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Se quedó dormida sobre su regazo y la llevó hasta la cama…
Al día siguiente Hermione se despertó y encontró un poco de su ropa sobre la mesita de noche, eso le pareció genial… Fue hasta el cuarto de baño, abrió la ducha con agua fría y se metió dentro.. No podía evitar sonreír, había algo que le hacía sentir bien… Y de pronto su estómago empezó a rugir de hambre.
Se apuró para salir de ahí, con su varita secó toda su piel, comenzó a vestirse y peinar sus cabellos.
“Toc toc toc” Sonó la puerta…
-¿Quién es?
-Ehhmm… El desayuno está servido… (Dijo Severus con esa voz más que fría)
-Sí, gracias, ya voy…
Al terminar de vestirse, vio su cabello otra vez, fue hacia la puerta de la habitación, la abrió y salió de esa estancia entrando a otra completamente distinta, esta era más que amplia había una mesa larga en el medio y un candelabro en el centro.
Vio hacia el extremo de la derecha había un plato hondo, además de un jugo de naranja y una taza humeante. Se detuvo y vio hacia al extremo izquierdo… Muchos metros la separaban de él…
Pudo haberle causado extrañeza pero le dio mucha risa, risa que evitó dejar salir de su interior a toda costa… Tenía que morder su labio inferior y cerrar los ojos mientras caminaba para sentarse frente al desayuno.
Se sentó aguantando la risa y sopló para relajarse…
-¡Buenos días! (Gritó ella en dirección a él, esperando que le haya podido escuchar a pesar de la tremenda distancia que los separaban.)
Severus tenía delante de él el diario el profeta y lo leía afanoso.
-¡Buenos días! (Dijo serio)
No se asomó ni nada, se quedó detrás del diario.
-¡Vaya, un desayuno bastante alentador! (Dijo la estudiante en voz baja)
Luego levantó los hombros en señal de “ni modo, el hombre sí que es extraño”… Tomó su tenedor e iba a incrustarlo en el pastel de jamón pero este empezó a llorar… Ella al ver eso tiró el tenedor y se tapó los oídos.
-¡Esto es un escándalo, no podré desayunar así!
-Es jamón con queso llorón, pensé que te agradaba, los jóvenes estudiantes disfrutan cortarlo en pedazos mientras agoniza.
-¡Qué barbaridad!.. ¡No conozco a nadie que coma esto! De todas formas… Muchas gracias…
Él se quedó en silencio…
Harta de tantas tonterías se levantó de la mesa y se acercó hasta donde él estaba. Tomó una silla, la jaló para acomodarse y lo quedó viendo.
-¿Es enserio? (Ella alzó una ceja viendo hacia el diario)
-¿De qué habla? (Dijo él con el mismo tono frío de voz)
-¡Ey! ¡Le estoy hablando a usted!
-Yo- La estoy- Escuchando… (La voz de él… No necesita comentarios…)
-¿Qué le pasa?
-¿Perdón? (Bajó el diario y la vio con esos ojos intensos de color café)
Ella suspiró y se rindió…
-Al parecer… Usted no es comunicativo.
Sólo la miraba…
-Bien, está bien… ¿Cuándo podré ir a la escuela?
-Remus quiere que permanezca un día más… Conmigo. (Volvió a subir el diario frente a él)
-¿Un día entero… Eso significa, un desayuno más de comida que llora? No gracias…
-No se preocupes, mañana los elfos harán lo que usted quiera…
-¡Ohh, qué considerado, gracias!
Sonrió al diario, petrificó su jamón con queso y comió en tres grandes bocados, tan grandes que no podía ni masticar… Al seguir tragando el desayuno terminó tomando la mitad de ese delicioso chocolate y luego todo el vaso de jugo… Esto entró en su cuerpo en menos de treinta segundos.
Él quitó el diario y… Habló.
-Espero que te haya agradado…
-No, aunque tenía hambre… El jamón y queso me dio lástima pero como usted dice, no tendré que comerlo de nuevo. ¡Muchas gracias por el desayuno, de verdad moría de hambre!
Se levantó de la mesa, tomó su charola, levantó lo sucio para dejarlo al otro extremo de la mesa donde ella antes estaba sentada y se fue.
Podía haber intentado llevarlo a la cocina pero no tenía idea dónde estaba.
Salió de esa estancia que estaba hechizada para verse más amplia y entró a la habitación de nuevo sin ganas de nada.
Se quitó la ropa y se metió en la cama para dormir por mucho tiempo.
***
-¡Hermione! ¡Hermione!… ¡Hermione! (Le habló Harry)
-Mmmm ¿Qué? (Ella abrió los ojos con pesadez)
-¡Qué alegría que estés mejor!
-¿Harry? ¿Ron? ¿Qué hacen aquí?
Pudo distinguirlos a la luz de esa lámpara cálida…
-Hemos venido junto a Remus, nos contó todo lo que pasó y… Pasamos a ver cómo estabas… ¡Parece que te han cuidado muy bien!
-Sí, la verdad es que me siento mejor que bien, Severus sabe cómo tratar a una chica… (Dijo sarcástica pero ellos no tomaron atención.)
-¿Cuándo podrás venir a la escuela?
-Creo que mañana después del desayuno.
-¡Excelente!… Y… ¿Cómo se ha portado tu profesor de pociones?.. Además de curar todas tus heridas… Supimos que te habían contagiado con la magia de los mortífagos. (Dijo Harry)
-¡Pues qué raro, eso no lo sabía!.. Ohhhhh… El profesor es… Un excelente y sexy doctor oscuro, Todo bien con él, lo malo es que no le gusta que le digan “Gracias” jajajaja.
-Jajajaj… ¡Qué bueno que estés de vuelta, Hermione!
Snape escuchaba atento cerca de la puerta, al escucharla decir eso dejó salir una sonrisa y se retiró sin que lo vean…
-¡Gracias por venir!.. Necesitaba un poco de risa aquí… ¿Sí me entienden verdad? Jajajaja.
-Sí jajajaj… Pues entonces te veremos mañana, Severus nos llevará de vuelta a la escuela porque Remus ya se fue, él nos llevará ya que no podemos llegar aquí por nuestra propia cuenta.
-¡Bien! Nos vemos mañana…
-¡Adiós Hermione! (Dijo Harry)
Salieron de la habitación y se hizo el silencio de nuevo… La joven vio hacia la cama y se dio cuenta que en un rincón, doblado por ella estaba la capa de Severus. Se acercó, la tomó con las dos manos y la acercó hasta su rostro para inhalar su aroma…
-Huele tan bien… (Dijo para ella en voz baja) No puedo creer que ahora esto es lo que más quiero tener… Cerca.
Caminó hasta la puerta y giró para contemplar toda la habitación, vio hacia la izquierda donde antes estaba ese mueble negro, recordó haberlo visto dormido, tan callado, tan indefenso… Sonrió…
-¿Qué está pasando? (Dijo en voz baja) ¿Así de pronto es un hombre atractivo para ti? El color negro le queda tan bien… Y verlo sin capa realmente lo hace ver muy interesante. ¡Por merlín!… Su mirada, me causa escalofríos…
Entonces él entró…
Y ella pudo sentir ese escalofrío del que hablaba recorrer desde su cuello hasta su espalda, era una sensación mayor a ser vigilada… Y ese olor a menta y eucalipto casi la deja sin aire…
Mientras ella cerró los ojos él se acercó detrás de ella. Se retiró la capa y la colocó sobre sus hombros, sus manos permanecieron en ambos hombros de la estudiante hasta que lentamente empezaron a deslizarse por encima de la tela sintiendo a través de esta la tibieza de su cuerpo para poder usar ambas manos aún más poco a poco… Esto provocó en Hermione un mundo de sensaciones.
-Deberías- Intentar— Estar vestida— (Dijo cerca al oído de la estudiante mientras posó sus dos manos en la cintura de ella)
-¿Ahora va a dejar que me acerque? (Habló ella con los ojos cerrados y una sonrisa ladeada)…
Se giró bruscamente haciendo que la capa caiga al suelo con descaro.
Él tenía ese rostro nunca antes visto con fuego en los ojos, sin perderle de vista miró toda su piel, desde sus pies hasta subir por todo su cuerpo y llegar a esos delicados labios rojizos.
Vio cómo ella los mordió frente a sus ojos jugando con el control y la poca cordura de hombre que le quedaba. Ella posó sus manos en su pecho sobre la tela de esa ropa negra que quería arrancar. No estaba pensando en nada, todo ocurría con naturalidad, por algún motivo quería impresionarlo quería… Provocarlo… Y lo estaba logrando.
Lo empujó contra la pared viendo directo a esos ojos café… Sonrió al verla hacer eso… Él ya no tenía que comprobar nada, no tenía que comprobar que le agradaba a Hermione de la misma manera que a él le agradaba…
Quería besarla, quería tocarla despierta…
Quería sentir su piel…
Al sentirse acorralado no pudo evitar sonreír más con los ojos encendidos.
Ella deslizó sus brazos rodeando su cuello y se acercó para besarlo pero él quería tenerla en esa situación, que ella sintiera lo que iba a salir de él.
-¡Me gustas, niña! (Aspiró el aire fuertemente)
La tomó de la cintura y se cambiaron los papeles… Él la tenía a ella acorralada contra la pared… Tomó sus labios de la misma manera que ella lo había tomado en esa tienda, no le importaba cómo ella iba a pensar… ¿Quién es Severus? ¿Quién es Hermione?
Le besaba el cuello, el hombro, sus besos a veces la tomaban y la marcaban. Sus brazos la apretaban contra él.
Ohh qué beso tan dulce, tan enloquecedor, ¿Cómo podía resistir?
Nooo, ella no quería resistir…
Sus alientos se turnaban ingresando en la respiración del otro, ingresando en las aspiraciones desesperadas por conseguir aire.
¡A la fruta todo, tenían que tocarse!
Hermione lo besaba con tanto deseo, sus labios pálidos eran tan suaves su olor a menta se había apoderado de su cabeza, tan varonil, tan atractivo… Tan… Comestible…
Las manos de Severus dejaron los nervios y se sintieron libres de tocarla sobre la piel sin ser tosco… Su cintura, sus caderas, la apretaba más contra él… ¿Acaso era posible que se funcionaran? No había vuelta atrás…
Paraban de besarse pero sus labios buscaban al otro, las pausas eran necesarias, no podían respirar…
Sólo eran hombre y mujer, personas que habían despertado algo desconocido, sus corazones latían fuertemente desesperados.
Ella empezó a quitarle la camisa botón a botón, deslizó sus dos manos hasta su pelvis para desvestir-lo por completo…
Él terminó de quitarse la otra camisa blanca de abajo y le mostró su piel pálida hirviendo al tacto y la excitación.
La alzó tomándola de las caderas mientras ella rodeaba su pelvis con sus piernas, la acostó en la cama, se posó sobre ella y besaba cada espacio de piel… Metió sus manos debajo de su espalda para poder desabrochar su brasier y cuando iba a disponer de su boca para…
-¿Severus?… ¿Hermione?… ¿Dónde están?
Los dos abrieron los ojos sorprendidos, se miraron como cómplices haciendo algo prohibido…
-No puede ser… (Dijo él al cien de temperatura tapándole la boca a Hermione… Es que ella no podía evitar dejar salir el sonido de su agitación.)
¡Hierda! Remus apareció de imprevisto y estaba a punto de ingresar en donde ellos esparcían nubes de estrógenos y progesterona…
Snape la abrazó, desaparecieron y volvieron a aparecer en la otra habitación… Le dio un beso apasionado que la dejó con ganas de más y le dijo cerca al oído:
-¡Sólo será un segundo, lo prometo! (Después de decir esto, desapareció frente a ella…)
Severus regresó a la habitación donde antes estaba a punto de tener a la joven estudiante…
-¡Aquí estoy!
-¿Severus?
Remus ingresó y era obvio que Snape estaba más que agitado pero a toda costa intentó relajarse rápido.
-¿Dónde está Hermione?
-Ommmm… (Pensó rápido) Descansa en la otra habitación…
-¿Se quedó dormida… En tu habitación? (Remus entre cerró los ojos) ¿Y qué hace ahí?… (Abrió los ojos de sorpresa)… ¡SEVERUS!
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“Si deseas ver la grandeza real de un hombre, observa la forma en que trata a sus inferiores, no a sus iguales.” – J.K. Rowling
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