-¿Hermione?.. ¿Hermione?…
Ella se había quedado pensando el detalle que le entregó ese misterioso hombre. Obvio sabía quién era…
Recostó su cabeza de lado y jugaba con sus dedos sobre esa mesa antigua…
Pero las palabras de insistencia llamando su nombre la desconectaron de ese recuerdo con él en el bosque, las hermosas mariposas venenosas, a él cubriéndola con su capa, besando su cuello, hablándole al oído… Era todo un caballero, un astuto conquistador y nunca hubiera podido imaginar a su profesor en esa situación…
-¿Qué pasa Ginny?
-Mañana iremos a Hogsmeade con Harry y Ron… ¿Quieres ir con nosotros?
-No lo creo… Tengo cosas importantes que resolver.
-¿Qué tienes, Hermione? Es como si hubieras ingerido una poción de amor…
-Noo… Pero sí estoy pensando en alguien, es un Slytherin, uno de los más grandes.
-¿Es alto?
-Siiiii, tiene cabello negro, ojos negros o café, le encanta vestir de negro.
-¿Tú y un Slytherin? De verdad, creo que debes ir a la enfermería… Por si acaso te hayan dado una poción…
-Quizá sí la he tomado pero de sus labios…
-¿Quéeeee? ¿Lo besaste?
-Sí y creo que estoy enamorada… No puedo sacar de mi cabeza el aroma de su ropa, de su respiración…
-¡VAMOS A LA ENFERMERÍA!
-NOoo… No es necesario… Tengo que estudiar.
-Por favor… Déjame insistir… Además pensé que te gustaba mi hermano.
-Ron es tierno y distraído y quizá me gustó por un tiempo pero no había nada serio con él. Nos llevamos mejor como amigos, nunca pasará más que el beso que nos dimos… Nos conocimos desde niños pero no… No creo que Ron piense en mí como este chico que me escribió una carta… “Eres más cálida que un caldero hirviendo lentamente”… ¿Ron puede escribir algo como eso? O ¿Enviar un patronus en forma de mariposa dentro de una carta?.. Mejor dejemos a Ron como mi amigo… Mañana me encontraré con este chico, no podré ir con ustedes, perdonen y gracias por invitarme.
-Bueno, si entras en razón estaría bien que vayas con nosotros. Quedarte sola en Hogwarts no sería muy seguro para nadie…
-Algunos profesores se quedan, como Minerva, Remus, Severus… Estaré bien, no te preocupes.
-Pues me alegra volver a verte, nos vemos.
-Hasta luego.
Hermione se levantó y por alguna razón dentro de ella que cargaba dudas, se fue a la enfermería…
Mientras caminaba para allá…
No quería comprobar que el guapo de capa negra hubiera podido darle una poción de amor pero en cierta manera haberle dicho a Ginny que se sentía “enamorada”… Su razón peleaba con su corazón… “Quizá sí esté enamorada y además sería la primera vez que lo admite no sólo en ella misma sino con alguien más”
Llegó hasta la enfermería y le dijo a Madame Pomfrey que la revise.
-¿Qué sientes además de creer que amas a alguien?
-Una extraña sensación en el estómago… Como nervios cuando estoy cerca a él.
-¿Ves alguna alucinación o vista borrosa… Te lo imaginas enmarcado con muchos colores rosas, cuando te habla crees que es la persona más atractiva del mundo y no quieres hacer otra cosa que servirle de esclava en todo lo que te pida?
-Sí pienso en él, sí es atractivo como un caballero negro medieval sin armadura… No veo corazones rosas a su alrededor, ni siento que debo comportarme como su esclava… Además tengo otros pensamientos en mi cabeza como los exámenes que se acercan.
-Bien… No tienes nada. Puedes estar tranquila.
Madame Pomfrey no pudo sacarse de la cabeza esa imagen en la que le hizo pensar la estudiante…
-Gracias, Madame Pomfrey. (Dijo Hermione más tranquila)
-Ahh Srta. Granger… La mayoría de mitos acerca del caballero negro contienen cosas malas… Yo que usted pensaría más antes de comparar al chico que le agrada con un caballero negro.
-Jajaja cierto… Pero créame, sí son muy similares… (Hermione dejó escapar una sonrisa ladeada e inocente viendo a Severus en su mente.)
-Vaya a sus aposentos, pronto Oscurecerá. (Dejó salir una sonrisa para la estudiante.)
-Hasta luego.
Hermione cargó todas sus cosas y se fue directo a su habitación…
Al llegar arregló todo y luego se fue para darse un baño tibio aromático que le quitó esa sensación extraña y nerviosa del estómago.
Salió y fue hacia su cama en una bata de baño… Se acercó al baúl y escogió una blusa negra de mangas cortas con detalles en plata además de unos pantalones apretados de color negro tipo cuero. Sabía que a él le iba a encantar…
Pero el tiempo pasó y apenas eran doce de la noche… No tenía idea a qué hora llegaría o si estaría lista o si los nervios la ayudarían a comportarse.
Ese bendito tiempo era desesperante, se acostó en la cama boca arriba y empezó a jugar con un cubo mágico de color rosado viéndolo atenta mientras este cambiaba de forma en una esfera y después en una pirámide.
Intentó mantenerse despierta, guardó su varita en la cintura de su pantalón pero fue inevitable, se quedó profundamente dormida.
***
Cuando eran cerca de las tres de la mañana empezó a soñar…
Él estaba con ella acariciando su rostro, se acercaba lentamente sobre su cuerpo para alcanzar sus labios, era tan tierno, tan delicado, sin brusquedad y como pidiendo permiso deslizó su mano izquierda sobre el pecho de la estudiante, la acariciaba con temor pero después se dejó llevar haciendo que ella emitiera esos inevitables sonidos de exaltación…
“Ohhhhhmmm Severus” (Susurraba Hermione mientras ese sueño la atrapó inconsciente y profundamente dormida)
Pero los susurro de Hermione levantaron a la compañera de junto, la joven aún somnolienta vio hacia la cama de la chica que parecía pronunciar “Severus” en susurros… No le dio importancia hasta que se acomodó de lado entre sueños, viendo directo a la cama de Hermione… Cerró los ojos, empezó a perderse de nuevo en el cansancio hasta que de pronto sintió escalofríos…
Un espeso humo negro se metió debajo de la puerta y subió aún más lento en espirales metiéndose debajo de las sábanas de Hermione.
Esta chica asustada abrió los ojos, pensaba que tenía una pesadilla y se sentó, se frotó los párpados y siguió viendo ese tenebroso acto…
El espeso humo al fin estaba sobre el cuerpo de su compañera debajo de las sábanas, empezaba a convertirse en un hombre de cabello negro que se acercaba a los labios de esa castaña inocente e indefensa…
Y antes de que ella horrorizada y asustada con un dolor punzante en el pecho por su corazón que se quería salir de espanto… Estaba a punto de gritar, este hombre la vio directo a los ojos… ¡Qué fruta hierda, era el profesor aterrador, oscuro, Snape!..
Él la miró, entre cerró los ojos porque ésta lo reconoció… Sacudió su varita…
-Shhhhhh… ¡Obliviate! (Susurró y ella volvió a caer en la cama)
Severus siguió contemplando a Hermione con sólo su rostro y uno de sus brazos nítidos, todo el resto de su cuerpo era espeso humo negro. Le encantaba escuchar a la estudiante susurrar decir su nombre exaltada.
Se acercó para darle un beso y ella se asustó al verlo… Pero él le tapó rápido la boca y le dio una sonrisa pequeña.
-Vamos… (Empezó a besarla ahí en su cama hasta que desaparecieron y aparecieron en una habitación amplia decorada en blanco y negro.)
Al llegar estaban sobre otra cama y él sentado cerca de la ventana en un mueble amplio viendo la luna cuarto menguante. Esa luz resplandecía en su rostro.
-Me he dado cuenta que te gusta aparecer y desaparecer de imprevisto pero sería genial que no fueras tan terrorífico, alguien pudo haberte visto… Y casi me da un infarto.
-Pensé que te encantaría sentirme entrar… Lentamente entre tus sábanas (Lo decía con una sonrisa traviesa, sabía lo que le había provocado a Hermione induciendo su sueño con el aroma fuerte de su perfume de caoba, menta y eucalipto).. ¿Qué hizo la Srta. Granger el resto del día después de hablar conmigo? Supe que estuvo en la enfermería… Sabes, si venías conmigo no iba a enojarme… (Hizo esa voz gruesa y sentida para hacerle sentir mal a la joven)
El miraba por el gran ventanal…
-Estaba en la biblioteca cuando escuché tu carta… Después Ginny me convenció de que un Slytherin me había dado una poción de amor. Me aconsejó ir a la…
-Enfermería… Ahora entiendo… ¿Crees que soy capaz de darte una poción de amor para acercarte a mí? (Se acercó más a la ventana)
-¡Claro que no!.. Porque entonces lo mismo podrías pensar de mí… Pero… En realidad fui para asegurarme de que esto que siento por ti no es algo ficticio…
-No tenías que vestir de negro… Me encanta, no puedo negarlo pero tú… Tienes una hermosa alma blanca… (Sacudió su varita y le puso una bata de tela de seda blanca que dejaba ver la tierna y delicada piel de sus hombros, habiéndose deshecho de toda su ropa)
-Ajáaaa eres tan perspicaz… Haces que me sienta nerviosa… Siempre que quiero dar un paso hacia ti, tu das tres hacia mí.
Él volteó a verla con rostro confiado é hizo una seña con su mano para que ella lo acompañe en ese mueble. Pero luego se levantó viéndola directo a los ojos, su mirada la hipnotizaba.
-Ven, acércate… Quiero decirte unas cosas…
Ella caminó y se paró frente a él…
Severus se dio cuenta que estaba muy nerviosa…
-Tranquila… Solo hablaremos si así lo quieres.
-Estoy tranquila, enserio. Pero esto es como si ya lo hubiera vivido antes.
-Ven… (Le dijo Severus intentando ser más sutil que siempre)
Se levantó del mueble, y la acercó a él… Quería que lo viera a los ojos pero sabía que la intimidaba.
-¿Me tienes miedo? (Le dijo interesante con una sonrisa viendo el rostro inocente de Hermione.)
-No, no lo tengo… Cuando estoy cerca a ti me siento protegida. Me siento… (Él puso su mano en el rostro de Hermione y su dedo gordo tocaba sus delicados labios)
-Yo tenía miedo por los prejuicios que estaban en mi mente, por pensar que podía hacerte daño o era incapaz de cuidarte… Pero ahora ya no importa… Estoy seguro de lo que siento por ti.
Sacó algo de su capa y luego la dejó caer sobre el mueble.
Era una caja larga con una cadena de eslabones oro y plata, y en él un aro con rubies rojos y verdes sobre todo el largo de esa forma, era una serpiente enrollada sobre la garra de un león, como si se acostara a descansar sobre esta.
-Es hermoso…
-Quiero confesar que lo tengo desde hace mucho… Desde que era un niño, pero ahora sé que no le pertenece a nadie más que a ti.
-Puedo imaginar lo que sentías antes… Y no me molesta…
-Lo que sentía antes eran sentimientos de un niño solitario, inexperto y tonto. (Puso la voz seria y gruesa haciéndole entender de lo que hablaba).. Pero lo que siento ahora es lo que siente un hombre que fijó sus ojos en una hermosa mujer y se imagina perfectamente lo que puede pasar con ella.
-¿Qué puede pasar? (Dijo Hermione casi entregándose con la mirada a él)
-Que puedo marcarte para siempre como mía…
La tomó y empezó a besarla, dejó a un lado la cadena, la puso sobre una mesa cercana, siguió besándola, sus besos eran intensos y se tocaban, se probaban, ella no pensaba más que en él, un hombre tan intenso, sus labios, su lengua, parecían prohibidos pero eso le agradaba de forma desesperante, estaba decidida a entregarse.
Severus le dejaba sentir la temperatura de su pelvis acercándola más contra él, sus cuerpos reaccionaban solos ante ese acto…
Puso sus grandes manos en los muslos de ella subiendo lentamente la tela de ese vestido delgado de seda, logró estar debajo de la tela sintiendo la piel de Hermione quemar… Acarició la curva de sus glúteos y alzó el vestido para quitárselo por encima de la cabeza…
Él movió su varita y de pronto todos los botones de su ropa empezaron a caer en el suelo, fue capaz de hechizar su propia ropa para no dejar de tocar a Hermione… Cayó su pantalón, su levita, y la camisa que estaba por dentro desapareció… Quedando completamente desnudo… “Completo”
Se intensificó el beso y las manos eran libres de tocar al otro como querían, como se les antojara.
-Mmm Severus…
La magia de la varita jalaba la pataleta de Hermione hacia abajo mientras sus manos la acariciaban como remarcando la sensación que en ella provocó…
Sus manos subieron por su espalda y entonces… Ella también estaba completamente desnuda…
La respiración de él era perdida, intentaba no alterarse pero la sangre bombeaba muy fuerte por todo su cuerpo.
La cargó con cuidado y suspiraba cerca a ella, su respiración era incontrolada estaba muy excitado intentando no ser tan apresurado pero ella parecía gritar dentro de su cabeza lo contrario.
La llevó a la cama, la acostó con sutileza escuchando a Hermione decirle con la mirada que estaba dispuesta a que la marcara…
Sus ojos se ensombrecieron delante de los de ella, besaba cada curva y espacio de piel a su alcance, sus manos empezaron a tocarla como nunca antes un hombre la había tocado…
Él empezó a sudar mientras se acomodaba en el medio de ella, su varita a un lado de la cama, la tomó y pronunció algo casi en silencio mientras tomaba los labios de la joven y al mismo tiempo se unían, se fundían como uno solo. Un cuerpo junto al otro sin saber qué piel era de quién…
-Ahhhhmmm… Mmmmm
La voz de ella lo volvía loco, y él intensificaba el ritmo por inercia, cerraba los ojos cerca al cuello de Hermione mientras gemían juntos… Pero ella… Su voz lo hacía temblar…
Delicadas líneas se fueron pintando por el cuello de la estudiante, cada que él se unía a ella empujando contra la cama, esto no le dejaba sentir dolor, la tinta negra se impregnaba en la delicada piel haciendo más líneas en dirección a la nuca de la estudiante.
-Mmmmfff más rápido (Pedía Hermione sin darse cuenta lo que ocurría en su cuello y empezaba a pintar también su pierna hasta llegar a su tobillo)
Las marcas eran casi invisibles, y ella de verdad no sabía lo que pasaba, Severus no era un hombre común, si pudiera retroceder el tiempo se daría cuenta de qué clase de ser era, siempre había sido tan perspicaz en todo, sus pasos adelante tenían un propósito y ese carácter que él tenía lo había aprendido de la figura más importante que tuvo en la vida.
Cuidadoso, frenar ya no podía, no quería, a ellos se revelaba lo que sucedía y ver al fin con sus ojos en el momento preciso, la piel de ella, su propia piel marcada por magia que se une cuando encuentras a la otra mitad,a esa mitad que te complementa, le arrancaba el alma de alegría. Severus pensó que se volvía loco, que aún lo imaginaba, pero no, la sentía de verdad, de verdad sentía las caricias de ella en su rostro, en su cuello, cuando lo abrazaba por la espalda.
¡Qué atrevidos eran!
Ahora cualquiera que la vea cerca a ella, en su cuello podría leer el nombre de su cómplices y secretos de intimidad, algo que no se supone expones ante todo con orgullo, quizá algo natural, pero ellos eran magos y la magia se revelaba en distintas circunstancias ¿Cómo saber que pasaría así? ¿Acaso sería por ser de diferentes casas o había algo oculto de él, desde que era joven?
Nadie podría nunca más acercarse, nadie nunca más podría intentar conquistarla, porque ella era para él tanto como él para ella, sus corazones ahora eran tan suyos. Literalmente se marcaban más que con huellas y caricias de pasión.
Era magia pura aunque antigua de un mago sabio, de un mago misterioso.
-Mmmmm te amo… (Dijo Severus gruñendo aguantando toda la energía que se había acumulado)
-Ohhh mi amor… Severus… –Incrustó sus dedos en la espalda de su profesor, bajó sus dos brazos y lo tomó de los glúteos para intensificar su unión en ese concierto de gemidos y gritos que empezaban a ser más y más y más rápidos
-Te amo… Me vuelves loco… Ahora seamos del otro, sé mía, preciosa…
Lo hacía más rápido, toda la piel húmeda de ambos hacían que la unión sea más intensa y controlada, su mano derecha se deslizó para estimularla mientras se unían, el movimiento de la cama y el cuerpo de Hermione se grababa en su mente al mismo tiempo que se marcaba también así mismo la piel con líneas de tinta…
-Mh santo Merlín (Hermione hizo un último gemido largo y seco, dejando salir el último aliento frente a esos ojos negros llenos de fuego)
Él siguió tan sólo unos segundos más y como resistiendo al ruido pegó su rostro al pecho de ella dejando salir esa energía acumulada de su pelvis. Con ahogados ruidos de culminación la tinta empezó a marcarlo a él rápido y violento… Su propia piel era marcada y las líneas bajaron hasta su pecho.
No sintió dolor, era diferente, era tan intenso ¿Por qué no había podido sentir aquello con alguien más?
Ella con los ojos cerrados metió sus dedos en esa cabellera negra recuperando el aliento con él sobre ella.
La joven no tenía idea de lo que había pasado en realidad no tenía idea que, después de la calma y ese silencio que parece largo, cuando sus cuerpos recuperaran la paz, el siguiente día ya no sería común, ambos, tenían un secreto que aunque quisieran ya no podían contar.
Ella se había enamorado de él, de verdad, aunque aún no era conciente.
Aún intentaba respirar pero no pudo evitar quedarse dormida.
***
Al pasar el tiempo en ese espeso sueño, abrió los ojos y vio a Severus a su lado.
Se dio cuenta que había amanecido y estaba preocupada de que la estuvieran buscando.
Buscó en esa habitación la salida hacia un cuarto de baño y lo encontró… Tomó un baño rápido intentando concentrarse pero no podía, esas imágenes venían a su mente una y otra vez, podía sentirlo, estaba enamorada y acababa de entregarse a él.
Terminó el baño, se vistió, fue a la habitación viendo la desnudez de Severus… Lo cubrió lentamente con la sábana sin ver nada de las marcas… Quiso acostarse sobre su pecho pero tenía que ir a ver que todo estuviera bien ese sábado cálido…
Tomó una pluma y un papel del mueble de esa gran habitación y escribió.
_________
Te veré más tarde… Regresaré pronto…
Te amo.
_________
-¡Vayaa… Amanecer! (Dijo antes de desaparecer frente a él)
__________________________________________________________________________________________________________________________________
“La comprensión es el primer paso para la aceptación, y sólo aceptando puede recuperarse” – J.K. Rowling
¿Te gustó el capítulo?
Tu calificación: