Que eras casto jajajajaj…

-Era casto pero no puro, mi niña… Son dos cosas diferentes… (Dejó salir una sonrisa malintencionada)

-¡Severus!

Ella volteó y cuando se miró no tenía ropa de nuevo, estaba en interiores…

-¿Puedes avisarme que harás eso? ¡Tú de verdad abusas de la magia!

-Para eso es la magia…jajajjajaja (Dejó salir esa sonrisa que poco había visto Hermione en su rostro)

Ella saltó sobre la cama, se posó sobre su cuerpo y empezaron a besarse apasionadamente como si fuera la primera vez… Disfrutaban el uno del otro como dos jóvenes… Se olvidaron del tiempo y de la hora, sólo se besaban e hicieron el amor una vez más terminando rendidos…

Cuando era cerca de las cinco de la tarde salieron de la ducha, se vistieron, decidieron regresar a hogwarts pero ella se sentía tan curiosa de preguntar…

-¿Vives aquí?

-Esta era la casa de campo de mis padres…

-¿Cómo puedo llegar aquí sin tener que lanzar un patronus?

-No te preocupes, ya te di acceso… Por cierto… Cuando estemos en la escuela, no confíes en nadie, me refiero a contarle lo nuestro… Ya habrá momento de comunicarlo pero en estas épocas sería peligroso para ti… Sé que muchos no confían en mí y harán lo posible para separarnos, no te preocupes, siempre estaré cerca.

-Lo entiendo, está bien…

-Cuando te necesite me encantará ir buscarte… Así que siente libertad de venir conmigo cuando quieras… (Dijo él casi triste al tener que separarse de ella)

-Está bien… ¡Te amo, Severus!

-¡Yo a ti! ¡Te amoo, Granger!.. Quizá nos veamos más tarde o mañana… Te extrañaré tanto.

-Tú lo has dicho, podremos vernos cuando queramos…

Se dieron un beso y cada quién fue a su lugar en Hogwarts…

Ella llegó a su habitación, se acostó y no podía dejar de pensar en todo lo que él le dijo… Antes de irse de esa habitación, Severus le entregó la cadena de oro y plata con el aro adornado de Rubíes, le dijo que nunca se lo quite pero que lo escondiera dentro de la ropa, la cadena era larga así que no iba a tener problemas… Tomaba el objeto entre sus dedos, se sentía un poco confundida pero también feliz, había encontrado al amor de su vida de una manera que nunca imaginó. 

Tanto tiempo dudando de que quizá era Ron pero eran tan distintos… En cambio él era tan parecido a ella… El lado oscuro de ella pero parecidos al fin y al cabo. Ambos amaban estar en la biblioteca, ambos eran dedicados a la magia, ambos apreciaban el paisaje y sus detalles. ambos eran prudentes y tenían carácter fuerte.

De pronto la joven empezó a escuchar voces que se avecinaba, era Harry y Ron, se dio cuenta que hablaban de Severus.

Estos se quedaron en el recibidor de la torre de Gryffindor. Ella escuchaba desde la escalera de las chicas.

-Remus, no se fía de Snape… Dice que no tuvo idea de dónde estuvo todo el día y que se comporta raro… (Dijo Harry)

-Yo no entiendo a qué se refería con impedir que se acerque a Hermione.

-No lo sé… Él duda, cree que Snape tiene algo que ver con los mortífagos… Pero yo no creo, él cuidó de Hermione hasta que estuvo completamente repuesta.

-¿Qué crees que van hacer con él? (Dijo Ron preocupado)

-Escuché que le borrarán la memoria e inducirán en él otros recuerdos donde sólo recordará la realización de poción contra los ataques. No comprendo por qué la directora permite esto.

Hermione empezó a sentir un vacío fuerte de temor en el estómago.

-Pero eso también le hará olvidar el ataque de Neville…

-Así es, se quiere asegurar de que olvide haber estado cerca de Hermione. Incluso el haber ido al lugar Muggle.

Hermione intentó sujetarse de la pared, se sintió indispuesta porque fue aquél lugar donde se acercaron por primera vez con un beso que comenzó siendo tonto. El miedo empezó a invadir sus brazos, su nuca, sus piernas.

-¿Cuando lo harán? (Dijo Ron)

-Ahora mismo, lo están buscando.

Hermione desapareció lo más rápido que pudo y fue a su despacho… Pero no estaba ahí, luego fue al aula de pociones pero tampoco estaba ahí… Estaba preocupada, no sabía cómo encontrarlo antes que los demás… Fue a la biblioteca, al comedor, a la torre de astronomía, al bosque prohibido.

No lo encontraba hasta que se le ocurrió ir a la dirección.

Al llegar como en cámara lenta lo vio bajando de esas escalera del despacho de la directora Minerva, la escalera dejó de girar y ella lo vio directo a los ojos dirigiéndose hacia ella con esa cara arrogante y pedante de siempre… Al pasar la miró con asco mientras su capa rozó su brazo derecho con tosquedad y se fue de largo sin dirigirle una sola palabra.

Ella casi se derrumba frente a ese acto, su corazón se rompió en mil pedazos, no pudo llegar a tiempo.

Habían usado el hechizo… ¡Obliviate!

No dejó que la vean, así que corrió con todas sus fuerzas, con lágrimas en los ojos sin parar para llegar a ningún lugar, tenía que empezar a pensar, no sólo en cómo arreglar las cosas con él sino también en averiguar la razón del por qué le hicieron eso.

____________________________________________________________________________________________________________________________

“Las palabras son nuestra fuente más inagotable de magia. Capaces de infligir el daño y de ponerle remedio.” – J.K.Rowling

¿Te gustó el capítulo?

0 / 5

Tu calificación:

Suscribirse
Notificar de
guest

0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios