Hermione se levantó de la cama y debajo de ella habían muchos huevos de cernícalo reventados, su pijama estaba toda decorada con yemas y brillantina de colores, su cabello, las frazadas y sábanas eran un desastre.
Al parecer alguien se había vengado, alguien consciente, alguien oscuro, alguien que no iba a recordar absolutamente nada, y que iba a despertar con dolor de cabeza.
Salió de la cama temprano casi a las siete de la mañana, después de arreglar el desastre que había.
Al no ver a Neville en ninguna de sus clases tuvo un mal presentimiento…
-Señorita Granger…
-Buenos días profesora Minerva. ¿Ha visto a Neville?
-No lo he visto en todo el día (Dijo extrañada)
-Yo… No puedo encontrarlo por ninguna parte… (Hizo rostro de extrañeza) Y… ¿Ha visto al profesor Severus?
-Sí, ha estado en su aula todo el día, tuvo triple clase el día de hoy…
-Gracias por la información, tengo que entregarle unas cosas. ¡Nos vemos más tarde, profesora!
-Hasta luego.
Hermione pensaba que el día tenía algo más que extraño o quizá sólo era su sexto sentido… Neville no fue a buscarla ni a interrogarla, y el profesor Snape había tenido triple clase, algo que no pasaba desde hace mucho.
Se fue hasta llegar afuera de su aula y esperó la última exposición de su profesor delante de esos alumnos de segundo año.
Cuando salieron todos, respiró profundo e ingresó con temor.
-Profesor… ¿Cómo se encuentra?
Él la quedó viendo con cara de “¡No me moleste, ¿No ve que estoy fatal?!”
-Es im-per-ti-nente… Su- presencia… Y por favor, cuando salga cierre la puerta.
Sacudió su varita y todas las cortinas se cerraron dejándolos a oscuras en esa enorme aula. Hermione se encontraba a unos pasos de la puerta y él aún permanecía al lado de su escritorio, sosteniendo un cubo blanco contra la sien.
Hermione entró más en esa tétrica estancia cuidando de no golpearse con las carpetas… Luego habló…
-Profesor, de verdad no quiero insistir pero usted me encargó estos dos porta-recuerdos… Ayer no nos fue muy bien, al parecer usted y Neville fueron afectados por la potencia de las medicinas, es lo que le hizo despertar con dolor de cabeza. También, usted me dijo que quizá no iba a recordar nada y necesitaba que yo le de… Esto.
Al terminar de decir eso la punta de una varita se encendió frente a sus ojos y el rostro de Severus vio atento esos objetos de cristal que ella sostenía en sus manos.
-¿Esos recuerdos son tuyos? (Entre cerró los ojos con atención)
-Así es, profesor…
Le quitó los dos pomos de un solo manotazo y comenzó a alejarse…
Hermione, prendió la punta de su varita, se dio la vuelta para encontrar la salida hacia el corredor y alejarse lo más rápido que podía.
-¿A dónde va, Srta. Granger? ¡Usted viene conmigo!
-Pero es que tengo que seguir estudiando…
-¡Por favor! El examen más cercano es el de pociones y estoy seguro que ya tiene las respuestas. ¿Le encanta que se lo digan, verdad? (Dijo con asco)
-¿Qué, profesor? (Preguntó con tono golpeado)
-Que es una bruja… “Brillante”…
-Yo… Ya cumplí con entregarle eso… ¡Me voy!
-¡¿Tanta insolencia con su profesor?!.. Los recuerdos son tuyos así que averiguaremos si están alterados o no… ¡Usted me va a acompañar!..
La estudiante respiró profundo y dijo…
-Como usted quiera, profesor. (Hizo una mirada seria casi adivinando dónde estaba él)
Entonces empezó a seguirlo, tratando de poner la mente en blanco para no ser hechizada.
Fueron unos largos minutos hasta que al fin estaban frente a ese pensadero.
-¿No están alterados, verdad?
-¿Qué podría esconder… A usted? (Dijo Hermione segura… Y luego pensó “A ver qué le parece”)
Él tomó el primer recuerdo y lo vertió dentro del pensadero y comenzó esa escena frente a sus estudiantes indicándoles que repitieran la poción, señaló la mesa y luego les dijo que tenían que lograr una meta grande después de llamarlos “Incapaces”.
A continuación…
Pasó aquello donde le menciona a Hermione acerca de los huevos de cernícalo y esta se dio cuenta que el comportamiento de su profesor era extraño… Se ve cómo ella le pide ayuda a Neville pero este se veía con mucho sueño y Hermione decide llevar al profesor Severus sola frente a Remus.
Al llegar frente al profesor ocurre otra conversación incómoda donde Severus la hace sentir mal por haberlo dejado solo…
Entonces Snape vierte el segundo recuerdo… Lo hizo casi tan lento como quería ver este último recuerdo ya que en el anterior tenía suficientes motivos para disculparse.
___RECUERDO___
Regresó apresurada hasta donde estaba Severus…
-Pensé que ya me habías dejado solo…
-¡Por Merlín! Usted sí que está muy mal… ¡Vamos, camine!
-¡No me trate como un lisiado! (Dijo serio)
-¡Yo no creo que sea un lisiado, profesor!
-¿Vamos a… Caminar juntos? (Dijo con atino y astucia mientras pasó su brazo al rededor de la cintura de Hermione, esta abrió los ojos sorprendida y siguió caminando)
-Que pena que dentro de un momento volverá a ser tan frío y duro como una piedra negra de río.
-Yo… También tengo sentimientos… (Se acercó a Hermione, en su oído) El padre de Potter me robó a mi novia cuando era un niño, tonto, débil y patético… Bueno… No era mi novia pero era una linda chica… Así como usted… (Susurró dejando escapar su aliento tibio en ella)
-Lo sabemos, profesor… Sabemos lo de la mamá de Potter… ¡Aishhh! ¡No se me acerque así, profesor…! (Se sacudió de escalofrío la pobre alumna)
-¡Ese maldito de Potter, es un hablador! (Besó el cuello de la estudiante y se recostó en él…)
Ella lo enderezó y vio que los ojos de Severus estaban muy rojos como queriendo llorar.
-¿Quién… Le ha hecho tanto daño, profesor? (Bajó la cabeza y añadió en voz baja) Si su corazón fuera distinto… Yo… Podría… Entender… Pero usted es… Complicado…
Hermione lo tomó de la túnica y desaparecieron para aparecer en humo blanco frente a Remus…
-¿Señorita Granger… qué hace aquí?
-El profesor, parece que está hechizado… (Se acercó al oído de Remus y añadió) ¿Podemos ir a algún otro lado?
-Sí, claro… Severus (Miró a Snape) ¿Podemos dejarte solo un momento?..
-¡Vayan! ¡Sé que van a hablar de mí! (Los ojos de Severus nunca se habían visto tan tristes)
Hermione vio cómo Lupin se cambió de ropa con un hechizo rápido, ya que lo había sorprendido con pijamas… Cuando entraron al otro ambiente…
-Ya lo vio al profesor Severus, está completamente mal… Y cuando digo “Mal”… Por ejemplo; me estaba seduciendo antes de venir con usted… ¡Me estaba besando el cuello! Después sus ojos se entristecieron al recordar a la mamá de Harry… Y luego se acurrucó en mi cuello como un bebé…
-¿Estás hablando de Severus?
-¡Sí, profesor!.. Creo que él no es el mismo desde que lo revivieron con la piedra filosofal… Es como un efecto secundario o… Quizá sólo se drogó así mismo con todas esas plantas y pastillas que utilizó en la poción…
-Pues es de esperar que no sea el mismo ya que hasta el final de su vida expresó lo que sentía con ese llanto frente a Harry… Pero ahora… Deben haber sido esas pastillas, las plantas de la poción o quizá un evento… Una emoción fuerte que lo haya removido…
-¡Sí está drogado! Eso no se puede negar, ya le revisé las pupilas, los labios… Y su aroma, es como si oliera a frutas secas… Un olor característico a una poción de hiervas…
-¿Crees que se esté hechizando?
-La otra noche me dijo que usted le pidió que no sea tan brusco con nosotros…
-Lo único que le dije fue: “Severus, aprende a trabajar con ellos” Y luego me fui…
-Eso explica por qué nos ayudó hace unas horas cuando al principio sólo nos insultó diciéndonos “Incapaces”… Y aquél día, el mismo día que me dijo lo que usted le pidió… Él pensaba en que… Que lo vuelva a besar…
-¿Besar? ¿Lo has besado?
-Sí pero fue porque teníamos mortífagos encima, además Neville fue el de la idea…
-¿Cómo reaccionó a ese beso?
-No lo sé… Pero sí se quedó quieto y luego tocó su cabeza… Dijo que se había quedado sin oxigeno…
Remus puso cara de asombro…
-Jajaja… Eso debe haber causado un conflicto emocional en su mente… ¡Fuiste tú, Hermione!.. El beso que le diste lo hizo humano jajajaja
-Mmmm ¡Qué gracioso, profesor! (Puso cara de enojada)
-Ahora llévalo a sus aposentos y déjalo dormir… Dale esto con un poco de agua tibia y se le pasará.
-Me temía que diga eso… En fin (Puso cara de resignación)… No me queda otra que llevarme el bulto negro…
-¡No olviden que mañana hay reunión!
-¡Ahí estaremos sin falta!…
La estudiante caminó hasta donde estaba su profesor de pociones, lo miró y este se estaba quedando dormido…
-¡Profesor! (Susurró cerca de él) ¡Profesor, Severus!
-¡Dígame! (Abrió los ojos)
-¡Vayamos a descansar! Hay mucho trabajo para mañana sin contar que tiene que dar clases y yo tengo dos exámenes. (Le hablaba despacio, con cuidado para no alterarlo)
Hizo que se levante, lo tomó del brazo y desaparecieron… Para aparecer en sus aposentos.
-¡Estoy tan… Mareado!
-No se preocupes, le daré un poco de esto y volverá a ser el mismo hombre de siempre al despertar.
Hermione sacudió su varita y prendió llama de un caldero diminuto, en ella hizo aparecer agua y tiró las ramitas que le entregó el profesor Remus.
-¡Hazme un favor! Antes que te vayas… (Dijo caminando hasta el pequeño estante)
-¡Dígame, profesor!
-Sé que algo no está bien… Y seguro mañana no recuerde nada… Toma estos porta recuerdos y pon en ellos “todo”, desde que estuvimos con Neville… Esas plantas me han hecho mal, tengo que encontrar el momento preciso…
-Mmmm… No creo que le agrade ver algo… Pero si usted me lo pide… (Ella miró el caldero, sirvió un poco sacudiendo la varita y dejó la taza de cristal junto a la mesa de dormir) ¡Por favor, no deje de tomar eso!
-Graciasss… (Se acercó a ella con rostro serio, hasta se puede describir como galante e interesante…)
Hermione se quedó quieta…
Se acercó más, se inclinó y le dio un beso en los labios. Uno suave… Ella se dejó besar.
Una sonrisa se formó en el rostro de ella, una sonrisa sutil y traviesa… Ellos se veían a los ojos, estaba tan cerca el uno del otro que podían escuchar el aire salir de sus narices…
-¡Que conste que usted es el que quiere que guarde estos recuerdos! (Dijo Hermione frente a los labios de su profesor)
———FIN DEL RECUERDO———
Hermione estaba nerviosa, a lado de su profesor, no sabía cómo iba a reaccionar, ya casi terminaba de observar el último recuerdo.
Entonces el recuerdo terminó en un rastro de humo rosa y negro.
Al sacar la cabeza se quedó viendo el pensadero… Estaba más que incómodo…
-Srta. Granger… (Dijo serio sin retirar la mirada del pensadero, sus manos estaban a ambos lados de ese gran recipiente)
-Diga, profesor… (Bajó la cabeza)
-Le debo más que una disculpa por mi comportamiento… (Cambió de mirar el recipiente por mirar a través del espejo el rostro de la alumna, avergonzada sin ningún motivo.)
Si Hermione subiera su mirada podría encontrarse con la de él, sólo sus ojos negros viéndola con detenimiento a través del reflejo.
-No se preocupe… Todo el tiempo supe que no era usted. (Su mirada no subió.)
-Ese soy yo… (Volteó para verla y se acercó) pero de alguna manera desinhibido por los efectos de las medicinas y plantas Muggles… Pero puedo arreglar esta situación incómoda que está sintiendo en este momento… Y me hace… Sentir muy avergonzado.
-¿Cómo… Profesor? ¿Cómo podría? (Dijo con la vista hacia abajo jugando con sus manos, con ganas de irse y no hablar más del asunto.)
-Si usted me permite, puedo borrarle la memoria… Hasta donde usted crea prudente.
-Déjelo así… Es bueno tener un recuerdo suyo dónde se comporta como un caballero que no sólo busca ofender… Un recuerdo donde el profesor es… Un hombre.
-Soy un hombre Srta. Granger…
-Lo sé, profesor… Y bueno… Con su permiso… Tengo que ir a…
-Espere… (Interrumpió como descubriendo algo)
-Acompáñeme una última vez, quiero mostrarle algo…
-Sí, está bien…
Extendió su mano para tocar el hombro de la estudiante y así desaparecer y luego aparecer juntos en su habitación…
-Cuando entré en la habitación estaba preparando una poción personal, algo más fuerte que el Bezoar, era para contrarrestar el contagio de esos ataques, era de suponer que tanto tiempo frente a algo que desconocemos, tenía que ser precavido pero como estaba en prueba no les dije nada. Que al utilizar esas plantas chinas debo haber causado un efecto de intoxicación regado por mi sangre hasta mi cerebro. Eso no justifica las cosas que hice pero ahora tienes una explicación…
-Sí, fue justo en ese momento cuando usted ingresó en su habitación y después de unos minutos salió a ayudarnos…
-Así es… En dos horas los veré aquí, tenemos que terminar esas pociones.
-Pero Neville, no sé dónde está… Lo he buscado por todos lados y no tengo rastro de él…
-En dos horas… Aún si no lo vez, regresa aquí.
-¡Sí, profesor! (Hermione desapareció en humo blanco)
LLegó a la torre de Gryffindor y encontró a Neville hablando con dos alumnos, ella no le dio importancia así que le habló.
-Neville, te estuve buscando todo el día.
Neville la quedó viendo y retiró al otro estudiante…
-Hermione, estaba dormido todo el día, era este dolor de estómago que no me dejaba… (Se tocó el estómago)
-Deberías ir con Severus, él puede darte algo para ese dolor. (Le quedó viendo con seriedad)
-Entonces iré ahora con él… (Sonrió de forma fingida)
-Te recomiendo que sí vayas, yo estaré en mi habitación estudiando… Ahh y dentro de dos horas nos veremos con Severus en sus aposentos.
-Bien… No hay problema. (Dijo algo nervioso)
El tiempo pasó lento mientras Hermione recordaba a su Profesor… Se concentraba en sus estudios pero no podía evitar pensar en todo lo que había ocurrido.
¿Por qué se acercó a ella? ¿Habrá sido porque ella fue la primera persona que vio al despertar del desmayo, o mejor dicho de la muerte?
Ella estaba confundida, realmente llegó a pasarle por la cabeza que Severus había cambiado pero no fue así y eso es lo peor ya que se le hacía más interesante… Sí, él se le hacía interesante… Cuando estaba con Severus él dijo: “Ese soy yo” ¿Lo habrá dicho con valentía, sabiendo que es algo que no le interesa? o Sólo estaba resignado y avergonzado con ella.
Era una chica “Linda”, le dijo: “Linda”, no había recibido esa palabra como halago antes, y él habrá estado muy drogado pero quizá es lo que él piensa de ella. Lo que realmente piensa de ella…
Una persona que menciona “Sangre sucia” es porque cree que la mezcla de la sangre pura con la sangre mestiza no es agradable, incluso es algo asqueroso. Pero él ya no pensaba eso de ella… ¿O sí?
Hermione salió de sus pensamientos y el tiempo se había acabado, entre medio estudiaba y pensaba. Ya sólo faltaba 15 minutos.
Se alistó con ayuda de su varita, esperó afuera de la torre de Gryff a Neville pero este no se apareció. Así hizo la aparición hacia los aposentos de Severus, sola.
-¿Dónde está, Neville?
-Lo vi en la tarde después de hablar con usted, le dije que venga a pedirle ayuda por el dolor de estómago que aún no se le ha ido.
-¡Les gusta hacerme perder tiempo! Ahora tendré que ensuciarme las manos… Ya vendrá entonces, mientras tanto ayúdeme con esas pociones.
-Sí, profesor.
-Ponte estos guantes, y bebe un poco de esta poción… ¡No quiero más accidentes!
-Sí, muchas gracias. (Ella le sonrió)
-De nada. (Dijo sin mirarla)
Se acercaron a la mesa y ahí estaban situado con cuidado todos los ingredientes que eran; Las plantas secas, las bolitas negras de medicina china, y las pastillas hechas polvo.
Él estaba a su izquierda con ese olor característico a menta.
“Concéntrate Hermione”, se dijo así misma.
Seguían cada vez más rápido y hábiles, las botellas pasaban de mano en mano completándose al cien por ciento el trabajo que tenían.
Cuando acabaron la última y la cerraron, Hermione torpemente golpeó esta con su muñeca izquierda haciendo que caiga de costado y empiece a rodar. Él se estiró para alcanzarla y no se percató que ella también hizo lo mismo.
Él no se dio cuenta, sin querer sostuvo la mano de ella que sujetaba la botella, su cabello largo y castaño estaba cerca a su rostro, pudo oler su esencia a lavanda, fresas y frutos secos del bosque.
Ella se puso nerviosa.
-Lo siento (Dijo a quince centímetros cerca de su profesor, con rostro de haber metido la pata)
Él la vio directo a los ojos, con una mirada intensa y seria, barrió sus cabellos desde la frente hasta los que caían sobre sus hombros. Y la soltó… Se hizo un silencio incómodo.
-Ahh creo que deberíamos ir a entregar esto… (Dijo Hermione incorporándose)
-Vamos.
Alistaron todas las botellas sobre una mesa esquinada y él tomó una bolsa de cuero negro, se la entregó a ella para que se la colocara.
-Oh, entiendo…
-Vamos (La llevó afuera de la escuela, cerca del bosque)
Al aparecer ahí, tomó la mano de la estudiante y la acercó a su pecho donde estaba el traslador para así llegar en una helicoidal de color negro a ese lugar lejano de Asia.
Cuando empezaban a caminar él la detuvo observando el camino.
-¡Espera! Hay alguien delante de nosotros…
La estudiante se puso nerviosa.
Severus sacó su varita y gritó un hechizo “Revelatum”
-Esperen, soy yo, soy yo…
Snape puso cara de extrañeza… ¿Cómo pudo haber llegado Neville, solo?
-No te muevas, Lyly.
Hermione volteó a verlo cuando escuchó eso.
-No lo haré, profesor…
-Neville, ¡Tira tu varita o tendré que usar la mía!
-Profesor… ¡No por favor, no sé cómo llegué aquí!
De pronto miles de criaturas parecidas a los lagartos de cuasimodos empezaron a rodearlos, estos animales eran el triple más grande, como grandes lagartos amazónicos.
Neville gritó como mujer y corrió cerca de Severus.
-Ahhhhhh ¿Qué demonios son esas cosas?
Snape lo miró dudando de él…
-¡Incendio! ¡Alarte ascendare! (Gritaba Severus apuntando a esas criaturas)
La estudiante también empezó a defenderse pero eran demasiadas criaturas y el pánico se apoderó de ella mientras decía un último hechizo antes de caer.
-¡Ascendio!
-¡Sectumsempra! ¡Sectumsempra! (Gritaba Neville desesperado viendo a todos lados)
-¡Nooo! (Gritó Severus cuando el hechizo alcanzó a Hermione) ¿Qué hiciste?..
Neville miraba a Hermione como si lo hubiera hecho a propósito.
Severus abrió los ojos fulminante contra el alumno y este le entregó una sonrisa macabra ladeada. Alzó la manga de su brazo izquierdo, le mostró su marca de mortífago para después desaparecer.
Todos los animales empezaron a huir con el hechizo ¡Incendio! que el profesor lanzó para acercarse a Hermione que estaba empezando a sangrar.
La tomó del brazo y desapareció en humo blanco con ella.
Llegaron hasta una casa y la depositó sobre una cama, la sangre fluía cada vez más rápido manchando toda la cama.
-¡Vulnera Sanentur! ¡Vulnera Sanentur! ¡Vulnera Sanentur! (Empezó un hechizo para contrarrestar ese hechizo mortífero) ¡Vulnera Sanentur! ¡Vulnera Sanentur!
Su varita pasaba por todo el pecho, los brazos y las piernas de Hermione. Le quitó la capa y le abrió la blusa para ver de cerca esas grandes y profundas heridas que habían hoyado el cuerpo y piel delicada de Hermione.
El sufrimiento de ella delante de sus ojos le causó incomodidad, le causaba dolor.
Hasta que ella desmayó después de hacer la última exhalación desesperada de agonía…
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“Me gustaría ser recordada como alguien que hizo lo mejor que pudo con el talento que tuvo.” – J.K. Rowling
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